La Iglesia de la Peregrina en Sahagún Sahagún …por Rub Rubén Carrete ero én Hernández Carret
PROYECTOS DE RESTAURACIÓN RESTAURACIÓN ARQUITECTÓNICA ARQUITECTÓNICA_2011 ÓNICA_2011
La Iglesia de la Peregrina de Sahagún
LA IGLESIA DE LA PEREGRINA EN SAHAGÚN
Camino a Santiago de Compostela cual peregrino, al poco de entrar en la provincia leonesa aparece de nuevo entre la llanura castellana el hito que nos marca la histórica población de Sahagún presente desde el siglo XVIII, pero esta vez recuperando parte de su viejo esplendor gracias a una larga intervención restauradora dirigida por el arquitecto José Ramón Sola. Sahagún ya puede volver a presumir de una de sus más veneradas Joyas. La Restauración que ha tardado casi unos 10 años en realizarse (de los cuales los 4 primeros abarcaron el proceso administrativo y de financiación) ha sido financiada “a tres bandas” por el Ayuntamiento de Sahagún, la Junta de Castilla y León y el Estado por medio del llamado “1% Cultural”. Sus objetivos primordiales eran la Rehabilitación de lo construido, la reintegración de parte de su volumetría original y la adecuación de espacios (y creación de otros nuevos) para albergar un Centro de Documentación del Camino de Santiago, y es que como se relata al inicio esta iglesia está íntimamente ligada al camino ya que en Sahagún confluyen las dos rutas principales: la francesa y el camino de Madrid.
Rubén Hernández Carretero
FICHA TÉCNICA Situación: Sahagún, (León, Castilla y León) Denominación: Convento de San Francisco (Iglesia de la Peregrina) Edificaciones: Iglesia y restos del claustro del convento franciscano. Época: S.XIII – XV Estilo: Mudéjar Catalogación: Monumento B.I.C Año de Restauración: 1999-2006 (admin.) 2006-2011 (restaurac.) Arquitecto: José Ramón Sola Alonso Empresa Constructora: TRYCSA Promotor: Ayuntamiento de Sahagún Financiación: Ayto. de Sahagún (dir. Facultativa), Junta de Castilla y León (40%), Estado-1% Cultural (60%)
El equipo encargado de la restauración ha sido dirigido por el arquitecto José Ramón Sola, quién goza de gran experiencia en el campo restaurador incluso en la población de Sahagún al acometer también las restauraciones de la ermita de la Virgen del Puente y la Iglesia de San Lorenzo. Durante la visita, José Ramón hizo gala de su magistral conocimiento del templo, su entorno y las operaciones llevadas a cabo amén de otras investigaciones. Página 1 de 7
La Iglesia de la Peregrina de Sahagún
La iglesia se sitúa en la villa histórica de Sahagún, la cual gozaba de una gran importancia política y religiosa en el siglo XIII conviviendo en ella tres religiones: cristiana, judía y musulmana.
El edificio surge con la instalación en el siglo XII de los franciscanos en Sahagún una ciudad dominada por los benedictinos y en la que también estaban establecidos los dominicos; Juan Ramón Sola ejemplifica su importancia denominándola como la Cluny española hasta el traslado de los benedictinos al monasterio de Valladolid. Tras algunas trifulcas y disputas logran conseguir un emplazamiento no demasiado propicio donde edificar su convento.
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Al edificio original en ladrillo se le fueron realizando ampliaciones fundamentalmente en forma de capillas adosadas a la única nave de la iglesia hasta el siglo XV dando lugar a un majestuoso templo realizado en ladrillo en el estilo mudéjar con un claustro adosado a él. Años más tarde se añadieron unas bóvedas barrocas rebajando la altura de las naves unos 4m y se llevaron a cabo obras en el interior que ocultaron la forma original de algunas zonas como el altar mayor. La ruina de la iglesia llegó en el siglo XIX con la invasión y saqueo francés y posteriores desamortizaciones de tal manera que el templo quedó herido en aspectos como la desaparición casi completa de su claustro. Aún tras la restauración quedan visibles estas heridas así como marcas de edificios que estuvieron adosados y que se han conservado como “testigos del pasado” La obra de restauración del arquitecto Sola recupera varios de los valores del monumento, amén de añadir un nuevo edificio como se aprecia en los planos comparativos de los estados antes y ahora.
El resultado fue un gran convento que chocaba en algunos aspectos con la humildad de la orden franciscana desde el cual se dominaba toda la ciudad.
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La Iglesia de la Peregrina de Sahagún
El acceso al conjunto se realiza por un lateral de la iglesia como antiguamente, pero por una puerta renovada, de un nuevo material (acero + madera) y con un grosor importante que recuerda a los grandes portones que antiguamente tenían las iglesias; no en vano, las puertas sólo son así de anchas cuando limitan con la iglesia, es una forma de reintegrar una nueva puerta en un edificio antiguo.
