«La
música medicina es irracional, por eso funciona. No está hecha para conseguir un resultado técnico o estético, no requiere estilo ni regulación. Viene desde otro lugar de nuestro ser, un centro capáz de entender la invitación a sanar, a cambiarnos, a renovarnos».
matrices de cuarzo vivo que sirvieron como herramienta para captar la luz del corazón , activada por la poesía . cada una de estas matrices se ofrendó en un lugar de poder del agua , de acuerdo a los puntos cardinales eventualmente , la del centro simbolizará la convergencia de los cuatro vientos. arriba
atril con la partitura del recital listo para la función aparece el arcano xvii: la estrella , del tarot, evocando la energía de una sacerdotisa estelar izquierda
ana nova en preparación , antes del recital de tumaco derecha
TAMBOR DE ANA NOVA, CREADO POR EL MAESTRO ALFONSO CACHIHUANGO, DE IMBABURA, ENTREGADO POR ÉL MISMO A ANA, EN EL TALLER DEL GRUPO ÑANDAMAÑACHI, OTAVALO, 2014
ana nova presentando el recital , tumaco Las secuencias de nubes fueron fotografiadas desde Bogotá durante la pandemia y son recraciones del cielo como espacio simbólico
Para ejecutar lo propuesto en lo escrito, y además de crear efectivamente el recital poético y llevarlo a cinco diferentes lugares del territorio, trabajamos en hacer contacto con entidades receptoras. El perfil necesario era que tuviesen un espacio cultural apto para presentar el concierto temático, y nos aportasen contacto directo con comunidades de base.
Reconocemos la amabilidad de las personas responsables de las entidades receptoras por al hacer lugar a la propuesta del recital poético, y abrirle espacio en sus agendas, entrando casi de improviso en su programación. Además, con sólo el mes de octubre disponible, tal gestión tuvo que resolverse en menos de una semana, no quedando tiempo para una convocatoria más amplia.
Cuantificar el impacto de un recital poético es tarea sin sentido. Tanto la poesía y las artes visuales, como la música medicina, son manifestaciones irracionales, corazonadas, símbolos, mitos. Información que circula por las márgenes de la cuantificación racional, irrigándose sin orillas.
No obstante, como criterio para apreciar el impacto del concierto temático, interrogamos directamente a los gestores culturales, a propósito de la poesía y su vida, y sobre la incidencia de apoyar una propuesta poética desde la gestión cultural.
Se ha preparado un video clip con las palabras de quienes acogieron el recital temático en sus espacios abiertos al público y cooperaron con el proyecto para convocar a la comunidad.
fachada de la biblioteca intercultural guaguas quilla , el encano. aparece la proyección de las visuales sobre la cortina , a la luz de la tarde El globo de la luna en plenilunio, en luz azul tiequesa, gira incesante a lo largo del recital.
HAROLD TENORIO ESCUELA DE MÚSICA NUEVO HORIZONTE, TUMACO
MÓNICA MUYUY CASAPAMBA BIBLIOTECA MULTICULTURAL GUAGUAS QUILLA, EL ENCANO
FERNANDO PALACIOS CENTRO CULTURAL DE LA BIBLIOTECA DEL BANCO DE LA REPÚBLICA, IPIALES
BRYAN LÓPEZ OFICINA DE CULTURA DE LA ALCALDÍA DE LA LLANADA
SILVIA RODRÍGUEZ NARVÁEZ FUNDACIÓN CASA DE LA MEMORIA DE NARIÑO, PASTO.
