Carta abierta Los líderes del G8 que se reúnen en Canadá esta semana deberán asumir que los países a los que representan fallaron en cumplir las promesas hechas a los más pobres del mundo en 2005. Si la ayuda comprometida realmente llegara, tendría un efecto dramático en la vida de los menos afortunados: las mujeres sobrevivirían el trabajo de parto, los niños irían a las escuelas y gente de todas las edades tendría acceso a medicinas y sistemas de salud. Hay diferencias sustanciales en los casos en los que sí se incrementó la ayuda; por ejemplo, el número de personas que recibieron tratamiento para el VIH creció exponencialmente los últimos años. Pero actualmente, los avances logrados en la reducción de la pobreza están amenazados por la crisis económica, el cambio climático y la falta de seguridad alimentaria. Es por esto que el grupo de naciones ricas del G8 debe ver más allá de sus propios intereses económicos y definir cómo cumplirán las promesas a los países pobres; al G20 le corresponde sumarse al combate de la pobreza global. Ambos deben resolver cómo el sector financiero resarcirá los costos de la crisis económica. Un impuesto global en finanzas; como en la propuesta del FMI de tasar transacciones financieras (FAT); podría recaudar miles de millones para ayudar a los países pobres amenazados por la falta de recursos y el cambio climático. Hoy, el G8 y G20 tienen la oportunidad y el deber de ayudar a los países pobres a mitigar los efectos de una crisis económica mundial que ellos no generaron. El que estas naciones reciban su parte correspondiente en recursos, no debería ser tan difícil. Con toda la esperanza,
Gael Garcia Bernal
Miguel Bose
Colin Firth
Actor and Oxfam Ambassador
Singer and Oxfam Ambassador
Actor and Oxfam Ambassador
Kristin Davis
Jeremy Hobbs
Scarlett Johansson
Actor and Oxfam Ambassador
Executive Director Oxfam International
Actor and Oxfam Ambassador
Annie Lennox
Her Majesty Queen Rania Al Abdullah
Emeritus Archbishop Desmond Tutu
Activist and Singer
Oxfam Ambassador