VOL. 2, N O 1 • EDICIÓN ESPECIAL 2020: COVID –19
Repartiendo ESPERANZA El Ejército de Salvación asume su posición ante el COVID-19 mientras continúe afectando a nuestro país y al mundo entero.
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de la editora la revista en español
su conexión con el Ejército de Salvación
TERRITORIO ESTE DE EE.UU. LÍDERES TERRITORIALES Comisionado William A. Bamford III Comisionada G. Lorraine Bamford SECRETARIO EN JEFE
Procuremos estar a la derecha
Coronel Philip Maxwell SECRETARIA DE COMUNICACIONES Tte. Coronela Kathleen Steele JEFE DE REDACCIÓN Warren L. Maye EDITORA EJECUTIVA Minerva Colón-Pino EDITOR EN COREANO Teniente Coronel Chongwon D. Kim DIRECTOR ARTÍSTICO Reginald Raines DISEÑADORES GRÁFICOS Mabel Zorzano, Lea Greene, Keri Johnson, Joe Marino CORRECTOR Luis N. Sáez FOTÓGRAFA Lu Lu Rivera CIRCULACIÓN Doris Marasigan
EJÉRCITO DE SALVACIÓN
DECLARACIÓN DE MISIÓN El Ejército de Salvación, un movimiento internacional, es una parte evangélica de
El mundo que conocíamos, para muchos, se detuvo en la primavera. Inicialmente parecía como que aguantábamos la respiración. No sabíamos qué ocurriría ni la dirección que debíamos seguir. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, el Ejército de Salvación comenzó a reinventar una de las cosas que mejor hace: servir al pueblo. Al igual que el resto del mundo, hemos tenido que ser creativos, pero muy conscientes e intencionados con nuestro enfoque principal: alcanzar al necesitado. Ya sea con una cajita de comida o una palabra de apoyo, repartimos el alimento tanto físico como espiritual. Para nuestra comunidad latina, una cultura en la que predomina el contacto físico —un abrazo, una mano de apoyo sobre el hombro— las nuevas demandas fueron devastadoras y difíciles de asimilar. Pero, aun así, la misión continuó. Nuevos ministerios o nuevas maneras de poner en función los que siempre hemos desarrollado, cobraron vida casi instantáneamente. Usamos los talentos de la gente, la tecnología desarrollada, la innovación para alcanzar al pueblo. En esta edición especial compartimos algunos de los modos en que hemos dedicado horas incansables al servicio del prójimo, a suplir sus necesidades físicas, emocionales y espirituales. Eso es lo que el Señor nos insta a hacer, es nuestro compromiso; un llamado que tiene recompensa.
la Iglesia Cristiana Universal. Su mensaje está basado en la Biblia. Su ministerio es motivado por amor a Dios. Su misión es predicar el Evangelio de Cristo Jesús y tratar de cubrir las necesidades humanas en su nombre, sin discriminación alguna. El Territorio Este del Ejército de Salvación de los Estados Unidos publica SAconnects trimestralmente. Vol. 2, Núm. 1, Noviembre 2020. Impreso en los Estados Unidos. Jefe de correos: Envíe todo cambio de dirección a: SAconnects, 440 West Nyack Rd., West Nyack, NY 10994–1739. SAconnects
«Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre el trono de su gloria; y todas las naciones serán reunidas delante de él. Él separará los unos de los otros, como cuando el pastor separa las ovejas de los cabritos; y pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda. «Entonces el Rey dirá a los de su derecha: “¡Vengan, benditos de mi Padre! Hereden el reino que ha sido preparado para ustedes desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me recibieron.» (Mateo 25:31-35).
acepta publicidad. Copyright © 2019 por el Ejército de Salvación, Territorio Este de Estados Unidos. Los artículos pueden reimprimirse solo con autorización por escrito.
Dios les bendiga. —Minerva Colón-Pino, editora ejecutiva
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un message del General Peddle
Un mensaje de AGR ADECIMIENTO par a los salvacionistas El General Brian Peddle, líder internacional del Ejército de Salvación, hizo un llamado a la oración instando a los cristianos a orar con urgencia por la situación actual del coronavirus. El pasado 19 de abril de 2020, se dedicó como un tiempo clave para orar todos juntos. La respuesta como un Ejército unido en oración fue enorme. Incluimos a continuación un breve mensaje del General Peddle agradeciendo a nuestro movimiento por su respuesta.