A la derecha del templo aparece una reja que da a un espacio libre que deja el nuevo pabellón en “L” separándose de la iglesia para afectarle lo menos posible y respetar su carácter antiguo y exento que tuvo en su origen. Según accedemos a antesala de la iglesia entramos a un espacio que en teoría debería ser cerrado, pero que aquí no lo es ya que la parte que comunica con la iglesia está realizada en vidrio, como un elemento liviano que interviene lo menos posible y que busca dirigir nuestra mirada hacia la nave de la iglesia y unir los dos espacios. No obstante en este espacio se yergue otra protagonista, una imponente puerta mudéjar que ha sido recuperada en la restauración al derribar la antigua puerta rectangular dejando visto así la originalidad del monumento y uno de sus más importantes valores. Una puerta que habla más de lo que parece al manifestarnos su propia construcción en muescas.
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Si giramos a la izquierda accedemos a la iglesia, con una imagen totalmente limpia, un nuevo pavimento, las paredes revestidas en blanco, la cúpula del altar reintegrada…
Uno no se da cuenta de hasta donde ha llegado la restauración hasta que no se para y observa uno de los múltiples carteles que explican su proceso (de los cuales son las dos primeras fotos). Estos carteles difunden la obra, y conciencian al visitante sobre las labores de restauración y conservación acercándole a este bonito mundo. No obstante se echa en falta algún panel/cartel en el que se explique con una planta la historia de la iglesia, su estilo… Los gestos están presentes por todas partes, sólo hace falta fijarse un poco y tener paciencia. La autenticidad del monumento se manifiesta en aspectos como los “pegotes” de revestimientos o esgrafiados imitando al ladrillo o con dibujos que corresponden a los revestimientos originales o de épocas más pasadas.
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La Iglesia de la Peregrina de Sahagún
Para el pavimento se ha utilizado tarima de madera oscura la cual además de concordar con el monumento y transpirar permite alojar cajas de instalaciones en el suelo de tal manera que todo el edificio está conectado por así decirlo.
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Sin duda lo más curioso está en el altar mayor, si echamos la vista una página atrás veremos cómo durante la restauración se descubrió que el actual altar no era el original sino que era un revestido probablemente barroco. En ese caso Jose Ramón Sola optó por descubrir el original a favor del estado original del monumento y de su unidad estilística y tipológica. Aquí aparecen detalles dignos de mencionar como la conservación de las marcas de las pilastras de la antigua bóveda como “heridas del monumento” a favor de su autenticidad. La nueva bóveda se reintegra con madera y tocando puntualmente las paredes al no conservarse la original. También aparecen esos revestimientos comentados antes.
Otros aspectos relevantes en las capillas laterales son la manera de relacionaras con el claustro en las aperturas y puertas, así una apertura se resuelve con un vidrio que toca lo mínimo el muro y permite ver el espacio claustral y el jardín al fondo fundiendo los espacios para cumplir el código técnico simplemente se han colocado dos bandas translúcidas en las que se esgrime el nombre del conjunto. En el caso de la puerta sus jambas se revisten en madera ya que puede hacer la forma amén de su buena apariencia estética pero de nuevo separándose de la pared y tocándola en lo mínimo posible; lo importante es el monumento no la restauración
También aparece una alusión a lo venerado o a quien oficia el acto litúrgico al colocar un paralelepípedo de madera tras el altar.
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La Iglesia de la Peregrina de Sahagún
El siguiente paso en nuestro recorrido es el ala derecha que da acceso a la capilla del Sandoval, la diferencia de cota se ha salvado con unos escalones que vuelven a tocar lo mínimo el suelo empotrándose en los últimos y apoyándose en los primeros por motivos estructurales al volar más estos; pero sin dejar ver este apoyo.
La capilla requiere especial atención por sus grabados los cuales se han conservado, limpiado y en algunos casos reintegrado (desperendimientos). Todo sobre un nuevo fondo-revestimeinto blanco acorde con el del resto de la iglesia y que da toda la importancia a dichos grabados; solamente los nervios de la bóveda (aparte de los grabados) escapan a este revestimiento resaltando la bóveda de crucería. La iluminación se realiza de manera lineal en el centro y puntual junto a la pared, ambas en el suelo para resaltar el valor abovedado del espacio así como los bajorrelieves.
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En la siguiente sala, el camarín que albergaba la figura de la peregrina los criterios son los mismos que en la sala anterior destacando el pavimento cerámico de junta gruesa (igual al de la capilla del Sandoval) y la fijación de los elementos que conforman la ventana que da al altar mayor con pequeñas piezas metálicas que de igual manera tocan lo justo las piezas originales.
