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R E V I S TA T É C N I C A D E L A A S O C I AC I Ó N D E P R O F E S I O N A L E S D E I N G E N I E R Í A D E P R O T E C C I Ó N C O N T R A I N C E N D I O S


Asociación de Profesionales de Ingeniería de Protección contra Incendios

Staff

Edita y diseña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Sumario

APICI - Asociación de Profesionales de Ingeniería de Protección contra Incendios Ávila, 18 - 28020 Madrid (España) Tfno: + 34 91 572 21 95 Fax: + 34 91 571 50 24 apici@apici.net www.apici.net

Punto de vista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5

Director . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Performance - Based . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14

Fernando Vigara Murillo

Comité Editorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Brian Meacham Brian T. Rhodes Fernando Bermejo Fernando Vigara Francisco J. López Estrada Gabriel Santos Juan Carlos López Pedro Úbeda Rosendo Durany Tomás de la Rosa

Publicidad y Suscripciones . . . . . . . . . . . . APICI Tfno: + 34 91 572 21 95 Fax: + 34 91 571 50 24 apici@apici.net

Imprenta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . TG-TECNOLOGÍA GRÁFICA Tfno: + 34 91 748 03 92 Fax: + 34 91 329 17 18

Carta del Presidente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 Primera Línea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8 El Diseño de la Protección contra Incendios basado en Prestaciones. La Protección del Patrimonio Histórico y Artístico. Redacción ICI . . . . . . . . . .14 Un Enfoque basado en Objetivos para la Seguridad contra Incendios. Brian T. Rhodes y Eric R. Rosenbaum. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .16

Nueva Reglamentación . . . . . . . . . . . . . . . . . 26 RSCIEI - R.D. 2267/2004, Perspectiva de los Servicios de Bomberos. Jaime Domínguez . . . . .26 Seguridad de Uso. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Juan Carlos López. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .36

Supresión de Incendios. Sistemas . . . . . . . . . 42 Los Sistemas Secos de Rociadores Automáticos: ¿Una Solución o un Problema? Esteban Hijós . . .42

ISSN 1699-0668 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Depósito Legal M-1721-2005 . . . . . . . . . . .

Detección de incendios . . . . . . . . . . . . . . . . . 47

El contenido de los artículos incluidos en esta publicación reflejan solamente las opiniones personales de sus autores y no contribuye necesariamente a la postura oficial de APICI respecto a los temas tratados. APICI no se responsabiliza de tales opiniones.

Protección Pasiva.

Queda prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos de esta publicación sin la autorización expresa de APICI. APICI se reserva el derecho de aceptar o rechazar cualquier publicidad susceptible de ser publicada, según el criterio del Comité Técnico. Para enviar sus artículos a APICI pueden seguir las instrucciones indicadas en http://www.apici.net

14

La Marca de Conformidad a Normas. Lluis Marín Perpiñá . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .47

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52

Los Edificios de Altura y la NFPA 101. Una Respuesta para la Seguridad Humana. Eduardo Álvarez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .52

ICI al día . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58 Responsabilidades y Sanciones en el RSCIEI/04. Francisco López Estrada . . . . . . . . . . . . . . . . . . .58 El RIPCI a Exámen. Pedro Ubeda. . . . . . . . . . . . .61

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26 Junio 2005 - ICI - Nº 2

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Punto de vista

Los requisitos normativos de Seguridad contra Incendios establecen siempre un nivel de mínimos

Fernando Vigara

Ingeniería contra Incendios

Secretario General - APICI

ICI-

El pasado incendio del edificio Windsor puso en solfa a toda nuestra comunidad, que pudo y tuvo que opinar, sobre qué era lo que había sucedido para que un edificio como ese hubiera empezado a arder de forma fortuita y que no existieran medios, o que no funcionaran adecuadamente, para evitar su completa destrucción horas más tarde. Afortunadamente el edificio se encontraba vacío, y no hubo ninguna víctima, lo que permitió que los profesionales a los que se nos dirigían los diversos medios, pudiésemos dar nuestra opinión espontánea, limitada por el grado de conocimiento sobre las condiciones reales en que se encontraba el edificio. Causa inmediata, ausencia o mal funcionamiento de los medios de protección pasiva y activa adecuados que hubieran permitido reducir a un incidente de gravedad mínima el incendio. Causa fundamental, la insensibilidad de la sociedad española ante el fenómeno de los incendios y su prevención, que se traduce en una demanda de baja calidad en los niveles de seguridad contra incendios. La pregunta que se repetía con machaconería era: ¿Cumplía o no cumplía el edificio con la normativa aplicable? Sin duda una gran parte de nuestra ciudadanía, incluyendo a técnicos que pueden tener responsabilidades cotidianas en materia de protección de incendios, cree que dotar a los edificios e industrias de los niveles adecuados de protección de incendios es una simple cuestión de cumplir estrictamente los requisitos de la normativa aplicable. Y si habiendo cumplido con lo prescrito por la normativa aplicable se produjera un incendio que causase daños materiales, ambientales o personales, pues la culpa será de la Administración que hizo la normativa y la promulgó, pero nunca del usuario, propietario o sus representantes. En consecuencia, el usuario responsable de un edificio o industria cree limitada su responsabilidad a dotar a los edificios de los medios de protección de incendios que le obliga la ley, sin que sienta el anhelo de que además estos medios le faciliten la protección contra incendios adecuada, eficaz y fiable, para la protección de las personas y bienes potencialmente afectados. Entra en contacto con una empresa de instalaciones de protección contra incendios, autorizada por el Ministerio de Industria, para construir ese tipo de instalaciones. Le expone la necesidad que tiene de cumplir con la ley y, como es natural, con el menor coste posible. ¿Es ese el marco más propicio para conseguir que nuestros edificios e industrias se encuentren adecuadamente protegidos? La normativa de protección contra incendios establece un nivel de mínimos, que permite a la Administración, apreciar de forma rápida y objetiva si se cumplen o no esos niveles, y en consecuencia el no aceptar siquiera, la tramitación de una licencia de construcción o puesta en marcha. Pero desde luego no permite en ningún modo, saber si la protección de incendios resultante es la adecuada, la idónea o claramente insuficiente. La normativa se encuentra necesariamente por detrás de la realidad. Se redacta normalmente a partir del suceso de un gran siniestro, y el paso

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del tiempo la vuelve rápidamente obsoleta, sin incorporar los cambios debidos a los desarrollos tecnológicos que involucran nuevos riesgos y nuevos métodos para minimizarlos. La adecuada protección de incendios de un edificio no puede ser el resultado de la simple aplicación de una norma a cualquiera de las numerosas y diversas situaciones posibles. Por el contrario, la consecución de los niveles de seguridad contra incendios en un determinado entorno, debe ser la consecuencia de un estudio detallado realizado por los arquitectos e ingenieros expertos en la materia específica de la ingeniería de protección de incendios. Este estudio debe incluir el análisis de los riesgos involucrados, los potenciales escenarios de incendio, y la justificación de la idoneidad de los medios de protección seleccionados, para alcanzar un nivel de seguridad contra incendios aceptable. Sin duda en la mayoría de los casos la solución excederá los mínimos exigidos por la normativa aplicable. El diseño de la protección de incendios en edificios o construcciones singulares, edificios de gran altura, terminales aéreas, estaciones, metros subterráneos, hospitales, o cualquier otro tipo de edificio o industria que planteen situaciones de riesgo específicas, solamente el estudio detallado de los riesgos involucrados y de los posibles escenarios de incendio, así como el análisis de las diferentes opciones de protección, proporcionará soluciones eficaces y fiables. En la actualidad, se realizan diseños basados en eficacia, que permiten conjugar la flexibilidad en el diseño arquitectónico con la máxima seguridad. Las soluciones pueden involucrar instalaciones de control de humos, instalaciones de detección y supresión automática de incendios, compartimentación, etc., que precisan de adecuada selección, diseño, coordinación e interrelación. Por ello es imprescindible la intervención, desde la concepción del proyecto, de un equipo de ingeniería especializado en protección de incendios que disponga de los conocimientos y herramientas necesarias para la realización de un análisis detallado que justifique la solución proyectada y las necesarias actuaciones posteriores de operación y mantenimiento. La Ley de Prevención de Riesgos Laborales es de aplicación inmediata, y no entiende de si un edificio o industria fue construido con una u otra normativa aplicable. Hace obligatorio la evaluación correcta del riesgo, la cual debe informar de las medidas a adoptar, que normalmente serán superiores a las especificadas en la normativa de construcción aplicable contra incendios. En nuestro país han habido sentencias condenatorias para responsables de empresas, con siniestros en edificios que "cumplían la normativa". En los Estados Unidos los juicios relacionados con las demandas de los afectados en un incendio, constituyen la principal fuente de clientes para los ingenieros consultores de protección de incendios.


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Carta del Presidente Antonio Madroñero

Bienvenidos al segundo número de ICI. En APICI pensamos que todos los segundos actos son más importantes que los primeros, por lo que significan de continuidad y consolidación.

Parece ser un hecho, que todas las instituciones profesionales de cualquier clase suelen mostrarse reticentes ante el nacimiento de cualquier otra nueva asociación en su gremio. La verdad es que si en el momento de empezar a andar APICI en sociedad, no percibimos demasiadas deseos de ayudarnos, al día de hoy la situación ha cambiado radicalmente. El número de socios próximo a los 500, el número de empresas e instituciones simpatizantes pertenecientes al sector de la protección de incendios, el número de anunciantes en ICI el número de congresistas asistentes al Congreso, casi 400, y un largo etcétera de afectos recibidos en los últimos tres años, nos demuestran que APICI es una asociación querida, respetada y necesaria en nuestra sociedad. Esperamos que nuestro mensaje llegue de forma clara y nítida a todos los que de una u otra forma trabajan y participan en este mercado: administración, empresarios, directivos, fabricantes, aseguradores, asociaciones empresariales, o de cualquier otro tipo, universidades, colegios profesionales, colegas, etc. APICI es una asociación de profesionales que desea ser representativa del colectivo de los diversos profesionales que

Ingeniería contra Incendios

El incendio del edificio Windsor ha significado un toque de atención para la sociedad española y del resto del mundo, que no estábamos acostumbrados a presenciar incendios retransmitidos en directo, prácticamente desde su inicio. La presencia de APICI en los diferentes medios de comunicación, incluidas la casi totalidad de las cadenas de televisión, canales internacionales incluidos, emisoras de radio y prensa escrita, que tuvieron como portavoces de APICI a nuestro Vicepresidente Fernando Bermejo, a nuestro Secretario General, Fernando Vigara, y a nuestro Vocal Pedro Úbeda, demuestra sin duda la consolidación de APICI en nuestra sociedad, ante lo que solo podemos decir lo que nos alegra haber llegado hasta aquí, y poder contribuir en el futuro a que incendios como el del Windsor no se produzcan de la misma forma que este.

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El primer número de ICI vio la luz coincidiendo con la celebración del III Congreso Bienal de Ingeniería de Protección Contra Incendios. Tanto de la publicación de la revista como de su contenido, de la oportunidad de los temas tratados en el Congreso, de la calidad de los ponentes y de todos los congresistas, nos han llegado un gran número de felicitaciones, que solo son atribuibles, sin duda a la totalidad de las personas que componen y participan en APICI, y que son su personal, en especial Julia, nuestra secretaria, que pone todo su cariño y entusiasmo en todo lo que hace, todos los socios que nos aproximamos imparablemente al número mágico de 500, y a los miembros de la junta directiva que tengo el honor de presidir.

Presidente - APICI

practican en alguna medida la ingeniería de protección de incendios. Los fines que impulsaron nuestra fundación y que son los únicos que rigen nuestra actividad son mejorar los cauces de información, formación y debate para todos los miembros de nuestro colectivo y de ellos con los profesionales afines. Entendemos que todos los actores de nuestra sociedad deberían encontrar en APICI un aliado y una institución que trabaja para la mejor práctica profesional de los que prestan sus servicios como profesionales independientes o en cualquiera de las instituciones públicas o empresas privadas de nuestro país. En el área de formación se ha trabajado con buen ritmo. Hemos llegado a acuerdos con la Universidad Carlos III para desarrollar en el futuro un programa master sobre Ingeniería de la Protección de Incendios que permitirá la graduación como ingeniero superior o doctor en esta materia. Este programa que estará en marcha, si las autoridades correspondientes así lo deciden, para el curso 2007 - 2008, vendrá precedido de un programa de cursos universitarios específicos con dicha Universidad que tratarán de las diferentes áreas de interés para nuestra profesión. El convenio que hemos firmado con NFPA - IFST nos hará disponible la celebración de seminarios para mejorar el conocimiento de los diversos documentos de interés que publica esta asociación, entre otros sus reconocidos standards y normas. El último seminario celebrado sobre el NFPA 101, el Life Safety Code, resultó en un completo éxito. La creación del Capítulo Español de la SFPE, la Society of Fire Protection Engineers, en el seno de APICI nos ofrece un marco de conocimiento y relación con un conjunto de más de 4.000 colegas en todo el mundo y el acceso a un conjunto técnico de documentos muy importante. Hemos acordado un marco de colaboración con el Ministerio de Industria para mejorar las condiciones de práctica de los técnicos titulados competentes que son responsables técnicos de las actuaciones de las empresas instaladoras y mantenedoras, y de los proyectistas de PCI en general. Estamos desarrollando un convenio de colaboración con el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid para la realización de actividades de formación en esta área. En consecuencia, solo nos queda el deber y la vocación, a toda la Junta Directiva recientemente elegida, y que tengo el honor de presidir, de incrementar nuestra actividad y dedicación a APICI, a nuestros socios y a la sociedad en general para lograr más y más en este necesitado campo pero que progresa adecuadamente, a pesar de las dificultades existentes.


Primera Línea La actualidad en el mundo de la Seguridad contra Incendios

A LARMA

DE

I NCENDIO

Los sistemas de detección automática de incendios, y los sistemas de alarma de incendios, son frecuentemente confundidos y vistos como un único sistema. De hecho, en normas y proyectos, se suelen referir a ellos como sistemas de detección y alarma de incendios.

señal recibida del sistema de detección automático. El sistema de detección automática de incendios está formado por sensores del tipo de adecuado, generalmente de humo, que detectan un incendio en su fase de desarrollo inicial, y que transmiten la información a una central de control indicando la situación exacta de dónde se está produciendo el mismo. La empresa británica VIMPEX Ltd. ha desarrollado un sistema de alarmas óptico acústicas de nombre comercial Fire Cryer® que permiten su incorporación a cualquier sistema de alarma convencional ya instalado, y que transmite por el par de cables existente hasta cuatro mensajes distintos pregrabados.

Este error conceptual, puede ser el causante de que en muchos casos se diseñen instalaciones de detección de incendios, que no transmiten la alarma a un lugar permanentemente atendido, o que la alarma de incendios quede "de facto" eliminada porque no se entiende su funcionamiento. Se debe aclarar que un sistema de alarma de incendios es una instalación de elementos acústicos y ópticos, capaces de informar a los ocupantes de un edificio o establecimiento industrial de forma fiable e inequívoca, del hecho de una situación de incendio, y en consecuencia, que deben actuar tal como se haya previsto en el plan de emergencia, evacuando el edificio, o siguiendo las instrucciones oportunas. La activación de la alarma debe producirse por medio de la actuación sobre un pulsador manual de alarma, o bien por una

El primer dispositivo eléctrico acústico de alarma de incendios se comenzó a utilizar en el Reino Unido en 1860 y fue la campana eléctrica ("electric bell"). Su uso continuó durante más de 100 años como principal método de alarma. Aunque también ha sido común el uso de sirenas electrónicas, el mismo se ha limitado a aquellos ambientes demasiado ruidosos o con contaminación acústica que pudiese enmascarar el sonido de la campana eléctrica. La utilización generalizada de campanas eléctricas comienza a declinar hace 25 años aproximadamente, con la llegada de las alarmas acústicas electrónicas de bajo consumo. Desgraciadamente la introducción de estas alarmas acústicas, incorporó un número elevado de diferentes tonos y sonidos sin la más mínima coordinación. En la actualidad, existe tal número de sonidos de alarma instalados en los edificios públicos, que para una persona a la que se desee alertar de una situación de

incendio, resulta improbable que pueda distinguir que se trata inequívocamente de un alarma de incendio. Se han realizado diversos intentos para normalizar el sonido de alarma de incendio en todo el mundo, pero desgraciadamente sin ningún éxito. ¿Qué falló con la humilde "campana eléctrica de incendios"? En algunos mercados se sigue utilizando y se considera la alarma más fácil e inequívocamente reconocible como alarma de incendio. La nueva gama de sirenas autoparlantes Fire-Cryer produce de forma inequívoca la señal de alarma como un mensaje perfectamente entendible y que pude contener hasta cuatro mensajes diferentes que se ordenan a voluntad desde un cuadro que se adapta a la central de control y al par de cables existente en la instalación. Obviamente los sistemas de megafonía convencionales pueden ser utilizados para el mismo fin pero, en principio son más costosos y pueden ser menos fiables y operativos en determinadas ocasiones. Mensajes típicos, que pueden naturalmente ser grabados en varios idiomas, pueden ser entre otros: ¡Alarma de incendio!, ¡Alarma de incendio!, aguarde instrucciones, ¡Alarma de incendio!, ¡Alarma de incendio!, aguarde instrucciones….., o ¡Alarma de incendio!, ¡Alarma de incendio! Proceda a la evacuación del edificio. O esta es una prueba del sistema de alarma de incendio. No se precisa ninguna actuación, o Alarma controlada no se necesita ninguna actuación, etc., etc. Para más información: vtj@vimpex.co.uk

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Primera Línea La actualidad en el mundo de la Seguridad contra Incendios

P RÓXIMO ENCUENTRO DEL G RUPO E UROPEO DE L ABORATORIOS DE E NSAYO Y E NTIDADES DE C ERTIFICACIÓN E I NSPECCIÓN DEL F UEGO AFITI-LICOF (Centro de Ensayos e Investigación del Fuego) y AIMCMCTM (Centro Tecnológico de la Madera) acogen y organizan el Próximo Encuentro del Grupo Europeo de Laboratorios de Ensayo y Entidades de Certificación e Inspección del Fuego (EGOLF), que tendrá lugar, en Toledo, los días 26, 27, 28 y 29 de septiembre de 2005. EGOLF es una asociación fundada en 1988, sus miembros son Laboratorios de Ensayo, Entidades de Certificación e Inspección del Fuego de toda Europa. En este encuentro se celebran las reuniones de los Comités Técnicos y del Plenario, donde se debaten todos los asuntos relacionados con: - la protección pasiva contra incendios a través de los ensayos de resistencia y reacción al fuego de los productos, elementos y materiales de la construcción. - la certificación e inspección de los productos, elementos y materiales de la construcción. - asuntos relacionados con los ensayos de protección activa, certificación e inspección de los aparatos, sistemas y equipos de lucha contra incendios. - asuntos relacionados con la calidad y seguridad industrial,

La finalidad de estas reuniones es: - Dar a conocer los acuerdos, la normativa y la reglamentación europea que estará en vigor en breve, o que,estando en estos momentos en vigor, aún no ha llegado al sector industrial y profesional, tomando como referencia los asuntos tratados en el CEN (Comité Europeo de Normalización), en Organismos Notificados y en EA (Entidades Europeas de Acreditación). - Establecer acuerdos y recomendaciones técnicas que son de aplicación a todos los miembros, tomando como base los asuntos tratados en el CEN (Comité Europeo de Normalización), en Organismos Notificados, etc. - Fomentar la competitividad de las industrias frente a los nuevos retos en el sector de la Seguridad Contra Incendios, a través de los ensayos, la inspección y la certificación de productos de acuerdo a la Directiva de Productos de la Construcción. - Formar, informar y preparar a los laboratorios de ensayo con las mismas técnicas y criterios de ensayo, con el fin de facilitar entre otros, a fabricantes, distribuidores, etc., un mercado libre entre los países de la Unión Europea. Para la gestión de este Encuentro AFITI-LICOF y AIMCM-CTM cuentan con la inestimable participación de APICI.

- etc. Para más información: www.afiti.com

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NUEVO COMITÉ CTN 157 Se ha creado un nuevo comité técnico para la normalización de los proyectos en general y de los de seguridad contra incendios en particular. El nuevo comité tiene el número 157 y su secretaría general está ubicada en el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Cataluña. El grupo de trabajo de los proyectos de protección de incendios es el número 9 y está formado por un numeroso grupo de miembros entre los que figura APICI. Los trabajos están muy avanzados y se espera que se disponga de un primer borrador de norma antes de finales de este año. Entendemos que la normalización de los proyectos de los sistemas de protección de incendios constituirá un hecho muy positivo para lograr una mayor eficacia y fiabilidad de los sistemas de protección de incendios en nuestro país. Por otro lado, el nuevo marco de diseño basado en prestaciones o "performance based" plantea nuevos desafíos a la hora de proyectar los sistemas de protección de incendios por lo que la disponibilidad de una norma específica para la confección de los proyectos puede ser en este nuevo marco absolutamente imprescindible. Para más información: ctn157secretaria@eic.es


Primera Línea La actualidad en el mundo de la Seguridad contra Incendios

E L P ANEL S ANDWICH DE P OLIURETANO RÍGIDO . V ERDADES Y M ENTIRAS COMENTARIOS

Hemos recibido en la redacción de ICI el siguiente comentario de AFELMA, Asociación de Empresas Fabricantes de Lanas Minerales Aislantes, en relación al artículo “El Panel Sandwich de Poliuretano Rígido. Verdades y Mentiras” de Roberto Santos, publicado en el número 1 de ICI:

Aún admitiendo que se siguiera utilizando la clasificación antigua, la afirmación del artículo es incorrecta, ya que las lanas de vidrio, al igual que las lanas de roca, son normalmente M0. Efectivamente, existen productos comerciales con clasificaciones M1 y otras que corresponden a derivados de las lanas minerales (lanas de vidrio y lanas de roca) con algunos tipos de revestimientos que suelen empeorar la clasificación al fuego del productos básico, que sí es M0.