El General pide a los salvacionistas que se protejan a sí mismos y a los demás contra el COVID-19. Vea el mensaje aquí: vimeo.com/440991435
Saludos, salvacionistas: El salmo 113:3 dice: “Desde el nacimiento del sol y hasta donde se pone sea alabado el nombre del SEÑOR”. Eso es lo que hemos hecho. Lo hacemos en respuesta al llamado de oración mientras seguimos al sol. Comenzamos en Samoa y ahora el sol se ha puesto en Hawái. Como salvacionistas hemos orado y lamentado la pérdida de personas preciosas. Hemos orado por los que aún tienen necesidades y por los que se encuentran en las primeras filas mientras oramos por el fin de este virus. Deseo reconocer su fidelidad y confianza en Dios. Gracias por creer conmigo que cuando la gente ora, suceden cosas. Gracias por no probar a Dios y, por medio de la oración, mostrar su confianza en Él. Dios bendiga al Ejército de Salvación y a su familia mundial. Pienso que la verdadera prueba comienza ahora. Debemos creer que Dios responderá nuestras oraciones. La gente aún sufre. Es triste, aún muere gente. Escucho el lamento, veo las lágrimas, hay personas en las primeras filas mientras otras están inseguras, inciertas y temerosas. Sigamos orando, anticipándonos a la respuesta de Dios y tengamos cuidado de darle la gloria a Él. En mi llamado a la misión, he pedido que nuestro Ejército esté preparado para actuar y asumir responsabilidades. Es posible que, por medio de su oración, Dios les esté impulsando a responder a ese llamado. Creemos que Dios ha levantado al Ejército para un tiempo como este. Creo que Dios está enviando a nuestro Ejército a servir a los demás en un tiempo como este. Por favor, cuídense en todo lo que hagan. Pero sean Su iglesia en un mundo que necesita al Dios que amamos y servimos. Una vez más quiero agradecerles sus oraciones. Juntos vamos a llenar nuestros corazones de esperanza para los días venideros. Que Dios les bendiga. —General Brian Peddle
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Ministerio con máscara
Los líderes territoriales reflexionan acerca del COVID-19. Escrito por Warren L. Maye
“ La mascarilla siempre será el símbolo de este tiempo en la historia. Aunque, por lo general, se usa para esconder la identidad de alguien, nuestra gente la está usando para revelar lo que somos”, afirma la Comisionada G. Lorraine Bamford, presidenta territorial de los Ministerios Femeninos. “ Este es un llamado a retornar a lo fundamental”, dice el Comisionado William A. Bamford III, comandante territorial. “¿Cómo logramos que la gente adore? ¿De qué manera reunimos a la gente? ¿En qué modo nos reuniremos otra vez como un cuerpo de creyentes? Las personas deben ser creativas para responder estas preguntas”.
WAB: Durante los pasados cuatro meses y medio, hemos servido millones de comidas a miles de personas. Nuestros Oficiales, soldados y voluntarios lo están entregando todo. Sin embargo, la tasa de enfermedad de COVID entre ellos ha sido mínima. Dios ha permitido que esto sea una oportunidad para conectarnos con la gente. En algunos de nuestros Cuerpos (iglesias) hay Oficiales cocinando grandes ollas de sopa para repartir en el almuerzo o la cena. Estamos sirviendo. Debido a esa gente fiel, hemos podido hacer todo esto. El impacto económico perdurará por largo tiempo. Hay 30 millones de personas sin empleo. Muchos de ellos vendrán a nosotros. Debemos desarrollar estrategias. ¿Cómo los ayudaremos en su jornada? Este es el momento de reflexionar en eso. Programas innovadores como “Camp in a Box”, “fiestas de pizza virtuales”, estudios bíblicos y clases de música en línea han resultado extraordinarios. ¿Quién hubiera pensado que conectaríamos una banda o brigada de cantores en Zoom o Facebook live? Pues, está sucediendo y es maravilloso. Con todo esto nos hemos dado cuenta de la importancia de las relaciones y las amistades. En varias ocasiones he escuchado a la gente decir: “Es que es bueno estar juntos”.
