LA FORMACIÓN DE HÁBITOS COMO APRENDIZAJE FUNTAMENTAL EN LA ETAPA DE EDUCACIÓN INFANTIL
REALIZADO POR:
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Samuel Alonso García Robledo -
Lourdes López Hervás -
Sara Mayoral Testón
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María Navarro Martín -
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Sonia Palomares López -
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Silvia Ortiz Rodrigo
Beatriz Sánchez Pozo Mª Jesús Torralba Carrasco
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ÍNDICE: 1. INTRODUCCION……………………………………………………………….3
2. MARCO LEGAL Y CURRICULAR……………………………………………3
3. HÁBITOS Y RUTINAS: 3.1. Definición…………………………………………………………….4 3.2. Funciones…………………………………………………………….4 3.3. Tiempos y espacios. …………………………………………………5 3.4. Tipos de hábitos y rutinas. …………………………………………..6 3.5. Formación de hábitos en infantil…………………………………….10 3.6. Metodología. ………………………………………………………...11
4. RELACIÓN FAMILIA-ESCUELA…………………………………………...12
5. CONCLUSION……………………………………………………………..…12
6. BIBLIOGRAFIA………………………………………………………………13
7. WEBGRAFÍA…………………………………………………………………13
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1. INTRODUCCIÓN La adquisición de hábitos en la etapa de infantil es un proceso fundamental para que nuestros alumnos puedan adquirir el resto de sus capacidades y desarrollen una personalidad armónica y equilibrada. La consecución de estos hábitos y rutinas van a permitir al niño realizar su actividad diaria de manera que sentirá seguro y protegido, asumiendo el control de su entorno inmediato. Además los hábitos referidos a alimentación, descanso, higiene, etc., ayudarán al desarrollo de la autonomía personal de los niños y niñas de estas edades. El establecimiento de rutinas y hábitos nos facilitará a la vez realizar las funciones educativas adecuadas dentro de un marco espacio-temporal en el aula. Todo ello carece de sentido si no existe una relación y colaboración de las familias con el centro educativo, que deberán de llevar a cabo las mismas líneas de actuación a fin de conseguir el desarrollo pleno del niño en todas y cada una de u potencialidades. Por todo ello, consideramos de gran importancia este trabajo, pues nos va a enseñar los diferentes hábitos y rutinas que se elaboran en la etapa de infantil, las repercusiones que en los niños tendrán, así como su proceso de elaboración en el aula, a través de la repetición de actividades y tareas. Dado que todo esto tiene gran importancia en nuestro contexto escolar y educativo, a continuación veamos algunas bases legislativas que defienden el tema.
2. MARCO LEGAL Y CURRICULAR La formación de hábitos como aprendizaje fundamental en la etapa de infantil es un tema que aparece defendido por la normativa educativa vigente. Lo vemos a continuación: - Real Decreto 1630/2006 de 29 de diciembre. Nos menciona la importancia de adquirir correctamente una serie de hábitos de forma progresiva durante el segundo ciclo de la etapa de infantil.
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- Decreto 67/2007 de 29 de mayo, de Castilla-La Mancha. En el artículo 4. Objetivos generales, apartado c, nos especifica: “Adquirir hábitos de higiene, alimentación, vestido, descanso y protección. - Decreto 164/2002 de Castilla-La Mancha, sobre la educación en valores. Nos habla también de la formación de hábitos higiénicos, saludables y alimenticios.
3. HÁBITOS Y RUTINAS. 3.1.Definición Podemos definir hábitos como aquellas acciones aprendidas o adquiridas que llevamos a cabo para satisfacer nuestras necesidades personales, de manera que nos sentimos más seguros antes las diferentes situaciones en las que nos encontramos. Son flexibles y van a facilitar el desarrollo de la seguridad del niño/a en toda su vida escolar. Por rutinas entendemos más bien aquellas actividades que realizamos de forma regular, periódica y sistemática, que están mecanizadas por tanto suponen una costumbre personal. Ambos conceptos están relacionados entre sí pero no son lo mismo.
3.2. Funciones. El trabajar con el niño un hábito u otro no es aleatorio, pues cada hábito y cada rutina tienen una función determinada y van a contribuir al desarrollo personal de los niños en las distintas áreas. Por ello, veamos algunas funciones que pueden tener: • Generan seguridad, el niño o niña conoce la situación en que se encuentra y por tanto tiene control sobre ella y le da seguridad. • Marcan pautas de tiempo y espacio, de manera que el pequeño sabe cuándo debe realizarse el hábito y cuándo no (lavarse las manos mientras estamos en el baño, recoger tras comer…).
