Imaginando... los cuentos que nos contaron

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Alumn@s de 6ยบ EP CEIP Saco e Arce


Todos conocemos los cuentos clásicos. Todos tienen una o varias versiones más o menos conocidas, pero … seguro que nuestras versiones no las habíais escuchado nunca. ¿Como contarían su historia el gato con botas, el patito feo, Cenicienta o la abuela de Caperucita?... Leed y encontrareis la respuesta… Los alun@s de 6º, en la clase de Lengua Española, reescribieron algunos de los cuentos más conocidos, pero contándolos desde el punto de vista de sus protagonistas.


Hace unos días mientras yo jugaba con mis hermanos en el barro, nos llamó nuestra madre y nos dijo que no podríamos vivir mas tiempo en la granja, que ya era hora de que nos independizásemos. Así que, después de hacer la maleta, nos marchamos y cada uno se hizo su propia casa. Yo, que siempre pensé que era el más listo (para eso soy el mayor), la hice con paja para que fuera cómoda y …para tardar menos. Mientras, mis hermanos hacían casas de madera o de ladrillo. ¡Que estúpidos! Después vino un lobo que, sin venir a cuento, empezó a soplar y me derribó mi casa, mi hogar, mi cabaña y además…

me quería comer!

.

Mi casa estaba destrozada! Tuve que correr a la casa de madera de mi hermano mediano. Y el, el lobo, también destrozó la cabaña de mi


hermano, así que tuvimos que hacer un sprint y entrar en la casa de mi hermano menor, que se había hecho una casa de piedra, ladrillo y no sé cuantas cosas más. El lobo sopló y sopló, pero no pudo destruir la casa.

Pensó que metiéndose por la chimenea, iba a conseguir entrar. Cuando le vimos coger la escalera y subir al tejado… supimos lo que intentaba. Pusimos a hervir una olla con agua y el muy inútil se cayó dentro! Ahora vivimos todos juntos en casa de mi hermano.

Martin Álvarez Álvarez


Un buen día, mientras estaba en mi estantería dando vueltas en mi cajita de música con una preciosa melodía de fondo, vi llegar a un soldadito… Cuando me habló, le invité a subir y vi que estaba cojo. Le pregunté que le había pasado y me contó que había vivido grandes

aventuras:

había

surcado

grandes

alcantarillas en barcos de papel y había luchado contra grandes y monstruosos animales peludos y con gigantescas garras. Me pareció de lo más simpático y valiente y nos enamoramos. Un día,

de repente,

solo vimos una gran

mancha

negra

se

que

acercaba.

Notamos un fuerte empujón y … nos caímos a la chimenea….

Alba Rodríguez Pacheco


Yo estaba dentro de un huevo. Cuando empecé a salir, todos me miraron como si fuera un bicho raro y se rieron de mí. Cuando me miré, vi que era más grande que ellos y que era de color gris. Todos ellos eran amarillos. Me fui corriendo. Por donde pasaba, todos se reían… no sé por que! Pasó el tiempo y llegó el invierno. Con el frío que hacía ¡ casi me congelo! Una anciana que tenía un gato me encontró perdido. - Menos mal!,_ pensé_ Voy a tener un sitio para vivir!! LA anciana se preocupaba mucho por mi y el gato empezó a mirarme mal. Tenía envidia. La anciana, al darse cuenta, me dijo que me fuese, porque “podia haber un accicente” o un “paticidio”. Así que volví a estar solo. Me encontré con unos niños y me llevaron a su casa. Pasé un tiempo con ellos pero también me tuve que marchar porque… lo único que querían era que creciese para que les sirviese de cena. Llegué a un lago donde había unas aves preciosas: blancas, con un cuello largo ¡se veían tan elegantes!


Me escondí detrás de un tronco para que no me viesen. Escuché que uno de ellos decía: - “Anda, otro cisne! Este es nuevo! Yo miré para todos lados y no vi a nadie. Hasta que miré hacia el agua y allí había un hermoso cisne. ERA YO.