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GLB: La tecnología ha cambiado la manera en que vemos las cosas. Debemos mantener lo que ha resultado positivo como una herramienta permanente y un medio de ministerio. Sin embargo, debemos mantener el contacto cara a cara con la gente. Es crucial que lo hagamos. Queremos que la gente sepa quién es su pastor. Por tanto, estas herramientas son peligrosas si dependemos de ellas para remplazar nuestras familias espirituales. Nuestros departamentos de ministerios sociales ya están considerando cómo serán las entrevistas con los clientes en el futuro. Debemos recordar que la mayoría de la gente tiene acceso a internet, pero hay quienes no. Por lo que esperamos que muchas personas optarán por una reunión virtual mientras que otras necesitarán otros métodos alternos. Debemos encontrar el equilibrio. Como Ejército de Salvación, estamos listos para ayudar a la gente después de los desastres. Cuando estos ocurren, ya tenemos las botas puestas. Tenemos la habilidad de servir en cualquier zona postal de los Estados Unidos. Aún estamos en medio de este desastre. Esta es una dificultad para todos nosotros. Vemos que la pandemia se aplaca en algunas áreas, pero aumenta en otras. ¿Cuándo terminará?, nos preguntamos todos. Por
tanto, confiamos en Dios a través del temor mientras nos enrollamos las mangas en Su nombre. WAB: Las llamadas a la línea HOPEline es otra oportunidad para conectarnos con la gente en cuanto a los desafíos que enfrentan. Es una oportunidad para satisfacer la necesidad de cuidado espiritual y emocional con el fin de expresar el amor de Jesús. GLB: El asesinato de George Floyd trajo a la luz las desigualdades y el racismo sistemático que aún continúa. Los medios sociales le han permitido a la gente conversar más. Esto es positivo y negativo, puesto que las conversaciones desde un teclado no representan bien lo que una persona, en realidad, tiene en el corazón. Necesitamos continuar esas conversaciones virtuales y al fin llevarlas a un entorno real si deseamos adelantar y crecer con todo esto. WAB: Reflexione en su llamado personal. ¿Cómo puede servir? ¿Cuál es su misión particular? ¿Qué le dice Dios en este instante? Luego pregúntese: ¿Cómo lo logro? ¿Cómo puede esto ayudar a la comunidad a cambiar? En conclusión, debe implementarlo, lo cual nos lleva otra vez a lo básico: compartir el Evangelio y tener una relación con la gente y con Dios.
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Escrito por Warren L. Maye
“Devastación” es la única forma de describir lo que enfrentó el Ejército de Salvación en los días previos a la pandemia de la gripe de 1918 y durante ella. Imagínenselo: se inicia la Primera Guerra Mundial y países enteros quedan sumidos en el conflicto armado, el despliegue de soldados a una serie de campos de batalla solo empeora la propagación del virus mortal y, en lo que una sesión de cadetes de la escuela de entrenamiento del Ejército de Salvación en el Territorio Este de Estados Unidos se prepara para enfrentarse a esos desafíos, la escuela se quema hasta los cimientos. Impávido, el Ejército de Salvación se reinventó como ninguna otra organización pudo haberlo hecho. Aun ante la posibilidad de contagio y muerte, los soldados se concentraron en su nueva misión de restaurar el cuidado médico en las comunidades. Conscientes todavía de su misión final: ayudar a salvar las almas del pecado y mostrarles el amor de Jesucristo sin discriminación. El testimonio de la Generala Evangeline Booth acerca de estos tiempos tan peligrosos quedó grabado en un artículo que publicó el Ejército de Salvación en su revista Grito de Guerra. Ella expresó el profundo sentimiento de gratitud que tenía por sus oficiales y soldados y les manifestó su más sincero agradecimiento, un sentimiento que muchas personas, agencias y organizaciones alrededor del mundo también tenían. A través de telegramas y cartas de lugares tan lejanos como India, Corea, China y Japón, reconocieron la importancia y la valentía de tantos salvacionistas que respondieron ante la plaga que cobró la vida de miles de personas en Estados Unidos y de millones por todo del mundo.
Generala Evangeline Booth, circa 1918
Booth escribió: “La manera en que nuestra gente afrontó la enfermedad al visitar los hospitales, cuidar a los enfermos y enterrar a los fallecidos fue inimitable y, al desempeñar sus funciones con paciencia y heroísmo, algunos perdieron la vida”. También escribió: “Esta epidemia hizo estragos en cada departamento de nuestra labor, especialmente en aquellas fases relacionadas con nuestros jóvenes y con las reuniones públicas. ”También hubo la severa y casi irreparable pérdida de 25 de nuestros
oficiales que murieron. Algunos de ellos ofrecieron muchos años de fiel servicio mientras que otros fueron llamados en la flor de la vida. Menospreciaron su vida hasta la muerte y fueron llamados en medio de su dura labor”.