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• Ofrecen un marco de referencia. Una vez que se ha aprendido la correspondiente rutina, el niño o niña es capaz de concentrarse en lo que está haciendo sin preocuparse en lo que vendrá después. • Permiten a los niños conocer el entorno que les rodea, pues a través de rutinas va a experimentar con su alrededor y sus compañeros. • Desarrollan posibilidades cognitivas y afectivas, al realizar actividades diarias, relacionarse con los iguales y maestra, etc. • Tendrán efectos positivos, referido a su alimentación, hábitos higiénicos, estilos de vida saludables, etc. Por todo ello, podemos afirmar que los hábitos y rutinas serán muy positivos para la vida diaria del niño, así como para su progresión futura en todas sus destrezas.
3.3. Tiempos y espacios. Como es lógico, la formación de hábitos tendrá lugar en distintos espacios y en diferentes momentos. Algunas rutinas son aplicables en momentos concretos de la jornada (primera hora de la mañana, salida al patio… También se establecen espacios físicos concretos: el baño, la alfombra, el patio, la salida… Por todo ello, deberemos tener en cuenta y respetar cada uno de estos espacios y llevar a la práctica la realización de rutinas y hábitos siempre ante las mismas situaciones específicas o en el mismo horario. Pero para lograr esto, es necesario la colaboración de la familia. La implicación de padres y madres en todo este proceso será fundamental, con el fin de que tanto en casa como en el marco de la clase realice las mismas actividades y hábitos (lavarse los dientes, atarse los cordones, recoger tras jugar, lavarse las manos…) El aula será un espacio especialmente significativo, pues contaremos con el resto de niños y niñas de la clase, de manera que el niño realizará las mismas rutinas para sentirse acogido dentro de su grupo social. Es importante respetar el tiempo que necesiten los niños para llevar a cabo sus hábitos, ya sean de descanso, alimentación, higiene… pero no debemos dejar que 5
pierdan interés para ellos, sino potenciar y estimular estos hábitos y rutinas, favoreciendo y apoyándolos de manera que cada vez las realicen en el menor tiempo posible hasta que se automatice.
3.4. Tipos de hábitos y rutinas. Aunque existen varias clasificaciones realizadas respecto a los hábitos y rutinas, en este trabajo vamos a identificar y clasificar los siguientes hábitos que se trabajan en el segundo ciclo de educación infantil: Orden Higiene Vestido Alimentación Descanso Convivencia 1. Orden: Podemos distinguir orden en el tiempo, es decir, aquellas rutinas que se llevarán a cabo en los distintos horarios. Y orden en cuanto a la disposición de las cosas de su entorno, con lo que aprenderá a establecer un lugar para cada cosa facilitando su disciplina interna. La adquisición de este hábito permitirá al niño aprender a organizar y ordenar su actividad diaria y cotidiana, lo que le facilitará posteriormente desarrollar su potencial y sus posibilidades intelectuales y académicas. Para potenciar este hábito en el niño seguiremos las siguientes pautas: • Establecer un horario claro cumpliendo las actividades que en él se reflejen. • Organizar el aula estableciendo un lugar para cada cosa y a su alcance. • No amontonar materiales escolares ni juegos, sino organizar las cosas de modo que queden recogidas por todos.
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• Enseñar a los alumnos y alumnas a coger de su sitio los juguetes, a utilizarlos y a volver a guardarlos en su lugar. • Establecer normas y límites respecto al horario, orden y comportamiento del alumnado en el aula de forma que tengan claro en todo momento lo que pueden hacer y lo que no deben hacer.
2. Higiene: Practicar diariamente hábitos higiénicos es algo necesario en esta etapa. Debemos señalar que unos hábitos higiénicos incorrectos pueden llevar al contagio de enfermedades infantiles como pediculosis, caries, etc. Por ello debemos hacer énfasis en la adquisición de los siguientes hábitos: • Control de esfínteres. • Utilización correcta del inodoro. • Lavarse las manos, cara y dientes. • Dejar limpio el lavabo y el aseo después de utilizarlo. • Sonarse la nariz adecuadamente. Toser y estornudar. • Peinarse y asearse. • Utilizar pañuelos y tirarlos a la basura. • Etc.
