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FALLECIÓ NICOLÁS “EL MONO” RIZZO UN REFERENtE dEL RUGBY ARGENtINO
La última entrevista se la dio a nuestro colega Patricio “Pato”Guzmán hace unos días para Tercer Tiempo NOA y la transcribimos a continuación en su honor. Él decía de sí mismo lo siguiente: “Soy un ex rugbier. Una persona que trató de pregonar y defender el deporte de sus amores. El que acaricia esta pelota y le dice a todos, tomando una frase de Diego, que la pelota no se mancha”. Vuela alto “Mono” querido, se te va a extrañar.
LOS RECUERdOS dEL MONARCA
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TERCER TIEMPO NOA estuvo en Córdoba con una de las mayores figuras de la época dorada del rugby de Tucumán, Nicolás “Mono” Rizzo. En una charla imperdible, dialogamos con el cordobés que hizo historia en el rugby del “Jardín de La República”.
Es sábado en La Docta. Corren once días acalorados de un Febrero con tonada cordobesa y la cita puntual a las 10 AM en el mítico barrio Marqués Sobremonte, tiene en la figura por entrevistar un sentimiento especial. Es “El Mono” Nicolás Rizzo, el cordobés que dejó la impronta rugbística de su amado Tala, en suelo tucumano. Un ADN que lo llevó a ser el entrenador principal del mayor triunfo del rugby de selecciones en el NOA, cuando desde su rol de entrenador principal, Los Naranjas le ganaron al Seleccionado de Francia en una noche de junio del 92 en el estadio de Atlético Tucumán.
Luego de cruzar el jardín central de la amplia propiedad, el calor deja por momentos de golpearnos, para ser invadidos por una frescura metálica en un pasillo que parece no tener fin. La espera es corta y la ansiedad por darle rec a la entrevista perece ser eterna.
Aparece un histórico
Un lento ascensor vidriado que baja, nos deja ver casi en una aparición cinematográfica, la figura de Rizzo pasa de la seriedad de su rostro duro, a cambiar en una sonrisa picaresca. De fino bastón en mano, impecable y coqueto, el “Mono” aparece por completo y saluda. “Un gracias por venir” son las primeras palabras del hombre de casi 100 kilos, que pasa sus días en la cuidad que lo vio nacer, mientras se recupera de un reemplazo de cadera. Nos sentamos y entre el convite de gaseosas en lata y algunas galletas obleas, le damos por fin “rec” a nuestras benditas ansias. La idea no es contar su biografía. Ya lo hicimos en varias notas atrás y en el libro “Históricos Naranjas”, que bajo la pluma de nuestro Director Tomás Gray, menciona al “Mono”, entre los mayores emblemas del rugby del “Jardín de la República”. La idea es desmenuzar su camino, navegar por momentos, nombrarle personas y los mitos que encierra su vida en sus pasos ovalados por Córdoba, Salta y nuestro Tucumán.
Tala De Su Salvaci N
“Yo tenia un vicio de jugar a la villa por dinero y el rugby de Tala me salvó de perder tiempo y dinero en apuestas suculentas. Un club que desde sus impronta me dio un patrón de conducta que llevaré hasta el fin de mi vida. Tuve el honor de vestir la camiseta blanquinegra jugando de pilar derecho, de tercera línea y en algunas oportunidades de centro si me lo solicitaban” -afirma con voz gruesa y pausada.
¿Cuáles eran las características de ese Rizzo jugador?
La fortaleza física en el impacto, el tackle y la entrega en forma permanente. Siempre leal al juego y al ADN de Tala.
¿Tuvo ídolos en el rugby?
Raúl Loyola de Universitario de Córdoba fue mi primer ídolo y el primer puma que dio mi provincia. Luego apareció “El Hombre de la Vincha”, la “Pochola” Silva e idolatré siempre a los veteranos de Tala con el “Gallego” Pirigüana y el “Rusito” Smolinky a la cabeza. Y en lo del “Gallego” Gurlekian comencé a beber de la mística de Tala.
Tres Clubes A La Vez
Un paso por Salta lo lleva a llevar sus labores y su rugby al Jockey de “La Linda”, para luego pasar a Los Tarcos. El “Mono” auditaba empresas de automóviles en el norte y luego volvía a Córdoba y a su hogar deportivo, Tala.
La fortaleza de un infante
El hombre que “bailó de lo lindo” en la colimba cuando le tocó la Infantería de Marina, también jugó en el Seleccionado del Sur. Su tiempo en Puerto Belgrano y su juego de enorme fortaleza, lo llevó a ser mimado por sus superiores en tiempos de ropa verde oliva.
Un amor con tonada tucumana
Su llegada a Tucumán lo lleva a Los Tarcos como jugador, y luego “Cacho” Zelarayán le da las llaves como entrenador del primer equipo rojo. “Siempre estaré agradecido a Los Tarcos, al Pavo López y Cacho Zelarayán. Fui de mirón a ver rugby en un club que fue mi primera casa deportiva en Tucumán. Recuerdo que mi primer tarde en Los Tarcos le insistí al Pavo que me presente a su concuñada. Primero se negaba y luego me abrió la puerta y así conocí al gran amor de mi vida, María Luz Gil Furké, a quien extraño y amaré siempre”Su voz se quiebra y el sorbo de gaseosa le da frescura al fuego interno de un tipo duro. Un ser que manejó maquinarias deportivas y humanas de alta entrega. De tiempos románticos de bohemia, terceros tiempos interminables y de su amor ausente pero eterno.
Un tiempo verdinegro y la amistad con el Gran Willy
Con las llaves que le dieron dirigencialmente el “Mudo” Juan Carlos Griet y Julio Paz, Rizzo llega al club verdinegro de manos de su gran amigo, el entrenador Guillermo “Willy” Lamarca, con el que ganaría muchos campeonatos, como entrenadores principales, nutridos por un semilleros de cracks de interminable data.