CUBRIENDO BRECHAS Después de expresar su profundo pesar por las pérdidas Booth, no obstante, confirmó: “Tenemos que seguir adelante puesto que hay que cubrir cada brecha en el frente de combate”. EDICIÓN ESPECIAL 2020: COVID–19
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Una enfermera cuida a un paciente en la sala de gripe del Hospital Walter Reed.
A medida que se propagaba la enfermedad, las brechas se hacían más grandes. Los hospitales y las clínicas de la ciudad rápidamente llegaron a su máxima capacidad y las ciudadelas del Ejército de Salvación comenzaron a usarse para recibir pacientes. En “La historia del Ejército de Salvación”, John Merritt escribió: “Se establecieron hospitales para los pacientes de influenza en los edificios de los cuerpos en Roxbury, Massachusetts, y en Charleston, West Virginia, en 1918; los que se sostuvieron con médicos locales y apoyo comunitario”. Los voluntarios de la Cruz Roja hicieron mascarillas de gaza y las repartieron entre los médicos y los enfermeros. Las tropas de Boy Scouts también colaboraron corriendo y transportando medicamentos desde las farmacias hasta los pacientes. Los primeros automóviles se ofrecieron para transportar a pacientes y médicos. Con respecto a la salud pública, los afroamericanos enfrentaron desafíos sistemáticos. La doctora Vanessa
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Northington Gamble, profesora de Humanidades Médicas en la Universidad de George Washington, escribió: “Cuando la epidemia de gripe de 1918 comenzó, las comunidades afroamericanas ya se veían afectadas por problemas médicos, sociales y de salud pública incluyendo teorías racistas sobre la inferioridad biológica de los negros, barreras raciales en la medicina y la salud pública y estados de salud precarios”. Para abordar estos problemas, Gamble dice que se establecieron hospitales separados y organizaciones profesionales y también se repudiaron esas teorías. “Parece que la incidencia de la gripe era menor entre los afroamericanos, pero la enfermedad abrumó sus recursos médicos y de salud pública”. La líder de enfermeras Lillian Wald, directora del Henry Street Settlement y presidenta del recién formado New York City Nurses’ Emergency Council (Consejo de emergencia de los enfermeros de la Ciudad de Nueva York), hizo un llamamiento para que todos los enfermeros se unieran en la lucha.
El Ejército de Salvación respondió al llamado de Wald junto con el Bureau of Communicable Diseases (Oficina de Enfermedades Transmisibles); el Bureau of Child Welfare (Oficina de Bienestar Infantil); la Cruz Roja; los centros de maternidad; la Association for the Aid of Crippled Children (Asociación para ayudar a los niños lisiados); las Milk Stations (las estaciones de leche); la New York Diet Kitchen (las cocinas de dietas de Nueva York); los Departamentos de Servicios Sociales de los hospitales Mt. Sinai, Presbyterian y Beth Israel; Catholic Nursing sisterhoods (Hermandad de enfermeras católicas) y el Departamento de enfermería del Teachers College, además de otras agencias sociales. Las enfermeras capacitadas, así como los voluntarios no capacitados, constituyeron la primera línea de respuesta. Las enfermeras especializadas fueron fundamentales para los pacientes de influenza. Se entendía muy poco sobre el virus y no había ni medicamentos antivirales para inhibir su progreso ni antibióticos para tratar la complicada neumonía que causaba. La aspirina, el reposo, los baños con esponja, el güisqui, los jarabes para la tos, la ropa de cama limpia y las sopas calientes eran algunas de las terapias que más se recetaban. Los farmacéuticos locales a menudo usaban anuncios para avisarles a los clientes que la pandemia había agotado su abastecimiento del muy codiciado Vick’s® Vapo Rub. Los mercados locales también anunciaban que sus carnes, especialmente de cerdo, habían sido adecuadamente inspeccionadas para detectar el virus. En Ontario, Canadá, casi el 70 por ciento de las víctimas tenían entre 18 y 43 años. El Ejército de Salvación abrió su propio hospital. Nuevos casos y más muertes continuaron surgiendo en olas sucesivas. En San Bernardino, California, la Cruz Roja tenía un hospital de emergencias en el edificio Redlands
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La espantosa visita paralizó la vida de ciudades enteras y los hospitales, los doctores y los enfermeros a veces eran tan pocos, comparados con la demanda, que miles de del Ejército de Salvación. Mary L. Saunders, de 40 años, era la enfermera jefe. Como profesional con experiencia, también había sido superintendente del Hospital Redlands en 1914.