3. Vestido: Desde el mismo periodo de escolarización se empieza a enseñar a los alumnos hábitos de vestido, colocándose el baby, poniéndose y quitándose los abrigos… Es importante que los pequeños no se acostumbren a ser ayudados siempre por los adultos para vestirse y desvestirse, sino que quieran hacerlo ellos mismos cada vez con mayor autonomía. Potenciaremos las siguientes:
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• Calzarse y descalzarse. • Quitarse y ponerse la chaqueta, abrigo, etc. • Abrocharse y desabrocharse los botones. • Subirse y bajarse una cremallera. • Atarse los cordones de las zapatillas. • Ponerse y quitarse el baby. • Etc. 4. Alimentación: Uno de los hábitos más importantes, visto el momento evolutivo en la que los niños se encuentran, pues necesitan aprender a comer de forma autónoma ya que esto tendrá repercusiones en su desarrollo físico y mental. Los niños de estas edades en muchas ocasiones se oponen a comer, por lo que se genera un conflicto con sus padres. Estos han de saber cómo actuar, no ceder a sus chantajes y no sentir ansiedad y prisas para que coman. El hábito de la alimentación no sólo está referido a que los niños sepan utilizar los cubiertos sin ayuda sino que aprendan a comer de todo, que coman la cantidad necesaria y que lo hagan en el tiempo establecido. Algunas actividades que trabajaremos en relación a esto son: • Utilización de los cubiertos (cuchara, tenedor, cuchillo). • Pelar la fruta con la mano. • Abrir recipientes. • Beber en vaso. • Servirse la comida y el agua. • Utilizar el babero y la servilleta. • Recoger la mesa y los utensilios utilizados. • Comer sin levantarse de la mesa.
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• Masticar con la boca cerrada. • Etc. 5. Descanso: El sueño es muy importante, y más en la edad en que se encuentran nuestros alumnos. El niño debe descansar durante la noche y dormir un número determinado de horas para poder mantener su actividad normal durante el día. Desde la escuela, deberemos enseñar al niño a compaginar hábitos de actividad y descanso, de lo contrario su capacidad de atención, rendimiento o interés pueden verse reducidos. Por ello, algunas actividades que plantearemos serán: • Establecer un espacio de la mañana para relajarse. • Ofrecer diversidad de actividades a lo largo de la jornada.. • Descalzarse y calzarse. • Alternar tiempos de actividad con periodos de descanso. . Es aconsejable que a esta edad los niños duerman alrededor de una hora después de la comida del mediodía para reposar.
6. Convivencia: A esta edad los niños empiezan a interrelacionarse entre ellos, de modo que deben aprender a llevar a la práctica una serie de hábitos de convivencia con iguales y mayores. Por ello también debemos trabajar algunas normas sociales para que la convivencia sea más agradable y afectiva para todos. Destacamos las siguientes: • Saludar y despedirse. • Dar las gracias y pedir por favor. • Esperar el turno en la fila, en la asamblea… • No gritar, etc. • Pedir permiso.
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• Aprender a compartir y ponerse en el lugar del otro. • Etc. Debemos evitar cualquier tipo de enfrentamiento o conflicto entre alumnos así como rabietas, celos, agresividad infantil, etc. Todos estos hábitos y rutinas deben ser trabajados diariamente tanto en el colegio como en casa, con ayuda de los padres, y van a permitir asentar las bases de conocimientos posteriores y necesarios en nuestros pequeños.
3.5. Formación de hábitos en infantil. Como ya hemos dicho, los hábitos se forman mediante la repetición constante de rutinas, hasta que con el tiempo se automatizan y las hacemos parte de nuestras vidas, convirtiéndose en costumbres. Para adquirir el hábito este debe ser un proceso continuo, agradable para el sujeto, ser reforzado en el momento oportuno, debemos ser precisos en las descripciones de las conductas. Además el niño debe tener una predisposición para colaborar y no olvidar que la familia también debe implicarse en todo el proceso. Para la adquisición de un hábito en primer lugar el niño debe observar la conducta realizada por otra persona (padres, compañeros, maestra…) para poder imitarla. Debe ser consciente de para que sirve dicho hábito, que conozca su función. En todo este proceso el adulto debe darle la responsabilidad al niño de hacerlo solo y de que asuma las consecuencias de no hacerlo. Padres y maestros deben ser constantes en todo el proceso, apoyarles y orientarles en la medida que sea posible o permita la situación. La formación de hábitos va a favorecer el desarrollo de la autonomía y responsabilidad del niño. Para la formación de hábitos y rutinas en el aula realizaremos actividades relativas a los distintos hábitos citadas anteriormente. Estas actividades deberán de cumplir una serie de características: Serán individuales, en pequeño grupo o en grupo clase.
