DAR A LA MANERA DE DIOS ...CON DISCERNIMIENTO
“PORQUE TANTO AMÓ DIOS AL MUNDO QUE DIO A SU HIJO UNIGÉNITO, PARA QUE TODO EL QUE CREE EN ÉL NO SE PIERDA, SINO QUE TENGA VIDA ETERNA.”
JUAN 3:16
Dar a la manera de Dios
Con Discernimiento Es de vital importancia entender la expectativa de Dios cuando nos invita a dar. Dar con discernimiento muestra que comprendemos nuestra responsabilidad como creyentes. Es saber que esto es parte de nuestra adoración, nuestro compromiso y nuestra devoción al Señor. Cuando damos con discernimiento, reconocemos la gracia de Dios, caminamos por fe y le mostramos nuestro agradecimiento porque —a través del tiempo— Él ha sido nuestro Ebenezer, el Dios que siempre nos ha ayudado. Por tanto, mostrémosle nuestro agradecimiento dando tan libremente como hemos recibido. -Mayor Eric Rodríguez Secretario Territorial de Mission Engegement
Devocional "NO SE AMOLDEN AL MUNDO ACTUAL, SINO SEAN TRANSFORMADOS MEDIANTE LA RENOVACIÓN DE SU MENTE. ASÍ PODRÁN COMPROBAR CUÁL ES LA VOLUNTAD DE DIOS, BUENA, AGRADABLE Y PERFECTA.” ROMANOS 12:2 (NVI) En la Biblia, vemos la manera en que Dios llama y empodera a los fieles para que sean como Cristo (p. ej.: Juan 15:12; Romanos 8:29; Efesios 5:1; Filipenses 2:5; 1 Pedro 1:15; 1 Juan 3:2). Responder al llamado y ser como Cristo involucra todas nuestras facultades humanas —espíritu, mente y cuerpo (Mateo 22:36-40; Deuteronomio 6:4-5)— además de la gracia de Dios. Consideremos en qué forma involucra la generosidad cristiana a la mente, en particular. La generosidad cristiana produce un discernimiento santificado. Después que Pablo instó a los cristianos romanos a sacrificarse, les presentó una secuencia crucial: la transformación precede al discernimiento. Pablo afirmó: “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta” (Romanos 12:2, NIV, énfasis añadido). Primero viene el sacrificio, luego la transformación y después el entendimiento. Pablo exhortaba a los fieles, “tomando en cuenta la misericordia de Dios” (Romanos 12:1), a hacer algo bastante contracultural: ofrecer sus cuerpos vivos a Dios como un acto de adoración. Tal respuesta ante “las misericordias de Dios” —es decir, todo lo que Dios ha hecho por nosotros mediante Cristo Jesús— nos lleva a una transformación radical, que hasta resulta en una mente renovada. Esta mente renovada puede entender cosas que nuestra mente antigua no pudo comprender nunca. El sacrificio, la humildad, el sufrimiento y el amor por nuestros enemigos nunca tuvieron lógica alguna en la mente carnal; pero ahora constituyen el estilo de vida de una mente redimida y transformada. (continúa en la próxima página)
Dar a la manera de Dios | Mayordomía 2021
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Nada podría ser mejor para el ser humano que la “voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta” (Romanos 12:2). Sin embargo, solo podemos discernir la voluntad de Dios cuando nos postramos ante Él y somos sensibles completamente a la gracia transformadora de Dios. Hasta ese momento, lo que es mejor se ve como lo peor y lo que es lo más sabio parece necio (ver 1 Corintios 2). Ser generosos como Cristo —es decir, “dar a la manera de Dios”— requiere del tipo de discernimiento que solo viene de una mente transformada por la gracia, una mente que eleva a los demás por encima de sí misma, una mente que confía y deja de controlar, una mente completamente entregada a Dios, que vive para la gloria de Dios como respuesta a “las misericordias de Dios.” Isaiah Allen, THQ
Artículo Principal ¿¿¿Pospandemia??? ¡Los casos de COVID-19 y las hospitalizaciones han bajado! ¡El porcentaje de estadounidenses vacunados está subiendo! Las restricciones están disminuyendo y, en algunos lugares, ya no existen. Las mascarillas y el distanciamiento social, ¿están quedando en el pasado? A medida que comenzamos el verano de 2021 nos damos más y más cuenta de que la pandemia es casi historia en nuestro país. ¿Está en realidad, la vida, volviendo a la normalidad? En el Ejército de Salvación se está viendo un retorno generalizado a la adoración “presencial” y a las actividades en los cuerpos. “Si usted se ha puesto todas sus vacunas, no tiene que usar mascarilla ni preocuparse demasiado por el distanciamiento social”. En algunas Divisiones, los campamentos de verano se están abriendo de nuevo para recibir a los campistas que pasan la noche allí. El personal de los campamentos está aprendiendo nuevos y diferentes protocolos para hacer sus labores. Algunas divisiones, conscientes de que las vacunas no están a la disposición