6 minute read

Tema central

@jotallorente

2020 CARTA DEL PAPA FRANCISCO A LOS JÓVENES

Advertisement

LA IGLESIA DEBE RENOVAR LA PASTORAL DE JUVENTUD (1)

El capítulo séptimo de la Exhortación apostólica C hristus vivites el que ocupa mayor número de páginas, y justifi ca que le dediquemos el Tema central de nuestro Boletín Salesiano en los meses de septiembre y octubre. El papa Francisco introduce este capítulo tan importante de este modo: «La pastoral de juventud que solemos lle var a la práctica se ha visto afectada por los cambios sociales y culturales. En nuestros programas pastorales, con frecuencia los jóvenes no encuentran respuesta a sus inquietudes, necesida des, problemas y heridas. La proliferación y el crecimiento de asociaciones y movimientos generalmente vinculados a la juventud pueden ser interpretados como obra del Espíritu Santo, que cons tantemente nos muestra nuevos caminos» (CV 202).

Urge una pastoral de carácter sinodal

«Quiero destacar que los mismos jóvenes son agentes de pastoral de juventud. Ciertamente, necesitan ser ayudados y guiados; sin embargo, a la vez deben sentirse libres para descubrir nuevos caminos, con creatividad y audacia. Me interesa ayudar a los jóvenes a poner en juego su astucia, su ingenio y sus conocimientos para que puedan salir al paso de las cuestiones y preocupaciones de otros jóvenes, utilizando su propio lenguaje» (CV 203). «Los jóvenes nos hacen ver la necesidad de descubrir nuevos estilos y nuevas estrategias. La pastoral de juventud necesita ser más flexible: invitando a los jóvenes a eventos o encuentros que ofrezcan nuevas oportunidades, no solo para la formación, sino también para la conversación, la ce«En primer lugar, deseo destacar que hoy la acción pastoral en clave juvenil implica tener en cuenta dos grandes lí neas de acción. La primera es la búsqueda, es decir, el modo en que atraemos a nuevos jóvenes a vivir una experiencia con Cristo Jesús. La segunda es el crecimiento, es decir , el modo en que ayudamos a los que ya han vivido esta experiencia para que consigan madurar y progresar» (CV 209).

lebración, el canto, la escucha de testimonios y la experiencia de compartir en encuentro con el Dios vivo» (CV 204). «En primer lugar, hoy la pastoral de juventud debe tener un carácter claramente sinodal. Sinodalidad significa ‘caminar juntos’, lo cual implica valorar los carismas que el Espíritu concede según la vocación y el rol de cada uno de los miembros de la Iglesia, mediante un proceso de corresponsabilidad. Nadie debería ser excluido y nadie debería autoexcluirse» (CV 206). «Aprendiendo unos de otros, entre todos seremos capaces de reflejar mejor esa maravillosa y poliédrica realidad que

Dos grandes líneas de acción

la Iglesia de Jesucristo siempre debería ser» (CV 207). «Con respecto a la búsqueda, confío en la capacidad de los jóvenes para descubrir iniciativas y propuestas atractivas que faciliten el encuentro y la relación entre ellos mismos. Lo más importante es que cada joven se atreva a sembrar el primer anuncio en esa tierra fértil que es el corazón de otro joven» (CV 210). «En cuanto al crecimiento, quiero hacer una advertencia muy importante. Más que obsesionarnos por la transmisión de un cúmulo de conocimientos doctrinales, primero tratemos de suscitar y arraigar las grandes experiencias que sostienen la vida cristiana» (CV 212).