APLANANDO LA CURVA A finales de octubre, las primeras ubicaciones afectadas por la epidemia de influenza vieron el número de nuevos casos descender. Los periódicos reportaron que la epidemia se había acabado en dos bases militares estadounidense en Syracuse, Nueva York, pero continuaba en otros lugares. El Departamento de Salud Pública del Estado de Nueva York continuó advirtiéndoles a todos que se taparan la boca y la nariz al estornudar o toser. Los doctores también recomendaban lavarse las manos y usar mascarillas. El Fuerte Devens, en Massachusetts occidental, reportó que estaban usando el güisqui, los huevos y la leche para luchar contra la gripe y la neumonía. También en octubre, el superintendente del Hospital Estatal St. Lawrence en Ogdensburg, Nueva York, reportó que 300 pacientes y empleados enfermaron. Las esposas de los médicos estaban ayudando a cuidar a los enfermos. El Ejército de Salvación también estableció un hospital y se admitieron 24 pacientes con influenza. Desde enero de 1918 hasta el año 1920, se estima que 500 millones de personas se infectaron en todo el mundo. La enfermedad alcanzó cada rincón del globo terráqueo y aniquiló hasta las poblaciones más aisladas en el océano Pacífico y hasta en el Ártico. Se estima que el virus causó la muerte de 50 a 100 millones de personas por todo el mundo; estos números representaban entre el 3 y 5 por cierto de la población mundial. El Cuerpo en Charleston, West Virginia, accidentalmente se convirtió en el Hospital de Charleston que luego se transformó en un hogar y hospital
personas se enfermaron y murieron sin remedio”. —Generala Evangeline Booth, Grito de Guerra (circa 1919) para madres solteras. Se mantuvo abierto y sirvió a la comunidad con distinción hasta su cierre en 1964. Booth escribió: “Las cosas grandes casi siempre vienen acompañadas de grandes dificultades y así fue en este caso, puesto que no fue tarea fácil prepararnos para las excepcionales demandas que se presentaron. ”Todos, desde el presidente, en un sentido personal, parecían apreciar al Ejército de Salvación por su labor. Admiraban los objetivos del movimiento y apreciaban mucho su espíritu”.
COMPETENTES, CONFIADOS, COMPASIVOS “‘¿Fuimos competentes?’ fue la pregunta más importante y, gracias a la inmensa confianza que llenó nuestros corazones, con gusto nos sometimos a todas las observaciones necesarias. Todos ustedes saben que el reconocimiento llegó debidamente y ha sido nuestro constante privilegio trabajar así y merecer el torrente de reconocimientos que ha caído sobre nosotros desde las posiciones oficiales más altas. Nada ha sido más
gratificante, excepto la alabanza y la gratitud ininterrumpidas procedentes de las personas con quienes y para quienes trabajamos tan arduamente”. La Generala Booth también elogió al Ejército de Salvación por recordar su misión final. “En todo momento, alzaron la cruz y predicaron al Cristo que fue crucificado. La influencia de su servicio dedicado y edificante ha servido para maravillar a todo el mundo. ”Me pregunto si alguno de nosotros puede, en estos momentos, medir bien o apreciar en su justo valor la importancia y los beneficios transcendentales que la devoción, la fidelidad, el sacrificio y el servicio de nuestros espléndidos hombres y mujeres —que sirvieron con la misma devoción y sacrificio en casa— trajeron al Ejército”. Hoy, en el año 2020, mientras el mundo lucha contra otra pandemia, la importancia trascendental de la contribución del Ejército en 1918 puede verse claramente en retrospectiva. Esperemos que las lecciones que se aprendieron en esa experiencia informen la respuesta del Ejército de Salvación en el futuro.
Una ambulancia del Ejército de Salvación, circa 1918.