N OTA

DE LA

R EDACCIÓN

Toda vez que ICI es una revista de perioricidad trimestral, hemos considerado oportuno en esta ocasión rogar al autor del artículo criticado su respuesta a la nota recibida que incluimos a continuación: RESPUESTA DEL AUTOR

En relación al artículo de referencia, le comunicamos nuestro desacuerdo con muchas de las opiniones indicadas en el mismo, aunque entendemos que esa revista no es responsable de dicha opiniones. Sin embargo, si hemos encontrado alguna notoriamente incorrecta, por lo que agradeceremos publique la siguiente rectificación: Cuando se habla de las lanas de vídrio (Glass Wool-GW), se indica en dicho artículo que su comportamiento al fuego es M1 (combustible, no inflamable). Debe aclararse que las lanas minerales (Mineral Wool-MW) para aplicaciones en la edificación deben llevar obligatoriamente el Marcado CE, y, por tanto, los sistemas de clasificación de su comportamiento al fuego son las Euroclases.

Una vez estudiada la aclaración realizada por AFELMA al artículo de referencia, he de señalar que es correcta su aclaración respecto a la actual clasificación de algunos productos aislantes según Euroclases por la obligatoriedad de llevar el Marcado CE. Sin embargo, hasta donde llega nuestro conocimiento, la norma europea de paneles sandwich no está en vigor y la clasificación vigente para estos productos es la antigua (la de las conocidas M’s). Con el ánimo de no distorsionar el mercado con la doble clasificación, este artículo ha querido presenar la información en términos genéricos y de clasificación uniformes; sin hacer distinción entre la clasificación de los materiales de origen y la de los productos que se utilizan finalmente en la construcción. Roberto Santos

F E R I A S AMERICAS’ FIRE EXPO 2005 del 19 al 21/07/05 Miami - Estados Unidos NFPA www.nfpaamericasfire.com 39 IEEE CONGRESO INTERNACIONAL SOBRE TECNOLOGÍA DE LA SEGURIDAD del 11 al 14/10/05 Las Palmas de Gran Canaria IEEE carnahan2005@ulpgc.es www.carnahan2005.ulpgc.es A + A del 24 al 27/10/05 Dusseldorf - Alemania www10.aplusa-online.de SICUR 2006 Del 21 al 24/02/06 Madrid IFEMA sicur@ifema.es www.sicur.ifema.com

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Primera Línea La actualidad en el mundo de la Seguridad contra Incendios

P REVENTIA 2005 C ONGRESO DEL F UEGO C ONGRÉS DEL F OC Durante los pasados días 8 y 9 de Junio se celebró en el seno del Salón Preventia 2005, en la Fira de Barcelona el Congreso del Fuego, dedicado al análisis de los dos temas de la mayor actualidad en este momento: Protección de Edificios de Gran Altura (EGA) y Reglamento de Seguridad Contra Incendios en los Establecimientos Industriales (RSCEI). El Congreso tuvo como entidades organizadoras a la Generalitat de Catalunya, al Ayuntament de Barcelona, a FREMAP y a nuestra asociación APICI que tuvo a su cargo la organización técnica.

Al Congreso concurrieron más de 200 asistentes, técnicos de proyectos y responsables de prevención de riesgos laborales. La Jornada Inaugural tuvo lugar en la mañana del día 8, y fue presidida por la Honorable Consejera de Interior de la Generalitat Dª Monserrat TURA, a la que acompañaron en la mesa presidencial, el Regidor y Presidente de la Comisión de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Ilmo. Sr. D. Jordi HEREU, el Vicepresidente de APICI, D. Rosendo DURANY, del Director General de FREMAP, D.Jose Angel FERNANpág.11

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DO, D. Pere SÁNCHEZ, Presidente de Preventia, el Decano del Colegio de Ingenieros Industriales de Catalunya, D. Àngel LLOBET, y el Presidente de la entidad promotora de Preventia, D. Jorge LLUCH.

General de Emergencias de la Generalitat. Con los cinco ponentes se desarrolló un amplio coloquio que fue del mayor interés para los asistentes, y que completó la sesión de mañana.

Nuestro Vicepresidente manifestó la necesidad de regular la profesión de ingeniero de protección de incendios en nuestro país, como vía para que el conjunto profesional de reguladores, consultores, fabricantes e instaladores pueda generar los niveles de seguridad contra incendios que demanda una sociedad como la española.

La sesión de tarde fue presidida por D. Manuel CASAS, miembro de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Catalunya, y que contó con un panel formado por: Miquel REJAT, de la Dirección General de Emergencias y Seguridad Civil de la Generalitat, que expuso Una visión comparativa internacional sobre normativa de protección de incendios en EGA. Frederic MARIMON, Profesor de estructuras de la UPC, que presentó su ponencia sobre Estructura y Compartimentación. Santiago MONTERO, miem-

La Consejera de Interior pronunció un interesante discurso poniendo asimismo de relevancia la importancia de nuestro colectivo de profesionales de la ingeniería de la seguridad contra incendios en nuestra sociedad. A continuación se inició la primera jornada sobre el tema, LOS INCENDIOS EN LOS EDIFICIOS DE GRAN ALTURA, que presidió y moderó el Director General de Emergencias y Seguridad Civil de la Generalitat, D.Ricardo OLABEGOYA, y que corrió a cargo de dos ponentes de excepción, los conocidos arquitectos Francesc LABASTIDA del Colegio de Arquitectos de Catalunya y José PASCUAL miembro de APICI, que expusieron las peculiaridades que presentan los edificios de gran altura para su protección de incendios, y la importancia del adecuado diseño de la seguridad contra incendios por encima de los requisitos mínimos, establecidos o no, en la normativa vigente. También se revisaron las lecciones aprendidas de los incendios recientes en edificios de fuera y dentro de nuestro país, incluyendo con carácter especial el último del Edificio Windsor de Madrid. Posteriormente se sumaron al panel los señores Jordi SECALL, Jefe de la División de Bomberos del Ayuntamiento de Barcelona, y Albert VILANOVA, Adjunto de la División Operativa de la Dirección

bro del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Catalunya, que planteó el Control de Humos. Rosendo DURANY, Vicepresidente de APICI, que habló sobre los Sistemas de protección activa. Andrés PEDREIRA, Vicepresidente de APICI, que expuso los sistemas de Rociadores en los edificios de gran altura y su equilibrio hidráulico.Y cerró la sesión el Secretario General de APICI, Fernando VIGARA, que habló sobre el Diseño basado en eficacia o PERFORMANCE BASED. La última sesión del Congreso se


Primera Línea La actualidad en el mundo de la Seguridad contra Incendios

desarrolló durante la mañana del jueves día 9, que se dedicó a la GESTIÓN DEL RIESGO EN EL SECTOR INDUSTRIAL. La Jornada estuvo presidida por Dª Nuria GASULLA, Subdirectora General de Prevención y Evaluación de la Dirección General de Emergencias de la Generalitat. Se trataron los siguientes temas: El Nuevo Reglamento de Seguridad Contra Incendios en Establecimientos Industriales, por Jesús MARTINEZ, Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento del Ayuntamiento de Barcelona. Seguridad Industrial, por Alfons Molina, de la Subdirección General de Industria de la Generalitat de Catalunya. El Plan de Emergencia en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, por José Luis IGUAL, de FREMAP. Posteriormente se abordaron los temas de Seguridad Medioambiental, por Antoni CHOY, Subdirector General de de Intervención y Cualificación Ambiental de la Generalitat de Catalunya. La Visión Municipal, por Ángel SIMÓN, Responsable de la Sección de Actividades de Medioambiente del Ayuntamiento de El Prat de Llobregat, y la Visión Sindical, por Víctor FERNANDEZ, Delegado de Prevención de UGT en Catalunya para los Bomberos de la Generalitat. A continuación se celebró un amplio debate y se procedió a la Clausura del Congreso por Dª Nuria GASULLA, Subdirectora General de Prevención y Evaluación de la Dirección General de Emergencias de la Generalitat. APICI tuvo un stand muy visitado en el palacio de expositores de PREVENTIA 2005.

Socios Simpatizantes

N UEVE

PERSONAS HOSPITALI ZADAS TRAS DECLARARSE UN INCENDIO EN UNA ESTACIÓN DE METRO DE E STOCOLMO

El pasado mes de mayo, nueve personas fueron trasladadas al Hospital Karolinska de Estocolmo al sufrir problemas respiratorios después de que se declarase un incendio en la estación de metro de Rinkeby, al noroeste de la capital sueca. El fuego, que fue controlado hora y media después, pudo deberse a un cortocircuito en un cable del metro, según la policía, que también informó de que una cantidad “indeterminada” de personas, acudió por su propio pié a centros hospitalarios de la zona para ser atendidas. Bomberos, ambulancias y servicios de rescate se desplazaron a la estación para atender a los viajeros y averiguar si alguna persona se había quedado atrapada en la estación. El humo provocado por el incendio se extendió por toda la estación y llegó a la Plaza de Rinkeby, que tuvo que ser bloqueada por la policía, mientras que la línea de metro entre Rinkeby y Hjulsta quedó fuera de servicio.

2005 APICI ha creado la figura de Socio Simpatizante para estrechar las relaciones entre la Industria y la Comunidad de la Ingeniería de Protección contra Incendios. Ser Socio Simpatizante reconoce aquellas empresas que tienen un interés común con APICI en la contínua mejora de la información y formación de los profesionales del PCI como mejor medio para lograr los mayores niveles de Seguridad contra Incendios en nuestra Sociedad.

Afiti-Licof Arce Clima Ashes Fire Consulting Casmar Colt Ibérica Comin, S.L. CPI-Comercial de Protección contra Incendios Fire-Consult, S.L. FVA, S.L. Marioff - HI-FOG, S.A. Nordes, S.A. Notifier España, S.A. Prosysten Ruiz Sistemas S.L. - RUCA Securitas Sistemas de Seguridad, S.A. Sima, S.L. Telefónica Ingeniería de Seguridad Ubeda Consulting, S.L. Vision Systems

Para más información: www.apici.net

Wormald Mather + Platt España, S.A. Para más información:

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apici@apici.net


Performance-B Based

El diseño de la protección contra incendios basado en prestaciones. La protección del patrimonio histórico y artístico "Performance-Based Fire Protection"

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a evolución de las herramientas y tecnologías de protección contra incendios, experimentada en los últimos años permite que los arquitectos e ingenieros, que deben diseñar las medidas de protección de incendios, puedan realizar diseños más adecuados, útiles y eficaces para la protección de edificios e industrias en general. Estos nuevos desarrollos hacen posible la evaluación del riesgo e identificación de los posibles escenarios de incendio, de forma cualitativa y cuantitativa. Se dispone de métodos de modelización computacional de los fenómenos desarrollados en un incendio, y del comportamiento de las personas afectadas. Por consiguiente, la selección de las medidas de protección puede ser evaluada anticipadamente en cuanto a su eficacia y fiabilidad. En definitiva se pueden tomar decisiones informadas, a la hora de desarrollar los proyectos de protección de incendios. Esta situación ha posibilitado el nacimiento de un nuevo marco, de diseño y normativo, para la protección de incendios, que contrasta con el marco tradicional definido por los códigos prescriptivos dónde, en algún modo, se practicaba el "café para todos", con pocas excepciones. Sin duda este nuevo marco permite abordar la protección de edificios e industrias singulares de forma más adecuada, definiendo estrategias de protección que expliciten el fin de la protección (seguridad de los ocupantes, protección de la propiedad, continuidad de

las operaciones, o minimización del impacto medioambiental), los objetivos (máximos parámetros de temperaturas, concentraciones, etc.) y el criterio de eficacia. La protección del patrimonio histórico y artístico, por su carácter de ser patrimonio de la humanidad e irreemplazable, forma sin duda un conjunto a proteger al que debería aplicársele los mejores conocimientos y medios disponibles en ingeniería de protección de incendios.

Redacción ICI Congreso se anunció a todos los Directores y Responsables de los diversos museos e instituciones culturales de nuestro país para los que lamentablemente la convocatoria no pareció resultar de interés, si consideramos su muy escasa asistencia.

No parece que en nuestro país se esté aplicando este criterio, a pesar de ser uno de los patrimonios culturales más relevantes en el universo, que cuenta con pinacotecas como El Prado o el Thyssen Bornesmizza. No podemos afirmar que, cuando por alguna razón se procede a la reforma de estas instituciones de índole cultural, se cuente con la intervención facultativa de especialistas acreditados en protección de incendios. Por otro lado, tampoco existe en nuestro país ninguna normativa específica que defina las obligaciones y requisitos para la protección de este patrimonio. Recientemente nuestra asociación APICI celebró el III Congreso Bienal de Ingeniería de Protección Contra Incendios, con una asistencia aproximada de 400 congresistas. El Congreso se dedicaba en una de sus jornadas a la protección de Museos, Archivos y Bibliotecas. Para hablar sobre el tema contamos con ponentes y profesionales del mayor prestigio internacional, de este y del otro lado del Atlántico. El

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CONCLUSIONES

No ha mucho tiempo APICI denunció públicamente, en los medios de comunicación, ante las autoridades del Ministerio de Cultura, y a la Dirección del propio Museo, la actuación, en materia de protección de incendios, de una de las más importantes pinacotecas de nuestro país. La razón fue que dicha actuación nos pareció inadecuada en cuanto a su eficacia, fiabilidad y procedimiento de actuación para la protección de las pinturas en cuestión. La única respuesta consistió en críticas, sin el menor fundamento técnico, a nuestra denuncia. El colofón corrió a cargo de un esperpéntico "premio a la investigación en seguridad", a los responsables de la seguridad de la pinacoteca. Insertamos a continuación las conclusiones del Congreso en lo que se refieren a la protección de incendios del Patrimonio Histórico y Artístico:

"Urge regular de forma específica la seguridad contra incendios del patrimonio histórico artístico de nuestro país, tanto en lo referente, a los edificios que lo contienen como a su contenido y obras de arte. La reglamentación de protección de incendios, existente en España en la actualidad, contempla solamente la protección de los edificios. (NBE- CPI96- Uso Cultural), lo que resulta insuficiente. La protección de incendios del patrimonio histórico y artístico debe venir marcada principalmente, por la exquisitez de sus sistemas de prevención, detección y protección pasiva contra incendios. La selección de los sistemas idóneos de protección de incendios para los almacenes de obras de arte, al igual que del resto de los sistemas de protección de incendios del edificio, y tal como está legislado, debe contar siempre con la intervención de técnicos titulados profesionales competentes en ingeniería de protección de incendios. El técnico de protección de incendios debe proceder a la realización de un proyecto de protección de incendios, dónde conste una correcta y documentada evaluación del riesgo de incendio, los criterios de eficacia a conseguir con los sistemas a implantar, y la justificación de los niveles de seguridad obtenidos. Es incuestionable la autoridad de los facultativos de los museos sobre la conservación de las obras de arte y la prevención de los daños que las mismas puedan sufrir por acción de los productos de extinción de incendios. Asimismo no parece que pueda cuestionarse que la evaluación del riesgo de incendio y la selección de los sistemas más idóneos de protección de incendios son competencia de los técnicos profesionales de la seguridad contra incendios. La responsabilidad última de la seguridad contra incendios corresponde al director del museo, archivo o biblioteca. En consecuencia parece que el proceso adecuado a la hora de acometer la protección de un edificio de estas características o de su contenido, deba incluir siempre la participación y consenso de los profesionales de la protección de incendios y la de los profesionales facultativos de los museos, con la sanción última del director de la institución."

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A continuación reproducimos un artículo sobre el adecuado procedimiento de protección de incendios de las instituciones de índole cultural, tales como, mueseos, galerías de arte, bibliotecas, etc., redactado por los ingenieros de protección de incendios norteamericanos Brian T. Rhodes, P.E. and Eric R. Rosenbaum, P.E., que entre otras instituciones culturales han sido los responsables de la protección de incendios de la National Gallery of Art en Washington. A través del artículo puede comprobarse la adecuada metodología seguida, la participación en las decisiones de un equipo de profesionales representantivo de las diversas areas de responsabilidad de las instituciones tratadas, y sin duda la exquisitez, respeto y consideración que los ciudadanos y autoridades de un país como los Estados Unidos da a la protección de incendios de su patrimonio artístico.


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Protección del Patrimonio Histórico Artístico: Un enfoque basado en Objetivos para la Seguridad contra incendios

Brain T. Rhodes Hughes Associates, Inc Este artículo fue presentado por sus autores en el III Congreso de Ingeniería de Protección Contra Incendios de APICI, y proporciona una visión general de la metodología seguida por la firma norteamericana de consultoría de protección de incendios a la que pertenecen, para evaluar varias instituciones culturales, museos, galerías de arte, y bibliotecas nacionales. En cada caso, el resultado final de la evaluación condujo al desarrollo de un plan completo de protección contra incendios basado en los riesgos específicos de seguridad contra incendios y en los aspectos singulares de cada edificio e institución.

INTRODUCCIÓN El tratamiento de la seguridad contra incendios en las instituciones de índole cultural, tales como museos, galerías de arte, bibliotecas, etc., presenta muchos aspectos, singulares y desafiantes. La seguridad de sus ocupantes y de los bomberos, en el caso de un siniestro que hiciera precisa su intervención, constituye por supuesto la primera preocupación. Pero sin duda, el riesgo de incendio de los bienes a proteger, extremadamente valiosos y generalmente insustituibles, es también un punto clave y las colecciones expuestas y almacenadas en este tipo de edificios deben ser protegidas adecuadamente. Otra área a considerar es la seguridad contra incendios de los edificios que contienen las colecciones, edificios frecuentemente de naturaleza histórica y que representan un valor cultural signi-

ficativo. Y, sin duda, otra preocupación son los daños que pudiera provocar el sistema de protección contra incendios seleccionado, en caso de extinción de un incendio real o de descarga accidental. Los requisitos de protección establecidos en los códigos prescriptivos a menudo no tratan adecuadamente los aspectos singulares que afectan a las propiedades culturales, sin embargo el análisis basado en objetivos, Performance Based Analysis (PBA), proporciona una vía para el diseño alternativo a los requisitos de los códigos prescriptivos. El PBA se puede utilizar para desarrollar de forma más apropiada las estrategias de protección contra incendios para este tipo de edificios, permitiendo establecer metas y objetivos de protección contra incendios de forma específica, relacio-

Sin duda, el riesgo de incendio de los bienes a proteger, extremadamente valiosos y generalmente insustituibles, es también un punto clave y las colecciones expuestas y almacenadas en este tipo de edificios deben ser protegidas adecuadamente.

Eric R. Rosenbaum Hughes Associates, Inc nados con la seguridad de la vida humana, la protección de los bienes culturales, la conservación del edificio histórico, la seguridad o el propio funcionamiento de la institución.

LA METODOLOGÍA DE PCI BASADA EN OBJETIVOS Los sistemas requeridos para la protección contra incendios en los edificios de cualquier uso específico, así como los criterios de diseño de los sistemas a aplicar, quedan especificados en las reglamentaciones locales o estatales contra incendios. Estas reglamentaciones o códigos técnicos suelen tener un carácter típicamente prescriptivo, y los requisitos de protección contra incendios, más o menos exigentes, se establecen de acuerdo con las características de peligrosidad del edificio en cuestión (p.ej.: altura, tipo de construcción, uso a que se dedica el edificio, etc.), en lugar de establecer metas, objetivos o criterios de eficacia, analíticos y específicos de seguridad contra incendios. Para una gran mayoría de los edificios que se construyen, el enfoque prescriptivo de la seguridad contra incendios puede resultar adecuado. Sin embargo, la protección de los bienes culturales, obras de arte, archivos, bibliotecas, etc., así como la protección de los propios valores históricos de los edificios que los contienen, plantea necesidades específicas de protección, que no quedan siempre debidamente tratados en los códigos prescriptivos mencionados.

