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La ciudad y el espacio público
- La dimensión simbólica en el espacio público.
- Reconocimiento de mujeres y disidencias.
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"Los hechos humanos están compuestos de una parte relevable físicamente y de otra parte relevable crítica e históricamente”.
MarinaWaisman
Yaplanteamosquedesdenuestra mirada a las ciudades las hacen las personas que viven en ellas, poreso,atravésdelaspalabrasde Marina Waisman, concebimos quelavidaurbanaaligualquelas prácticas humanas deben ser atendidas en una doble dimensión. Una dimensión que atiendealorelevable,loqueseve a simple vista, lo medible y cuantificable y por otra parte lo invisible, lo que hace a la trama urbanaperonoestangible,noes explícito que se consolidó a lo largodelosañosyhacealavida delaspersonasenlasciudades.
Atendiendo a esta última cuestión, sobre la dimensión crítica e histórica, observamos notorias desigualdades entre varones y mujeres respecto al reconocimiento de mujeres e identidadesdisidentesenel espacio público, la ciudad es generalmente pronunciada en masculino a través del nombramiento de calles, edificios públicos, plazas, monumentos,entreotros.
Por lo tanto, como adelantamos enlaintroducción,entendemosa lasciudadescomounatrama,un espaciosociallugarquevisibiliza lógicas de poder, del mismo modoquelasborra,lasanulaylas esconde.
Para graficar estas nociones es importantequenosdetengamos enalgunassituacionesdelavida cotidiana, en donde se hace explícita esta diferencia en tanto mujeres, disidencias, niñecxs, adultxs mayores, personas con diversidad funcional. El modelo de una vida masculina, heteronormada, productivista, no contempla las distintas identidades y modos de organización de la vida en sociedad, por lo cual incluyen una dimensión fundamental como es la de los trabajos de cuidados en tanto formas de sostenimiento del sistema capitalista contemporáneo, los cualesproducenriquezaconsu trabajoinvisibilizado1. Este,como tantosotrosejemplos,sonformas de ocultamiento de las prácticas, trabajos, acciones de mujeres y disidencias, consolidando a lo largodeltiempo,modosdevidas excluyentes del espacio público para determinadas identidades. Es así que a las mujeres y disidencias,loqueestámásallá del orden de lo doméstico, se nosfueasignadocomounlugar ajeno y no como un espacio propio.
De este modo, a los espacios públicos debemos utilizarlos de pasada,comolugaresintermedios y no como lugares de permanencia, encuentros y disfrute.
Elespaciopúblicohistóricamente construidoesunentramadoque sepresentadesigualeintocable, casiimposibledesermodificado desdesudiseñoysimbología.
Dealgúnmodo,lasmujeresque decidimos hacer uso de esos espacios y pretendemos ser protagonistasenlugarespúblicos incomodamosalacartografíade una ciudad productivista y masculinalegitimadaporelpoder simbólico.
Aunque muchas veces desestimadoalahoradeabordar las desigualdades sociales, la cuestiónsimbólicaformapartede una estructura de violencia, en donde tiene un rol fundamental porsusutilezayporsueficacia en tanto “el poder de producir el reconocimiento de la dominación, desconocidacomotal,imponiendo significaciones que disimulan la verdadenlasrelacionessociales”.
Reconocimiento de mujeres y disidencias
Pero, ¿cómomodificamosestas injusticias? ¿de qué modo exponemos lo históricamente invisibilizado? Una de las propuestasesrevertiresteorden simbólicoenlaciudad atravésde la expansión del conocimiento, la visibilización y el reconocimiento de quienes estuvieron históricamente excluidasenelespaciopúblico como parte del proceso de empoderamiento de mujeres y diversidades. En primer lugar, hablamos de expansión del conocimientodehistoriasparasu visibilización, siendo el primer paso en pos del respeto de mujeres y disidencias porque ¿cómo se respeta lo que no se conoce?. Por otra parte, apostamos al reconocimiento porque estas referentas siempre estuvieronenlahistoria,fuerony son protagonistas de su tiempo, sóloqueadiferenciadeotras trayectorias,nofuerondestacadas por la prensa, autoridades, gobiernos, hasta su propio entorno.
Reconocerlas es un modo de agradecimientoporsuvalentíay por su injerencia en nuestra comunidadpesealasdificultades queselespresentaron.
Elconocimiento,lavisibilización yelreconocimientoenedificios públicos, calles, plazas, monumentos, paradas de colectivos, espacios de reuniones vecinales, es una apuesta para construir alternativas en la actualización de significados en torno a lo visible, legítimo, historizado e interpretado sobre el protagonismo de mujeres y disidencias en la ciudad de
1- Falú, Ana; Rizzo, Cintia; Vaghi, Adriana. 2022. “El derecho a la ciudad de las mujeres De las categorías de análisis e instrumentos a la transformación de las ciudades”. En, Urbanismo ciudadano en América Latina: superlibro de acciones cívicas para la transformación de las ciudades. pp. 79-80.