Raúl Melo Oberson


Yo vivía con mi amo y sus tres hijos en un molino. Cuando mi amo murió me heredó su hijo pequeño. Sus hermanos se rieron porque ellos se habían quedado con el molino y el caballo y decían que un gato no servía para nada! Pero estaban equivocados… La primera vez que hablé con mi nuevo amo, se quedó estupefacto. - ¿Un gato que habla! ¡no me lo puedo creer! _Repetía. Claro que, cuando le pedí que me comprase un sombrero y unas botas…! Pero lo hizo, y eso cambió su suerte. Porque lo que él no sabía era que yo era un gato muy especial. Cogí mi sombrero y mis botas y me fui al bosque. Coloqué unas zanahorias en fila hasta mi saco y conseguí que un conejo se metiese dentro. Cerré el saco y se lo llevé al rey, que estaba de caza por allí. Le dije que era un regalo del Marqués de Carabás , que fue el nombre que se me ocurrió para mi amo.. El rey quedó encantado y lo invité a visitarnos a nuestro castillo. Mi plan B era decirle a los campesinos que cuando les preguntasen, dijesen que las tierras eran del Marqués. Mientras, le dije a mi amo que se diese un baño. Tiré sus ropas y cuando el rey y su hija pasaron, empecé a gritar : - Nos han robado , nos han robado!. El rey le prestó algo de ropa y… continuaron el viaje hasta nuestro castillo. Pero… no teníamos ningún castillo. Así que…, puse en marcha mi plan C. Cerca de allí había un castillo donde vivía un ogro que se podía convertir en cualquier cosa que desease. Le engañé para que se convirtiese en un ratón y… me lo comí. Así que… adivináis el final? Mi amo y la princesa se c asaron y ahora vivimos los tres en el castillo. Alex Cid Rey


U

n día,

mi madre me mandó ir a la casa

de mi abuela porque estaba enferma con gripe. De paso, tenía que llevarle unas cosas para comer. Así que, como soy muy obediente, cogí la cesta y me fui. Tenía que cruzar el bosque. Estaba una tarde estupenda, así que pensé: “ Voy a coger unas flores para la abuela, seguro que le gustan”. Mientras estaba cogiendo las flores, se me acercó un lobo muy extraño. Me dijo: - Hacemos una carrera? Te voy a dar ventaja:

tu

vete por ese camino, que es más corto. Yo voy por este otro. Yo corrí como una bala, pero el camino me pareció muuuy largo. Cuando llegué, mi abuela estaba en cama, tapada hasta las orejas. Me pareció un poco rara, … Tenía los ojos muy grandes, la nariz negra y las orejas peludas …pero pensé, ¡será por la fiebre!. Lo que más me extrañó fue su boca. Le dije: -

¡Que boca más grande tienes!

Vi que salía de la cama disparada y me decía: -

¡Es para comerte mejor…!

Solo tuve tiempo para esconderme dentro del armario. Desde allí oí llegar al cazador. Escuché como le disparaba a lobo y le abría la barriga. Salí del armario y mi abuela estaba saliendo de la barriga de aquel lobo. Entre todos le metimos piedras en la panza y lo cosimos. No le hemos vuelto a ver… María Álvarez Castro


Cuando yo era pequeña mi madre murió. Con el tiempo, mi padre se casó con una mujer que tenía dos hijas. Cuando llegaron a casa, yo intenté que fuesen mis amigas, pero ellas… ni caso. Lo malo fue cuando mi padre murió… me quedé sola con aquellas tres… Y empezaron a mandarme hacer tareas de la casa, con lo que me convertí en su criada. Ya no tenía ni mi habitación!. Vivía en la cocina. Limpiaba todo el día y acabaron llamándome Cenicienta. Un día, mientras estaba limpiando, llegó una invitación del palacio. Era para un baile. El rey quería a que su nieto encontrase una novia y se casara. Mi madrastra me dijo que podría ir si terminaba mis tareas. Me hizo tanta ilusión!... Me preparé un vestido de mi madre que tenía guardado y me puse a trabajar. A la noche, cuando me fui a poner el vestido… estaba todo roto…! No me lo podía creer! De pronto, apareció mi hada madrina y me preguntó si quería ir al baile… ¡vaya pregunta!


Cuando le dije que sí, convirtió mi vestido roto en un vestido precioso! Yo estaba alucinada! Pero cuando vi que convertía una calabaza en una carroza y unos ratones en caballos…. Aluciné aún más! Me puso como condición que tenía que estar de vuelta a las 12. Llegué al baile y estuve bailando con el príncipe toda la noche. Cuando me lo estaba pasando mejor, oí como el reloj del palacio daba las 12. Empecé a correr y, al bajar las escaleras se me cayó un zapato. Mi zapato de cristal! Pero no podía pararme a cogerlo… Era muy tarde… El príncipe corría tras de mí, pero no pudo alcanzarme. Poco tiempo después, me enteré de que andaba buscando a la dueña del zapato de cristal. Todas las chicas se lo probaban pero a ninguna le servía. Un día vinieron por nuestra casa a probar el zapato. Mis hermanastras lo probaron, pero tenían los pies demasiado grandes. Cuando me lo probaron a mí y vieron que me quedaba perfecto… casi se mueren de envidia. Ahora, el príncipe y yo nos hemos casado y vivimos felices. Raida María Pinto Expósito


Mis hermanos y yo vivíamos en una granja con nuestra madre.