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El código NFPA 909, Code for the Protection of Cultural Resources (Código para la protección de los recursos culturales) de la National Fire Protection Association (NFPA), proporciona ciertas guías para proceder correctamente en la protección de incendios de este entorno. Este código, en esencia, requiere el desarrollo de un plan completo de protección contra incendios basado en la adecuada evaluación del riesgo de incendio en la institución. En su introducción establece: "Las técnicas de evaluación del riesgo proporcionan una herramienta valiosa a la hora de clasificar los grados y la severidad de los riesgos en los que una institución cultural pueda encontrarse involucrada. Aunque ningún método es infalible, el uso adecuado de los procedimientos de evaluación del riesgo y la consideración de las enseñanzas de las "lecciones aprendidas" pueden proporcionar medidas de protección contra incendio con la mejor relación costeeficacia". (NFPA 909) (1) El uso de la evaluación del riesgo basada en objetivos permite diseñar la protección contra incendios de un edificio de forma que se alcancen metas y objetivos específicos de seguridad contra incendios. Además de la seguridad de los ocupantes, y de la protección de la propiedad, el análisis puede incorporar también objetivos de diseño orientados a preservar determinadas características del edificio o aspectos funcionales específicos de la institución (como por ejemplo, la seguridad o el tiempo de inactividad después de un incendio). La metodología usada por los autores de este documento para la evaluación de las diversas propiedades culturales que proporcionan los datos de este estudio, se basó en la Guía "Engineering Guide to Performanced Based Fire Protection, Analysis and Design of buildings" de la Society of Fire Protection Engineers (SFPE) (2). La Guía SFPE proporciona una metodología que es reconocida por los Códigos Nacionales de Incendio en USA (p.ej.: el NFPA 101, Life Safety Code), como un método aceptable para evaluar las opciones de diseño en vez de tener que aplicar de tenor literal los criterios establecidos en los códigos prescriptivos.(3) En cualquier caso, aunque se encuentran disponibles las pautas generales para la evaluación de riesgos basada en objetivos, no se dispone de un Standard único, o de una metodología aceptada, que haya sido desarrollado específicamente para la evaluación basada en

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objetivos de las grandes instituciones culturales, generalmente complejas y singulares. En consecuencia la evaluación realizada, mediante la Guía SFPE tuvo que ser adaptada a cada institución, basándose en los aspectos singulares de los edificios, y en las metas y objetivos establecidos para cada proyecto. La figura 1 resume los bloques del proceso general de la evaluación basada en objetivos, utilizado en la metodología presentada en la Guía de SFPE. Este proceso se completó y adecuó a la medida de cada una de las propiedades culturales evaluadas. Las secciones siguientes describen los procedimientos claves de la evaluación del proceso de PBA y cómo fueron aplicados a las propiedades culturales evaluadas.

DEFINICIÓN DEL ALCANCE DE P ROYECTO , M ETAS DE S EGURIDAD C ONTRA I NCENDIOS , O BJETIVOS , Y C RITERIO DE E FICACIA El primer paso del proceso del PBA consistió en definir el alcance de cada proyecto, para asegurar que todos los participantes, compromisarios en el mismo (stakeholders) comprendiesen, y estuviesen de acuerdo en la dirección del proyecto y las limitaciones de la evaluación.

Fig. 1 - Metodología del análisis basado en objetivos.

El grupo de participantes, compromisarios del proyecto, quedó formado por representantes de los diversos intereses de la institución, en términos de la protección del edificio, de las colecciones, o de los ocupantes ante el riesgo de incendio. Principalmente fueron responsables pertenecientes a las áreas de mantenimiento, administración, seguridad, facultativos de conservación, arquitectos especialistas en la conservación de edificios históricos, e ingenieros de diseño. En los casos en los que existía una determinada autoridad pública dentro del marco de aplicación de un determinado código, se solicitó su entrada en el grupo de participantes con prontitud, para obtener su consenso con respecto al enfoque propuesto y asegurar que sus requerimientos estuviesen orientados en el análisis. El grupo de participantes en el proyecto son los responsables de proporcionar los datos de entrada a través del proceso del diseño y asegurarse colectivamente de que el análisis PBA trata adecuadamente todos los aspectos relevantes de la seguridad contra incendios en la institución. Para llevar el proceso adelante es necesario establecer los niveles de seguridad contra incendios que son aceptables a todas las partes implicadas. Estos niveles de seguridad contra incendios se determinaron estableciendo las metas, objetivos y criterio de eficacia del proyecto. Una vez establecidos estos criterios, los mismos fueron utilizados como la línea de referencia para determinar la aceptabilidad o no de los diferentes diseños posibles de seguridad contra incendios.


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Las metas de seguridad contra incendios pueden incluir uno o más aspectos de la protección contra incendios, tal como la minimización del número de heridos o pérdidas de vida a causa de un incendio; la limitación de los daños en los edificios, en su contenido o en determinadas características históricas; la reducción de los tiempos de interrupción de las operaciones; la limitación del impacto ambiental del incendio; u otras metas de importancia para las partes implicadas. Los objetivos de seguridad contra incendios son una concreción de las metas en términos cuantificables. Los objetivos para una propiedad cultural pueden incluir aspectos relacionados con la seguridad de la vida, tales como el mantenimiento de las condiciones de habitabilidad y la integridad estructural del edificio durante el tiempo de evacuación requerido; o requisitos de protección de la propiedad, tal como la prevención de la pérdida de colecciones fuera del recinto del origen del fuego, o la prevención del daño directo a colecciones a causa de los sistemas de extinción (por ejemplo, por la descarga accidental de agua), o el mantenimiento de características históricas específicas del edificio. Una vez que las metas y objetivos quedan establecidos, se puede desarrollar el criterio de eficacia específico. El criterio de eficacia redefine los objetivos del diseño en parámetros en función de los que puede ser evaluada la idoneidad de las estrategias de seguridad contra incendios propuestas. En el caso que los objetivos se puedan cuantificar, se proponen valores numéricos que se pueden evaluar utilizando cálculos de ingeniería. Sin embargo, algunos aspectos del diseño, tales como los estéticos y los objetivos de operación, no siempre pueden ser cuantificados de una manera apropiada. En estos casos, los criterios específicos de eficacia no fueron establecidos. La tabla 1 presenta un criterio de eficacia que podría utilizarse en el PBA.

Una vez que las metas y objetivos quedan establecidos, se puede desarrollar el criterio de eficacia específico. El criterio de eficacia redefine los objetivos del diseño en parámetros...

Para satisfacer el objetivo de seguridad de la vida humana, los ocupantes deben ser protegidos de los efectos peligrosos del fuego durante el período requerido para la evacuación. El criterio de eficacia para la seguridad de la vida humana

En edificios que contienen bienes culturales, como las colecciones de un museo o biblioteca, es necesario establecer los criterios de daños para el contenido, para cuantificar las pérdidas causadas por un incendio. Los daños se

Tabla 1 - Criterio de eficacia para definir los objetivos de seguridad contra incendios

P ARÁMETRO

S EGURIDAD DE O CUPANTES

LOS

P ROTECCIÓN DE LAS C OLECCIONES C ULTURALES

P ROTECCIÓN E STRUCTURAL DEL E DIFICIO C ONTINUIDAD O PERACIONES , A SPECTOS E STÉTICOS DE LA E DIFICACIÓN DE

C RITERIO

DE EVALUACIÓN

- Mantenimiento de condiciones de visibilidad segura y de habitabilidad en las vías de salida durante el tiempo máximo de evacuación (las condiciones peligrosas cuantitativas de habitabilidad fueron definidas). - Mantener la integridad estructural durante el tiempo de evacuación (las condiciones estructurales cuantitativas de fallo fueron definidas). - El límite de temperatura y humo expuesto a las colecciones fuera de la habitación de origen (por ejemplo, T<60º, S<500 ppm). - Minimizar la exposición al agente de extinción. - Evitar las condiciones de flashover para la construcción protegida y resistente al fuego. - Evitar la acción de la llama directa a estructuras no protegidas de acero o hierro fundido. - Evaluado cualitativamente basado en el impacto del fuego y la estrategia propuesta de la protección de incendios. - Determinado por los participantes, caso por caso.

requiere específicamente que las rutas principales de salida en el edificio se queden expeditas y que la integridad estructural sea mantenida durante el tiempo necesario para la evacuación. Los efectos adversos para la seguridad de la vida humana a causa del incendio pueden depender de varias circunstancias peligrosas, que incluyen la exposición a temperaturas elevadas, a gases tóxicos e irritantes, a niveles reducidos de oxígeno, y a partículas visibles de humo. Los efectos pueden ser "instantáneos" si un individuo es expuesto a temperaturas muy altas o concentraciones altas de productos de combustión, o pueden estar relacionados con la "dosis" acumulada debida a una exposición durante un determinado periodo de tiempo. Los efectos de los distintos productos de combustión en el personal, individual y colectivamente considerados, son complejos y no son tratados en este documento. Para el análisis PBA, los límites cuantitativos de exposición se definieron para indicar de forma conservadora las condiciones que comenzarían a entorpecer la salida de ocupantes, aunque no presentaran necesariamente un peligro directo de la seguridad humana.

miden en función de determinados niveles, que fueron proporcionados frecuentemente por el personal de conservación de la institución. Los datos completos para el análisis indicaron que el daño a colecciones ocurriría típicamente debido a aumentos en la temperatura, humedad relativa, y exposición al humo. En muchos casos, la determinación de un conjunto fijo de criterios de actuación fue difícil ya que la gama de umbrales de daño variaba considerablemente (por ejemplo, de 35°C a 600°C, de ligera presencia de humo a alta concentración de humo) dependiendo del tipo de material expuesto y del ratio de variación de las condiciones de exposición. Adicionalmente, en museos y galerías, el tipo (tipos) de colecciones (p.ej.: pinturas, esculturas, fotografías, etc.) expuestas en los edificios cambia frecuentemente de recinto a recinto, y en cada recinto, dependiendo de cada momento o clase de exposición. Para tratar esta circunstancia, los criterios de daño se desarrollaron de forma que pudieran ser aplicados de modo conservador a la mayor variedad de materiales de colección. En algunos casos se establecieron niveles múltiples de daño para materiales

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culturales para diferenciar entre condiciones diferentes de exposición y pérdidas previsibles a causa del incendio (p.ej.: ningún daño apreciable, dañado pero restaurable, daño irreparable). La

durante un incendio. Para las partes del edificio construidas de materiales resistentes al fuego (por ejemplo, hormigón, o acero protegido al fuego), se escogió, como criterio de fallo, el comienzo de las condiciones de flashover. Para elementos estructurales no protegidos, el fallo se asumió que ocurriría con la exposición directa de las llamas durante un espacio de tiempo suficiente para causarlo (determinado específicamente para cada caso). No se establecieron criterios específicos de eficacia para el mantenimiento de la funcionalidad de las instituciones, ni tampoco para preservar la apariencia de edificio sus características históricas. Estos aspectos son muy subjetivos y fueron evaluados caso por caso en coordinación con las partes implicadas. Aunque no fueron cuantitativamente definidos, sin embargo estos objetivos jugaron un papel significativo en la determinación de las opciones posibles y adecuadas de diseño para cada edificio.

D ESARROLLO

DE LOS ESCE -

NARIOS DE FUEGO

selección de un conjunto común de condiciones de daño para todos los materiales de colección permitió la simplificación del modelado y la obtención de datos útiles que facilitaran la comparación, entre las varias estrategias de protección contra incendios, utilizando parámetros equivalentes. En definitiva, el propósito del análisis PBA era proporcionar una comparación de varios sistemas de protección contra incendios, para escoger la estrategia de protección más apropiada para las diferentes áreas del edificio. La obtención de una medida absoluta del daño ocasionado por el incendio era menos importante que la de proporcionar una comparación coherente entre diferentes opciones de diseño. Los criterios de eficacia para la protección de los edificios se dirigieron típicamente a prevenir el fallo estructural

Para evaluar el impacto potencial de los incendios en los edificios, se desarrollaron diseños de escenarios de incendio. El diseño de un escenario de incendio es el conjunto de condiciones que definen o describen los factores críticos para evaluar un sistema propuesto para la seguridad contra incendios. Estas características incluyen el desarrollo, tamaño y duración del fuego; la ubicación del fuego; las características del edificio (por ejemplo, la construcción, la ventilación, las aperturas/conexiones entre áreas); los sistemas disponibles de protección contra incendios (si existen); y las características de los ocupantes. Los diseños de escenarios de incendio son desafiantes, pero realistas, situaciones de incendio formulados para representar el tipo y severidad de los incendios que podrían ocurrir y poner a prueba a los sistemas instalados de seguridad contra incendios y la capacidad de respuesta del personal de emergencia. La evaluación de los escenarios de incendios proporcionó una estimación del riesgo anticipado de seguridad para los ocupantes y del daño

potencial a las propiedades que podrían resultar de un incendio. El diseño de los escenarios de incendio para las propiedades culturales se basó principalmente en la carga de fuego y las condiciones de edificio observadas durante las inspecciones de los edificios. Se postularon también escenarios de incendio para representar condiciones anticipadas o plausibles que pudieran surgir, tal como en el caso de condiciones de almacenamiento temporal, o de incendios provocados. Para cada institución, se escogieron docenas de puntos de referencia para la evaluación de los escenarios de incendio. Los incendios de diseño fueron cuantificados por su tamaño "pico", por la tasa de crecimiento del fuego, y por la duración de la combustión. Los escenarios consideraron situaciones de incendio en varias estancias de los edificios, incluyendo galerías y áreas públicas, espacios de almacenamiento de colecciones, laboratorios de conservación, áreas de administración, y espacios de oficina y mantenimiento. El tipo y el número de escenarios de incendio considerados para cada área se basaron en las condiciones de carga de fuego, uso y tamaño del espacio (espacios), impacto de los incendios en la seguridad de la vida humana y protección de la propiedad, y en la cantidad de información necesaria para evaluar las estrategias específicas de protección. En la mayoría de los casos, la potencia de fuego fue desde menos de 200-kW, aproximadamente equivalente al fuego producido por una pequeña papelera, a fuegos excediendo los 20.000-kW, equivalente a un fuego múltiple en distintas habitaciones. El objetivo fue representar la gama de los fuegos posibles que podrían ocurrir en el edificio.

Para evaluar el impacto potencial de los incendios en los edificios, se desarrollaron diseños de escenarios de incendio.

A veces, como cuando es la seguridad de vida humana el único factor a evaluar, no es necesario proporcionar una amplia gama de tamaños de fuego. Pueden utilizarse escenarios razonables de incendio del tipo "peor caso" para definir de forma conservadora las condiciones de incendio.

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La Certificación CEPI de la National Fire Protection Association (NFPA)

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a certificación CEPI (Certificación para Especialistas de Protección de Incendios de la NFPA constituye una credencial profesional universalmente reconocida y tiene como objetivo fomentar la profesionalización de la disciplina de la protección contra incendios a través de los países de habla hispana. El programa que en inglés se denomina CFPS (Certified Fire Protection Specialist) lleva varios años realizándose en los Estados Unidos. El objetivo original de esta certificación era la de proveer una certificación a los profesionales en protección contra incendios que trabajaban en el área industrial en los EE.UU. Hoy en día esta certificación tiene alacance internacional y ha sido obtenida por miles de profesionales de la protección contra incendios en todo el mundo, entre ellos gerentes de seguridad, consultores de protección de incendios, oficiales de bomberos, inspectores de incendio, así como instaladores y diseñadores de sistemas de protección contra incendios. Esta certificación CEPI se obtiene aprobando un examen compuesto por 100 preguntas tipo test con cuatro (4) respuestas opcionales, de las que solo una (1) es correcta. El examen es a libro abierto, y el alumno dispone de un tiempo de tres (3) horas para responder las 100 preguntas. Las preguntas son en español y adaptadas al contenido del Manual de Protección de Incendios (Fire Protection Handbook de NFPA) Edición 17. La certificación se compone de varios pasos: 1. Curso de preparación: Un curso de dos (2) días para explicar el contenido del examen, instruir a los candidatos como estudiarlo e identificar y explicar las dife-

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rencias entre los métodos de seguridad contra incendios entre España y los EE.UU. 2. Guía de Auto-Estudio: Una guía cuyo objetivo es el de ayudar a los candidatos a la certificación a estudiar por su propia cuenta para el examen del CEPI. Este documento en español se ha preparado específicamente para la 17ª Edición del Manual de Protección de Incendios de la NFPA.

contra Incendios, Edición en Español. 6. Criterios de elegibilidad: 1.Grado de licenciado de una Universidad de Ingeniería más dos (2) años de experiencia en el campo de la protección contra incendios. 2.- Diplomado en Educación Secundaria, más curso de Ingeniería Básica de Protección de Incendios, más (5) años de experiencia verificable

3. Matrícula para examen: Es necesario realizar la matrícula previa al examen. Existe una cuota que el alumno debe pagar antes de revisar si cumple los requisitos de eligibilidad para poder presentarse al examen. 4. Manual de Protección contra Incendios, edición 17: Esta publicación es la base para esta certificación. Cada persona que se presenta al examen debe tener su propio Manual. El examen estará basado únicamente en este documento. 5. El Examen: Es un examen de 100 preguntas en el formato de selección múltiple, a libro abierto, traducido al español y modificado de acuerdo a la Edición 17 del Manual de Protección

en el campo de la protección de incendios. La certificación puede ser obtenida una vez superado el criterio de elegibilidad, mediante presentación y aprobación del examen o siguiendo previamente el curso de preparación.

Para más información sobre fechas de examen, tasas de matrícula, etc. visitar la web: www.apici.net


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DESARROLLO DEL C ONSECUENCIAS .

ANÁLISIS

DE

La evaluación de consecuencias de incendio incluyó el análisis basado en las condiciones existentes del edificio, y la comparación con las consecuencias previsibles en el caso de que una o más de las posibles estrategias candidatas de protección contra incendios se encontrasen implementadas. Por medio del uso de modelos computacionales de incendio, se estimaron los efectos del fuego tanto en el cuarto de origen, como su propagación a otras áreas del edificio. Esta información permitió la predicción de las condiciones potencialmente peligrosas para la seguridad humana, y de las condiciones que podrían causar daños a la propiedad. Los tiempos para alcanzar estas condiciones peligrosas fueron comparados con tiempos de salida y los tiempos de respuesta de los equipos de emergencia.

Fig. 2 - Resultados Analíticos - Comparación de dos posibles diseños.

Fig. 3 - Ensayo de incendio involucrando un sistema de agua nebulizada y obras de arte.

El desarrollo del diseño de aquellos escenarios de incendio incluyó también la identificación de las estrategias candidatas a la protección contra incendios, y diseños tentativos de protección a evaluar, para varias áreas del edificio. Entre las estrategias candidatas de protección se consideraron sistemas automáticos de extinción de incendios (rociadores automáticos convencionales, agua nebuliza-

da y agentes gaseosos), sistemas de detección y alarma de incendios, intervención manual, control sobre existencia de materiales combustibles, sistemas de control del humo, compartimentación, y sistemas de compartimentación al fuego de las colecciones. Cada estrategia de protección fue considerada para cada área protegida individualmente, y en combinación con el resto.

Los efectos de los escenarios de incendio fueron evaluados utilizando modelos (4,5) computacionales de incendios y cálculos de ingeniería. En muchos casos, el edificio entero se simuló como un modelo computacional. El análisis incorporó los diferentes tamaños de recintos y geometrías, las aperturas entre espacios, los sistemas mecánicos de ventilación, y las condiciones ambientales. Para cada escenario, los efectos del incendio se estimaron, incluyendo temperaturas del recinto, las concentraciones de humo, la extensión de la propagación del humo, las alturas de la capa de humo, las concentraciones de los gases de la combustión, los tiempos de actuación de los detectores de incendio, y el movimiento del humo y calor por ventilaciones y aberturas. Se realizó también un análisis computacional de la evacuación para determinar el tiempo necesario para evacuar las diversas plantas y áreas del edificio. Una vez que fueron debidamente evaluadas las condiciones existentes del edificio, se consideraron las diversas estrategias candidatas de protección contra incendios. Comparando las pérdidas estimadas a causa del incendio, con y sin el sistema (o sistemas) de protección contra incendios a instalar, se pudo determinar el beneficio relativo obtenible con cada estrategia de protección. La figura 2 representa diversos resultados del modelado que ilustran el impacto de un escenario de incendios bajo las condiciones existentes del edificio comparadas al beneficio relativo proporcionado por dos de las estrategias candidatas de protección de incendios.

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En algunos casos, se llevaron a cabo ensayos de incendio real para soportar los resultados del análisis computacional y mostrar al grupo de participantes en el proyecto información educativa adicional sobre las diferentes estrategias específicas de protección contra incendios. La figura 3 representa una demostración del ensayo de incendio en la que se utilizaron como combustibles materiales representativos de las obras de arte y que se expusieron a las condiciones de incendio en un cuarto protegido por un sistema de agua nebulizada de alta presión. La demostración permitió observar las condiciones reales de los daños que podrían resultar de incendios semejantes a los considerados en el análisis PBA. El resultado final del análisis de consecuencias fue una estimación cuantitativa del daño de incendio que podía ocurrir frente a un amplio espectro de tipos de fuego en áreas diferentes del edificio, basado en las condiciones existentes en el edificio y asumiendo la existencia de una o más de los equipamientos de protección seleccionados. Se trató el impacto de los escenarios de incendio en la seguridad de la vida humana, daños sobre las colecciones, sobre la estructura del edificio, y continuidad de operaciones de la institución. Utilizando los resultados del análisis, el beneficio relativo de las diferentes estrategias de la protección contra incendios pudo ser estimado con referencia a las metas y objetivos establecidos por el grupo de responsables.