«Vivir en este territorio es una poesía. Compartir con mi gente, con mi familia, es poesía. Yo hago música, y a través de la música interpreto mi sociedad. Esta es mi poesía». HAROLD TENORIO
«Aquí tenemos muchos lugares muy bonitos, que debemos cuidar. Por medio del poeta, podemos llevar ese mensaje a las demás personas: cuidamos mejor nuestra naturaleza.» MÓNICA
MUYUY CASAPAMBA
«Tener aquí recitales poéticos han tenido un gran impacto, porque a la gente le gusta. Hoy, este recital poético, es mucho más maravilloso, porque este territorio esta atravesado por ese saber ancestral, por esa palabra que sana». FERNANDO PALACIOS
«Todas las artes ayudan a crear sociedad. Las cosas simples, como dijo por ahí en uno de los poemas, son las más importantes». BRYAN LÓPEZ
«Siento que es algo muy disruptivo en la manera en que estamos acostumbrados a ser parte de un recital. No sólo es un recital, sino un espacio sanador. Lo que buscamos, justamente, son antídotos contra el olvido.» SILVIA RODRÍGUEZ NARVÁEZ
Testimonios
se adjunta un video clip con algunas palabras de los agentes culturales
sahumado con frailejón en ofrenda a los espíritus del agua Al fondo, agua de la Quebrada Yaguarpamba, Nariño. La hoja de frailejón que es quemada proviene del Páramo del Ángel, en las fuentes del Río Guáytara.
1.en el plano real: Se realizó la puesta en escena, y luego una pequeña gira de Cuarzo, recital poético de música medicina, de Ana Nova. El camino de esta realización atravesó diversos paisajes, terrestres y humanos. Fue también un viaje interno, iniciático. La obra misma, trabajo en progreso, es la cosecha. El fruto dulce que puede compartirse por los caminos del mundo.
2. en el plano simbólico: Se hizo el Camino del Agua. Un viaje por la compleja geografía nariñense en busca de lugares de poder para ofrendar un cuarzo al agua. Estudiando, intuyendo, soñando. Se reconoció a la Tierra como ser conciente, sensible al pensamiento humano, a la poesía, y plena de memorias.
3. en el plano íntimo: Ana Nova atravesó un umbral necesario en la maduración de su trabajo como sanadora y mujer medicina, así como en el despligue de su ser perfomer, capaz de hablar a un público diverso.
Su voz se elevó en el canto. Palabra de mujer andina, poeta, y heredera del agua.
El Camino del Agua
se adjunta un video clip que muestra algunos aspectos del ritual y los lugares de poder
diseño inicial para ‘cuarzo’. retrato de ana nova basado en un dibujo de jean giraud , ‘moebius’
afiche de la la función del recital en pasto
momentos de ana nova interpretando el recital en la casade la memoria , pasto Octubre 28
ARRECIFES DEL ARCO DEL MORRO
TUMACO
entidad mayor: Oceáno Pacífico viento: Oeste Octubre 13
QUEBRADA CAGUAZARA
LA LLANADA
QUEBRADA QUILINSAYACU
LAGUNA
LAGUNA
DE LA BOLSA
CUMBAL
entidad mayor: Cumbal viento: Sur Octubre 22
entidad mayor: Cerro Caguazara viento: Norte Octubre 22
QUEBRADA YAGUARPAMBA
NARIÑO
entidad mayor: Urcunina viento: Centro Octubre 29
DE LA COCHA
entidad mayor: Páramo de Quilinsayacu viento: Este Octubre 16
Estos ejemplos muestran puntos toplógicos de una solá opción para pasar, como aristas en el plano de la realidad.
4. en el plano de la acción: Aquí presentamos la relación de conciertos y rituales.
Tumaco
Concierto temático, 12 de octubre, 18:30h; en la Escuela de Música Nuevo Horizonte Siembra de cuarzo, 13 de octubre, 12:00h; en arrecifes al pié del Arco del Morro.
El Encano
Concierto temático, 15 de octubre, 18:30h; en la Biblioteca Intercultural Guaguas Quilla . Siembra de cuarzo, 16 de octubre, 12:00h; en la Quebrada Quilinsiyacu, Laguna de La Cocha.
Ipiales
Concierto temático, 18 de octubre, 18:30h; en la Biblioteca del Banco de la República . Siembra de cuarzo, 22 de octubre, 18:30h; en la Laguna de la Bolsa, en el Cumbal.