Por la siguiente puerta continuamos nuestro recorrido hacia el exterior, hacia el patio, por medio de una escalera que vuelve a ser empotrada para tocar lo mínimo, realizada esta vez en acero en tonos marrones (puede que acero cortén). La finalidad de tocar lo mínimo aparte de responder a dar más importancia al monumento contribuye a la posible reversibilidad de la obra en caso de que en un futuro fuera necesario. Desde el exterior se aprecian las fachadas, limpias, con las zonas que vierten agua rematadas con chapa probablemente de zinc armonizando con el conjunto y las ventanas rematadas con vidrios casi sin carpinterías, las cuales siempre son de madera.
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La Iglesia de la Peregrina de Sahagún
Rubén Hernández Carretero
En el patio se realizan dos recorridos (uno a través de él y otro elevado para comprenderlo globalmente) en los que se hacen referencias a varios aspectos como la tapia original, una nueva valla para el límite administrativo, la llanura castellana en una zona, los huertos y árboles castellanos en las zona frente a la banda del claustro, el agua como fuente de vida en canalizaciones y dos puentes realizados en acero cortén…
Podrían escribirse hojas y hojas solamente hablando del patio, en el que la creatividad del arquitecto ha sido mayor al no verse sometido a una ruina sobre la que actuar. Las ruinas del claustro simplemente están consolidadas y en algunos casos se acompañan con piezas de madera que completan la forma o con piezas de acero cortén que las protegen de las pisadas de los visitantes.
Al patio también se manifiesta el nuevo volumen con el que se relaciona a través de una celosía de madera exterior y una pared acristalada al interior, de tal manera que tamiza la luz que entra creando interesantes juegos de sombras en el interior a media tarde, mientras que en el patio al separarse de la iglesia solo está presente el vidrio con las bandas translúcidas que muestran su presencia. Este volumen con forma de L se relaciona con su terreno ocultando su apoyo y teniendo unas proporciones casi de pastilla al tener menor altura que el claustro, lo que permite abrir ventanas en esa diferencia de cota amén del lucernario que hay sobre la puerta de herradura que la dota de una luz especial y protagonismo.
Quizás uno de los aspectos más curiosos son las vallas, en el límite administrativo siguiendo la serie de Fibonacci y la onda armónica con elementos en madera y pequeñas piezas de hormigón y en las zonas de los límites originales la tapia reintegrada. También destaca la pieza de hormigón adosada a la banda del claustro y que posee una textura peculiar como si estuviese herida como el edificio; así como la formación de un talud con un muro de piezas cerámicas y de madera colocadas a hueso para que en un futuro pueda ser reversible y continuar la excavación.
La estructura de acero en tonos oscuros (marrón oscuro) y hormigón blanco evita destacar sobre el monumento y se relaciona estéticamente con el, los cambios de cota se resuelven con rampas de madera y el pavimento pétreo blanco continúa en el claustro y solo se interrumpe para dejar ver algún resto amén de las instalaciones. Página 6 de 7
La Iglesia de la Peregrina de Sahagún
En cuanto al nivel inferior de la banda conservada del claustro el mecanismo de iluminación es similaral anterior salvo en que aquí las ventanas adaptadas al arco tienen una parte sin celosía. El revestimiento blanco solo deja entrever la estructura de arcos que se opone al empuje de la iglesia, el pavimento es idéntico al del pabellón salvo en el caso especial de la peculiar fisura de 1m que aparece al separar el claustro de la iglesia. Ese espacio queda con un carácter no accesible sino contemplativo y sus límites se cierran con paredes de cristal. Aparecen unas nuevas instalaciones climatizadoras en tono gris buscando no destacar igual que las cajas del suelo. Los carteles explicativos presentes por todo el interior nos vuelven a explicar la restauración esta vez desde planos y fotos.
Rubén Hernández Carretero
Las piezas de hormigón sirven de estructura y además ayudan a consolidar el muro del claustro y alguna arquería tocándola levemente. Las fisuras y heridas se dejan vistas, testigos del pasado. Los tonos son ocres, y no destacan sobre la fábrica sino que la acompañan diferenciándose, reintegrándose.
En el nivel superior el pavimento vuelve a ser cerámico, las ventanas y la iluminación están pensadas para posibles exposiciones o zonas de estudio, reposo, meditación… La cubierta de madera se adapta a la tipología del edificio y deja vista su belleza a pesar de que se vean sus uniones en un gesto de sinceridad estructural. La transición entre los dos niveles se hace por el nuevo volumen formado por piezas de hormigón en L y paredes de vidrio en una carpintería que recuerda a la verja que había junto a la entrada, cuadrada, geométrica…
La visita finaliza con la conexión a dos espacios de la iglesia, el primero es un palco al que se llega por una pasarela liviana de acero corten, el segundo es el coro resuelto estéticamente como la iglesia para el que hay que salvar una pequeña cota (por lo que ha sido necesario colocar un elevador para hacerlo accesible).
En definitiva, una obra muy pensada, muy detallista, respetuosa con el edificio original y a mi parecer muy acertada. Rubén H.C
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