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E VALUACIÓN

DEL

R IESGO

Para algunas instituciones culturales, el análisis PBA incluyó no solamente el análisis de las posibles situaciones de incendio, sino también la evaluación del riesgo. El propósito de tratar el riesgo de incendio en algunos análisis PBA fue asegurarse de que el proceso de la toma de decisiones tuviese en consideración la fiabilidad de los sistemas de protección contra incendios, y que las estrategias seleccionadas de protección tratarían no solo los acontecimientos catastróficos de incendio, sino también los escenarios de incendio más pequeños y más probables, que podrían también dañar a las colecciones culturales o afectar negativamente la imagen pública de la institución. Los análisis PBA incluyeron la evaluación del riesgo mediante los dos métodos de evaluación más conocidos, la evaluación clásica del riesgo (classical risk assesment) y la graduación del riesgo (risk ranking). El método de evaluación clásica examina la frecuencia de cada escenario de diseño de incendio y la fiabilidad de cada componente del sistema(s) de protección contra incendio. En la evaluación clásica del riesgo, se utilizan los árboles de acontecimientos (event trees) y se debe disponer de los suficientes datos para permitir la cuantificación de la probabilidad de ocurrencia de todos los escenarios de incendio, así como la probabilidad de éxito o fallo del sistema(s) de protección contra incendios.

La graduación del riesgo es un método más simple de tratar y requiere menos datos que una evaluación de riesgo clásico. La graduación del riesgo permite la evaluación del riesgo cuantificando las consecuencias máximas de acontecimientos y relacionar éstas con las frecuencias aproximadas de ocurrencia. Cada uno de estos métodos sirvió como herramienta para ayudar a evaluar los beneficios relativos de las diversas estrategias de protección contra incendios. De acuerdo con el análisis de consecuencias y la evaluación del riesgo, las alternativas candidatas de protección fueron clasificadas en términos de su contribución al beneficio relativo de la protección para cada recinto - galerías, almacenes de colecciones, laboratorios, oficinas, etc. La intención de establecer esta clasificación, fue presentar las estrategias posibles de protección clasificadas y ordenadas, desde las condiciones existentes en el edificio hasta la solución más completa y óptima. Entonces, el grupo de participantes en el proyecto pudo examinar esta información en conjunción con la información del dossier PBA, para seleccionar la actuación de protección más adecuada para cada área basada en el nivel de riesgo de incendio aceptable y la viabilidad, coste e impacto estético de la estrategia. El objetivo del conjunto del análisis PBA fue en consecuencia facilitar al grupo de participantes del proyecto toda la información necesaria para permitirles la toma de una decisión informada.


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CONCLUSIONES La evaluación de la seguridad contra incendios basada en objetivos ofrece un enfoque de diseño alternativo a los códigos prescriptivos tradicionales. Este documento muestra la metodología empleada por la consultoría de protección de incendios Hughes Associates, Inc. para evaluar distintas propiedades culturales, tales como museos, galerías de arte, y bibliotecas nacionales. Dados los aspectos singulares presentes en muchos de los edificios culturales, la implementación de muchos de los requisitos de los códigos de protección prescriptivos se mostraba inadecuada o no facilitaba el nivel adecuado de seguridad contra incendios. En cada caso tratado, el propósito del análisis basado en objetivos (PBA) fue determinar las estrategias más apropiadas de protección contra incendios para cada institución, basadas en las características singulares del edificio y en las metas y objetivos específicos de la protección contra incendios, relacionadas con la seguridad de los ocupantes, la protección de las colecciones culturales, la seguridad de las construcciones históricas y la continuidad de operaciones de las instituciones. El análisis PBA evaluó las pérdidas potenciales y riesgos asociados ante una gama de posibles escenarios de incendio y las posibles de protección contra incendios.

El estudio analizó una variedad de recintos de cada institución, que incluyeron galerías de arte, áreas públicas, almacenes de las colecciones, laboratorios, espacios logísticos, así como las interacciones entre las diferentes áreas de cada edificio. De acuerdo con los resultados del análisis PBA, las posibles opciones de protección contra incendios fueron numeradas en términos de sus ventajas relativas en cuanto a los niveles obtenidos de seguridad contra incendios. Se identificaron todas aquellas opciones que cumplían o excedían las metas y objetivos establecidos de seguridad contra incendios, y que además respondían al objetivo de protección derivado de la aplicación de los códigos oficiales prescriptivos aplicables, y se efectuaron recomendaciones específicas de protección para cada área específica de cada edificio. El resultado final de cada análisis PBA resultó ser un plan completo para la protección contra incendios de la institución a proteger, basado en los riesgos relevantes de seguridad contra incendios y en los aspectos singulares de los edificios. Las estrategias recomendadas de protección contra incendios que resultaron de los análisis PBA se han incluido a varias de las instituciones culturales.

En cada caso tratado, el propósito del análisis basado en objetivos, fue determinar las estrategias más apropiadas de protección contra Incendios para cada institución, basadas en las características singulares del edificio ....

REFERENCIAS 1.NFPA 909, "Code for the Protection of Cultural Resources," Section B-8, National Fire Protection Association, Quincy, MA, 2001. 2.SFPE / NFPA, "SFPE Engineering Guide to Performance-Based Fire Protection Analysis and Design of Buildings," National Fire Protection Association, Quincy, MA, 2000. 3.NFPA 101, "Life Safety Code," Section A.5.1.1, National Fire Protection Association, Quincy, MA, 2003. 4.Peacock, R.D., P.A. Reneke, W.W. Jones, R.W. Bukowski, and G.P. Forney, "A User's Guide for FAST: Engineering Tools for Estimating Fire Growth and Smoke Transport," Special Publication 921, National Institute of Standards and Technology, Gaithersburg, MD, March, 2000. 5.Walton, G.N. and A.K. Persily, "CONTAM96: A Multizone Airflow and Contaminant Dispersal Model with a Graphical User Interface," (presented at the 17th AIVC Conference, Sweden, 1996), National Institute of Standards and Technology, Gaithersburg, MD.

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Nueva Reglamentación

RSCIEI - R.D. 2267/2004 Perspectiva de los Servicios de Bomberos

Prevención, Intervención e Investigación

H

an sido varios los artículos publicados en los que se ha ido desgranando el contenido del Reglamento, acercándolo a los técnicos encargados de redactar los proyectos de cualquier actividad industrial. La pretensión que me mueve al escribir estas ideas no es otro que dar otra perspectiva del problema al que pretende dar solución esta reglamentación, el riesgo de incendio en la industria.

Desde los Servicios de bomberos actuales, se tiene una visión global de esta problemática, al estar inmersos en las tres facetas fundamentales que toca esta normativa y que son competencia de los mismos: Prevención, Intervención e Investigación.

Desde los servicios de bomberos actuales, se tiene una visión global de esta problemática, al estar inmersos en las tres facetas fundamentales que toca esta normativa y que son competencia de los mismos: Prevención, Intervención e Investigación. Los SPEIS añaden al punto de vista técnico tradicional, el conocimiento teórico y práctico del comportamiento, de-

sarrollo y riesgos generados por el incendio, así como una visión muy realista de la situación, ya que la experiencia adquirida en los distintos siniestros hace comprobar que las instalaciones, diseños y concepciones que fueron implementadas el día de la apertura de la actividad, posteriormente no funcionan adecuadamente o han sido modificadas en muchas de las emergencias atendidas. Pero vayamos al principio, antes de entrar en el contenido del Reglamento debemos pararnos a pensar y comprender con la mayor amplitud posible el comportamiento del elemento contra el que pretendemos luchar, el incendio. Sin esta información, el diseño del sistema de seguridad contra incendios de una industria puede ser "perfecto teóricamente", pero su funcionamiento y operatividad es posible que tenga graves carencias.

Jaime Domínguez Bomberos - Cádiz cuánto tiempo se desarrolla un incendio?, ¿qué temperatura se puede alcanzar en él?, ¿cómo puede afectar esta temperatura a la estructura principal o secundaria y en cuánto tiempo?, ¿Cómo afecta el humo, gases y calor generado en el incendio a la evacuación y a la posterior intervención? Sólo respondiendo a estas y otras preguntas similares se podrá diseñar adecuadamente la seguridad contra incendios de un recinto industrial. Pongamos un ejemplo. A continuación hay una serie de imágenes. Forman parte de un experimento realizado para comprobar la forma de propagación de un incendio, en este caso, en el ámbito urbano, pero sus conclusiones pueden extrapolarse al escenario industrial. De un momento inicial, en el que se genera el incendio en un salón de características habituales en cualquier vivien-

Todos sabemos que un incendio es una reacción incontrolada de combustión, fuertemente exotérmica, que se propaga de manera más o menos rápida y genera condiciones ambientales extremas generando un riesgo muy importante para la vida. Además de esta definición teórica es necesario conocer más acerca de la dinámica del incendio, y al menos poder responder a una serie de preguntas: ¿en

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da, sin añadir ningún combustible adicional, en el transcurso de 1 minuto, el incendio puede atajarse con un extintor, pero en 2 minutos, dadas las condiciones de interiores de la habitación es ya necesaria la intervención de los bomberos. A los 3 minutos de iniciarse el incendio, el fuego devora la totalidad de los elementos de la habitación. Como puede extraerse de los datos de la experiencia anterior, y de la constatación diaria en los servicios de bomberos de todo el mundo, el incendio es un fenómeno que puede desarrollarse inicialmente en tiempo relativamente considerable, sin presentar, o presentado signos externos casi inapreciables. Posteriormente existe una fase, conato, donde es posible extinguirlo con muy pocos medios, y finalmente el desarrollo crece exponencialmente, donde los medios de los bomberos pueden ser suficientes o incluso verse desbordados. Respecto al incendio concreto en ámbito industrial, existen diferencias sustanciales respecto a los urbanos, que hacen que sea un siniestro más complejo y con riesgos adicionales durante las labores de extinción. Como norma general, la carga de fuego suele ser bastante superior, por lo que la envergadura del incendio complicará las labores de extinción en cuanto a necesidad de recursos, tanto materiales como humanos. En una industria existen instalaciones propias para el desarrollo de su actividad que pueden generar riesgos adicionales y no siempre conocidos por los actuantes, especialmente si están afectadas por el calor generado en el incendio (instalaciones de gases, depósitos, instalaciones eléctricas,…), además de la posible existencia de productos peligrosos, o que generen riesgos mayores en presencia del incendio. Dada las especificidades de cada industria, y a mayor tamaño y complejidad, se hace necesaria la colaboración entre el personal de seguridad y manteni-

miento de la industria y lo servicios de bomberos. Para ello debe existir una planificación adecuada, mediante un Plan de Emergencia y Autoprotección que coordine y organice el funcionamiento de la industria durante el siniestro. En función del nivel de riesgo, como por ejemplo las industrias afectadas por la Directiva Seveso II (en la normativa española RD 1254/99, por el que se aprueban medidas para el control de los riesgos inherentes a los accidentes graves en los que intervengan sustancias peligrosas), los condicionantes en cuanto a planificación y dotación de medios para el control de las emergencias debe ir en aumento para mantener un mismo nivel de seguridad mínima admisible. Desde el punto de vista operativo de un servicio de bomberos, los riesgos asociados a un incendio industrial son distintos, normalmente mayores y en muchas ocasiones desconocidos total o parcialmente, respecto a un incendio típico de ámbito urbano. Esto hace que

Respecto al incendio concreto en ámbito industrial, existen diferencias sustanciales respecto a los urbanos, que hacen que sea un siniestro más complejo y con riesgos adicionales durante las labores de extinción. sea de mayor complejidad, tanto por la gestión de mayor cantidad de información y medios, como por los mencionados riesgos que deben ser evaluados adecuadamente para desarrollar una intervención dentro de los parámetros de seguridad necesarios. En muchas ocasiones existen estructuras que pueden ser poco resistentes al incendio, o peor aún, que se desconozca si lo son o no, por lo que no se tendrá la certeza de cuanto tiempo podrá resistir los elementos estructurales antes de su colapso, por lo que en el desarrollo de las labores de extinción y salvamentos se tendrá una incertidumbre sobre este extremo. Se puede indicar que una estructura común de perfil metálico de una nave industrial que no se encuentre protegido por algún elemento adecuado puede disponer de una estabilidad al fuego por debajo de 10 minutos.

En la siguiente fotografía se muestra una nave, que quedó totalmente destruida por efecto de un incendio en San Roque (Cádiz). La estructura de cubierta de este edificio permaneció en pie apenas 8 minutos desde la llegada de los bomberos. Cuando los funcionarios llegaron a este siniestro ni siquiera existían signos externos de incendio en el interior. La gran carga de fuego y el transporte de calor por conducción, convección y radiación, hace que uno de los riesgos más importantes en este tipo de establecimientos sea la propagación de unos edificios industriales a otros colindantes o a terrenos forestales si es que existieran en sus inmediaciones. También se pueden dar otros riesgos adicionales como la emisión de productos peligrosos al medio ambiente, ya sea a la atmósfera como a redes de aguas pluviales, al mar, saneamientos, acuíferos,…. En función de los productos almacenados o producidos, y la cantidad de estos, pueden existir riesgos por efecto de toxicidad o explosividad en el recinto industrial así como en otras zonas más o menos alejadas de esta, pudiendo incluso alcanzar al ámbito urbano. Todo esto sin contar con cualquier otro riesgo específico de la industria concreta en la que se esté produciendo el siniestro. Desde un punto de vista de seguridad integral, para controlar este riesgo y todos los efectos anteriormente descritos, se entiende que no es suficiente con cumplir con un Reglamento de seguridad contra incendios. Desde mi punto de vista, una industria debe atacar este problema desde varios ángulos simultáneamente: Política de prevención de la empresa. La dirección de la industria debe estar concienciada de que los gastos en seguridad son inversiones y mejoras sustanciales en la actividad industrial, y por tanto debe implicarse de lleno en estos asuntos. Las industrias que generen riesgos importantes deberán disponer de medios para controlarlos, incluso dotaciones propias, permanentes y de dedicación exclusiva, de bomberos.

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Planificación de emergencias. Se debe disponer de los correspondientes planes de emergencia, por los que se evalúe las necesidades de la empresa en cuanto a medios de protección contra incendios, tanto materiales como humanos, y establecer un mecanismo de actuación de la industria en caso de emergencia. También es necesario establecer vínculos y alcanzar acuerdos con los servicios de bomberos locales para su actuación en el caso de que los medios propios se vean desbordados. Diseño y Ejecución de las instalaciones. Disponer de unas instalaciones diseñadas y ejecutadas, cumpliendo al menos con los mínimos indicados por la normativa vigente. Mantenimiento y Revisiones. Realizar de manera adecuada y por personal autorizado un mantenimiento tanto de las instalaciones de protección activa como de protección pasiva. Implantación del Plan de Emergencia. Realizar una correcta implantación de la planificación de emergencias y su correspondiente mantenimiento, en el que se realicen simulacros, se proporcione la información y formación adecuada a los trabajadores, se evalúe y re-evalúe las necesidades en cuanto a medios de seguridad Investigación de siniestros. Cuando se produzcan emergencias o incidencias, estas deberán ser estudiadas para posteriormente comprobar donde se produjo el fallo, y poner medios para evitar una repetición. De todos estos puntos, el nuevo Reglamentos de Seguridad contra Incendios en los Establecimientos Industriales, incide fundamentalmente en el diseño de las instalaciones, si bien menciona otros aspectos, que deberán desarrollarse normativamente para alcanzar una correcta implantación de la seguridad. En el caso concreto de la Planificación de Emergencias, indica que en un futuro se dispondrá de un listado de industrias que deberán disponer de un sistema de autoprotección o gestión de seguridad contra incendios, en función del nivel de riesgo que éstas generen. Sobre el mantenimiento, la reglamentación habla únicamente de la protección

activa, regulada por el Reglamento de Instalaciones de Protección contra Incendios, si bien debería también regularse en un futuro, cuanto más cercano mejor, el de la protección pasiva. Por el contrario si se indica que periódicamente las industrias deberán ser certificadas por un Organismo de Control respecto a que continúan cumpliendo con las indicaciones del RSCIEI y sobre la investigación de incendios. A pesar de estas carencias y de otras que se indicarán posteriormente, el disponer de una Reglamentación contra incendios en el terreno industrial es un gran paso, después de tantos años con un vacío normativo difícil de comprender. El ámbito del reglamento es complejo, al afectar a todas las tipologías de industrias, e incluso a ámbitos no industriales que por su riesgo se equiparan, por lo que es muy complicado dar soluciones válidas de manera sencilla. De hecho existen grandes carencias y en ocasiones, las medidas exigibles son desproporcionadas, tanto por exceso como por defecto. Del mismo modo, existen disposiciones, muy ambiciosas, que si finalmente son llevadas a cabo, proporcionarán una mejora más que sensible en la seguridad de muchas instalaciones. Otra de sus características más importantes e innovadoras de esta normativa, es que se hace más abierta, tendiendo hacia una reglamentación por objetivos en algunos casos, frente a la reglamentación prescriptiva tradicional.

El Reglamento dispone elementos innovadores, pero de aplicación compleja.

El problema de este tipo de normativa es que hace necesario disponer de un gran nivel de conocimiento tanto en la parte del diseño como de la administración que controla. Además es imprescindible que la ética profesional permanezca por encima de los intereses económicos y que los análisis de riesgos no sean manipulados para alcanzar un valor que evite la instalación de sistemas que son necesarios. Me pregunto si la España actual está preparada para esto. Mi experiencia y lamentablemente mi incredulidad me hacen pensar que todavía no lo estamos. Ojala me equivoque.

No obstante, espero que el actual Reglamento sea un primer paso, que nos lleve hacia una nueva normativa mucho más equilibrada y actualizada. Es pretensión del legislador desarrollar una guía técnica, no vinculante, que probablemente pueda ser el germen de la futura reglamentación. El Reglamento dispone elementos innovadores, pero de aplicación compleja. Entre ellos se encuentra el artículo dedicado a las inspecciones periódicas. Este aspecto, de implantarse de manera efectiva y exhaustiva sería un salto cualitativo, al necesitar cada industria en periodos siempre inferiores a 5 años, ser certificado nuevamente en cuanto a las medidas de seguridad contra incendios. Pero existen grandes complicaciones para ser llevado a cabo. En primer lugar debe ser el propietario, de motu proprio, el que solicite a un Organismo de Control Autorizado, la realización de la inspección. Actualmente el control por parte de la Administración de este cumplimiento es muy escaso, por lo que puede aparecer un gran hueco para la picaresca. Es necesario clarificar que es lo que se va a inspeccionar. Si la inspección va a ser de carácter eminentemente administrativo o se va a revisar a fondo el funcionamiento de la propia industria, el estado, mantenimiento y funcionamiento de los elementos de protección activa y pasiva, las modificaciones realizadas sobre el proyecto inicial, si se descubrirán errores en el cálculo del nivel de riesgo o se recalculará este con lo datos reales observados en el establecimiento durante las inspecciones.

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En el primer caso, el salto en la seguridad no sería tan grande. En el segundo caso se podrían producir situaciones muy complicadas de solucionar, como empresas que en proyecto declararon una altura de almacenamiento y posteriormente aumentaron esta, generando un mayor nivel de riesgo, y pudiendo ser necesario por tanto la instalación de rociadores automáticos de agua, mejora de la protección pasiva de la estructura, implementación de un sistema de extracción de humo y calor, etc. No obstante, si se quiere mejorar realmente los niveles de seguridad de la industria española, sería necesario ir por la segunda vía, así como concienciar a promotores y técnicos de sus responsabilidades y de las consecuencias que pueden tener las situaciones anómalas en el diseño de las instalaciones. Otro aspecto, que puede ser muy interesante, para la mejora futura de la reglamentación es la realización de la investigación de los incendios industriales de importancia. De estos datos podría realizarse un estudio estadístico de gran interés, y proporcionar información que hasta ahora no existe. Pero para poder realizar esto, no basta con una investigación realizada por la Comunidad Autónoma, en la que podrán participar lo servicios de bomberos. Los datos recogidos deberían seguir un esquema homogéneo en todo el territorio nacional, y ser incluidos en una base de datos de la que se puedan extraer conclusiones. Parece, que al menos en la actualidad, este no será el caso, ya que las investigaciones que se hagan pueden hacerse muy tarde, ya que el industrial tiene un periodo de tiempo de 15 días para avisar del hecho, y los datos van a ser heterogéneos y de difícil tratamiento estadístico. Los requisitos mínimos de seguridad indicados por el RSCIEI y que deben cumplir las industrias se basa fundamentalmente en la asignación de un nivel de riesgo y en el tipo de edificio en el que se incluya la activad.

T IPO A P LANTA S ÓTANO

B AJO

M EDIO

A LTO

P LANTA SOBRE

R ASANTE

R120 R90 (EF 120) (EF 90)

T IPO B P LANTA S ÓTANO

P LANTA SOBRE

R ASANTE

T IPO C P LANTA S ÓTANO

P LANTA SOBRE

R ASANTE

R90 (EF 90)

R60 (EF 60)

R60 (EF 60)

R30 (EF 30)

No R120 R120 admitido (EF 120) (EF 120)

R90 (EF 90)

R90 (EF 90)

R60 (EF 60)

No No R180 R120 R120 admitido admitido (EF 180) (EF 120) (EF 120)

R90 (EF 90)

En esta nueva versión, se ha clarificado la tipología de edificios industriales. La gran discrepancia en este punto se encontraba en las naves industriales adosadas que compartían la estructura, por lo que el propio conjunto de naves, era el que realmente conformaba el edificio.

Los requisitos mínimos de seguridad indicados por el RSCIEI y que deben cumplir las industrias se basa fundamentalmente en la asignación de un nivel de riesgo y en el tipo de edificio en el que se incluya la activad.

La reglamentación clasifica estas naves como establecimientos tipo A, no obstante proporciona una posibilidad de ser tipificado como B, en el caso de que se justifique que el colapso de la estructura no afecta a la sectorización ni a otras

naves aledañas. Esta opción, es difícil de justificar, si no imposible, por lo que de manera práctica, las naves adosadas deben ser catalogadas como tipo A. El cálculo del nivel de riesgo intrínseco, en el que teóricamente se ponderan los valores de carga de fuego, riesgo de la actividad industrial para activar un incendio y combustibilidad de los elementos, es realmente, muy ambiguo, fácil de manipular, y basado en las tablas del método Gretener, que data del año 1965, y cuyos valores deberían ser actualizados. Por tanto, el conseguir, de manera ficticia que un sector de incendio en un establecimiento industrial disponga de un nivel de riesgo intrínseco bajo, es relativamente fácil, "trucando" los valores reales y adoptando otros que convengan más, y siendo muy difícil la comprobación del fraude, salvo cuando la industria ya se encuentre en funcionamiento. Teniendo en cuenta que el salto existente en cuanto a las necesidades mínimas de seguridad contra incendios, en todas las tipologías de edificios, entre nivel de riesgo intrínseco medio y el bajo es abismal, el obtener un valor u otro no es en absoluto un asunto baladí. Desde el punto de vista de los servicios de bomberos, y en el ámbito de la sectorización de los edificios, la pega mayor se encuentra en la superficie máxima en plantas bajo rasante, salvo en el caso de edificios tipo A. Por ejemplo, es posible, en un edificio tipo B, disponer de un sector en primera planta bajo rasante (sea cual sea la altura de 2

evacuación) de más de 6.000 m en función de cada caso. Estas superficies son más que excesivas, cuando además, desde el punto de vista de la interven-

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ción de bomberos, un incendio en planta bajo rasante es fundamentalmente igual, sea cual sea el tipo de edificio, A, B o C.

para el combate del incendio durante el mismo, y que pueden ser rápidamente inutilizadas por efecto del siniestro si no tienen en cuenta estas premisas.

También, se permite aumentar la superficie en función de la cantidad de fachada accesible existente. Este parámetro, válido para plantas sobre rasante, no tiene sentido en subterráneos al no facilitar este hecho la intervención. Lo que si podría ser beneficioso es, por ejemplo, aumentar el número de escaleras existentes que accedan al mismo, ya que proporcionaría más puntos de acceso al bajo rasante, facilitando de manera muy importante la actuación.

Otra de las grandes carencias, y donde la reglamentación no ha tenido en cuenta la intervención de los servicios de bomberos es en las exigencias de estabilidad al fuego de la estructura principal y secundaria de los edificios industriales.

T IPO B

T IPO C

SOBRE

SOBRE

R ASANTE R ASANTE B AJO

R15 (EF 15)

No se exige

M EDIO

R30 (EF 30)

R15 (EF 15)

A LTO

R60 (EF 60)

R30 (EF 30)

Sobre la combustibilidad de los materiales se adopta la nueva nomenclatura europea. La característica de no emisión de gota inflamada (d0) aplicable a techos, paredes y especialmente a lucernarios, proporciona una gran ventaja para mitigar la propagación de los incendios a través de elementos que podrían generar nuevos focos de incendio de manera muy rápida. También se menciona el uso de cables no propagadores del incendio y con emisión de humos y opacidad reducida en el caso de los ubicados en falsos techos o suelos elevados. Únicamente se hecha en falta el haber hecho obligatorio que los cables que alimenten a instalaciones de seguridad (red de agua contra incendios, ventilaciones, extracciones, alumbrados de emergencia no autónomos, etc.) sean, además de no propagadores de incendio y baja emisión de humos, resistentes al incendio y permitan el mantenimiento del servicio durante el mismo por un periodo de 90 minutos (según la nueva nomenclatura PH-90). Con estas medidas se garantizaría el servicio de las instalaciones necesarias

Inicialmente se presenta una tabla, que proporciona unos valores bastante aceptables, quizás insuficiente en los sectores en edificios tipo C sobre rasante y de riesgo bajo, que deberían ser al menos de 60 minutos.

y un daño estructural reducido por la evacuación a la atmósfera de gran cantidad del calor generado. Lástima que seguramente pocos se acojan a esta reducción, ya que el coste económico de las instalaciones probablemente no compense la protección estructural que debería de instalarse en otro caso, y probablemente en muchas ocasiones no se opte por la solución técnicamente óptima, debido al incremento en los costes del edificio, sin valorar los beneficios en cuanto a seguridad y control de daños.

T IPO A

T IPO B

T IPO C

SOBRE

SOBRE

SOBRE

No obstante esta tabla se exige en sólo algunas ocasiones. Se utilizarán los siguientes valores, insuficientes a todas luces, en edificios de planta baja que dispongan de cubierta ligera, en algunos casos en edificios similares que dispongan de entreplantas y para el caso concreto de naves adosadas (tipo A), podrán utilizar también los valores indicados pero haciendo uso de la columna de edificio tipo B.

B AJO

R60 (EF 60)

No se exige

No se exige

M EDIO

Con estos valores, como se ha indicado, se podrá garantizar a duras penas una evacuación, pero de ninguna manera una intervención segura de bomberos.

R90 (EF 90)

R15 (EF 15)

No se exige

A LTO

No admitido

R30 (EF 30)

R15 (EF 15)

R ASANTE R ASANTE R ASANTE

Otra de las grandes carencias, y donde la reglamentación no ha tenido en cuenta la intervención de los servicios de bomberos es en las exigencias de estabilidad al fuego de la estructura principal y secundaria de los edificios industriales.

Una mejora, que queda a medias, es que el Reglamento obliga a señalizar en el acceso al recinto industrial, la no protección de la estructura, para avisar a los intervinientes de este riesgo. No indica como, que formato o tamaño. El problema se presentará cuando ante una nave incendiada no exista señalización, en cuyo caso la duda será clara: ¿tiene protección o nunca se puso el cartel señalizador de no protección? La solución sería sencilla, deberían señalizarse todos los sectores industriales, indicando el grado de estabilidad al fuego de la estructura.

El RSCIEI presenta otra tabla con más reducciones aún, en el que incluso se incluyen los edificios tipo A, pero en este caso para acogerse deberá disponerse de rociadores automáticos de agua y un sistema de evacuación de calor y humos. Pese a la disminución de los valores, esta tabla si que es interesante desde un punto de vista de bomberos, ya que se cuenta con unos sistemas ideales para facilitar la evacuación de los ocupantes y mejorar sensiblemente la intervención, al estar garantizado un incendio de menores dimensiones, con una visibilidad mucho mayor,

Otro de los aspectos no tocados por el Reglamento es la resistencia al fuego de las entreplantas, existiendo en multitud de ocasiones construcciones de madera o poco resistentes, que en caso de incendio generan riesgos importantes a los actuantes, al poder producirse caídas a distinto nivel, como ocurrió recientemente en un incendio industrial en Algeciras, donde un bombero resultó herido al caer a través de un hueco producido a su paso. En las fotografías se observa el hueco y una tabla colocada posteriormente para poder acceder a la entreplanta.

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Por el contrario, el RSCIEI, si proporciona otras protecciones pasivas muy importantes en el caso de edificios medianeros, al deber recrecer el muro que limite ambos establecimientos un metro por encima de la cubierta o disponer elementos resistentes al fuego, en una franja de un metro de anchura en el encuentro de cubierta y medianería. La utilización de medios de protección pasiva, como pinturas, morteros, placas, elementos selladores, masillas, elementos cortafuegos en conductos, collarines intumescentes, etc. deben ser acordes con la ubicación y el método de instalación realizado, debiendo estar certificados según norma UNE correspondiente. Es importante tener en cuenta, que por ejemplo, existen conductos de extracción resistentes al fuego que se ensayan junto con sus sistemas de fijación y son estos, por tanto, los que deben instalarse para garantizar la RF indicada. Un tema similar puede ocurrir en la aplicación de morteros, ya que el ensayo se hace siguiendo un procedimiento de aplicación y sobre una superficie concreta. Lo que es válido cuando se aplica sobre una pared o un perfil metálico, no lo será con toda seguridad, al aplicarse sobre un cerramiento de placas de fibrocemento, y no será lo mismo si el producto está homologado para su uso en paredes o en techos.

como cumplidor de las normas correspondientes, emitido por laboratorio homologado, así como de una certificación adicional del aplicador, que indique las cantidades, espesores y características de protección conseguidas. Igual, que anteriormente se ha comentado que existen partes del Reglamento que no tratan de garantizar la intervención de los bomberos, si existe una mejora más que sustancial, que proporcionará unos niveles de seguridad y eficacia en la intervención muy importantes, mejorando de gran manera las situaciones actuales. Los sistemas de evacuación de humos y calor, proporcionarán a las personas ubicadas en el recinto industrial unas condiciones de evacuación mucho mejores, y simultáneamente una atmósfera mucho menos agresiva durante la intervención.

Por tanto, la utilización de todos estos materiales y productos, debe ir acompañado de la certificación del mismo, como cumplidor de las normas correspondientes

Por tanto la utilización de todos estos materiales y productos, debe ir acompañado de la certificación del mismo, Estos sistemas deberán diseñarse según la norma UNE 23.585 donde se proporciona toda la información técnica que permitirá el dimensionamiento correcto de todos los elementos que integran estas instalaciones. El único pero que se puede dar, es que los sectores de riesgo bajo, sea cual sea su superficie, no estarán obligados a disponer de ellos. Esto abre una puerta a edificios de gran tamaño, con un nivel de riesgo teóricamente bajo, pero que en la práctica puede no serlo, sin sistemas de control de humos y con graves carencias de medios. Al respecto de las instalaciones de protección contra incendios (detección, alarma, abastecimiento de agua, hidrantes, extintores, bocas de incendio equipadas, columna seca, rociadores, sistemas fijos de agua pulverizada, espuma, polvo o agentes gaseosos y alumbra de emergencia), indicar que en general lo requerido a los niveles de riesgo intrínseco medio y alto, es aceptable, pero el riesgo bajo, no dispone de medios suficientes.

Una de las instalaciones que quizás más controversia pueda generar es la de los hidrantes contra incendios, ya que sus características no coinciden con las indicadas en la NBE-CPI/96, basadas en grandes caudales y presiones bajas con el fin de abastecer a los vehículos contra incendios. En principio, lo que parece que se está solicitando es una red de protección contra incendios presurizada, de manera que se disponga en el peor de los casos de una presión dinámica de 5 bar. Dada la disposición de los hidrantes, situados, unos de otros, a una distancia real menor de 80 metros, y con las características de presión indicadas, más que un elemento para abastecer a los vehículos contra incendios, parece que se está hablando de una instalación para conectar directamente una línea de mangueras y poder realizar un ataque directo al incendio. El caso es que el Reglamento, no recoge la necesidad de material contra incendios, por lo que el personal de las brigadas de primera y segunda intervención de las industrias, no tendría con que utilizar los hidrantes, y la utilización quedaría en manos de los bomberos. La disposición o no de hidrantes, dependerá del tamaño del sector de incendio, el tipo de edificio y el nivel de riesgo. Según los criterios del Reglamento, muchas industrias no dispondrán de hidrantes, y quizás otras tengan la necesidad de disponer de una instalación excesiva. Para futuras mejoras, podría pensarse en la necesidad de disponer de hidrantes, "tipo CPI", para alimentación de vehículos contra incendios, para la gran mayoría de las industrias, y disponer de redes contra incendios, para establecimientos de gran tamaño y/o riesgos altos. Quizás, de esta manera, esté garantizado en mucha mejor manera la actuación de bomberos y una primera intervención en industrias de riesgo que dispongan de personal formado para tal fin. Como puede comprobarse en una lectura del Reglamento, han quedado muchísimos puntos en el tintero que han sido pasados por alto, pero lo único que se ha pretendido con estas letras es poner el acento en algunos aspectos, que desde el punto de vista de un servicio de bomberos, puedan parecernos más importantes y hacer partícipes de ellos a los técnicos que diseñan, construyen y gestionan las industrias, con el único fin de que estas sean más seguras.

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Seguridad de Uso

El objetivo consiste en reducir a límites aceptables el riesgo de que los usuarios sufran daños inmediatos durante el uso previsto de los edificios.

C

ontinuando con la serie de artículos sobre el CTE que APICI presenta en su publicación, hoy haremos mención a los documentos que afectan a los edificios desde el punto de vista de la seguridad de la personas en cuanto al dimensionado de las vías de evacuación, y que están incluidos en apartados diferentes del documento de SEGURIDAD EN CASO DE INCENDIO El documento que hace referencia a la SEGURIDAD DE UTILIZACIÓN (SU) plantea en el Articulo 12, las exigencias básicas (SU). 1.

2.

3.

El objetivo del requisito básico "Seguridad de utilización" consiste en reducir a límites aceptables el riesgo de que los usuarios sufran daños inmediatos durante el uso previsto de los edificios, como consecuencia de sus características de diseño, construcción y mantenimiento. Para satisfacer este objetivo, los edificios se proyectarán, construirán, mantendrán y utilizarán de forma que se cumplan las exigencias básicas que se establecen a continuación.

niveles mínimos de calidad propios del requisito básico de seguridad de utilización.

Juan Carlos López UPC 1.

En particular el 12.1 Seguridad frente al riesgo de caídas. Se limitará el riesgo de que los usuarios sufran caídas, para lo cual los suelos serán adecuados para favorecer que las personas no resbalen, tropiecen o se dificulte la movilidad. Asimismo se limitará el riesgo de caídas en huecos, en cambios importantes de desnivel y en escaleras y rampas, facilitándose la limpieza de los acristalamientos exteriores en condiciones de seguridad.

La huella H y la contrahuella C cumplirán a lo largo de una misma escalera la relación 4.1 (véase figura 4.2):

En su apartado 4 Escaleras y Rampas nos presenta los siguientes valores:

600 mm = 2C + H =700 mm 2.

PELDAÑOS Se mantienen los valores de la NBECPI/96 en cuanto a la huella y contrahuella, en ésta última se acota también el mínimo que no estaba referenciado en la anterior normativa. El enunciado del texto para Uso General:

En tramos rectos, la huella medirá 280 mm como mínimo, y la contrahuella 130 mm, como mínimo, y 185 mm como máximo, excepto en escuelas infantiles, en centros de enseñanza primaria o secundaria y en edificios utilizados principalmente por ancianos, donde la contrahuella medirá 170 mm, como máximo.

En tramos curvos, la huella medirá 280 mm, como mínimo, a una distancia de 500 mm del borde interior y 440 mm, como máximo, en el borde exterior (véase figura 4.3). Además, se cumplirá la relación indicada en el punto

Fig. 4.2 - Configuración de los peldaños

El Documento Básico DB SU Seguridad de Utilización especifica los parámetros objetivos y los procedimientos cuyo cumplimiento asegura la satisfacción de las exigencias básicas y la superación de los

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Fig. 4.3 - Escalera con trazado curvo.

4.La medida de la huella no incluirá la proyección vertical de la huella del peldaño superior. TRAMOS

U SO

DE EDIFICIO O ZONA

ANCHURA

ÚTIL MÍNIMA mm

H OSPITALARIO

1400

Zonas destinadas a pacientes internos o externos con recorridos que obligan a giros iguales o mayores que 90º. Otras zonas.

1200

D OCENTE Con escolarización infantil, en centros de enseñanza primaria y secundaria.

1200

P ÚBLICA

1200

O TROS

CONCURRENCIA Y COMERCIAL

1000

1.Cada tramo tendrá 3 peldaños como mínimo, excepto en los casos admitidos en el punto 3 del apartado 2 de esta Sección y salvará una altura de 3,20 m como máximo. En uso hospitalario la altura que puede salvar un tramo será, como máximo, 2,50 m, y en escuelas infantiles, en centros de enseñanza primaria o secundaria y en edificios utilizados principalmente por ancianos será de 2,10 m. 2.Los tramos podrán ser rectos, curvos o mixtos, excepto en zonas de hospitalización y tratamientos intensivos, en escuelas infantiles y en centros de enseñanza primaria o secundaria, donde los tramos serán rectos.

3.Todos los peldaños de los Tabla. 4.1 - Anchura mínima útil de tramo tramos rectos de una escalera en función del uso. tendrán la misma huella y contrahuella. En tramos curvos, el radio de curvatura será consFig. 4.4 - Cambio de dirección entre dos tramos. tante y todos los peldaños tendrán la misma huella y la misma contrahuella medidas a lo largo de toda línea equidistante de un lado. En tramos mixtos, la huella medida en el eje del tramo en las partes curvas no será menor que la huella en las partes rectas. 4.La anchura útil del tramo se determinará de acuerdo con las exigencias de evacuación establecidas en el apartado 4 de DB SI 3 según el uso del edificio, y no será menor que la indicada en la tabla 4.1.

anterior a 500 mm de ambos extremos. La dimensión de toda huella se medirá, en cada peldaño, según la dirección de la marcha. 3.

Los peldaños tendrán tabica vertical, o bien formando un ángulo de 15º con la vertical, como máximo (véase figura 4.2).

5.La anchura de la escalera estará libre de obstáculos. La anchura mínima útil se medirá entre paredes o barreras de protección, sin descontar el espacio ocupado por los pasamanos siempre que estos no sobresalgan más de 120 mm de la pared o barrera de protección. En tramos curvos, para el cómputo de la anchura útil no se considera las zonas en las que la dimensión de la huella sea menor que 170 mm.

El artículo 9 de la NBE-CPI/96 donde refiere las características de las escaleras, no hace mención especial a diferentes anchos para uso hospitalario, docente o de pública concurrencia como en la tabla anterior del nuevo CTE. En la NBE-CPI/96 los diferentes valores del ancho mínimo de escaleras se encuentran en los puntos H.7.4.3 y D.7.4.3 para uso Hospitalario y Docente respectivamente. Con respecto al uso Comercial no está explícito. Nos parece clarificadora la tabla anterior, aunque su ubicación en el apartado de SU podría generar confusión en el momento de elaborar el proyecto de Seguridad Contra Incendios.

MESETAS 1.

Las mesetas dispuestas entre tramos de una escalera con la misma dirección tendrán al menos la anchura de la escalera y una longitud, medida en su eje de 1 m, como mínimo.

2.

Cuando exista un cambio de dirección entre dos tramos, la anchura de la escalera no se reducirá a lo largo de la meseta (véase figura 4.4). La zona delimitada por dicha anchura estará libre de obstáculos y sobre ella no barrerá ninguna puerta de locales con presencia habitual de personas.

3.

En zonas de hospitalización o de tratamientos intensivos, la profundidad de las mesetas en las que el recorrido obligue a giros de 180º será, como mínimo,1600 mm.

Existirá una distancia de seguridad de 400 mm desde el último peldaño en la que no se podrán disponer puertas ni pasillos.

PASAMANOS 1.

Las escaleras que salven una altura mayor que 450 mm dispondrán de pasamanos continuos al menos en un lado. Cuando su anchura libre exceda de 1,20 m, o estén previstas para personas con movilidad reducida, dispondrán de pasamanos en ambos lados.

2.

Se dispondrán pasamanos intermedios cuando la anchura del tramo sea mayor que 2,40 m. La separación entre pasamanos intermedios será de 2,40 m como máximo, excepto en escalinatas de carácter monumental en las

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Nueva Reglamentación

que al menos se dispondrá uno. 3.

El pasamanos estará a una altura comprendida entre 900 y 1100 mm.

4.

El pasamanos será firme y fácil de asir, estará separado del paramento al menos 40 mm y su sistema de sujeción no interferirá el paso continuo de la mano.

El punto d) del artículo 9 de la NBECPI/96 no acota la obligatoriedad de la colocación de pasamanos a los 450 mm que fija el CTE, ni es tan explícito respecto a la altura del mismo como lo hace el punto 3. del CTE.

ESCALERAS INTERIORES DE VIVIENDAS Y ESCALERAS DE USO RESTRINGIDO 1. 2.

La contrahuella será de 200 mm, como máximo, y la huella de 220 mm, como mínimo. La dimensión de toda huella se medirá, en cada peldaño, según la dirección de la marcha.

Podrán disponerse mesetas partidas y escalones con una abertura en la contrahuella de 100 mm, como máximo. En este último caso la proyección de las huellas se superpondrá al menos 25 mm (véase figura 4.1). La medida de la huella no incluirá la proyección vertical de la huella del peldaño superior.

