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Maneras de ayudar emocionalmente
1. ACOMPAÑARLE A LAS VISITAS MEDICAS
El tratamiento puede ser complejo y la propia preocupación por el cáncer puede hacer que el hombre con cáncer de próstata no recuerde todo lo que se le dice. Ir acompañado permite hacer las preguntas que se quieren hacer, tomar notas, resolver dudas, etc.
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Además, algunos tratamientos como la radioterapia hacen que se tenga que ir al hospital durante muchos días. El dolor óseo y los efectos de la cirugía también pueden repercutir en la movilidad. Por lo tanto, ir acompañado al médico no sólo es una manera de demostrar que estamos a su lado, sino también de ayudarle en los aspectos más técnicos.
2. APOYARLE EN LO QUE DECIDA
La toma de decisiones es una parte importante del tratamiento del cáncer. Pero a veces estas decisiones pueden parecer extrañas, o nos pueden llevar a pensar que otra opción sería mejor. Dado que él es el paciente, permitámosle que decida lo que quiera con nuestro apoyo. Igualmente, digámosle que le ayudaremos en el proceso de toma de decisiones.
Vivimos inmersos en una cultura en la que a los hombres -sobre todo los de más edad- les cuesta expresar sentimientos como el miedo o la tristeza. Al margen de los beneficios que tiene cambiar esta realidad, no le podemos pedir a un hombre con cáncer de próstata que siempre ha sido reservado, que se abra. Y menos en un momento de crisis vital como el de una enfermedad oncológica.
En mi servicio de Psicología en Cáncer, como ocurre a otros profesionales, es más habitual que acuda a consulta la mujer que tiene un hombre con cáncer de próstata, que el marido en cuestión. Incluso aunque la mujer no necesite un psicólogo para ella misma. Lo deseable sería que viniera el hombre, pero, si esto no es posible, intentar forzarlo cortaría definitivamente algunas vías de ayuda.
4. NORMALIZAR SUS ESTADOS DE ANIMO
Es normal que el hombre con cáncer de próstata esté triste, se desanime o exprese miedo. También es normal que se pregunte, interiormente o en voz alta, si se va a morir. O si los efectos del tratamiento durarán siempre. Una manera de ayudarle es recordarle precisamente eso: que es normal que se sienta así. Este también es uno de los beneficios de la ayuda psicológica pera pacientes de cáncer.
6. PREGUNTARLE COMO LE PODEMOS AYUDAR
En relación a lo que decíamos sobre la toma de decisiones, es importante que el hombre se convierta en un sujeto activo de su propia enfermedad y tratamiento. Que no se limite a hacer lo que dice el médico como si no tuviera voz ni voto. Ayudémosle a buscar las técnicas para recordar qué toca cada día. Que no dependa de los demás en lo que pueda hacer él solo. Que pregunte. Que busque información
La toma de decisiones es una parte importante del tratamiento del cáncer. Pero a veces estas decisiones pueden parecer extrañas, o nos pueden llevar a pensar que otra opción sería mejor. Dado que él es el paciente, permitámosle que decida lo que quiera con nuestro apoyo. Igualmente, digámosle que le ayudaremos en el proceso de toma de decisiones.
7. Mantener la discreción
Como decimos, nuestra cultura dificulta a los hombres expresar sus sentimientos, pedir ayuda, y reconocer que se tienen problemas derivados de una enfermedad o un tratamiento. Sobre todo, cuando estas dificultades afectan la función sexual. Por lo tanto, es importante respetar su derecho a no explicar según qué.
Aunque hay personas que muestran una curiosidad morbosa, procuremos no dar detalles sobre el hombre con cáncer de próstata a los demás, aunque sean conocidos.