MESA DE OCAÑA

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MESA DE OCAÑA

Situada al nordeste de la provincia de Toledo, en un espacio que se extiende por las poblaciones y paisajes situados sobre una gran llanura alta: la Mesa de Ocaña, un páramo que queda colgado a más de cien metros sobre el valle del Tajo y enlaza por el sur con La Mancha.

Limita al norte con la Comunidad de Madrid y al sur con la Comarca de Mora y Campo de Santiago. De este a oeste se extiende desde los límites de la provincia de Cuenca hasta las proximidades de la ciudad de Toledo.

La Mesa de Ocaña, una altiplanicie que se levanta con airosos escarpes desde los cauces del Tajo al norte, y muere bruscamente en el escalón de La Guardia al sur dejando en el camino por sus costados, los valles, vallejones y barrancos que los ríos Algodor al oeste y Cedrón al este han excavado durante siglos avenando con sus aguas la masa caliza.

Esta comarca ofrece al visitante un rico patrimonio cultural y arquitectónico. Su arquitectura tradicional combina lo religioso y lo profano en una evolución histórica que encuentra sus raíces en importantes yacimientos arqueológicos, reflejo de diferentes épocas y culturas que han sabido convivir a lo largo de los siglos. Yacimientos como el poblado amurallado de la edad del Hierro "Plaza de Moros" en Villatobas, "Las esperillas" en Sta. Cruz de la Zarza, etc

A pesar de la aparente aridez del interior calizo-salino de la Mesa, ríos, arroyos, charcos, pozos y aljibes han brotado ofreciendo un agua blanca que ha sido cuidadosamente guardada y retenida por presas, pontones y embalses: el Pontón Grande y el Pontón Chico en Noblejas, el Mar de Ontígola, y los embalses de Valdajos en Villarrubia, Villaverde en Santa Cruz de la Zarza y El Castro en Villamuelas.

El protagonista al norte es el río Tajo, que discurre lentamente, por tierras de Villarrubia de Santiago, Noblejas y Ontígola, formando meandros. La serenidad de sus aguas lo hacen apto para la pesca y otros deportes náuticos. Ontígola, a escasos kilómetros de Aranjuez, es la antesala de la meseta por estar situada en el valle que dejan las colinas de ascenso, cubiertas de bosquetes de pinos, verdes manteles para la Mesa. El lugar es especialmente bello, puesto que se beneficia de la amabilidad de un clima nada extremado y de la abundancia de fuentes y manantiales, recuperados como escenario de parques y lugares de esparcimiento.

Ya arriba en la Mesa, toda la línea que transcurre paralela al río Tajo, formada por barrancos abruptos y ondulaciones modeladas por regueros antiguos, se convierte en un mirador natural desde el que se domina un amplio panorama. Ese carácter estratégico la hizo poblarse de castillos durante la Reconquista, consolidándose como línea fronteriza. Además del desaparecido castillo de Tormón, situado en el lugar en que hoy se encuentra el santuario de la Virgen del Castellar en Villarrubia de Santiago, y el de Santa Cruz de la Zarza, en el solar que hoy ocupa la iglesia de Santiago, se construyó el Castillo de Oreja. Esta fortaleza de los siglos XII y XV se encuentra entre Ontígola y Noblejas, en un lugar hoy despoblado, pero que durante la edad media fue el núcleo principal de la comarca, hasta que el creciente poder de Ocaña y su paso de la orden de Santiago a los condes de Colmenar propició su decadencia. Sobrevive una torre reciamente asentada en la cumbre de un estrecho risco, con arco de ingreso rebajado y ventana gótica; en el terreno que abraza la muralla se conservan restos de silos y una cisterna con bóveda de ladrillo.

Castillo de Oreja

Camino de Noblejas, en el barranco de las Chorreras, hay una pequeña laguna como área de descanso y ocio. La tierra por estos contornos más allá de Villarrubia de Santiago, hasta Santa Cruz de la Zarza, ha sido declarada zona de especial protección para aves (ZEPA), por el valor de las especies naturales autóctonas y las aves. Margas yesíferas, yesos y calizas se entremezclan en la superficie dotándola de cierto brillo. Bajo la superficie parda, tamizada por chaparras y encinas, y perfumada por plantas aromáticas, la tierra guarda tesoros para la minería.

Descubrir la Mesa de Ocaña, es descubrir parajes no imaginados que combinan la austeridad de la Mesa con la frescura de humedales perdidos en el paisaje, con imponentes fuentes que hablan de la cultura del agua. Arquitecturas junto a las que ha transcurrido la vida en los pueblos, tantos trabajos a pie de sus caños, abrevaderos y lavaderos: Ocaña con su Fuente Grande, trazada por Juan de Herrera; la Fuente Vieja también en sus inmediaciones; Noblejas con la Fuente de los Tres Caños, Villarrubia de Santiago, Dosbarrios, Sta. Cruz de la Zarza, Cabañas de Yepes, etc.