de los niños menores de 12 años, han dejado claro que esperan atraer a esos jóvenes a los programas de campamentos nocturnos. Para otros, será otro verano con kits de actividades “campamentales” distribuidos para usarlos en el Cuerpo de su localidad o en sus casas. Es importante recordar que, aunque el número de los casos de COVID-19 está bajando, el porcentaje de niños entre los pacientes hospitalizados va en aumento. Hay frustración entre los Oficiales directivos del Ejército de Salvación que están animando a los miembros de su congregación a volver a adorar “en forma presencial”. Muchos desean volver a la normalidad y están frustrados (¡he visto pruebas indiscutibles de ello en Facebook!). Si hemos aprendido algo durante el último año y medio es que “la normalidad” probablemente será muy diferente. (continúa en la próxima página)
Dar a la manera de Dios | Mayordomía 2021
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Aunque muchos le damos la bienvenida al alivio generalizado de las restricciones impuestas durante la pandemia, es esencial que reconozcamos que hay personas que están mucho más preocupadas en cuanto a estas nuevas libertades. Aun cuando aceptamos y disfrutamos la flexibilización de estos protocolos, debemos hacerlo con discernimiento. Debemos estar conscientes de que nuestros vecinos podrían pensar muy distinto. Es importante que seamos sensibles ante aquellos que han perdido sus empleos… ante las personas cuyas vidas han sido severamente afectadas… ante los que han perdido a sus seres queridos a causa del COVID-19. El discernimiento es esencial a medida que seguimos adelante como fieles mayordomos durante estos tiempos de cambio e incertidumbre. El apóstol Pablo les escribió estas sabias palabras a los cristianos en Roma: “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta”. Confieso que cuando veo la manera negligente en la que muchos en nuestro país han reaccionado ante la flexibilización de las restricciones, hallo que las palabras de Pablo —en cuanto a “no amoldarnos al mundo”— son bastante oportunas. Considerando el aumento en la cantidad de individuos que se están reuniendo en persona junto con la vacilación de algunos en cuanto a movernos en esa dirección, recordemos que debemos discernir la buena y perfecta voluntad del Señor. No hay una sola forma de hacerlo, sino que debemos permitir que el amor de Cristo resplandezca a través de nosotros en nuestro inquebrantable amor y apoyo por nuestros hermanos y nuestras hermanas en estos tiempo cambiantes e inciertos. Mayor A. Philip Ferreira, THQ
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Desafío
El desafío de este trimestre podría parecer sencillo, aunque es muy importante. Ya sabemos lo que es estar separados sin poder adorar congregados. Hagamos de nuestro tiempo con los miembros de nuestra congregación y con el Señor, dos de las cosas que más atesoremos. ¿Cómo hacer eso? Vea si puede elegir alguno de los asuntos de la lista a continuación y enfóquese en ello. (Hay varios que necesitan mi atención en particular). •
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Si observa que llega al servicio, se sienta y al finalizar se va, haga un esfuerzo por averiguar cómo le va a alguna persona. Hacer contacto visual y escuchar de verdad son una parte vital de nuestra vida espiritual juntos. Puede que sea difícil con el distanciamiento social, pero haga el esfuerzo. Apréndase el nombre y el apellido de cada persona. Luego apréndase los nombres de sus familiares. Ore por los hermanos y las hermanas del Cuerpo durante la semana y por el servicio dominical. No olvide orar por sus Oficiales y los líderes laicos. Llame, escríbale un correo electrónico o envíele un mensaje a alguien que no haya asistido. Dígale que lo extraña. Si falta una familia entera o un grupo completo, piense en cuáles podrían ser las barreras que se tienen que superar. Invite a alguien a su casa o a tomar un café otro día. Si se está distrayendo durante el servicio, enfóquese activamente en el Señor y en las palabras que se están cantando o diciendo. ¿Cómo se han cumplido las promesas en su vida? Cante y ore con gusto por todo lo que el Señor nos ha ayudado a superar. Invite a alguien a la iglesia y comuníquese con esa persona después. ¿Quién podría necesitar la ayuda del Señor? ¡Todos!
Hebreos 10:23-25: “Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa. Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.”
No volvamos a nuestra “antigua normalidad.” Mayora Tracy Hughes, THQ
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