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Una señal de esperanza Escrito por Robert Mitchell
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l cierre por el COVID-19 causó que millones de personas perdieran sus empleos, dejándolos sin dinero para comprar comida y otras provisiones, y hasta temerosos de dejar sus hogares. Sin embargo, en medio de la crisis, el Ejército de Salvación se reinventó como centro de distribución de alimentos en muchas comunidades. Por todo Estados Unidos, la familiar caja blanca del Ejército estampada con el escudo del Ejército de Salvación parecía estar dondequiera sirviendo como señal de esperanza. Las llamamos “cajas de esperanza”. “No las llamamos cajas de comida”,
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dijo el Capitán Kevin Johnson, Oficial Directivo en Lynn, Massachussets, un área muy afectada por el virus. “Proveemos esperanza”. Se dice que la necesidad es la madre del ingenio, por eso los Oficiales, empleados y voluntarios del Ejército de Salvación encontraron maneras innovadoras de entregar esas cajas de esperanza a la gente hambrienta, mientras usaban mascarillas, practicaban el distanciamiento social y comprobaban que estaban seguros. Muchas instalaciones del Ejército de Salvación ofrecen autoservicio “sin contacto físico” para las familias. Ellos llegan, abren el baúl del carro y
observan a los empleados introducir las cajas de esperanza al vehículo. Otros lugares ofrecen la opción de recoger la comida en la acera, igual que lo están haciendo algunos de los restaurantes locales. En otras ciudades, el voluntario coloca la caja en la mesa y se aparta de ella, permitiendo de esa manera que las personas recojan su comida sin tener contacto con otra persona. El Ejército de Salvación también estableció relaciones con bancos de alimentos y otras organizaciones sin fines de lucro, y consiguió la ayuda de la Guardia Nacional. En algunas ciudades, hasta la policía estatal ayudó a entregar las cajitas de esperanza.
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En algún momento de este año puede haber 54 millones de personas que no sepan de dónde vendrá su próxima comida. —Departamento de Agricultura de Estados Unidos
La Guardia Nacional ayuda a repartir las cajas de comida.
Esta mujer está feliz al recibir una caja de alimentos del Ejército de Salvación. A lo largo de la pandemia, los voluntarios han estado llevándoles comida a las personas confinadas a sus hogares.
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Los peatones se alinean para recibir las cajas de comida. En otros lugares se ofrece autoservicio “sin contacto físico”. Los voluntarios del Ejército de Salvación dejan la comida en la mesa mientras cumplen con el distanciamiento social (izquierda) o ponen la comida en el baúl del auto de la persona que la recoge.
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El Ejército de Salvación en los Estados Unidos respondió a la crisis de COVID-19, repartiendo casi 3 millones de cajas de comida y 10 millones de comidas preparadas hasta el 1 de agosto. EDICIÓN ESPECIAL 2020: COVID–19
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(Arriba) Un voluntario prepara un sĂĄndwich a la talla de la pandemia. (Derecha) El EjĂŠrcito de SalvaciĂłn se asocia con bancos de comida y otras organizaciones asegurando la llegada de camiones de alimentos diariamente.
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s a i c a r G a todos los que sirven en las primeras filas
En maneras variadas y esenciales, han marcado una diferencia en las vidas de las personas necesitadas a travĂŠs del Territorio
Este de Estados Unidos durante esta temporada de COVID-19. Expresamos nuestro mĂĄs profundo y sincero agradecimiento por su sacrif icio en el nombre del SeĂąor Jesucristo.
Cรณmo combat ir los
pensamientos negat ivos con la
palabra de
Dios
Escrito por el Mayor Gerardo Balmori Pastor y Oficial Directivo del Cuerpo de Ohio City
En estos tiempos de cuarentena las últimas semanas han sido un reto para todos. Algunos reportes calculan que —de toda la población mundial— un poco más de la mitad de la gente está respetando las restricciones de no salir de sus casas y limitando la circulación por las calles; es decir, que multitudes de ciudades enteras —y aun de naciones— están voluntariamente guarecidos en sus hogares, lo cual es muy bueno y favorable para aminorar el contagio. Aunque, infortunadamente, el hacinamiento está causando efectos sociales y comportamientos negativos —en familias e individuos— nunca vistos hasta ahora. Hemos observado por ejemplo, que por más que la gente trate de mantener una sana distancia del resto de la población para no contagiarse físicamente con el virus, es casi imposible evitar que las noticias que “bombardean” nuestras mentes —por parte de los medios electrónicos (algunas ciertas, muchas otras no)— afecten nuestra paz diaria. Y es que, desde que comenzó la expansión del coronavirus, dondequiera que miremos o que escuchemos, siempre hay algo que nos recuerda la gravedad de la situación. Esto, por supuesto, puede causarnos ansiedad, depresión, enojo o simplemente llenarnos de miedo. ¿Habrá algo que podamos hacer para remediar esto? ¿Cómo debemos responder los cristianos ante la situación actual? ¿Cómo podemos combatir los pensamientos negativos que desbordan nuestras mentes? Nuestro refugio siempre es el Señor Jesús, que a través de Su Palabra —la Biblia— nos da ánimo en tiempos de dificultad y tribulación, además de que nos transmite fortaleza por medio de la fe, para no desmayar ni estar confundidos. Nuestra relación con el Señor se hace mucho más íntima si leemos Su Palabra, pues así conoceremos acerca de Su carácter y Su voluntad con nosotros. Esto nos fortalece vigorosamente y cambia, de una manera drástica, nuestra forma de pensar, de vivir y de sentir. Es en las páginas de la Biblia donde podemos conocer la paz de Dios, la cual sobrepasa todo entendimiento y transforma nuestras vidas aun en los tiempos más difíciles. Permíteme, querido lector, compartirte algunos pasajes de la Biblia para ayudarte a “echar fuera” cualquier pensamiento negativo, y para que llenes tu mente con las promesas de Dios, las cuales están grabadas en Su Palabra.