IMPRESCINDIBLE OCAÑA:

Conjunto monumental, con la Plaza Mayor, el Palacio de los Cárdenas y la Fuente Grande, declarados Monumento Nacional, a los que se suman el Convento de Santo Domingo y su centro de interpretación "Porticum Salutis", Fuente Vieja, etc.

Convento de Santo Domingo

YEPES:

Sus orígenes se remontan al 600 a. C, cuando estaba habitada por los celtíberos.

Poco tiempo más tarde fue ocupada por los romanos, quienes le pusieron el primer nombre de Hippo.

La denominación actual proviene del período de dominación musulmana, cuando fue bautizada como Hepes.

En 1213 Alfonso VIII la cede al arzobispo de Toledo, Jiménez de Rada. Ya en 1576, con licencia del Papa Gregorio VIII, Felipe II vende la villa de Yepes a su Ayuntamiento.

Como curiosidad, en el Palacio Arzobispal de Yepes se falsificó la bula papal que permitió el matrimonio de los Reyes Católicos.

Yepes comparte asiento con Ocaña emplazado en la parte occidental de su Mesa. Conocido como Toledillo guarda similitud con la capital en su magnífico patrimonio y en guarecer la convivencia de las tres culturas en la época medieval. Aunque el rastro del cristianismo es el que ensalza la villa.

De la muralla quedan restos de sus lienzos, pero son de gran importancia sus dos torres y cuatro puertas, que abren camino al interior donde la ciudad sigue mostrando sus entrañas de historia. La Plaza Mayor alberga la Casa de las Buhardillas como curiosidad y distinción, en estilo neoclásico, con tres pisos: el inferior con una magnífica sucesión de arcos de medio punto clásicos, el intermedio o piso noble, con amplios balcones y el ático con buhardillas. Pero, sobre todo, se alza la espléndida Colegiata de San Benito Abad, considerada la Catedral de La Mancha por sus dimensiones. De estilo renacentista destaca al exterior por sus portadas y su espectacular torre y en el interior por sus bóvedas estrelladas y sus capillas laterales con rejas platerescas de singular valor y belleza.

La fertilidad artística del siglo XVII trajo a la villa, que generosamente nos brinda, una cascada de construcciones de gran importancia como el Convento de Madres Carmelitas, fundado por Doña Catalina del Castillo en 1606, de estilo barroco; los Hospitales de la Concepción y de San Nicolás; o las ermitas de San Sebastián y de San José.

El periplo del visitante le descubrirá más rincones, como la Cruz Verde, símbolo de la inquisición o la Picota, rollo jurisdiccional que se encuentra frente a la Puerta de Ocaña.

QUE VISITAR

Colegiata de San Benito Abad

También es conocida como Catedral de La Mancha, por ser el segundo recinto religioso más importante de la provincia, tras la Catedral de Toledo.

De hecho, fueron diseñadas por el mismo arquitecto, Alonso de Covarrubias.

La construcción se realizó a mediados del siglo XVI, siguiendo los últimos dictámenes del gótico que se mezclan con elementos platerescos y renacentistas.

Picota o Rollo de Justicia de Yepes

En el exterior lo más destacable es la espectacular torre campanario formada por tres cuerpos, se alza hasta los sesenta metros de altura.

La portada principal está dedicada a San Benito Abad y la secundaria a Nuestra Señora de los Ángeles.

En el Interior, coronando el Altar Mayor, podemos contemplar un espectacular retablo dedicado a la vida de Cristo, obra de Luis Tristán.

Plaza Mayor

Alberga los edificios de mayor interés, como la Colegiata de San Benito, la Casa Consistorial y el Palacio Arzobispal.

A la izquierda de la plaza se encuentra el Palacio Arzobispal que fue el antiguo palacio de Alfonso Carrillo de Acuña (Arzobispo de Toledo) En él fue donde este arzobispo falsificó la bula papal que permitió el matrimonio entre Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón (Reyes Católicos). En el siglo XVIII se reformó para crear 19 viviendas para vecinos de las cuevas y un matadero, convirtiéndolo en un edificio con amplios balcones y áticos abuhardillados que son soportados por una magnífica colección de arcos neoclásicos.

Muralla de Yepes

Son cuatro las puertas que se conservan de los dos recintos amurallados que rodeaban antiguamente la villa.

Madrid o San Miguel, formada por dos torres semicirculares y un arco de medio punto, rematado todo el conjunto por una estructura almenada.

Toledo o del Carmen, igualmente compuesta por dos torres semicirculares, pero decorada con matacanes.

Ocaña o San Cristóbal, lleva su nombre por encontrarse en la carretera que da acceso a Ocaña.