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Se llevarán a cabo de forma autónoma por los niños, siendo el maestro y los padres los que lo orienten y apoyen en el proceso. Con implicación de desgaste físico y de quietud y relajación. Se llevarán a cabo tanto en entornos de interior como de exterior.
3.6. Metodología. Para favorecer el desarrollo de hábitos y rutinas en nuestros alumnos deberemos fijar unas pautas metodológicas que contribuyan a organizar y sistematizar estos aprendizajes adecuadamente, siguiendo el mismo orden de actividades y señalando el hábito que estamos realizando. A fin de que los niños identifiquen el cambio de actividad que va a producirse, debemos señalar también la transición de una actividad a otra diferente, de manera que sabrán mejor cuándo realizar el hábito y cuándo no. De esta manera, en todo este proceso debemos llevar a cabo una metodología que sea: Cálida y afectiva: a fin de que el niño se sienta seguro y pueda interiorizar mejor y de un modo más positivo los hábitos trabajados. Participativa y socializadora: de modo que se sentirá integrado y generalizará mejor los aprendizajes al ver que no es el único que lleva a cabo las diferentes actividades y que todos colaboran. Activa: siendo los propios alumnos los que realizan las rutinas y hábitos, lo que favorecerá un aprendizaje significativo. Individualizadora: pues también habremos de respetar los diferentes ritmos de aprendizajes, ya que no todos los niños adquirirán los hábitos al mismo tiempo, y por tanto deberemos ayudarles en relación a sus necesidades y posibilidades.
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4. RELACIÓN FAMILIA-ESCUELA EN LA FORMACIÓN DE HÁBITOS. Como ya hemos señalado anteriormente, el niño va a desarrollar y adquirir cada uno de estos hábitos y rutinas tanto en el ámbito escolar como en casa. Por ello, será necesario que exista una coordinación, colaboración y comunicación entre la familia y la escuela, más concretamente con el tutor o tutora. Ambos deberán perseguir desarrollar en sus hijos los diferentes hábitos llevando a cabo las mismas líneas de actuación para ello. Por tanto podremos concretar una reunión con la familia para abordar dicho tema y que ambos tengan claro las medidas de actuación a seguir en los dos ámbitos. Podremos centrarnos en trabajar de forma más específica un hábito cada semana, así antes de ir al colegio los padres favorecerán que el niño se vista solo, animándole, haciéndolo ellos también para que los imiten, por pasos… De manera que repetirá la misma acción de nuevo en el aula con ayuda de la maestra o maestro y junto a sus compañeros. Es importante no resolver al niño las tareas que ha de hacer, ni marcar demasiado los pasos para lograr el hábito o rutina, sino ponernos nosotros mismos como modelos de imitación para que adquieran más rápidamente la rutina o hábito.
5. CONCLUSIÓN. Tanto los hábitos como las rutinas constituyen una gran importancia en la etapa de infantil, pues ayudarán al niño a ser independiente, autónomo responsable, a adquirir el control sobre sus primeras tareas, a sentirse seguro en su entorno inmediato, y serán las bases para el desarrollo de todas sus capacidades. Aunque es importante que estos hábitos sean adquiridos a una temprana edad, lo es más aún que sean practicados siempre, y para ello es necesaria la ayuda de los adultos, que apoyarán a los niños en todo su progreso. Con la realización de este trabajo hemos aprendido que existen una amplia variedad de hábitos y rutinas que deben ser trabajados lo antes posible ya que son fundamentales para la vida de nuestros alumnos.
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6. BIBLIOGRAFÍA.
Real Decreto 1630/2006 de 29 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas del segundo ciclo de Educación Infantil.
Decreto 67/2007 de 29 de mayo, por el que se establece y ordena el currículo del segundo ciclo de la Educación Infantil en Castilla-La Mancha.
Decreto 164/2002 de Castilla-La Mancha, sobre la educación en valores.
Apuntes de la asignatura El proceso educativo en la etapa infantil.
Temario de Oposición al cuerpo de maestros. Educación infantil. Magister. Madrid. 2012
7. WEBGRAFIA. http://www.familias.apoclam.org/el-sistema-educativo-espanol/educacioninfantil/aprendizaje-de-rutinas-y-habitos.html http://www.slideshare.net/anumrayen/formacion-de-habitos-en-los-nios http://www.buenastareas.com/ensayos/Formacion-De-Habitos-En-Ni %C3%B1os-De/3138633.html http://www.mamapsicologainfantil.com/2012/10/habitos-y-rutinas-eneducacion-infantil.html http://www.guiainfantil.com/articulos/educacion/la-importancia-de-los-habitosy-las-rutinas-para-los-ninos/
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