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1. Esta situación (aunque difícil) es temporal y, a fin de cuentas, pasará. El apóstol Pedro, en su primera carta, nos insta a vivir consagrados a Dios en santidad y soportando las pruebas pacientemente, recordándonos que son temporales. Solo Dios es eterno, las aflicciones son pasajeras, incluida esta crisis. Pedro también afirma que Jesús nos fortalece en medio y durante la prueba, y que esta —una vez superada— hace que nuestro carácter se manifieste mucho más fortalecido y más maduro que antes. “Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca”, 1 Pedro 5:10. 2. Dios no permitirá que suframos una crisis que no podamos resistir. Esto es asombroso, pero cierto. En la fidelidad y la misericordia de Dios por nosotros, no existe situación — por más fuerte que parezca— que rebase la resistencia que Él mismo nos ha otorgado. Mira lo que escribe el apóstol Pablo a la Iglesia en Corinto: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”, 1 Corintios 10:13. Así que, confiados en esta promesa, podemos confesar que Dios está dándonos la fortaleza para continuar hasta el final de esta y cualquier otra crisis. 3. No estamos solos, el Espíritu Santo nos brinda paz duradera. En el Evangelio de Juan se registra un maravilloso discurso del Señor Jesús a sus discípulos. Mientras el Señor anunciaba su muerte en la cruz, también les comunicaba que aunque se apartaría de ellos, no los iba a dejar solos; pues enviaría a su Santo Espíritu a sostenerlos, especialmente en tiempos difíciles. Además les brindaría la paz de Dios, aun en los días malos. Leamos: “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”, Juan 14:26-27.
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Mi oración es que en estos t iempos de crisis sanitaria puedas refugiarte en Cristo, a través de su maravillosa carta de amor para la humanidad: la Biblia. 4. Confiemos en Jesús, que vence toda situación difícil. La reputación de alguien, particularmente, nos da certeza de cómo va a actuar en situaciones futuras. Jesús ya probó su poder para vencer a la muerte, al pecado, a Satanás, a las enfermedades y todo lo que venga a su paso. Si Jesús es nuestro campeón, tenemos la certeza de que podemos tener paz en Él, confiados en que Él ha vencido toda adversidad. No hay ninguna enfermedad ni ninguna aflicción que tenga más poder que nuestro Dios. Juan 16:33 afirma: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”. 5. Podemos llevar nuestros problemas al Señor en oración, Él escucha y atiende. Esto es maravilloso, el Señor —que es el Creador, Preservador y Gobernador de todas las cosas— tiene el oído atento a nuestras necesidades cuando oramos. Mientras sostiene el universo entero con su mano, tiene además tiempo y voluntad para estar contigo en tu angustia y tu ansiedad. Podemos —sin ningún temor ni restricción— acercarnos a Él en oración, compartir nuestros sentimientos, anhelos y todo nuestro ser. Él siempre está con nosotros. Filipenses 4:6-7 indica: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.
La afirmación del verso anterior es poderosa, pues afirma que en la “Paz de Dios” no hay lógica ni entendimiento humano, puesto que es sobrenatural. Pero eso no es todo, nos dice también que en esa paz, el Señor “guardará”, es decir, protegerá y preservará nuestras emociones y los pensamientos de nuestra mente en Cristo Jesús. Querido lector, solo he querido compartir brevemente contigo —a través de algunos versos de la Biblia— la maravillosa paz que Dios nos da. Mi oración es que en estos tiempos de crisis sanitaria puedas refugiarte en Cristo, a través de su maravillosa carta de amor para la humanidad: la Biblia. Es probable que, a partir de hoy, puedas leer aun más sus páginas y así recibir la paz de Dios, que ha de guardarte de pensamientos malos; sobre todo en estos tiempos que estamos tan expuestos a rumores y noticias alarmistas. Recuerda, Dios puede guardarte de todo pensamiento malo.