Nueva o de La Lechuguina, denominada así por encontrarse dando vistas a las huertas.

Torreones de la antigua muralla se pueden ver en la actualidad dos: Torre Norte o de la Calle Santa María, de planta semicircular con un lado plano y remate almenado , y la Torre Sur o de la Calle Fray Diego, de planta cuadrada, está rematado por una cúpula.

Ermitas y conventos:

Junto a la Torre Sur está la Ermita de San José, del siglo XVII.

Está formada por una sola nave, adornada con espadaña y campanil de un sólo ojo.

La otra es la Ermita de San Sebastián, situada fuera del casco histórico, junto a la entrada del cementerio.

También data del siglo XVII, lo más destacable es el artesonado interior soportado por 10 columnas dóricas.

El más importante de los conventos de la zona es el Convento de San José y San Ildefonso, lugar de retiro de las Carmelitas Descalzas.

Puerta de Ocaña o de San Cristóbal con una hornacina que contiene una talla de San Cristóbal

En su interior guarda gran cantidad de tesoros y obras de arte sacro, así como la reliquia de una de las cabezas de las once mil vírgenes, martirizadas por los hunos junto a Santa Úrsula.

Casas nobiliarias

Son varias las casas palaciegas que se conservan, la más conocida es la Casa de Don Pedro Flores de la Oliva, ubicada junto a la Plaza Mayor.

Fue construida en el siglo XVII, época dorada de la villa, siguiendo un estilo herreriano.

Fuentes de Yepes

Dentro del Parque de la Alquitara, junto a la Plaza de Toros, se pueden ver varias fuentes lavadero que se conservan del siglo XVI.

Convento de San José y San Ildefonso

Jornadas Calderonianas y Corpus Christi de Yepes

Yepes abre sus puertas para recibir a D. Pedro Calderón de la Barca, quien, contratado por la Cofradía del Santísimo Sacramento, escribe el auto sacramental El mágico prodigioso para ser representado en el Corpus Christi de 1637.

Con motivo de aquel acontecimiento tan importante para la localidad, nacen las Jornadas Calderonianas, con las rutas dramatizadas “Un viaje por el Yepes de Calderón” ESPECTÁCULO ORIGINAL DE YOLANDA MANCEBO que pretenden dar a conocer de una forma atractiva para el visitante la cultura, historia y patrimonio que posee La Muy Leal Villa de Yepes.

Las Jornadas Calderonianas se inauguran cada año con una presentación y conferencia en la que participan importantes personalidades de las letras, especialistas en el teatro clásico, personalidades eclesiásticas que aportan su visión y la importancia de la fiesta del Corpus Christi y representantes de las administraciones locales y regionales.

A lo largo de una semana se suceden diferentes actos desarrollados tanto en La Antigua Capilla del Hospital de San Nicolás, como en el interior de la Iglesia Parroquial y en diferentes ubicaciones monumentales, para poner en valor nuestro patrimonio en unión con la cultura y la historia.

Las Jornadas Calderonianas están declaradas de Interés Turístico Regional y dentro de la Red de Pueblos Mágicos de España, reconocidas como el mejor evento cultural en el 2022, convirtiéndose en un festival barroco: a lo largo de casi un mes se suceden diferentes actos religiosos y culturales relacionados con el Siglo de Oro, siendo la Procesión del Corpus y las Rutas Dramatizadas “Un viaje por el Yepes de Calderón” los acontecimientos más destacados

Información en la Oficina de Turismo Teléfono: 605 89 24 68 E-mail: turismoyepes@hotmail.com

Comer en Yepes

La cocina tradicional está basada en la gastronomía manchega, con productos de la huerta de primera calidad y platos de caza.

Entre las preparaciones típicas podemos encontrar los callos a la yepera, las migas, la caldereta o las patatas camperas con conejo.

Entre los productos tradicionales destacan los vinos con Denominación de Origen Protegida, no en vano la localidad está rodeada de cientos de hectáreas de viñedos.

VILLATOBAS:

Santuario de Jesús Nazareno, Yacimiento arqueológico "Plaza de Moros".

LILLO:

Patrimonio natural: Laguna del Longar, las del Altillo y la Albardiosa. Aeródromo D. Quijote de La Mancha, Hospedería San Pedro Bautista.

Laguna del Altillo

NOBLEJAS:

Ermita de San Cristóbal, Ermita de Santa María Magdalena, Iglesia de Santiago Apóstol, Fuentes Vieja, Nueva y Santa.

Ayuntamiento Bodegas y almazaras tradicionales.

Santa Maria Magdalena Plaza Nueva, Cueva de Villacampa, Torre de las bilbaínas.

VILLARRUBIA DE SANTIAGO:

Iglesia parroquial de San Bartolomé, Ermita el Castellar. Yacimiento arqueológico del Hoyo de la Serna ,Merenderos del Tajo.