La Llanada
Concierto temático, 21 de octubre, 18:30h; en la Casa de la Cultura. Siembra de cuarzo, 22 de octubre, 9:00h; en la Quebrada Caguazara.
Pasto
Concierto temático, 28 de octubre, 19:30h; en la Casa de la Memoria Siembra de cuarzo, 29 de octubre, 12:00h; en la Quebrada Yaguarpamba, en el sitio arqueológico del Churo Cósmico.
capturas de pantalla de paisajes en el mapa de lugares que recorrimos sobre el territorio. imagenes , google earth
TUMACO barrio ciudadela Octubre 12 LA LLANADA casa de la cultura Octubre 21 IPIALES banco de la república Octubre 18 PASTO subsuelo del teatro imperial Octubre 28 EL ENCANO biblioteca pública Octubre 15
5. en un plano humano, el proyecto logró alcanzar audiencias de una gran diversidad de población, por la naturaleza del tejido humano en el territorio de Nariño: Al comenzar los recitales, por el Oeste, nos encontramos con la población de raíz afro, si ritmo, su intensidad. El recital se dio en la Ciudadela, para adolescentes sorprendidos, en el Tumaco profundo.
Luego, nos encontramos con los Pastos, reencarnados, en las laderas del Cumbal, eminencia mayor del territorio. En La Llanada, estaban los mineros ancestrales que coronaban el camino inca hasta el Caguazara, la montaña de oro. En El Encano encontramos el silencio del antiguo espacio Quillacinga. Y en Pasto, hablamos a los habitantes urbanos, estudiantes, intelectuales, artistas.
Hacer actos vitales desde el pueblo, redime y cura delicados pliegues en el tejido vivo de las humanidades. La institución recoge esa vitalidad y la respalda, para hacerla colectiva, compartible de alguna manera.
En el proyecto observamos cómo cada persona que vió el recital —desde la jovencita de Tumaco, hasta el profesor de Pasto—, todas y todos se asombraron ante la irrupción de lo poético en sus vidas, y agradecidos por lo que descubrían, nos hablaron con anhelo, con ganas de seguir esa interlocución. Una memoria que se activa, desde adentro.
Esto es lo que hemos recordado, el olvido que intentamos curar.
6. en un plano político —porque hay una dimensión política del acto creador—, queremos resaltar el logro de haber podido realizar estas intervenciones poéticas y rituales en el tejido vivo del territorio, desde un esfuerzo totalmente independiente y con recursos propios, pues cuando se dio el primer desembolso el proyecto estaba realizado.
Si bien es cierto que sin el apoyo de Cultura Viva no habríamos podido contar con un recurso y un contexto para desarrollar esta intervencíon, y tal respaldo es parte de la vida de la cultura, también es preciso comprender que el arte viene del espíritu creador del pueblo, no del pensamiento sobre lo cultural, ni de institucionalidad alguna.
Esperamos que esto sirva de inspiración para la institucionalidad para continuar apoyando tales iniciativas poéticas, más incluyentes y más extensas. Para continuar visitando, de nuevo, el corazón de nuestros pueblos.
En esta sección presentamos una selección de relatos de viaje. Como pequeños cristales que fuimos cosechando por el camino, estos relatos aproximan la sensación vital que tuvo este proyecto.
Las experiencias expresadas como relatos de viaje, tienen el poder de integrar una memoria colectiva. Aquí presentamos los principales resultados cognitivos, como cuentos para compartir el asombro.