El CTE plantea en éste apartado el uso de escaleras que no han de ser consideradas para el caso de evacuación, dando unas pautas que no contemplaba la anterior normativa.

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ILUMINANCIA MÍNIMA - LUX

Z ONA E XTERIOR

E XCLUSIVA P ARA

I NTERIOR

La anchura de cada tramo será de 800 mm, como mínimo.

En escaleras de trazado curvo, dicha huella mínima se medirá en el eje de la escalera, cuando la anchura de esta sea menor que 1 m y a 500 mm del lado más estrecho cuando sea mayor. Además la huella medirá 50 mm, como mínimo, en el lado más estrecho y 440 mm, como máximo, en el lado más ancho. 3.

Fig. 4.1 - Escalones sin tabica.

E SCALERAS R ESTO DE ZONAS

10 5 10

E SCALERAS R ESTO DE ZONAS

100 50 100

VEHÍCULOS O MIXTAS

E XCLUSIVA P ARA

PARA PERSONAS

PARA PERSONAS

VEHÍCULOS O MIXTAS

Tabla. 1.1 - Niveles mínimos de iluminación.

EXIGENCIA BÁSICA “SU 4”: SEGURIDAD FRENTE AL RIESGO DERIVADO DE ILUMINACIÓN INADECUADA

Alumbrado de emergencia Dotación 1.

Los edificios dispondrán de un alumbrado de emergencia que, en caso de fallo en el alumbrado normal, suministre la iluminación necesaria para facilitar la visibilidad a los usuarios y que estos puedan abandonar el edificio, impida las situaciones de pánico y permita la visión de las señales indicativas de las salidas y la situación de los equipos y medios de protección existentes.

2.

Contarán con alumbrado de emergencia las zonas y los elementos siguientes:

Se limitará el riesgo de daños a las personas derivado de iluminación insuficiente en zonas de circulación de los edificios, tanto interiores como exteriores. La iluminación en zonas de circulación de vehículos será la adecuada para limitar el riesgo de accidentes entre la circulación de las personas y la rodada, incluso en caso de emergencia o de fallo del alumbrado normal. Esta es una referencia que no constaba en la anterior normativa. Alumbrado normal en zonas de circulación 1.

Se dispondrá una instalación de alumbrado capaz de proporcionar un nivel de iluminación, medido a nivel del suelo, igual o superior al mínimo establecido en la tabla 1.1.

2.

El factor de uniformidad media será del 40% como mínimo.

3.

En los locales en los que la actividad se desarrolla con un nivel bajo de iluminación se dispondrá una iluminación de balizamiento en cada uno de los peldaños o rampas y con suficiente intensidad para que puedan iluminar la huella.

a) todos los recintos cuya ocupación sea mayor de 100 personas; b) los recorridos de evacuación de zonas destinadas a uso hospitalario o a uso residencial excepto en viviendas unifamiliares y los de zonas destinadas a cualquier otro uso que estén previstos para la evacuación de más de 100 personas; c) las escaleras y pasillos protegidos, los vestíbulos previos y las escaleras de incendios;


Nueva Reglamentación

d) los aparcamientos cerrados y cubiertos cuya superficie construida exceda de 100 m2, incluidos los pasillos y las escaleras que conduzcan desde aquellos hasta el exterior o hasta las zonas generales del edificio; e) los locales que alberguen equipos generales de las instalaciones de protección contra incendios y los de riesgo especial indicados en DB SI 2;

2.

f) los aseos generales de planta en edificios de uso público; g) los lugares de accionamiento de los cuadros de distribución de la instalación de alumbrado de las zonas antes citadas; h) las señales de seguridad. Posición y características de las luminarias 1.

Con el fin de proporcionar una iluminación adecuada las luminarias cumplirán las siguientes condiciones: a) se situarán al menos a 2 m por encima del nivel del suelo y al menos a 0.30 m por debajo del nivel del techo; b) se dispondrá una en cada puerta de salida y en posiciones en las que sea necesario destacar un peligro potencial o el emplazamiento de un equipo de seguridad. Como mínimo se dispondrán en los siguientes puntos: i)

en las puertas existentes en los recorridos de evacuación;

ii)

en las escaleras, de modo que cada tramo de escaleras reciba iluminación directa;

iii) en cualquier otro cambio de nivel; iv) en los cambios de dirección y en las intersecciones de pasillos; Características de la instalación 1.

La instalación será fija, estará provista de fuente propia de energía y debe entrar automáticamente en funcionamiento

reducción del rendimiento luminoso debido a la suciedad de las luminarias y al envejecimiento de las lámparas.

al producirse un fallo de alimentación a la instalación de alumbrado normal en las zonas para las que se establece alumbrado de emergencia de acuerdo con los apartados siguientes. Se considera como fallo de alimentación el descenso de la tensión de alimentación por debajo del 70% de su valor nominal

3.

El alumbrado de emergencia de las vías de evacuación debe alcanzar al menos el 50% del nivel de iluminación requerido al cabo de los 5 s y el 100% a los 60 s. La instalación cumplirá las condiciones de servicio que se indican a continuación durante una hora, como mínimo, a partir del instante en que tenga lugar el fallo: a) En vías de evacuación de hasta 2 m de anchura, las iluminancias horizontales en el suelo a lo largo de la línea central de una vía de evacuación no deben ser menores de 1 lux y la banda central que comprende no menos de la mitad de la anchura de la vía debe iluminarse a un mínimo de 0.5 lux. Las vías de evacuación con anchura superior a 2 m pueden ser tratadas como varias bandas de 2 m de anchura, como máximo. b) En los puntos en los que estén situados los equipos de seguridad y de las instalaciones de protección contra incendios que exijan utilización manual y en los cuadros de distribución del alumbrado, las iluminancias horizontales no deben ser menores de 5 Iux. c) La relación entre la iluminancia máxima y la mínima no debe ser mayor que 40:1 a lo largo de la línea central de la vía de evacuación. d) Los niveles de iluminación establecidos deben obtenerse considerando nulo el factor de reflexión sobre paredes y techos y contemplando un factor de mantenimiento que englobe la

e) Con el fin de identificar los colores de seguridad de las señales, el valor mínimo del índice de rendimiento cromático Ra de una lámpara será 40. Iluminación de las señales de seguridad 1.

La iluminación de las señales de evacuación indicativas de las salidas y de las señales indicativas de los medios manuales de protección contra incendios y de los de primeros auxilios, deben cumplir los siguientes requisitos: a) la luminancia de cualquier área de color de seguridad de la señal debe ser al 2

menos de 2 cd/m en todas las direcciones de visión importantes; b) la relación de la luminancia máxima a la mínima dentro del color blanco o de seguridad no debe ser mayor de 10:1, debiéndose evitar la variación importante entre puntos adyacentes; c) la relación entre la luminancia Lblanca, y la luminancia Lcolor >10, no será menor que 5:1 ni mayor que 15:1. d) las señales de seguridad deben iluminarse al menos al 50% de la iluminancia requerida al cabo de los 5 s y la iluminancia requerida completa en el intervalo de 60 s. Como puede apreciarse a lo largo de todo este punto, la definición del alumbrado de emergencia, está tratada de una forma más exhaustiva que en la anterior Normativa. En el próximo número trataremos de la Seguridad frente al riesgo derivado de altas ocupaciones es otro de los puntos que se definen en el DAC de SU y no en el de SI y que ha de considerarse a la hora de conformar un proyecto de seguridad.

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Supresión de Incendios - Sistemas

Los Sistemas Secos de Rociadores Automáticos: ¿Una Solución o un Problema? Afortunadamente en España el número de riesgos que precisan ser protegidos por un sistema seco es mínimo comparado con los sistemas de rociadores húmedos o de agua pulverizada.

E

ntre los diversos sistemas de protección por rociadores automáticos se encuentran los sistemas secos. Su uso prácticamente está recomendado y limitado a riesgos interiores o exteriores (con cubierta) donde exista la posibilidad de heladas o donde la temperatura pueda superar los 93ºC, por ejemplo, en hornos de secado. Las instalaciones secas se caracterizan por estar la red de tuberías “aguas abajo“ de la válvula de alarma normalmente presurizada con aire o gas inerte y presurizada con agua la red “aguas arriba” de dicha válvula. Están constituidos por un puesto de control seco, formado por una válvula de seccionamiento y una válvula de alarma seca, que se alimenta de la red generalde agua contraincendios. Dichos componentes se deben encontrar en una área o caseta protegida contra el riesgo

de heladas pues existen tuberías de control y alimentación de agua permanentemente presurizadas. A partir del Puesto de Control toda la red de tuberías principales y ramales está permanentemente presurizada con aire. Al activarse un rociador por causa de incendio se produce automáticamente la despresurización del aire de la red de rociadores. Dicha caida de presión provoca automáticamente el desenclavamiento y la apertura automática de la válvula de alarma seca. Se produce el paso de agua a la red de rociadores, la activación de las alarmas (presostato y gong hidráulico) y la descarga inicialmente del aire y posteriormente del agua por los rociadores activados iniciándose la extinción. Simultáneamente la despresurización de la red general del agua provocará el arranque automático de los grupos de bombeo.

Esteban Hijós Wormald Mather + Platt

¿SOLUCIÓN O PROBLEMAS? Si bien un sistema seco puede ser una solución de protección en riesgos con peligro de heladas existen importantes problemas y dificultades desde el diseño de la instalación, hasta su instalación y mantenimiento que se deben tener en cuenta a la hora de seleccionarlos. Son sistemas de respuesta lenta pues al estar el sistema presurizado con aire se origina un retraso en la llegada del agua al rociador desde su activación. Esta característica podría perjudicar la efectividad del sistema y en consecuencia las normas aconsejan, si es posible, evitar su uso en riesgos extras de almacenamiento y sugieren convertirlo en sistema húmedo cuando desaparezca el riesgo de heladas. Dicho retardo es penalizado por las normas mediante un incremento del área de operación (25% s/ UNE y 30% s/NFPA - FM) frente a la exigida a los sistemas húmedos. En consecuencia, en caso de tener un sistema seco como el riesgo más desfavorable de una industria, se verán incrementadas en dichos porcentajes las necesidades de los grupos de bombeo y reserva de agua, así como precisar un mayor dimensionamiento de la red general de tuberías y de la protección específica del riesgo, con el consiguiente incremento del coste de la instalación.

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Supresión de Incendios. Sistemas

REQUERIMIENTOS DE DISEÑO INHERENTES A LOS SISTEMAS SECOS Dentro de las exigencias de diseño de los sistemas, en las normas existen una serie de requerimientos inherentes a las características de los sistemas secos que es fundamental cumplir: Diseño en árbol o bucle: No se admiten los sistemas con alimentaciones en anillo (rejilla). Pendientes en la tubería: En los sistemas secos se debe mantener la pendiente adecuada para permitir un perfecto drenaje. Las normas exigen pendientes mínimas del 0,4% para ramales y del 0,2% para colectores. En las protecciones de la cubierta puede resultar relativamente factible generar las pendientes adecuadas en las tuberías, especialmente en edificios no excesivamente largos. Sin embargo cuando se protegen estanterías en almacenes se hace difícil el dar una correcta pendiente a la tubería pues la distancia entre el deflector del rociador y la carga se va reduciendo con la pendiente del ramal y se debe respetar en todo momento una distancia mínima del deflector del rociador a la carga de 150 mm. Dicha exigencia obliga a efectuar tramos de ramales cortos con muchos bajantes de alimentación en donde se recogerán los drenajes de dichos tubos. Volumen máximo del sistema: Se debe garantizar que el tiempo transcurrido entre la apertura del rociador y la descarga de agua sea inferior a 60 seg. Por dicho motivo se limita el volumen máximo de tubería de un sistema seco a: Sistemas sin acelerador: 3

1,5 m s/ UNE ó 500 gal s/ NFPA -FM. Sistemas con acelerador o 3

descargador: 4 m s/ UNE ó 750 gal s/ NFPA - FM En NFPA o FM se permiten volúmenes mayores siempre y cuando se respete el tiempo máximo permitido de 60 seg. En dicho caso, adicionalmente al uso del acelerador, la instalación puede requerir de la cone-

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Sistema Seco de rociadores automáticos. (Pendientes Notables)

xión en el colector situado en el extremo opuesto al Puesto de Control, de un descargador (“End of line exhauster”) de apertura rápida que permita una descarga rápida del aire del sistema a través de una boca de unas 2". Cámaras frigoríficas: La protección de las cámaras frigoríficas con temperaturas por debajo de 4ºC exige la adopción de una serie de medidas adicionales de diseño (Ver FM 8-29) para evitar formación de tapones de hielo, posibilitar el chequeo del interior del tubo, sistema de alimentación de aire con doble acometida, no usar accesorios maleables de hierro, etc.

REQUERIMIENTOS DE INSTALACIÓN

Tipo de tubería: Las normas NFPA-FM obligan a instalar tubería galvanizada en sistemas secos con objeto de evitar que la corrosión pudiera obstruir la tubería o la descarga de los rociadores. Sin embargo, las normas UNE-EN sugieren preferentemente pero no obligan al uso de tubería galvanizada. Aporte de aire o gas inerte: Se debe garantizar el aporte permanente de aire seco. En caso de fallo de dicho aporte se provocaría por fugas la activación de la válvula de alarma y el llenado del sistema con agua. Se aconseja instalar una batería de botellas o un compresor de emergencia como reserva. En el caso de la protección de cámaras refrigeradas debido al grave riesgo de heladas el aporte de aire tiene unas características especiales.

A nivel de la instalación existen otros aspectos fundamentales a considerar: Tipo de rociador: Los rociadores se deben instalar en posición montante, excepto si se usan rociadores específicos secos colgantes o de pared. Esta exigencia, unida a la necesidad de generar pendientes en las tuberías, obliga en las protecciones de estanterías a instalar la tubería y el rociador por debajo del larguero con el consiguiente riesgo de golpes durante las operaciones de almacenamiento de las estanterías, no pudiendo protegerlos detrás del larguero como se hace habitualmente con los sistemas húmedos.

Al activarse un rociador por causa de incendio se produce automáticamente la despresurización de la red de rociadores..... Simultáneamente la despresurización de la red general provocará el arranque automático de los grupos de bombeo.


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Garantizar un correcto drenaje de la instalación contra el riesgo de heladas y corrosión interna de la tubería: La exigencia de una adecuada pendiente en la tubería no es suficiente para eliminar los riesgos de heladas y corrosión interna de la tubería. Se deben aplicar un conjunto de medidas adicionales: En los puntos de drenaje instalar doble válvula con un tramo intermedio de tubería con capacidad para permitir recoger y drenar periódicamente los condensados y residuos de agua del sistema. Sugerimos instalar válvulas de tipo asiento frente a las de bola por el mayor riesgo de helada de estas últimas. Si las uniones de tubería se efectúan con uniones ranuradas se deben utilizar juntas aprobadas y recomendadas para uso específico en sistemas secos, que impidan la acumulación de agua en la cavidad de la junta. Dicha medida también contribuirá a eliminar parte de la humedad que queda en el interior de la tubería. Utilizar acoplamientos ranurados rígidos para permitir un mejor drenaje y evitar posibles acumulaciones de agua por desviaciones angulares de la tubería. Cuando existan tramos enterrados en la acometida de protección al riesgo se deberán adoptar las medidas necesarias para garantizar el total drenaje de dicho tramo de tubería. Efectuar un riguroso drenaje de todo el sistema una vez disparado y vaciar periódicamente por los puntos de previstos cualquier condensado o agua residual que pudiera haber quedado en el sistema. Materiales adecuados a las temperaturas previstas, especialmente los componentes fabricados en fundición de hierro por su menor resistencia a bajas temperaturas. No se admiten accesorios maleables

en la protección de cámaras frigoríficas.

PROBLEMAS Y / O DIFICULTADES CORROSIÓN CON PERFORACIONES EN EL INTERIOR DE LA TUBERÍA: Se observa un acelerado problema de corrosión en la tubería galvanizada de los sistemas secos por la aparición de perforaciones puntuales en la tubería. Si bien la duración media estimada es variable en función de las condiciones de humedad reales a los que está sometido el tubo, así como muchos factores que pueden agravar o minimizar dicho problema, pueden empezar a aparecer perforaciones en la tubería a partir de unos cinco años de su instalación. Las causas de dicha acelerada corrosión son debidas entre otros a los siguientes factores: Alto contenido de oxígeno al estar el aire presurizado en la tubería. Contenidos elevados de oxigeno aumentan la velocidad de corrosión, y si esta concentración varía, como sucede a menudo, el ataque se produce preferentemente en forma de picaduras o perforaciones. A pesar que el sistema se alimente con aire seco, existe un importante grado de humedad, y restos de agua en algunos casos, en el interior de la tubería pues en la práctica es casi utópico eliminarla en su totalidad. Las partículas o impurezas que puedan depositarse en la tubería galvanizada aceleran la corrosión local por la formación de micropilas entre dos puntos cercanos con concentraciones de oxígeno distintas. El ataque se produce preferentemente en forma de picaduras en el interior de la tubería y concentrado en su línea inferior que es donde se acumulan las humedades e impurezas, tal como se manifiesta en los tubos dañados, permaneciendo el resto del galvanizado de la tubería en correcto estado. Algunos especialistas metalúrgicos aconsejan el uso de tubería negra frente a la tubería galvanizada. Su argumentación se basa en que la corrosión es más uniforme en toda la tubería minimizándose el riesgo de perforaciones puntuales. Nuestra experiencia personal es que los sistemas con tubería negra no plantean problemas de corrosión tan acelerada como los de tubería galvani-

Perforaciones en tubería galvanizada (sistemas secos). zada. Las normas UNE-EN, desconocemos si por esta u otra causa, solo sugieren pero no obligan al uso de tubería galvanizada. Como contrapartida dicha solución agrava el riesgo de obstrucciones por corrosión en la tubería y rociadores. Dichas perforaciones originan graves problemas para mantener operativo el sistema: La perforación de un tubo provoca el disparo automático del sistema con el consiguiente llenado de toda la tubería y fugas de agua por la perforación. Mantener el sistema fuera de servicio mientras se repone el tramo de tubería dañada. Respuesta lenta al precisar fabricar con tubería negra todas las conexiones soldadas o derivaciones y posteriormente galvanizar y pintar dicho tubo. Necesidad de un perfecto drenaje y presurización del sistema. Incertidumbre permanente para saber ¿cual será el siguiente tubo que se vea perforado y afectado por dicha situación? Se acaba rehaciendo la instalación totalmente. Inicio de un proceso sin final.

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DISEÑAR LA INSTALACIÓN COMO UN SISTEMAS DE AGUA PULVERIZADA:

CÁMARAS FRIGORÍFICAS Existe un importante riesgo de heladas de la tubería por disparo del sistema formándose auténticos tapones de hielo.

Dicha opción con boquillas pulverizadoras abiertas exige entre otros:

Dicho riesgo se verá incrementado por disparos intempestivos de la instalación debidos a fallos en el suministro de aire o a perforaciones en la tubería, originándose gravísimos problemas que pueden precisar de la puesta fuera de servicio de la cámara frigorífica para permitir la reposición de la tubería dañada, localización y desobstrucción de los tapones de hielo formados, rearme y total drenaje del sistema. Las normas FM exigen un diseño de las conexiones que permitan el desmontaje e inspección del interior de todas las tuberías del sistema para poder garantizar que no existe ningún tapón de hielo en el sistema.

Un sistema de detección asociado. Una capacidad de bombeo y reserva de agua adecuada para alimentar el funcionamiento de todo el riesgo o como mínimo dos áreas adyacentes. Esta alternativa permitirá: Respuesta rápida sobre la totalidad del riesgo.

MANTENIMIENTO El mantenimiento correcto de un sistema seco exige una meticulisidad especial frente a la requerida por otros sistemas: Mayor complejidad en el rearme y manipulación. Garantizar un correcto drenaje. Garantizar el aporte de aire o gases inertes.

ALTERNATIVAS CORRECTORAS

O

MEDIDAS

DISEÑAR LA INSTALACIÓN COMO UN SISTEMA ALTERNO: Dicha alternativa mantiene la instalación como sistema húmedo en los periodos del año en que no existe riesgo de heladas y como seco en los periodos con riesgo de heladas. Dicha medida permitirá:

Sistemas secos en cámaras frigoríficas: problemas por hielo en tuberías. Eliminar la penalización de incrementar con un 25 ó 30% el área de operación del sistema con los posibles incrementos de coste del abastecimiento de agua (grupos de bombeo y reserva de agua) y del dimensionado de las tuberías por el mayor caudal requerido. Como contrapartida se exige un sistema de detección adicional.

Minimizar el problema de corrosión de la tubería galvanizada pues no existe aire presurizado y los posibles restos de humedad en la tubería pueden evaporarse y eliminarse a través de las boquillas. PRESURIZACION CON N2 O GAS INERTE: Si bien la opción de inertizar el sistema con N2 o gas inerte nos permitirá disminuir la corrosión acelerada de la tubería galvanizada es una opción costosa cada vez que se requiera el llenado del sistema y difícil de garantizar el aporte permanentemente.

Sistema húmedo de rociadores automáticos (no se requiere pendiente).

Mejorar la fiabilidad del sistema cuando funciona como húmedo al agilizar la respuesta del sistema. Disminuir la corrosión acelerada de la tubería al mantenerla, durante los periodos sin riesgos de helada, permanentemente llena de agua y sin oxígeno presurizado. DISEÑAR LA INSTALACIÓN COMO UN SISTEMAS DE PREACCIÓN CON ENCLAVAMIENTO SENCILLO: Exige un sistema de detección asociado de respuesta rápida que posibilite cargar con agua la instalación previo a la activación del rociador. Dicha solución permitirá:

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Detección de Incendios

La marca de conformidad a normas

NOTA DE LA REDACCIÓN DE ICI: A continuación se reproduce la nota textual enviada por el autor en contestación al artículo que publicamos en el número 1 de ICI “La marca de conformidad de los detectores puntuales de humo” por Santiago Aguado de CASMAR.

U

na lectura detenida del artículo "la marca de conformidad de los detectores puntuales de humo", publicado en el nº 1 de la revista ICI, nos ha motivado a escribir estas líneas con el fin de puntualizar algunas de las afirmaciones hechas y que creemos que pueden confundir o desinformar al lector. Hay que precisar que ni el Ministerio de Industria ni los departamentos correspondientes de las comunidades autónomas emiten certificado alguno de conformidad. Lo que está establecido es el reconocimiento de la equivalencia entre el certificado emitido por un organismo oficial acreditado y el emitido por un organismo oficial en España. Coincidimos con el artículo en pensar que resulta extraño que se dicten como equivalentes dos certificados de productos completamente distintos, sin embargo, entiendo que el ministerio se esfuerce en declarar la idoneidad técnica de productos ampliamente utilizados pero que no pueden ampararse en una norma europea. Quizá fuera más difícil verificar los criterios en que se basa la resolución y si ésta provoca agravios comparativos entre fabricantes y/o distribuidores. Nos parece, al menos, gratuito afirmar que los certificados emitidos por un organismo reconocido son dudosos y resulta posiblemente tendencioso verter esta justificación sin un argumento de peso que la contraste.

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Nos parecería poco ética la comercialización de, por ejemplo, detectores homologados como detectores de calor para ser utilizados como detectores de humo, tal y como se apunta en el artículo, sin embargo, se sabe que la técnica no sólo evoluciona a un ritmo acelerado, sino que es la que marcará lo que serán las futuras normas. Así, los equipos de los que paradójicamente hablamos como novedosos están todos ellos ampliamente implantados, probados con resultados satisfactorios y a quien

Hay que precisar que ni el Ministerio de Industria ni los departamentos correspondientes de las comunidades autónomas, emiten certificado alguno de conformidad. los emplea no le queda duda alguna de su idoneidad. ¿Cuántos sistemas y componentes se comercializan e instalan diariamente y sobre los que no existe una norma que los ampare? Sistemas de aspiración, cable sensor, módulos de control, aisladores, lámparas de destellos, detectores multicriterio y tantos otros, se instalan diariamente comercializados por todas las firmas de mercado, incluida la que suscribe el artículo al

Lluís Marín Perpiñá Notifier España que hoy respondemos. Creemos sinceramente que el problema no debe buscarse en las cualidades de los productos que disponen de todo tipo de controles y responsabilidades sino en el uso o la aplicación que pueda hacerse de ellos.

DETECTORES DE HUMO LÁSER Los sistemas de detección quedan genéricamente soportados por las normas publicadas e incluidas en el RIPCI, pero algunas soluciones no quedan perfectamente resueltas, de ahí las soluciones propuestas para mejorar el tiempo de respuesta, facilitar y hacer posible el mantenimiento o disponer, simplemente, de una alternativa antes imposible. Decíamos anteriormente, que los sistemas citados y menoscabados en el artículo en cuestión han demostrado su validez y eficacia en los muchos años que llevan implantados y en las múltiples pruebas y ensayos de validación que se realizan cada día para dar fe de su eficacia. Un ejemplo que se apunta, sin citar la marca, son los detectores puntuales láser que comercialmente denominamos VIEW. Este equipo no sólo dispone de un certificado conforme cumple la norma UNE EN 54-7 según se exige en el RIPCI, ha obtenido la equivalencia preceptiva y dispone de su declaración de conformidad CE, soportada por ensayos realizados por un laboratorio acreditado, sino que ha sido recogido y reconocido por UL y FM como equipo de alta sensibilidad (esto quiere decir que se han realizado protocolos de ensayo de respuesta de alta sensibilidad por una tercera parte) y sus


Detección de Incendios

resultados han sido validados por prestigiosas auditoras tales como Hughes Associates, Inc. Por otro lado, las magníficas características ofrecidas por este tipo de detectores (único en el mercado y quizá por ello punto de mira de algunos competidores) se refrendan en cada una de las instalaciones en las que se aplican mediante ensayos de validación que demuestran su eficacia y fiabilidad.

Los sistemas de detección quedan genéricamente soportados por las normas publicadas e incluidas en el RIPCI, pero algunas soluciones no quedan perfectamente resueltas, de ahí las soluciones propuestas para mejorar el tiempo de respuesta, facilitar y hacer posible el mantenimiento o disponer, simplemente, de una alternativa antes imposible.

Como ejemplo, podemos mencionar los protocolos incluidos en la norma BS6266. Estos ensayos permiten verificar las prestaciones de un sistema de detección de alta sensibilidad en centros de procesos de datos y constituyen una demostración real y práctica de la eficacia del sistema. Como el detector VIEW, la aspiración o los detectores multicriterio tienen su razón de ser en soluciones a problemas específicos y que son las que los justifican y les dan valor añadido. En un almacén en altura convendrá instalar un detector de aspiración aunque no disponga de un certificado contra una norma CEN, en una instalación hiperventilada convendrá un sistema de alta sensibilidad dada la inutilidad de otro tipo de componentes mientras se mantengan este tipo de condiciones. Creemos que el estilo empleado en el articulo para describir la comercialización y el uso de las cabinas de aspiración conocidas como NAS no es acertado y el artículo da a entender algo que realmente no demuestra. NAS es un sistema de aspiración que se ha desarrollado para cumplir con lo que hoy es la prEN 54-20 y hoy se encuentran en su 2ª generación y en fase de certificación.

Como ya hemos mencionado, cuando se aplica una solución especial, debe desarrollarse y llevarse a cabo un protocolo de validación. Estos protocolos los hemos visto aplicados en multitud de equipos con resultados excelentes tanto en laboratorio como en campo. El resultado obtenido no es fruto de la casualidad, ha sido preciso caracterizar el comportamiento del flujo de aire en el conducto de transporte, las posibles pérdidas de carga debidas a la longitud, la forma, la sección o el número y tamaño de tomas, en distintos supuestos de temperatura y presión, etc. y por supuesto su comportamiento en caso de incendio, todo ello con el proyecto de norma prEN54-20 como objetivo. Además, el proyectista realiza los cálculos merced a un programa específico que le dará

Cuando se aplica una solución especial, debe desarrollarse y llevarse a cabo un protocolo de validación.

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Detección de Incendios

ponder a una prescripción ajustada y profesional que justifique su uso. En dicho artículo se ponía de manifiesto la necesidad de observar que los detectores de gas para detección de incendios no pueden emplearse como detectores de propósito general y que, por tanto, su uso debería quedar relegado a aplicaciones concretas y/o en combinación con sensores de otras tecnologías. En este sentido, el ingeniero debe demostrar ser conocedor de los efectos del fuego y del tipo de fenómenos que deberá detectar.

DETECTORES CONVENCIONALES FRENTE A DETECTORES ANALÓGICOS Nos resulta sorprendente que alguien pueda afirmar que un sistema analógico y otro convencional sean lo mismo. Tampoco vamos a pretender obligar a creer a nadie algunas evidencias que por sí mismas se explican de forma clara y transparente.

detalle de la información relevante para la ejecución de la instalación, sección de las tomas de muestra, equilibrio, sensibilidad, etc.., garantizando así la eficacia del sistema.

DETECTORES DE GASES CON APLICACIÓN A LA DETECCIÓN DE INCENDIOS. Hace poco se publicó un artículo en relación con la cada vez mayor difusión de los sensores de humo con célula electroquímica de monóxido. Nuestro parecer es que no se debe poner cortapisas a la comercialización de nuevas tecnologías por el hecho de que no existe una norma publicada, todo debe res-

Si todos los detectores están aprobados bajo la misma norma y si todos indican en su marcado qué norma cumplen, podemos decir, sin lugar a dudas, que un detector convencional debe ser tan eficaz como uno direccionable o analógico frente al fenómeno físico que deben detectar. Algunos sistemas analógicos permiten llevar a cabo un mantenimiento de los detectores indicando el nivel de suciedad, la necesidad de mantenimiento, el tipo de dispositivo del que se trata (sensor óptico, iónico,..), la fecha de su último mantenimiento e incluso permiten modificar la sensibilidad. Hoy en día, todo esto es posible obtenerlo en un detector de tipo convencional de la serie 800 de Notifier, con ayuda precisamente de la herramienta de mano a la que se refiere el artículo. Esto es lo que dice la publicidad, y esto es un valor

añadido del producto que lo hace distinto y atractivo al usuario con respecto a los demás, al facilitar y mejorar la calidad del mantenimiento del sistema convencional. Debemos destacar que cada una de las dos tecnologías, analógica y convencional, tiene su propio mercado, pero eso no implica que no se deba mejorar un sistema convencional para poder verificar, ahora sí, el estado de los equipos sin desmontarlos. Por supuesto, en algunos casos esto no será posible, pero aún así siempre se podrá realizar la verificación en campo con ayuda de un soporte externo.

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Protección en Edificios de Gran Altura.

Los Edificios de altura y la NFPA 101. Una respuesta para la seguridad humana

Las normas y códigos contra incendio son el resultado de la experiencia.

E

n esta nota analizaremos primeramente los riesgos presentes en los edificios de altura y los requisitos que la Norma NFPA 101, Código de Seguridad Humana exige para la protección de sus ocupantes.

¿QUÉ ES UN EDIFICIO DE ALTURA? La definición del nivel a partir del cual un edificio ingresa a la categoría de "Edificio de Altura" suele fundamentarse en que, a partir de cierta altura, el edificio no puede ser alcanzado desde el suelo mediante las escaleras exteriores de los bomberos y, por lo tanto, requiere medidas de protección más rigurosas, sobre todo respecto de la seguridad de sus ocupantes. Es así que muchas normas de referencia, entre ellas la NFPA 101, fijan como parámetro para definir dicho nivel, la altura que pueden alcanzar las escaleras mecánicas de los bomberos. Es así que, para la NFPA 101, un edificio será considerado de altura cuando mida más de 23 metros entre el último piso ocupable y el nivel más bajo al que pueden tener acceso los camiones de los bomberos. Este concepto fue presentado por primera vez en la Conferencia Internacional de Seguridad Contra Incendio en Edificios de Altura, realizada en Estados Unidos en el año 1971. Sin embargo esta definición puede hacer caer en un error de interpretación conceptual, puesto que una escalera de bomberos no se constituye en una garantía de la seguridad humana ante el incendio. En

efecto, una escalera de este tipo puede ser un útil medio de rescate, pero no puede ser un medio masivo de evacuación en un edificio. La NFPA 101 adoptó en 1988 este criterio de definición y, a partir de allí, muchas legislaciones que se basan la NFPA, lo fueron adoptando paulatinamente.

El concepto de Edificio de Altura fue presentado por primera vez en la Conferencia Internacional de Seguridad Contra Incendio en Edificios de Altura, realizada en Estados Unidos en el año 1971.

MEDIOS DE EVACUACIÓN Un supuesto básico en seguridad contra incendios es la imposibilidad de que más de un único foco de incendio pueda existir un mismo edificio. Siendo que el foco de incendio debe estar en alguna ubicación en el interior del edificio, nada impide que su localización afecte la utilización de un único medio de salida. Es por esta razón que la NFPA 101 requiere, como mínimo, dos medios de evacuación independientes. Si la planta considerada posee más de

Eduardo Álvarez NFPA - IFST quinientos ocupantes, la cantidad de salidas deberá ser, como mínimo, tres y, para el caso de más de mil ocupantes, cuatro. La citada independencia se debe garantizar a través de diversos parámetros dimensionales que permiten distribuir los medios de evacuación requieriendo que estén lo suficientemente cerca como para que la distancia de recorrido hasta ellas no sea mayor a ciertos valores fijados para cada actividad, y, en el sentido contrario, suficientemente alejadas entre sí para que resulte improbable que se vean afectadas por un mismo incendio. A modo de ilustración, un edificio de oficinas protegido con rociadores automáticos, debe brindar a los ocupantes un camino de no más de 91 m hasta la salida más próxima. Asimismo, las salidas más separadas entre sí, en el mismo edificio, deben encontrarse a no menos de un tercio de la diagonal mayor de la planta a la cual sirven. Estos dos criterios y la cantidad mínima de salidas exigida, permite al diseñador distribuir las salidas en la planta del edificio. Sin embargo, las salidas también requieren que se constituyan en un medio de protección para el evacuante, de tal manera que, una vez que la persona haya ingresado, por ejemplo, al interior del cerramiento de una escalera, no puedan ser afectadas por el fuego o por el humo. Por eso, la NFPA 101 exige cierta resistencia al fuego de los cerramientos de las salidas que, para el caso de escaleras en edificios de altura de ofi-

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Protección en Edificios de Gran Altura

cinas, es de dos horas para paredes y de una hora y media para las puertas de acceso. NFPA 101 no requiere la utilización de vestíbulos previos en la escaleras de evacuación. Por último, estas salidas deben desembocar en la vía pública, considerado como un lugar seguro. Sólo la mitad de los medios de salida se permite que descarguen a través del vestíbulo de acceso de la planta baja, evitando de esta forma que un incendio en esta planta anule todos los medios de salida disponibles.

ABERTURAS VERTICALES La propagación vertical del incendio es la más grave en un edificio de altura. Esta propagación suele ocurrir a través de aberturas verticales que atraviesan el edificio total o parcialmente. La comentada exigencia de resistencia al fuego para las escaleras, se aplica también a estas aberturas verticales, siendo el ejemplo clásico, los patinillos de instalaciones. La NFPA 101 exige que las paredes de cerramiento de estos patinillos, para edificios protegidos con rociadores, también posean una resistencia al fuego de una hora. De esta forma, en principio, el incendio se encontrará restringido, como máximo, a la planta de origen.

ROCIADORES AUTOMÁTICOS La experiencia de incendios en edificios de altura indica que no hay evidencia que un mejor equipamiento o mayor cantidad de equipos del departamento de bomberos pueda controlar un incendio declarado en una planta alta. Esto dio lugar a la aparición de los rociadores automáticos como parte de la espina dorsal en la estrategia de protección contra incendios de este tipo de edificaciones. Este criterio consiste en que el agua ya esté allí, sobre el foco de incendio, antes de que éste ocurra, a fin de iniciar su control tan pronto como el incendio se haya desarrollado hasta cierto grado, necesariamente entre límites acotados. Es decir, el sistema se independiza de toda ayuda externa y la tarea de los bomberos puede ser, cuando mucho, finalizar la extinción total. Nótese que este criterio implica, necesariamente, que el suministro de agua también sea independiente de toda ayuda externa y, por lo tanto, un sistema

La propagación vertical del incendio es la más grave en un edificio de altura. Esta propagación suele ocurrir a través de aberturas verticales que atraviesan el edificio total o parcialmente.

de rociadores debe poseer una fuente de agua confiable que no requiera de la presurización a través de las autobombas del servicio de bomberos de la localidad. De acuerdo con la NFPA 101, los edificios de altura deben estar protegidos en su totalidad por sistemas de rociadores automáticos (1), con válvula de control y sensor de flujo en cada planta. Al hacer referencia a "la totalidad" del edificio, la NFPA 101 se refiere a todos sus locales, habitaciones y espacios, incluyendo (según sus características) los espacios ocultos sobre un falso techo suspendido. Existen algunas escasas excepciones relativas a pequeños baños y armarios en viviendas. Los sistemas de rociadores automáticos han demostrado ser un excelente medio de protección de la vida humana a lo largo de sus más de cien años de uso. Las estadísticas muestran que la mayoría de los incendios se controlan con la

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apertura de menos de cuatro rociadores y los daños producidos por el agua son muy inferiores a aquéllos que podría producir un incendio si no fuera controlado rápidamente por los rociadores.

BOCAS DE INCENDIO Aún cuando se exige un sistema de rociadores como el descrito en el apartado precedente, las bocas de incendio para mangueras no resultan prescindibles. Es por ello que la NFPA 101 también exige que un edificio de altura deba poseer un sistema de bocas de incendio (2) de 63,5 mm de diámetro, ubicadas en el interior de los cerramientos de las escaleras. Estas bocas no requieren poseer mangueras y son previstas para el uso exclusivo del personal de bomberos. Al igual que los rociadores automáticos, la norma aplicable exige que, en edificios de altura, estos sistemas posean una fuente de agua que brinde el caudal, la presión y la autonomía necesarias, es decir, no se admiten sistemas que para obtener la demanda del sistema requieran de un suministro a través de una conexión a las autobombas del servicio de bomberos. Asimismo, excepto cuando son posibles temperaturas de congelamiento, no se permite que la columna de alimentación esté seca, o sea, sin agua.


Protección en Edificios de Gran Altura

SISTEMA DE INCENDIO

ALARMA

DE

SISTEMA DE COMUNICACIONES PARA BOMBEROS

Los sistemas de alarma para alertar a los ocupantes de un edificio se han utilizado durante mucho tiempo. En un edificio de altura la alerta temprana a los ocupantes constituye uno de los componentes fundamentales de la estructura de seguridad hacia las personas. Los edificios de altura, por lo general, poseen una importante cantidad de ocupantes, lo que implica que el problema de la evacuación no es sencillo. En muchos casos, la evacuación debe hacerse por etapas, o bien debe dirigirse a grandes cantidades de evacuantes por salidas que no son utilizadas frecuentemente en el uso diario del edificio, o es necesario cambiar las condiciones de la evacuación debido a las cambiantes condiciones del incendio. Estas circunstancias, claves en la superviviencia de las personas afectadas por el incendio, no son posibles de realizar mediante el recurso de simples alarmas acústicovisuales. En efecto se requiere de mensajes hablados que permitan adecuarse a todas las posibles condiciones tanto del lugar de origen del incendio como del desarrollo posterior de éste.

Los edificios modernos poseen estructuras con componentes metálicos. Aun los edificios cuya estructura es de hormigón armado, presentan armaduras metálicas en el interior de columnas, vigas y losas. Estos componentes constituyen una jaula de Faraday que, en principio, evita una eficiente comunicación mediante medios inalámbricos como los utilizados por los cuerpos de bomberos. Siendo la comunicación imprescindible en las operaciones durante un incendio, se ha aplicado como solución la exigencia de un sistema de comunicación de dos vías que no utilice medios radiales sino alámbricos, es decir, un sistema de telefonía.

ILUMINACIÓN DE EMERGENCIA Muchos incendios han tenido, como causa principal de la gran cantidad de víctimas, la ausencia de iluminación de los medios de salida. La NFPA 101 exige que la luminancia sobre el piso sea de 108 lux en escaleras y de 10,8 lux en otros sectores del medio de salida. Sin embargo, al fallar el suministro principal de energía, los medios de salida deben continuar iluminados. Para ello, la norma exige que el edificio posea un sistema de iluminación de emergencia que provea una luminancia similar a la que ofrece el sistema alimentado con el suministro normal. El criterio que subyace en este requisito es importante de ser destacado: las condiciones de emergencia no implican una reducción en las necesidades.

Con este criterio como fundamento, la NFPA 101 exige que cada edificio de altura debe poseer un sistema de alarma (3) con mensajes hablados, ya fueren pregrabados o de viva voz desde una estación de control. Todos sus componentes deben encontrarse certificados para su uso específico y los cableados y otros tipos de comunicaciones deben encontrarse continuamente supervisados de tal manera que una interrupción en su servicio implique la generación de una alarma de fallo. Cuando un sistema de alarma se encuentre fuera de servicio por más de cuatro horas en un período de 24 horas, debe notificarse a la autoridad con jurisdicción y debe evacuarse el edificio, a menos que se provean vigilantes de incendio en todas las áreas afectadas hasta que el sistema sea retornado al servicio. La iniciación del sistema de alarma debe ser, como mínimo, manual, pero los pulsadores de alarma no son exigibles cuando se instala un sistema de rociadores dado que éste debe estar interconectado para iniciar la alarma en caso de apertura de un rociador. El sistema de alarma también es utilizado para realizar acciones de control sobre otros sistemas del edificio como la liberación de puertas resistentes al fuego, la puesta en marcha de sistemas de control del humo o el desbloqueo de puertas con apertura demorada.

En muchos casos, la evacuación debe hacerse por etapas, o bien debe dirigirse a grandes cantidades de evacuantes por salidas que no son utilizadas frecuentemente en el uso diario del edificio, o es necesario cambiar las condiciones de la evacuación debido a las cambiantes condiciones del incendio.

La NFPA 101 no determina el tipo de fuente de emergencia que debe utilizarse, pudiendo ser baterías o un grupo electrógeno. Sin embargo, requiere que la conmutación entre la fuente normal y la fuente de emergencia, debe hacerse en menos de diez segundos desde que la fuente normal no puede suministrar el servicio. Esto reduce a un mínimo los riesgos asociados con que los evacuantes se encuentren en lugares no iluminados.

ENERGÍA DE EMERGENCIA El Código de Seguridad Humana, aplicando este concepto, requiere que los edificios de altura posean un sistema de comunicaciones (4) de dos vías para ser utilizado por el personal del departamento de bomberos. Este sistema debe operar entre el centro de control del edificio y cada ascensor, cada vestíbulo de ascensor y cada nivel de planta de las escaleras de salida. Las líneas de este sistema estarán supervisadas como se explicó en el apartado precedente.

A diferencia de la iluminación de emergencia, que puede poseer una fuente de alimentación constituida por baterías y aplicando también el criterio de independencia descrito al hablar de los rociadores automáticos, un edificio de altura requiere una continuidad en el servicio de sus sistemas esenciales. Simplemente no es admisible que no exista un medio de elevación eficaz y confiable o una alimentación eléctrica sin interrupciones para la bomba de

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Protección en Edificios de Gran Altura

agua. Con esta consideración, la provisión de un grupo electrógeno no debe pasar por la decisión del propietario para mantener el funcionamiento del edificio, sino que resulta exigido para garantizar la seguridad de los ocupantes del mismo. La NFPA 101 requiere que un edificio de altura debe poseer un sistema de energía de emergencia, generalmente constituido por un grupo electrógeno propio (5). Este grupo electrógeno debe permitir la operación, entre otros, de los siguientes sistemas:

Los indicadores del grupo electrógeno de emergencia. Los controles e indicadores de los dispositivos de desbloqueo de las puertas de las escaleras de salida. Los indicadores de la bomba de incendio. Un teléfono con línea externa para uso por los bomberos.

El sistema de iluminación de emergencia. El sistema de alarma de incendio. La bomba eléctrica de incendio. No menos de un ascensor que sirva a todos los pisos, con la energía transferible a cualquier otro ascensor. Los sistemas de control de humo (de existir éstos).

ESTACIÓN CENTRAL DE CONTROL Un edificio de altura es un complejo conjunto de maquinarias, personas y servicios. En el momento del incendio las decisiones deben tomarse rápidamente, poseyendo la información detallada y exacta de la situación y con los medios de control y comunicación fácilmente disponibles para llevar a la práctica estas decisiones. Este criterio, implica la necesaria agrupación en un único sitio de esta información y medios, ese lugar es la Estación Central de Control del edificio. De acuerdo con la NFPA 101, los edificios de altura deben poseer una Estación Central de Control en una ubicación aprobada por el Departamento de Bomberos, que debe contener lo siguiente: La central de control de los mensajes hablados del sistema de alarma de incendio. La central de control del sistema de comunicaciones de dos vías para los bomberos. La central de control del sistema de detección de incendios. Un panel indicador de la posición de los ascensores en el edificio. Un panel indicador de las válvulas y sensores de flujo del sistema de rociadores.

CONCLUSIONES Existen otras exigencias en la NFPA 101 que se aplican a los edificios de altura. Entre ellas podemos citar a la señalización de las salidas, el entrenamiento del personal, los índices de propagación de la llama en los revestimientos de techos, paredes y pisos, y los anchos que deben poseer los medios de salida en función de la cantidad de personas que deberán utilizarlos. También es importante practicar la evacuación del edificio periodicamente. Sería muy extenso tratar en esta nota cada punto en particular, pero entendemos haber analizado los más importantes. Resumiendo lo expuesto, los requisitos más importantes que la norma NFPA 101, Código de Seguridad Humana, presenta para edificios de altura, son los siguientes: Rociadores automáticos: para que las tareas de supresión se tomen en las primeras etapas de desarrollo del fuego. Sistema de alarma mediante mensajes hablados: para que los ocupantes sean notificados inmediatamente de la emergencia y puedan ser guiados hacia la seguridad. Salidas capaces de ser utilizadas: logradas a través de cumplir con una distancia máxima de recorrido hasta las mismas, encontrarse lo suficientemente separadas entre sí y descargando directamente a la vía pública, para que no sea probable que se vean afectadas por un mismo incendio. Resistencia al fuego: de los cerramientos de las salidas, a fin de garantizar que se mantengan uti-

lizables durante el incendio y de las aberturas verticales, a fin de evitar que éstas se constituyan en caminos de propagación del fuego. Iluminación del medio de salida: mantenida en todo momento y con los niveles mínimos para garantizar su uso seguro. Las normas y códigos contra incendio, son el resultado de la experiencia. Una condición relevante en una norma, consiste en que rápida y flexiblemente se adecue a los desarrollos de la técnica y a las nuevas experiencias que enseñan los diversos incendios que ocurren en el mundo. Si luego de un incendio de importancia sólo se buscan culpables, se desperdicia la gran oportunidad de aprender qué debemos hacer para que no se repita. Este es el verdadero valor de un cuerpo normativo que permite mantener los objetivos de salvaguarda de vidas y bienes. Nota (1): Los sistemas de rociadores deben ser diseñados, instalados y mantenidos de acuerdo con la NFPA 13. Nota (2): Los sistemas de bocas de incendio deben ser diseñados e instalados de acuerdo con la NFPA 14 y mantenidos según los requisitos de la NFPA 25. Nota (3): Los sistemas de alarmas deben ser diseñados, instalados y mantenidos de acuerdo con la NFPA 72. Nota (4): Los sistemas de comunicaciones deben ser diseñados, instalados y mantenidos de acuerdo con la NFPA 72. Nota (5): El sistema de energía de emergencia está regulado en su diseño e instalación por la NFPA 70 y la NFPA 110.

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Responsabilidades y sanciones en el RSCIEI/04

Francisco López Estrada APICI

ASESORÍA JURÍDICA No se trata que, desde esta asesoría, se pongan de manifiesto, exclusivamente, los riesgos en los que el Ingeniero de Protección contra Incendios pueda incurrir. Muy al contrario. Precisamente lo que pretendemos es la prevención de esas responsabilidades. Y nada mejor para procurarla que analizar cada uno de los riesgos que afectan al profesional. Pensemos, una vez más, en el Técnico Titulado Competente. Vamos a procurar, desde esta sección, obtener la más adecuada cobertura patrimonial de esas responsabilidades, a través de los dos aspectos que la pueden amparar: formación profesional y respaldo económico. En éste último sentido dedicaremos un espacio a analizar las pólizas de responsabilidad civil que las compañías de seguros ponen a la firma del Ingeniero asegurado. Contratos genéricamente considerados de adhesión, pero que se deben adecuar más a las necesidades del asegurado que a los imperativos del asegurador. Para encauzar las consultas os reiteramos la dirección de correo electrónico

asesoriajuridica@apici.net y naturalmente la dirección de la Asociación, en calle Ávila, 18 de Madrid (28020) para el correo ordinario. Esperamos que, con vuestra colaboración, esta sección responda a los presupuestos de información, formación y debate que preside la revista.

S

iguiendo con las novedades que, en materia de seguridad contra incendios en establecimientos industriales nos ha traído el nuevo Reglamento (RD 2267/2004, de 3 de diciembre), destacamos hoy las del régimen de responsabilidades y sanciones. El artículo 16 del anulado RD 786/2001, establecía que "Del incumplimiento de lo dispuesto en este Reglamento se derivarán las responsabilidades y sanciones, en su caso, que correspondan de conformidad con lo dispuesto en el Título V de la Ley 21/1992, de 16 de julio, de Industria, y en el capítulo VI de la Ley 2/1995, de 21 de enero, de protección civil". Redacción que coincide con el primer borrador que se nos facilitó del nuevo Reglamento. Estamos hablando de febrero/marzo del 2004, a los pocos meses de la famosa Sentencia del Supremo que lo declaró nulo. Pero el Ministerio decidió incluir en el texto definitivo una segunda parte, de especial trascendencia y que merece la pena tratar.

A las responsabilidades y sanciones de las leyes de Industria y Protección Civil, se añaden,..., las Infracciones en Materia de Prevención de Riesgos Laborales...

Efectivamente, en el nuevo artículo, ahora 17, a las responsabilidades y sanciones de las leyes de Industria y Protección Civil, se añade la "sección 2ª del capítulo II del Texto Refundido de la Ley sobre infracciones y sanciones en el orden social, aprobado por el Real Decreto Legislativo 5/2000, de 4 de agosto". Se centra esta sección 2ª en las Infracciones en Materia de Prevención de Riesgos Laborales y al remitirse el RSCIEI/04 a la posibilidad de incluir estas infracciones en su ámbito de influencia, traslada a los proyectos, puesta en marcha y mantenimiento de la seguridad contra incendios en las instalaciones industriales, toda una serie de nuevas responsabilidades que obligan a que el Técnico Titulado Competente haya de tener en cuenta una nueva serie de factores a la hora de redactar y firmar proyectos, a la hora de llevarlos a cabo y a la hora de mantenerlos. Vamos a temas concretos. El artículo 20 de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre de Prevención de Riesgos Laborales exige al empresario que, teniendo en cuenta el tamaño y la actividad de la empresa, así como la posible presencia de personas ajenas a la misma (resulta fácil pensar en cualquier establecimiento industrial), deberá analizar las posibles situaciones de emergencia y adoptar las medidas necesarias en materia de lucha contra incendios y evacuación de transeúntes y trabajadores, designando para ello al personal encargado de poner en práctica estas medidas

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y comprobando periódicamente, en su caso, su correcto funcionamiento. Estamos ante el proyecto, su realización y el mantenimiento. Ese personal deberá poseer la formación necesaria, no solo en la materia de protección contra incendios, sino en las específicas condiciones laborales en las que se desarrolle la actividad del establecimiento industrial. Y deberá poseer esa formación porque si no logra integrar en el proyecto, realización y mantenimiento de las medidas contra incendio esas específicas condiciones laborales, el empresario puede verse incurso en una infracción grave (artículo 12, 10, de la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social), o muy grave (artículo 13, 7 y 8, b) de dicha Ley). Pero no solamente el empresario, sino los promotores, los propietarios de obra y los trabajadores por cuenta propia que, desarrollando actividades en el centro de trabajo, incumplan las obligaciones que se deriven de la normativa sobre prevención de riesgos laborales. Al darse la posibilidad de que el empresario organice su sistema de salvamento y lucha contra incendios a través de servicios externos a la empresa, resulta que las entidades especializadas, que actúen en ese desempeño y las personas o entidades, que desarrollen la actividad de auditoria del sistema de prevención de las empresas y las entidades acreditadas, para desarrollar y certificar la formación en materia de prevención de riesgos laborales, también pueden ser sujetos responsables de infracción. Pero, incluso, podemos deducir de la norma su carácter de mínimos, en el sentido que el empresario no solamente deberá cumplir con la reglamentación, sino que deberá implantar medidas más estrictas, en el caso de tener indicios de que las adoptadas como preventivas son insuficientes. Para ello deberá llevar a cabo investigaciones, en caso de producirse daños, y dar cuenta a la autoridad laboral de los accidentes ocurridos y de las enfermedades declaradas. Las sanciones administrativas a que este tipo de infracciones pueden dar lugar, oscilan entre los 1.500 euros de multa en el grado mínimo y los 30.000 euros en el caso del grado máximo, tratándose de faltas graves. Cantidades que, al tratarse de faltas muy graves, pueden alcanzar los 600.000 euros en el caso de aplicarse la multa en su grado máximo, dando lugar, incluso, a la cancelación de acreditaciones en el caso de entidades especializadas que actúen como servicios de prevención ajenos.

En los supuestos en que las infracciones pudieran ser constitutivas de ilícito penal, la Administración pasará el tanto de culpa al órgano judicial competente o al Ministerio Fiscal y se abstendrá de seguir el procedimiento sancionador, mientras la autoridad judicial no dicte sentencia firme o resolución que ponga fin al procedimiento o mientras el Ministerio Fiscal no comunique la improcedencia de iniciar o proseguir actuaciones.

Ese personal deberá poseer la formación necesaria, no solo en la materia de protección contra incendios, sino en las específicas condiciones laborales en las que se desarrolle la actividad del establecimiento industrial.

Incluso la Ley General de Seguridad Social establece que "todas las prestaciones económicas, que tengan su causa en accidente de trabajo o enfermedad profesional, se aumentarán según la gravedad de la falta, de un 30 a un 50 por 100, cuando la lesión se produzca por máquinas, artefactos o instalaciones, centros o lugares de trabajo que carezcan de los dispositivos de precaución reglamentarios, los tengan inutilizados o en malas condiciones (art. 123.1 LGSS). El recargo es un aumento de la cuantía de todas las prestaciones económicas, derivadas de un accidente de trabajo o enfermedad profesional que cumple una misión sancionatoria y resarcitoria, ya que recae directamente sobre el empresario sin posibilidad de seguro (art. 123.2 LGSS); y se configura expresamente como una responsabilidad "independiente y compatible con las de todo orden, incluso penal que puedan derivarse de la infracción" Señalar por último que en materia de prevención de riesgos laborales, las infracciones prescribirán al año las leves, a los tres años las graves y a los cinco años las muy graves, contados desde la fecha de la infracción.

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El “RIPCI” a exámen Cuando se publicó en el B.O.E. el R.D. 1942/1993, de 5 de noviembre por el que se aprobaba el "Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios", identificado simplemente como "RIPCI", hay que reconocer que marcó un hito importante en el ámbito profesional de la seguridad contra incendios, puesto que tenía como finalidad, nada mas y nada menos, que "poner orden en el mercado para que los equipos e instalaciones de lucha contra incendios fueran eficaces". Los que lo redactaron, estaban bien informados y eran conscientes de que para que una instalación sea realmente eficaz debe estar adecuadamente diseñada, instalada y mantenida, condiciones rigurosamente inseparables. Es evidente que el RIPCI se ha quedado anticuado, pues no ha sido revisado desde su entrada en vigor hace ya 11 años. Pero todo llega y, parece ser, según noticias llegadas a APICI, que en el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo se va a proceder a su revisión, y confiamos en que éste cuente con la experiencia de los asociados para aportar soluciones adecuadas y razonables. Ante esta noticia, debemos estar preparados para presentar al Ministerio nuestras propuestas, bien fundamentadas y consensuadas por el colectivo de asociados a APICI. Son muchos los aspectos a tratar y debatir, pues ya es sabido que en origen salió a la luz con defectos importantes, tanto de forma como de contenido técnico, que dificultaban su plena aplicación en los proyectos. Ya tendremos tiempo de tratar a fondo sobre todos ellos, pero hoy, fecha de salida del primer número de nuestra revista ICI, no puedo resistir la tentación, a la vez de tomarlo como una obligación profesional, de plantear un aspecto fundamental que afecta seriamente a la finalidad misma del RIPCI y que, bajo mi punto de vista, basándome en innumerables experiencias vividas a lo largo de estos años, es un hecho que, si no se aclara adecuada e inmediatamente, puede ir a más y que, por mucho que se mejoraran el resto de inexactitudes del reglamento, abocaría en la inutilidad. En el primer número de ICI, nuestro Abogado expone con claridad las responsabilidades del TÉCNICO TITULADO COMPETENTE ("TTC"), y es indiscutible que el papel asignado por el RIPCI a éste es clave, pues su firma avala la idoneidad de las instalaciones ¿Os dais cuenta? Pero vayamos a los hechos reales exponiendo en primer lugar la situación actual para, a conti-

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Pedro Ubeda APICI nuación, proponer mi punto de vista de cómo debería ser, considerando en ambos casos que el TTC debe intervenir como "actor principal en los tres actos": - Diseño, firmando el Proyecto, visado por el Colegio oficial correspondiente, - Instalación, firmando el Certificado de la empresa instaladora, necesario para la puesta en servicio de las instalaciones (Artículo 18), además de la responsabilidad derivada de ser el TTC de la empresa, si es el obligatorio de plantilla, y - Mantenimiento. Aquí, aunque en el reglamento no se requiere explícitamente firma de ningún documento relacionado con las operaciones de mantenimiento, tiene la responsabilidad propia como el TTC de la empresa. Actualmente se procede de la siguiente manera: 1 Se realiza un Proyecto, firmado por un Ingeniero, que puede ejercer como empleado de una Ingeniería, como profesional libre o como empleado en plantilla de la propia empresa instaladora. 2 Este Proyecto, según su nivel de detalle, se utilizará simplemente para solicitar ofertas, si es básico, o para ejecutar las obras en caso de ser un proyecto de ejecución material. En el primer caso, que es una práctica muy habitual, es la empresa instaladora adjudicataria de las obras quien, en el mejor de los casos, realiza el proyecto para montaje. 3 Una vez terminadas las instalaciones, aparte de la Dirección de Obra que pueda nombrar la propiedad, la empresa instaladora debe legalizarla según se requiere en los Artículos 17 (Para el Proyecto) y 18 (Para las instalaciones) del RIPCI, bastando en este último un Certificado de acuerdo con lo previsto en el R.D. 2135/1980. Y aquí termina todo lo referente a las instalaciones, y así las recibirá la empresa mantenedora, aunque en la realidad, y siempre me he preguntado por qué razón, casi nunca aparecen estos dos documentos finales, de tal forma que aquella contrata, salvo raras y honrosas

excepciones, "a ciegas". Si, si, como lo oís, a ciegas por que no conoce lo que va a mantener, y por que además, generalmente, no realizan una Auditoría previa en la que se analicen las condiciones de diseño y la operatividad de las instalaciones que va a mantener, y esto, en mi opinión es muy grave, tanto para el usuario "engañado", al no disponer del nivel de fiabilidad que ha pagado, como para la empresa mantenedora, responsable final de la eficacia de las instalaciones si no denuncia previamente las anomalías reglamentarias que hubiera. Y dentro de estas imprecisiones está el TTC quien, con toda seguridad y en la mayoría de los casos, ignora estas situaciones. La propuesta, basada en las anomalías y sus consecuencias comentadas anteriormente, es que en la próxima revisión del RIPCI se tuvieran en cuenta los aspectos que a continuación se relacionan, con el objetivo fundamental de salvaguardar la fiabilidad de las instalaciones de P.C.I. y de los profesionales TTC: 1 Que en el RIPCI se regule y defina con mas detalle, al igual que se regulan los instaladores y mantenedores, la figura del TTC en lo que a sus conocimientos en materia de S.C.I. se refiere. 2 Al igual que en el Apéndice 2 del RIPCI se especifican, aunque no con el detalle suficiente, las operaciones mínimas de mantenimiento y su periodicidad, debería darse apoyo a los TTC en la confección del requerido Certificado de puesta en servicio, generando un formato en el que se establezcan, de forma inequívoca, las condiciones mínimas de aceptación de las instalaciones, de tal manera que quede constancia de que se han recepcionado contrastándolas con las condiciones especificadas en el proyecto. 3 Requerir que la empresa mantenedora expida un Certificado en el que ratifique que las instalaciones que va a mantener cumplen todas las condiciones establecidas en el RIPCI o, en caso contrario, que lo comunique por escrito a la propiedad indicando las desviaciones y proponiendo las respectivas medidas correctoras.


Asociación de Profesionales de Ingeniería de Protección contra Incendios

B OLETÍN

DE

S USCRIPCIÓN 2005

D ATOS D EL S USCRIPTOR APELLIDOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . NOMBRE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .NIF . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . EMPRESA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .CIF . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . CARGO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . CALLE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Nº . . . . . . . .PISO . . . . . . POBLACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .PROVINCIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .C.P. . . . . . . . . . . . TELÉFONO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .FAX . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .MOVIL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . E-MAIL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .WEB . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . INSCRIPCIÓN A ICI - INGENIERÍA CONTRA INCENDIOS - 4 NÚMEROS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .32 - Las suscripciones dirigidas al extranjero tienen un recargo de 6 por ejemplar. - Las suscripciones enviadas por correo aéreo tienen un recargo de 15 por ejemplar. FORMA DE PAGO:

Domiciliación Bancaria. Tarjeta de Crédito (VISA / MASTER CARD). Transferencia Bancaria a nombre de APICI. Enviar copia de la transferencia por fax: 91 571 50 24 BSCH - 0049 5138 15 2516626589

D OMICILIACIÓN B ANCARIA TITULAR DE LA CUENTA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . NOMBRE ENTIDAD . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . CALLE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .N . . . . . . . . POBLACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .PROVINCIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .C.P. . . . . . . . . Nº CUENTA COMPLETO

TARJETA

DE

C RÉDITO

TITULAR DE LA TARJETA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . TIPO DE TARJETA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . CADUCIDAD . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Nº TARJETA COMPLETO Atentamente les saluda:

En

,a

de

de 2005

Firmado: D/Dª Por favor, enviar por fax al número 91 571 50 24 o por correo a: APICI, Avila 18 - 28020 Madrid - España. Visite nuestro sitio web www.apici.net.


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