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Alrededor del territorio El COVID-19 atacó ciudades grandes, densamente pobladas, y afectó mucho las zonas rurales. He aquí algunos informes desde algunas zonas afectadas. Queens, NY—Durante este tiempo de gran necesidad el Templo de Queens no ha cesado de trabajar “con el corazón a Dios y la mano al hombre”. Ellos modificaron sus programas de alimentación para que fueran efectivos y seguros tanto para ellos como para la comunidad a la que tienen la oportunidad de servir. Entre los meses de abril a agosto sirvieron aproximadamente 40,672 comidas para llevar. En un abrir y cerrar de ojos, distribuyeron alrededor de 100 a 600 cajas de la despensa. Todo esto sin contar las llamadas telefónicas y el cuidado pastoral ofrecido. “La necesidad es grande, pero más grande es nuestro Dios que los fortalece para seguir adelante”. “La pandemia impactó muy fuerte en nuestra comunidad, sin embargo, no nos detuvo de un todo para continuar haciendo la obra a la que Dios nos llamó”. Su creatividad de muchas maneras fue probada y una de las maneras innovadoras que surgió fue el comienzo del ministerio de mascarillas/ cubrebocas. De inicio hicieron 300 mascarillas, las cuales fueron distribuidas gratuitamente, pero la necesidad seguía aumentando; así que comenzaron a hacerlas regularmente. Desde que su ministerio de mascarillas comenzó, han distribuido una innumerable cantidad de mascarillas/tapabocas alrededor de los Estados Unidos, incluyendo Alaska. Ellos siempre intentan hacer las mascarillas de buena calidad y con el estampado que representa e identifica al Ejército de Salvación. Su meta es aliviar la presión, la inseguridad y preocupación que combatimos todos en este tiempo y lograr poner una sonrisa en los labios de las personas, aunque no podamos verla a simple vista.
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New Brunswick, NJ—En el Cuerpo de New Brunswick también aumentó el servicio ofrecido a la comunidad. Las personas que llegaban a buscar comida en la despensa aumentó más del triple. Ya para el mes de junio se habían repartido más de 100,000 cajas de comida. La frecuencia en que se reparte la comida también aumentó, antes repartían comida de la despensa una vez por mes, ahora lo hacen una vez por semana. Al igual, Dios ha sido fiel y las donaciones de la comunidad se han duplicado. La bendición por medio del servicio a la comunidad se ha propagado de distintas maneras, por ejemplo, el Cuerpo también provee pañales para bebés y adultos, mascarillas, desinfectantes, comida para animales, bombillas de luz, flores y muchos otros artículos misceláneos. La distribución alcanzó a más de ocho mil unidades durante el verano. El Cuerpo de New Brunswick también desarrolló un nuevo ministerio para suplir la necesidad en medio de la pandemia. Una vez por semana ellos reparten comidas a domicilio a personas mayores con problemas de salud. Estas personas son categorizadas como grupo de alto riesgo. En la actualidad, 25 familias se benefician de este ministerio. Otra forma en que el Cuerpo de New Brunswick sirve a la comunidad es ofreciéndole una manera en que puedan compartir sus emociones y preocupaciones. A la entrada del Cuerpo hay una mesa donde encuentran papel, bolígrafos y una canasta; las personas pueden escribir sus peticiones de oración y dejarlas en una canasta. A diario se recogen las peticiones y luego se presentan en oración durante el devocional mañanero. Algunas de las peticiones se comparten con la congregación para ofrecer continuidad de oración y seguimiento. La intención es que no se sientan solos y que sepan que alguien se preocupa por ellos.
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firmemente y p rofunda mente pla nta do COL. 2:7
em en t e y pro f unda ment e p l a n CULTIVE 2.0 es un programa diseñado para el desarrollo espiritual de los Oficiales y soldados del Ejército de Salvación. El curso de dos años comienza en enero de 2021 y consiste de lecturas, prácticas, reflexiones, escritura y retiros.
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Para más información visite:
saconnects.org/cultive-2-0
ESTAMOS LISTOS PARA ESCUCHARLE. La línea telefónica HOPEline para la atención emocional y espiritual. La consejería para el cuidado emocional y espiritual es vital durante las crisis. Si tiene algún problema en este momento, por favor llámenos. Estamos listos para escucharle.
1-844-458-HOPE 9 am a 1 am ET
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