Un día nos dijo que ya era hora de que fuésemos a vivir por nuestra cuenta, así que nos fuimos al bosque. Mi hermano pequeño se hizo una casa de paja. Mi hermano mediano se la hizo de madera. Les quedaron muy bien, pero eran un poco endebles. Yo me la hice de piedra. Tardé bastante en terminarla… pero me quedó estupenda!. Un día oímos que un lobo andaba por el bosque. Nos metimos en nuestras casas y… el lobo sopló y sopló y… las casas de mis hermanos se cayeron al primer soplido. Les vi venir corriendo hacia mi casa y abrí la puerta. El lobo llegó tras ellos y empezó a soplar. Y sopló, sopló y sopló. Y volvió a soplar…Pero nada… mi casa era consistente. No se destruía con un soplido… Daniel Cruz


El otro día estaba yo enferma en la cama cuando escuché a alguien llamando a la puerta. La había dejado sin cerrar porque estaba esperando a mi nieta. Pregunté: - Quien es? - Soy yo, abuelita, _respondió alguien detrás de la puerta. - Entra, entra,_ dije yo, pensando que era la niña. Pobre de Mí! Era el lobo que esperaba ansioso para zamparme! La fiera se abalanzó sobre mí y me tragó de un bocado. Se puso mi camisón y mi gorro para engañar a mi niña. Dentro de aquella asquerosa tripa pude oír como Caperucita entraba en la casa y las preguntas que le hacía al lobo. Después, todo pasó muy rápido… unos gritos, unos movimientos de la barriga donde me encontraba… y en un abrir y cerrar de ojos… mi nievecita estaba a mi lado…


El lobo se quedó dormido y empezamos a pedir socorro. Para nuestra sorpresa, el cazador, que había oído los

ronquidos del lobo… le abrió la tripa al animal de par en par y pudimos salir de allí sanas y salvas. Luego, le metimos piedras en la barriga al muy dormilón y nos marchamos de allí hasta que el lobo se fue. Lo cierto es que no hemos vuelto a saber de él.

Maria De Melo Domínguez


U

n día

iba yo por el bosque buscando algo que comer y me encontré a una niña sabrosísima que estaba cogiendo flores. Le dije : - Hola , a donde vas? - Voy a casa de mi abuela, que está enferma- dijo ella. - Quieres hacer una carrera? Yo iré por este camino y tu puedes ir por ese otro.(ella no sabía que su camino era mas largo) Empecé a correr y llegué a casa de la abuela. Llamé a puerta y entré. La niña tenía razón. La abuela estaba en la cama. Ni me vió… me la zampé de un bocado! Estaba un poco dura, la verdad! Me puse su camisón y sus gafas y me metí en la cama. Me tapé hasta las orejas. Poco después llamaron a la puerta. Era la niña. Se acercó a la cama y dijo:


- Abuelita, por qué tienes unos ojos tan grandes? Yo no sabía que decirle, así que le dije: - Son para verte mejor! Después me preguntó: - Por qué tienes unas orejas tan grandes? - Para oírte mejor_ le dije. (Que pasa?, que no veía que

estaba lleno de pelos?) Cuando me preguntó: - Por qué tienes esa boca tan grande? …-no pude aguantar más y le dije … - PARA COMERTE MEJOR!! Salí de la cama y…mientras tanto, la muy listilla se metió en un armario gritando como una loca… Tanto gritó que debió oírla todo el bosque! Vino un cazador y... me disparó. Pero no me mató, no… Me quedé dormido. No pude escapar… Lo último que escuché fue como le pedía unas tijeras, una aguja y un hilo a la niña…¿para que los querría?

Miguel Cruz


Yo

era molinero. Tenía 3 hijos. Un día me puse enfermo y… me morí. No había mucho que repartir, pero mis hijos se repartieron lo poco que había… Mi hijo mayor se quedó con el molino, mi hijo mediano con el burro y a mi hijo pequeño le dieron el gato. ¡Vaya reparto! Supongo que los dos primeros seguirán trabajando y vivirán cómodamente, pero el pequeño es el que más me preocupa… Qué habrá sido de él? Mikel Lorenzo


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