Ambientes adecuados

«Todas las instituciones de la Iglesia deben estar debidamente equipadas para acoger cordialmente a los jóvenes, porque muchos tienen una auténtica sensación de orfandad. Si los jóvenes han de crecer en un mundo en cenizas, les va a ser muy difícil mantener viva la llama de sus sueños y sus proyectos. Si crecen en un desierto vacío de sentido, ¿dónde van a dar cauce a su deseo de dedicar sus vidas a sembrar» (CV 216). «En una palabra, crear un ‘hogar’ es crear una ‘familia. Crear un hogar es permitir que la profecía tome cuerpo y haga que nuestras horas y días sean menos fríos, menos indiferentes y anónimos. Crear un hogar es tejer lazos con simples gestos cotidianos que están al alcance de todos» (CV 217). «Nuestras instituciones deberían ofrecer a los jóvenes unos lugares que ellos puedan considerar como propios, donde puedan entrar y salir con libertad, donde se sientan en «La escuela es una buena plataforma para acercarse a los niños y a los jóvenes. Es un lugar privilegiado para la promoción de la persona; por ello, la comunidad cristiana le ha dedicado gran atención, tanto formando a docentes y directivos, como instituyendo escuelas propias, de todo tipo y grado. Una de las alegrías más grandes para un educador es observar cómo un joven se convierte en una persona fuerte y bien integrada, un líder y alguien capaz de dar» (CV 221). «Las escuelas católicas siguen siendo esenciales como espacio de evangelización de los jóvenes. Es importante tener en cuenta algunos criterios inspiradores propuestos

Daniel Díaz-Jiménez Carmona

casa y se encuentren con otros jóvenes, tanto en los momentos de sufrimiento o de frustración como en los de alegría y celebración. En estos ambientes también puede tener lugar el contacto ‘persona a persona’ indispensable para la transmisión del mensaje del Evangelio, una acción de la que ningún

Pastoral de juventud en los centros educativos

recurso o proyecto pastoral puede prescindir» (CV 218). en V eritatis Gaudium, en vista a la renovación y la revitalización de la acción misionera por parte de las escuelas y las universidades» (CV 222). «Además, no podemos separar la formación espiritual de la formación cultural. La Iglesia siempre ha querido ofrecer a los jóvenes la mejor formación posible. Ahora no debe renunciar a hacerlo, porque los jóvenes tienen derecho a ella. Este es nuestro gran desafío: responder a los an uncios paralizantes del consumismo cultural con firmes opciones bien diseñadas y firmes, con investigación, conocimiento y acción compartida» (CV 223).

Invitación a la reflexión y al debate:

«En el Sínodo se han hecho muchas propuestas orientadas a renovar la pastoral de juventud y a liberarla de criterios y prácticas que hoy ya no son eficaces, precisamente porque no favorecen el diálogo con la actual cultura juvenil» (CV 208). ¿Cuáles son las activi dades pastorales que más me gustan y me ayudan a crecer en la fe? ¿Cuáles debería renovar o suprimir? ¿En qué nuevas iniciativas debería participar? ¿Qué experiencias he vivido en este campo? Si formo parte de un grupo de amigos abierto al encuentro con otros, ¿qué ideas creati vas puedo aportar al grupo? «Todas las instituciones de la Iglesia deben estar debidamente equipadas para acoger cordialmente a los jó venes, porque muchos de ellos tienen una auténtica sensación de orfandad» (CV 216). ¿Conozco instituciones que son verdaderamente espacios de acogida o que están en un serio proceso de renovación? ¿Qué tipo de ayuda necesitan las instituciones que no se plantean ningún tipo de conversión? ¿Qué futuro les espera? «La escuela es un lugar privilegiado para la promoción de la persona; por ello, la comunidad cristiana le ha dedicado gran atención, tanto formando docentes y directivos, como instituyendo escuelas propias, de todo tipo y grado» (CV 221). ¿Cuál es mi experiencia en el ámbito escolar? ¿Qué aspectos positivos puedo subrayar? ¿De qué modo los centros escolares están res pondiendo a los nuevos retos en el campo de la educación? ¿Se lo han tomado en serio? ¿Qué opinión tengo de las escuelas católicas que conozco? ¿Cómo preparan su futuro?

Francesc Riu, sdb

This article is from: