Estimada Mujer sin Marido, sé que la influencia de la cultura y la religión nos ha hecho creer que nuestro destino es ser la media naranja de alguien. Yo difiero totalmente de esa idea. Mientras más leo la Biblia y conozco historias de mujeres, más entiendo que nuestra identidad como mujeres está en Dios y no en la pareja. Dios creó al hombre y a la mujer y nos instruyó que al casarse serían uno solo. No dijo que eran dos mitades. Un hombre y una mujer se unen para complementarse, no para anularse, opacarse, dividirse en mitades o minimizarse. "Luego Dios dijo: «No está bien que el hombre esté solo. Voy a hacerle alguien que lo acompañe y lo ayude». Génesis 2:18 Las de ustedes que estuvieron casadas y se creyeron el asunto de la media naranja, ya saben cómo quedaron cuando no solo les "exprimieron el jugo", sino que las dejaron "cortadas por la mitad". Cuando la identidad de una mujer depende del balance que le hace el marido, su identidad está en juego. Dios nos hizo personas únicas, que al unirnos con otras personas formamos alianzas que nos hacen mejores personas. Las mujeres cometemos errores en la vida, siendo uno de los peores el creerse el cuento de la media naranja y depender totalmente de un marido. Sé de lo que escribo, llevo 5 años escuchando y leyendo miles de historias de mujeres que creían ser la media naranja de alguien, para luego descubrir que eso no era cierto, ya que abruptamente la naranja que compartía con alguien fue partida por la mitad. Además, por 11 años trabajé en una agencia que ayudaba a viudas y viudos. Tengo la total certeza que depender espiritual, financiera o emocionalmente de un esposo, NUNCA es buena idea. Entiendo que depender es conveniente, ya que se comparte o se transfiere la responsabilidad de vivir y desarrollar la propia vida. En mi libro Mentoría para 1 Mujer sin Marido que vale por 2, explico porqué una mujer NO debe depender de un hombre, pero si depender de Dios, mientras confía en ella.
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Blog del 2020 Por : Betzaida Vargas Este blog fue el m á s leido y compartido
Una Mu j er sin Marido es una
Naran j a Completa