1. el papel mágico del pueblo como manifestación de la inteligencia de la tierra
Llegamos al filo del atardecer a la Laguna de la Bolsa, en el seno del Cumbal, montaña mayor. Veníamos de un día atravesar Nariño, desde La Llanada subiendo por el estilizado río Pascual hasta el Chaitan, y luego por un país de niebla impenetrable hasta los llanos del Cumbal. Era nuestra única oportunidad de hacer el ritual del cuarzo, y el único lugar apto. Sin embargo, no sabíamos lo que encontraríamos en el territorio, porque todo cambia rápido y a veces el agua no está donde estuvo antes. La Laguna de la Bolsa está bien adentro, en lo profundo del país Pasto. Un santuario cultural, es decir, cognitivo. Milenios de información, generaciones de vida consciente desde el tiempo de la desecacíon de la gran laguna del Cumbal por el cañón del Sapuyes, en el evento de Kualanquisán, más allá de la memoria de los más viejos. La laguna a la que nos dirigíamos es tal vez lo que queda en nuestro tiempo de una vasta cocha prehistórica que iba hasta Tuquerres. Y allí llegamos con nuestro cuarzo y nuestro tabaco. Y la montaña nos vio. El único sitio posible —curiosamente, igual que cuando notas por la carretera que vas por el único sitio posible para atravesar una montaña—, era el extremo de un muelle flotante que se interna unos cincuenta metros en la laguna. Es parte de las obras hechas por la comunidad de los Pastos,
que allí están hoy como siempre han estado, para recibir visitantes y ofrecer paseos en lancha, organizando la rivera que da al camino. Sin embargo, aunque la última luz del día estaba en los frailejones, algo se interpuso, imprevisto. Turistas. Mal equipados contra el frío, quién sabe con qué propósito, llenaban de ruido y fotografías y banalidad el momento. Se habían acomodado precisamente en el muelle donde íbamos a hacer la ofrenda. Me dio la impresión de que querían que bajáramos a hablar con ellos. Dos o tres pescadores pasto que se encontraban a lo lejos cuando llegamos, eran las únicas presencias cuando bajamos el cuarzo del auto. Y ahora, de repente, estabamos sitiados, mirando la montaña nublada, en silencio.
De la tierra misma, me parecío, aparecieron dos personas, con la tonada y las suaves maneras pasto. Salieron de alguna casa, un hombre y una mujer. Con mucha fuerza, y a la vez total delicadeza, agruparon a los turistas, los silenciaron y los metieron en una lancha, que se alejó rápidamente. Los habían convencido de ir a comer trucha a algún lugar lejos de allí. Fueron irresistibles, y luego desaparecieron, dejando la laguna en el profundo siencio del páramo.
Un ave muy extraña, enorme y atenta, vino a ver la entrega del cuarzo, que llegó así al fondo de la laguna. Blanca y gris, de aguda mirada, dio un par de vueltas sobre nosotros, muy de cerca. Pude ver el detalle de sus pequeñas plumas negras, como una máscara, debajo del ojo feroz. Después de su segunda vuelta se remontó hacia el volcán. Las nubes dejaron ver la sonrisa del Cumbal.
ii. la sorprendente irrupción de lo poético
Centinelas del Agua por Ana Nova, 2020
Ullka mayu pukyu Wiki kushi titti Tamia, sulla, puyu Mawa, amawa wairi Willkamayu Willkaaa Willkamayu ju Cochamayu Cochaaa Cochamayu ju Anay, Anawi, Amay, Anairi Itumi, Anawani, Akllalli Nasay, Yauri, Ikaiti, Katisyik Amankak, Umiraya, Itsua y Tsi Willkamayu Willkaaa Willkamayu ju Cochamayu Cochaaa Cochamayu ju
Manantial que brota de las piedras del río. Manantial de la Fuente.
Lágrima alegre del cielo es la nieve. La lluvia y el rocío abrazan la neblina,
Y en la cascada del agua esta sentado El centinela del frío.
Río sagrado del Cuscu. Río sagrado de La Cocha.
Los quince centinelas de las aguas, Han llegado.
Textos de Ana Nova, en kichwa y español. Con esta oración, Centinales del Agua, comienza el recital poético de música medicina, Cuarzo. Esta canción es parte de la búsqueda iniciada por Ana Nova en busca de sus memorias ancestrales, hace varios años. Con este poema escrito tiempo atrás, se reúnen en el texto el “río sagrado del Cuzco”, y “el río sagrado de La Cocha”. Ella no lo sabía, pero se pre-figuraba la imagen de la red de caminos, que iban desde el Cuzco —como corazón cultural de esa humanidad—, hasta La Cocha, literalmente debajo de sus propios pies.
Un par de años después, se realiza Cuarzo, y el antiguo camino surge rugiendo desde lo profundo del tiempo. La realidad salió de la poesía, podría ser una forma de considerarlo.
iii. la comunidad ausente
Casi nadie va a escuchar poesía. Casi nadie usa los espacios culturales, o más bien, tiene tiempo para vivir una experiencia con el arte, así atraviese una biblioteca o una escuela de música, llenas de ausencia.
La ausencia de la comunidad es el ruído más grande, en su silencio —sofocado y extraño. Crecí en un mundo igual de agonizante que este, pero las redes sociales eran la solidaridad y el cuidado, la gente era compañera de quien trabajaba a su lado, las imágenes y los poemas convocaban el asombro y llenaban de sentidos los propios sueños. Era un tiempo más orgánico, menos comercial.
Lo vimos en El Encano, comunidad de Quillacingas, así como entre los afros, y los mineros. No había atención para un recital poético, porque no había atención para otra cosa que no sea el mercado de imágenes. Su atención está en otra parte. Su tono tiene una afinación muy extraña, en la que la realidad está en una pequeña pantalla, y no hay tiempo para otra cosa más que ansiar ganar algo. Es así como el mercado anula la cultura.
Nosotros, cumplimos las condiciones del pájaro solitario. Con los pies metidos en el agua sagrada del planeta, sentimos la presencia de los ancestros, y de quienes vendrán en algún futuro, y a ellos cantamos. La comunidad extendida incluye a los seres conscientes, visibles e invisibles, de ahora y de la eternidad.
Pido sinceramente a la persona que revise este informe, que sea bondadosa, y considere que ni uno solito de Diez Mil ancestros, le dio la más mínima importancia a apuntar su huella en nuestra tabla de asistencia.
meditando, recibió el cuarzo con la luz del atardecer.
La antigua luz de los Pastos, sol de venados, se llenó de gotas de lluvia.
iv. las voces del agua
Es un lugar común de la poesía que el agua tiene voz, como cuando se dice el susurro de una quebrada o el rugido de un río semejante a un dragón. Sin embargo, buscando un lugar de mayor sobriedad, las voces del agua son las nuestras. Esto es así porque sómos, realmente, agua que puede hablar. Es ilusorio creer que estamos separados de los otros seres, porque sómos agua en contínua mezcla y flujo, participando de una red de conciencia.
La cascada Quilinsiyacu, poderosa y profunda, aceptó el cuarzo con satisfacción, como si las piedras se hubieran saboreado por un momento. La quebrada del Caguazara, un cerro telúrico, tenía una canción constante, sostenida, templada. La quebrada del Churo Cósmico, Yaguarpamba, es habitada por una piedra muy viva. Ha visto generaciones de robles, hielo, pueblos. Salió de lo profundo del volcán, y está llena de signos, monos y espirales y otros misterios. El musgo verde es la caricia del tiempo sobre su meditación, y la luz del sol mañanero la besa, filtrándose por las ramas de los robles centenarios. La laguna del Cumbal,
En los arrecifes frente al Morro de Tumaco, todas las criaturas parecían atentas a los cantos de Ana. Los cangrejos y las conchas, y su rítmico universo, nos miraban, muy tranquilos. Cuando el cuarzo era enterrado bajo la línea de la marea, un pájaro blanco y grande dio un par de vueltas, y luego voló hacia el norte.
Ayer nos enteramos que, exactamente un mes después, donde sembramos el cuarzo, el arco de roca que formaba ese cerro junto al mar, se había derrumbado para siempre.
v. la fuerza del manantial como lugar de origen de las aguas y los procesos
En un momento en el que este proyecto era todavía un sueño en gestación, eventualmente nos quedamos perdidos durante unas horas atravesando el Páramo del Ángel, en la vecina provincia del Carchi. Fue un día resplandeciente, de muchas horas recorriendo valles de frailejones, rezando al agua, sabiendo que también es agua quienes caminan. Lejos de todo, sentimos, habíamos ido hasta allí para rezar. Para pedir permiso al Chiles, eminencia mayor. Cruzamos quebradas de aguas diáfanas. Pedimos permiso para cantar en un sitio que, precisamente, se llama “Teatro de los Pájaros”.
No lo sabíamos en ese momento, pero allí, entre esas lagunas, están las fuentes del Guáytara. Se va juntando el agua, por pequeños cursos y sucediendo el milagro de la abundancia de las aguas, y al fin es un gran río, capaz de escindir la cordillera, rugiendo, para abrirse paso hacia el Pacífico. El Guáytara es el río mayor del antiguo país Pasto. Río Madre, aguas de muchos nombres. Fuimos a ofrendar en su nacimiento en aquella travesía, y un mes después cuando regresamos a Pasto, Cuarzo había ganado la convocatoria. Y Cuarzo es en verdad un viaje por los caminos del Guáytara. La experiencia de su espíritu poderoso, su cuerpo de dragón, su poder de habitar de vacío las montañas, llenándolas de aire. Y sobre todo, las memorias que habitan, en esa eternidad que es la vida de la Tierra, a lado y lado de su topología abismal.
En la cosmovisión de los habitantes originarios de estas montañas, estamos cayendo de espaldas hacia un futuro abierto y fluído, variable. Podemos ver hacia el pasado, y por eso lo recordamos. En la profundidad abismal está el futuro, hacia donde caemos. La experiencia humana es la misma que la del territorio, y por eso caminar los Andes es revivir la memoria. Por ambas márgenes del profundo río, la memoria se extiende verticalmente.
Hacia el Poniente, la dirección por la que comenzaríamos la gira de Cuarzo, recorrimos las aristas del antiguo camino hacia el mar. Hacia el Norte, sin haberlo leído antes, llegamos a una montaña de oro y cristal, las antiguas minas incas del Caguazara. El camino inca llegaba desde ahí,
hasta el Valle de Sibundoy, en el Este. La ruta pasaba por Taminango, epicentro de la cultura de la sal, y por Aponte, llegaba al país kamtzá, y así encontraba el camino del Putumayo.
Hacia el Sur, el camino florece a ambos lados del río. De norte a sur, por la orilla de poniente, desde La Llanada, por Linares hasta Imués, Íles e Ipiales. El Tambo, Nariño, Pasto, Yaquanquer, Pilcuán, Funes, por el otro lado del Guáytara. Todo eso era la matríz del antiguo Quapaq Ñan, la red vial ancestral.
Así como el río madre genera el vacío en el espacio, la red de caminos genera el pasado en el tiempo. Acaso, como el Guáytara, en realidad estamos regresando a nuestra fuente. Allí tiene lugar la utopía: es un pasado habitado, tierra buena para todos, donde no hay miseria ni codicia. Un espacio vital donde todo es antiguo, legible y sagrado.
vi. el qhapaq ñan como vestigio de la utopía humana
La ancestralidad emerge bajo nuestros pies, literalmente. Resulta que más acá de la doble calzada, el calendario gregoriano, el peso colombiano, y otras capas de metal y asfalto, la realidad existe.
En el mundo antiguo, sobre estas montañas, hubo caminantes y caravanas durante milenios. En la generación anterior a la gran
peste que devastó el continente a comienzos del siglo xvi, se construyeron redes de caminos que interconectaban centros muy distantes. Era posible viajar con seguridad y gusto desde la plaza mayor del Cuzco, corazón de una vasta entidad humana, hasta las minas de sal de Taminango, y recoger los frutos dorados del Caguazara, donde actualmente es La Llanada.