Nostalgias
La mañana avanza con el trinar de pájaros y el sol sigue castigando con su fuego, el mismo que enciende una charla que parece no tener fin. Rizzo recuerda, se toma su tiempo y rememora: “¡Que equipo era Tucumán Rugby! Siempre le estaré agradecido a Willy Lamarca de haberme llevado. Manejamos un equipazo ¡Ojo! Un equipo lleno de cracks, que era la columna vertebral del seleccio- nado tucumano y con algunos Pumas que no es un dato menor. Teníamos una línea de backs tremenda. Ellos se divertían y nosotros disfrutábamos de afuera” -agrega.
Vieja y gloriosa Naranja
Su amistad con el “Pavo” Juan Carlos López y el inolvidable “Mocho” Gabriel Palou, lo llevó a ser la cabeza principal de seleccionado naranja que le ganó al Seleccionado de Francia por 25 a 23 en Atlético Tucumán, luego de ir perdiendo por 23 en el entretiempo.
¿Recuerda la arenga del entretiempo en el partido con Francia?
Como si fuera hoy. Fue puro fuego e incentivo. Le dimos un mensaje a todos y a José Santamarina en principal. Al salir al segundo tiempo el equipo había tomado el mensaje y lo plasmó en un triunfo sin igual. Manejamos sus mentes, hicimos hincapié en la representación provincial y en sus orgullos. Así floreció el amor propio y la mística. Luego del triunfo senté en la tribuna al verlos disfrutar, mientras los observaba cantar con el público, me caían las lágrimas.
¿Es tímido en la exposición y el halago?
Totalmente. Lo soy desde niño. Te lo resumo, en el 2013 la Unión de Rugby de Tucumán me entrega la mayor distinción, el CAP. Fue un acto multitudinario en la sede y antes de ir me tomé una pastilla para superar ese momento. Te aclaro, me encanta que me mimen, pero al principio me cuesta. En las calles cuando me reconocen al principio me hace arrugar por la vergüenza y luego puedo vencerla.
Si el rugby de Tucumán fuera una persona que usted puede abrazar y susurrarle al oído, ¿qué le diría?
Te quiero. Me hiciste muy feliz. Gracias por los afectos. Por dejarme divertirme contigo. Por vos conocí a mi esposa y mis amigos y eso es todo para mí. definiciones de un inquebrantable
¿Qué es Tala para usted?
Mi identidad. Mi vida. El lugar de mis amigos en una mesa generosa. Tala es todo.
¿Los Tarcos?
El club que me dio la posibilidad de entrenar al pasional rugby de Tucumán. Les estaré agradecido de por vida.
¿Tucumán Rugby?
El lugar donde plasmamos un juego inolvidable. Donde hice amigos que son incontables, con Willy Lamarca a la cabeza y donde me divertí muchísimo.
¿El seleccionado tucumano?
Un desafío. Fue un honor ser parte de su rica historia.
¿Willy Lamarca?
Un hermano de la vida. Estuvo, está y estará en todos mis momentos. En los malos, mucho más.
¿Quién es para usted Juan José Garma?
Es Choqué, es Jota, Jota. Es un ángel. Mi asistente de siempre. Un ser que adoro y un crack de la vida.
¿”La Cata” García Hamilton?
Un amigo que perdí físicamente y que extraño siempre. Sus modales y sus afectos los resumo en que le daba igual comer con un mendigo o con un noble. El jugador que mejor me entendió y el amigo que amaré siempre.
¿Quién es el Mono Rizzo?
Un ex rugbier. Una persona que trató de pregonar y defender el deporte de sus amores. El que acaricia esta pelota y le dice a todos, tomando una frase de Diego, que la pelota no se mancha.
UN COMIENZO PAREJO Y LOS ALL BLACKS qUE GOLPEARON EN LOS MOMENtOS JUStOS
En el arranque pateó Gastón Revol y la salida argentina la recibió Nueva Zelanda que arrancó con todo. Hubo knock on y recuperó el balón La Argentina gracias a Santiago Álvarez, pero recuperó rápido NZ y la volvió a tener Revol al toque, que cedió para González, este a Pellandini y una corrida corta no fue buena.
Parejo y con errores de ambos lados. Los nervios y el desgaste físico jugaron también su partido. En dos minutos Los Pumas 7s intentaban tener la pelota, pero no prosperaban en el campo neozelandés.
Todo era parejo, con dientes apretados y sabiendo que no se podían equivocar.
Revol, Pellandini, Tute y avanzaban Los Pumas 7s. Gonzalez y su intento, pero Dickson que recuperó y Revol que no pudo detenerlo. Así, con una corrida rápida llegó Moses Leo y consiguió el primer try de la final. La conversión no fue buena y el 5 a 0 quedó sellado para los de negro.
La salida de Nueva Zelanda la recibió Isgró, con dos minutos por jugar apareció Marcos Moneta quien se sacó de encima la marca, pero hubo knock on y recuperó Nueva Zelanda.
Al toque los All Blacks golpearon otra vez por el sector izquierdo. Apoyó Leroy Carter, y el gol de Akuila Rokolisoa dejó las cosas 12 a 0.
La Argentina salió con todo y estuvo a punto de descontar, pero otra vez de contraataque Nueva Zelanda liquidó el partido con una nueva conquista de Carter para cerrar el primer tiempo 17 a 0, y así se fueron al descanso.
LOS PUMAS CON EL ORGULLO dE SIEMPRE Y LA REMONtAdA qUE NO LES ALCANZÓ
A los 2 minutos Tobías Wade luego de una muy buena jugada y con mucha paciencia del equipo