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RELIGIÓN
Decálogo de la
predicación
I
– Esté al servicio de la palabra espírita, sea simple y claro. El lenguaje agradable y sencillo es siempre expresión de seguridad.
enseñanza, dictada por una persona de mal carácter, pierde valor.
II – Exponga con brevedad y precisión. Los conceptos elevados dispensan comentarios largos y extenuantes.
VII – Procure alcanzar el corazón y la mente del pueblo. La Doctrina Espírita es el mayor depósito de bendiciones que el mundo conoce después del Cristianismo.
III – Presente el asunto de manera comprensible y lógica. El mensaje espírita es simple y racional.
VIII – Respete el horario. Abusar del tiempo ajeno es atentar contra los derechos del prójimo.
IV – Solicite la inspiración divina y confíe en ella; sin embargo, no se olvide de esquematizar el tema y estudiarlo. Lo imprevisto casi siempre expresa negligencia en el culto del deber.
IX – Evite herir las convicciones religiosas de los otros. Su objetivo debe ser: iluminar siempre.
V – Confíe en la técnica expositiva, pero no se olvide de renovar sus ideas y conceptos, a través de estudio constante y bien conducido. Expresiones muy repetidas fastidian y pierden el significado. VI – Valorice el lenguaje correcto, sin embargo no descuide la rectitud de la vida moral. La más noble
X – Use la tolerancia, guardando siempre la ponderación como consejera constante. Éstas le señalarán el rumbo de la humildad, que lo hará respetable por lo que produzca y no por lo que predique.
Marco Prisco (Espíritu) Extraído del libro: Legado Kardeciano, psicografiado por Divaldo Franco 09 www.consejoespirita.com