La orografía extrema de esa región hace que el camino moderno, por donde apenas pasa un carro bordeando el abismo, tenga que cruzar los grandes ríos por el mismo sitio. No hay alternativa geográfica. La gente puede pasar por donde los ríos quieren.
Una parte de la red de caminos, transversal al camino central que desembocaba en Ingapamba, donde hoy está el centro de Pasto, se extendía hacia el este y conectaba el mundo amazónico, la ruta del yagé y de las frutas dulces, por el Valle de Sibundoy. El mismo camino que baja hoy por El Encano, antiguamente el Ingano, población fundada por el propio Huayna Capac, en 1492.
El día de la siembra de cuarzo en Pasto, al otro día del recital en la Casa de la Memoria, tomamos la Calle 16 para salir de la ciudad hacia Nariño, donde sería el ritual. Debajo de esa calle, llena de carros, mugre y olvido, todavía brilla la ruta ancestral, el tramo del Qhapaq Ñan que recorre la ladera del volcán, enhebrando piedras antiguas con espirales grabadas. Lo mismo sucedió cuando cruzamos la ruta vertigionosa entre el Chaitan y el Cumbal, camino de Tumaco, sintiendo aún la presencia
de la nación perdida de la serpiente en esas rocas desmesuradas.
Sólo es posible pasar por ahí. Hay puntos geográficos, por la morfología de la cordillera —un espacio-tiempo lleno de pliegues—, que admiten el camino humano, como la arista en el cuerpo terrestre por la que podemos pasar andando, como hormiguitas. Y así es también en el espacio, como en el tiempo, que después de todo sólo están separados en la modernidad. Hay puentes y abismos en el tiempo, y también rutas y redes. Vamos haciendo churos, como los de los antiguos grabados olvidados, subiendo y bajando, buscando el paso.
Hoy pasa la poesía por la carretera de la modernidad, pero es que no es nada menos que hoy. El tiempo verdadero, donde es posible crear y amar. Ese amor ya estaba allí, o ya estará después, porque todo fluye en un churo, y por eso podemos gozar de tener memoria y cantar.
Siempre hubo poesía viajando sobre los caminos de las mujeres chasquis.
verito , habitante de tumaco , conmovida al haber re descubierto su conexión personal con la magia Ella fue una de las personas que se acercaron a la Escuela de Música Nuevo Horizonte esa noche, sin haber conocido antes un recital de poesía.
Para esta sección, visitamos un lugar muy sano, que es el de la mirada que se pregunta qué pudo hacerse mejor. Hay muchas cosas, naturalmente, pero con ánimo de aprendizaje, queremos destacar tres:
1. Pudimos hablar más y mejor, por ejemplo a través de redes sociales, para hacer una convocatoria a los recitales más extendida. Para hacer esto se hubiese necesitado disponer de un tiempo de difusión mucho más ámplio.
2. Pudimos hacer un poco más de énfasis
en la escucha de las voces después del recital, en recoger el sentir del público. Para hacer esto, requeríamos haber organizado algún tipo de asistencia externa, absortos como estábamos en los aspectos artísticos de las presentaciones.
3. Pudimos crear algún tipo de plataforma para que las comunidades receptoras, sensibles al tema del agua y lo sagrado, hubiesen quedado en contacto entre sí, y compartieran sus experiencias a partir del encuentro con la poesía. Para hacer algo así, la próxima vez, es necesario incorporar al proyecto inicial una estrategia que aporte opciones para abrir este espacio.
el churo cósmico en la quebrada yaguarpamba , nariño En esta piedra ancestral se realizó el ritual de reunión de los cuatro vientos. La espiral ancestral es propicia. La memoria de la piedra y el río sirven como mapa temporal.