Fernando Sandner Montilla nace en Dresden (Dresde) Alemania el 27 de Diciembre de 1925, muere en Venezuela el 03 de Octubre de 2004.
Ăšltima Carta del Maestro
Valencia, España, 12/2/2001
Muy estimado amigo y colega Iván Arenas espero en Dios que te encuentres bien, junto a tus padres, Esposa e hijita a quienes también saludo en la presente misiva. Conoces que mi salud falló desde 1998, con dos pulmonías, una anemia aguda, una embolia, un infarto, operación cardíaca, pero mi viaje a Europa me está reponiendo la salud, vuelvo a caminar aunque todavía con bastón y el corazón está bien, así que regreso a principios de Marzo y terminaré la impresión de 3 trabajos que están en imprenta. ¿Qué hay de nuevo en la Ofidiología?. Estoy
haciendo
fisioterapia
para
volver
hacer
expediciones, te deseo toda la felicidad del mundo así como a los tuyos, ¿Cómo te fue en la presentación de la nueva Micrurus?
Fernando Sandner Montilla.
El Dr. Sandner Montilla, después de sufrir dos pulmonías, una anemia aguda, Accidente o Episodio Cerebro Vascular, infarto y operación cardíaca, su interés era recuperarse para continuar con la Herpetología, y lo demuestra en la misiva que me envió desde Valencia España, preocupado por sus trabajos en imprenta, de igual forma preguntó por la presentación de la nueva Micrurus y se anima para hacer expediciones, su salud empeoró desde 1998, en el año 2001 al poco tiempo de su intervención quirúrgica, conversamos en el apartamento de Altamira Caracas, luego el profesor viaja a España y al pasar los meses me llama por teléfono, para informarme que no resiste el deseo de volver, su hermana Isolde no puede convencerle y regresa al País pero recae, poco antes de morir dialogué con él en el Hospital Universitario, donde me pregunta por el Herpetólogo Adolfo Houtmann y su esposa Eleonora, todavía mostraba deseos de recuperarse para continuar estudiando las serpientes venenosas, pasa el tiempo y tuve un sueño donde el Profesor Sandner se encontraba en el patio de tierra de una escuela rural, que tenía las paredes de dos tonos de azul, allí solamente estaba él que me saludaba despidiéndose y al mismo tiempo se alejaba de mi vista…