SANTA CRUZ DE LA ZARZA:

Iglesia de Santiago, Iglesia de San Miguel Arcángel, Convento de Trinitarios, Casa del Gallo, Casa de Chacón, Plza. Mayor, Casa de las Cadenas, Casa de la Tercia, Fuente de los Caños.

LA GUARDIA:

Está ubicada en un alto en el camino a Andalucía, una situación privilegiada que lo que la ha convertido en lugar de asentamiento desde la Prehistoria, tal como demuestran los restos arqueológicos que a día de hoy se conservan.

En la Edad Media adquirió relevancia y su papel en la batalla de las Navas de Tolosa (1212) hizo que se le concediera el título de "la Muy Leal".

En la localidad se conservan casonas como la casa de los Jaenes, huellas de los judíos sefardíes y restos del castillo que dio origen a La Guardia. Destacan también la ermita del Santo Niño, la iglesia de la Asunción, el Convento Trinitario, y las cuevas y restos de épocas pasadas.

Patio de Casa de los Jaenes

El palacio conserva una bella portada barroca y fue declarado, en 1991, Bien de Interés Cultural. Sin duda, es el edificio más característico de su arquitectura civil.

Actualmente es el museo Etnológico de la localidad. También visible desde la lejanía, encontraremos la iglesia, que empezó a construirse a principios del siglo XVII y se terminó en 1765. De gran riqueza es el patrimonio artístico que en ella se conserva y que abarca varias piezas de orfebrería, un órgano barroco y una pila bautismal gallonada. Pero si hemos de fijarnos en algo es en sus obras pictóricas. En el interior no hay más decoración que su impresionante retablo barroco, del siglo XVIII, en el altar mayor. Contiene lienzos de la Asunción de la Virgen y la Santísima Trinidad, realizados por Manuel de Mora. En la Capilla de los Capellanes, realizada por Juan Bautista Monegro, en el siglo XVII, se conservan frescos y lienzos dedicados a la exaltación de la Inmaculada Concepción. Y en el resto del templo tenemos otros lienzos de Pedro Orrente, como “Las bodas de Canaan” y “La multiplicación de los panes y los peces”.

Para terminar este recorrido por La Guardia podemos visitar, en lo que fuera el antiguo barrio judío, la ermita del Santo Niño, sobre las

ruinas de una sinagoga. Dice la tradición que aquí se encontraba la prisión del “Niño de la Guardia”.

EL CLIMA

El tipo de clima puede considerarse mediterráneo de matiz continental, por lo que las temperaturas son extremas. Con veranos calurosos (temperaturas medias superiores a los 26º) e inviernos fríos (temperaturas medias mensuales inferiores a los 6º).

CAZA

Deseada por cazadores y comensales, honrada en un monumento en la plaza de Villatobas, la brava perdiz roja recorre graciosa junto con sus compañeras, en cortos vuelos, los campos despoblados de la Mesa. Es junto a la liebre el trofeo de caza más codiciado. La presencia de la caza ha motivado la cría y cuidado del perro galgo, con importantes ejemplares en Villasequilla, Villamuelas y Noblejas.

ARTESANÍA

La artesanía tiene en la comarca una gran tradición y variedad que ha sabido conservar y potenciar. Entre ellas destaca la alfarería, heredada del legado mozárabe, y que tiene su representación en Ocaña, Villarrubia de Santiago, Sta. Cruz de la Zarza y Villamuelas. Los trabajos en hierro tienen también su máximo exponente en esta comarca, junto con las tallas de madera o labores de esparto, enea y mimbre. Destacan el vidrio, la ebanistería y la fabricación de botas de vino en Noblejas y la tonelería en madera que mantiene su tradición en Villarrubia de Santiago.

GASTRONOMÍA

La Mesa de Ocaña mantiene viva la cocina tradicional castellanomanchega, destacándose los platos de caza y en especial la perdiz, en diversas preparaciones. Son tradicionales los asados, los cochifritos y las calderetas de cordero. También están presentes en la mesa las gachas o puches eleboradas con harina de almortas, las migas, las judías con perdiz, el arroz con liebre, el atascaburras y los pistos manchegos. Hay una amplia gama de dulces y postres entre los que destacan mantecados, hojaldres, borrachos de Ocaña ó los turcos y melindres de Yepes.

cochifrito manchego

VINOS:

El prestigio que han alcanzado en general los vinos de la denominación de origen La Mancha en toda la comarca tiene su correlato en Villamuelas, Yepes, Ocaña, Noblejas, Villarrubia de Santiago y tantos otros municipios, que han logrado optimizar su calidad dando como fruto excelentes vinos.

En el cultivo de la vid destacan variedades como Airén, Viura o Macabeo en el blanco y Cencibel o Tempranillo y Cabernet Sauvignon en el tinto.

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