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Weckels outdoor
from 03-06
by SoftSecrets
La María
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ponemos el Skuff Buzzer sobre una superficie de espejo, de modo que el polvo de hash sea fácil de ver. La lisa superficie del espejo también evita que el polvo se pegue, facilitando así su rascado. Rascar el polvo todo junto es más fácil con algo de bordes finos, como una tarjeta de crédito, por ejemplo.
La mayor diferencia entre Pollinator y Skuff Buzzer es que con la primera los recortes se colocan dentro de una estructura parecida a una tambor de lavadora, y se remueven continuamente. De este modo, son empujados constantemente dentro del tamiz, de forma que no se pierden los cristales. Estos se recogen en un plato blanco que después de un tiempo (normalmente 1530 minutos) se pueden rascar con un instrumento tipo tarjeta de crédito.
Ahora que os he explicado a grandes rasgos cómo funcionan ambas máquinas, es hora de ponerse a hacer hash en serio. Recogido un buen montón de recortes, debemos asegurarnos de utilizarlos bien. Los cogollos pequeños y alargados hay que cortarlos finamente, para que los cristales de THC caigan más fácilmente, así como las hojas, cuando empiece a funcionar el Pollinator.
Después comprobamos que no hay ramitas escondidas entre los recortes. Incluso las más pequeñas pueden hacer mucho daño si se quedan en el Pollinator, ya que son muy secas y pueden dañar el tamiz (también llamado pantalla), con consecuencias negativas para su eficacia. Este tipo de tamices no son precisamente baratos y una vez dañados son prácticamente inservibles, porque la calidad del polvo de hash baja dramáticamente. Si se empieza a dejar pasar hojitas pequeñas además de cristales, ya no tendremos polvo de buena calidad.
Cuando hayamos repasado todo el montón y cortado finamente cualquier cogollito, lo metemos en bolsas de plástico, cerrándolas lo más herméticamente posible. Estas bolsitas herméticas son ideales porque se puede sacar y meter fácilmente el material. A veces se pueden utilizar los mismos recortes más de una vez, depende de su calidad.
Yo suelo llenar cada bolsa con unos 80 gramos de recortes; me parece la cantidad perfecta para meterla de una vez en un Pollinator de tamaño estándar. Por supuesto, existen modelos de mayor tamaño, pero no suelen estar disponibles para alquilarlos, y lo que es peor, no suelen estar al alcance del presupuesto de un cultivador normal.
Antes de empezar a utilizar la máquina, hay que poner las bolsitas en la nevera más o menos un día antes. Así se congelan los cristales de THC, lo que los hace caer más fácilmente. Otra ventaja de hacer esto en los meses de invierno es que tendrás que bregar con menos humedad del aire, además de una temperatura más baja. Gracias a las frías temperaturas exteriores, los recortes permanecen fríos más tiempo que si lo hicieras en verano.
Por esta razón, tampoco conviene poner la calefacción durante este proceso. Incluso hay cultivadores que meten el Pollinator en la nevera mientras está funcionando. Desde luego, para eso hay que tener una nevera espaciosa, y por supuesto, comprobar que se recomienda ese tipo de uso.
Volviendo una vez más a la congelación de los recortes: es muy importante hacerlo antes, para ponerse a trabajar en el momento en que se tiene en tus manos la máquina. Los cultivadores que prefieren alquilarla, deben tener en cuenta que suelen pedir bastante dinero en depósito en las grow shops, debido sobre todo a los que se resisten a devolverlas, lo que ha hecho que los dueños de grow shops se vuelvan muy cuidadosos para decidir a quién se las alquilan.
Una alternativa es alquilar junto con un grupo de cultivadores, para compartir gastos. Aveces los cultivadores guardan los recortes de varias cosechas, para hacer todo el hash de una vez. Esto sale algo más barato (que alquilar una máquina por cada cosecha), pero hay que tener más cuidado con los fisgones, que podrían admirarse de la cantidad. Tampoco los tribunales suelen diferenciar entre buenos cogollos y recortes o desperdicios. Hay que tener en cuenta estas cosas para decidir empezar una bonita colección de recortes de maría.
Con la máquina en nuestras manos, empezamos. Es mejor ponerla sobre una mesa, para situarla a una altura confortable para manipularla y que la espalda no sufra. Sacamos una bolsa de plástico de la nevera, la vaciamos en la caja del Pollinator y la ponemos en marcha (asegurándonos de que está bien cerrada la caja y de que debajo está bien situada la trampilla). Yo suelo poner a funcionar la máquina primero durante un cuarto de hora antes de rascar el polvo de hash de la bandeja blanca (ver foto). Después vuelvo a sacar los recortes y los devuelvo a la bolsa, le pongo un número (por ejemplo, el 1) y lo vuelvo a meter en la nevera. Este número es para no equivocarme y volver a poner la misma bolsa en la máquina. El polvo de hash obtenido tras esta primera extracción suele ser muy oscuro y de la más alta calidad (de hecho, Primera Calidad).
No hay que cometer el error de sorprenderse negativamente al ver la poca cantidad de hash que queda, la cosa no es tan rápida, pero, a cambio, la calidad de esta pequeña cantidad de polvo de hashish es tremenda. Además, pequeñas cantidades añadidas a otras pequeñas cantidades, van haciendo una buena cantidad, especialmente si piensas que podías haber tirado a la basura todos esos "desperdicios" de maría. Durante el proceso de producción también metemos el polvo de hash en bolsitas de plástico. Más adelante, mucha gente decide guardar el hash en bolsas de lino, para permitirle "respirar" durante su maduración. Yo prefiero conservarlo en bolsas de plástico todo el tiempo, porque en mi opinión está mejor protegido de la humedad exterior.
Una vez usada y vuelta a guardar la primera bolsa en la nevera, repetimos el proceso hasta utilizar todas las bolsas de recortes una vez. Después empezamos otra vez desde la bolsa número 1, solo que esta vez tendremos la máquina en marcha durante media hora por bolsa. Esta vez el hash es un poco más claro. Yo lo meto en otra bolsa (Segunda Calidad). Yotra vez a la nevera.
Pero todavía no hemos terminado de hacer hash, y podemos repetir el proceso sin problemas una vez más. Esta vez dejaremos en marcha el proceso durante una hora al menos, porque ya se obtiene mucha menor cantidad de polvo. El hash que se obtiene de esta tercera extracción es muy clarito y de menos calidad. Pero todavía vale la pena el esfuerzo, que nos permite tener hash de tres calidades. Hay muchos cultivadores que sencillamente mezclan el hash de todos los grados, en cuyo caso tienes una sola clase de hash, pero todavía lo suficientemente concentrado, y todavía de suficiente calidad. Para el fumador no muy experimentado bastarán dos caladas para sumergirse en un viaje interestelar. Si de hecho encuentras que el hash de Primera Calidad es demasiado fuerte puedes mezclarlo con los otros; incluso entonces te vas a colocar como un mono. Al terminar todo el trabajo, naturalmente desearás liarte un buen porro, y ponerte ciego. Ydesde luego, puedes hacerlo.
Pero la calidad será aún mayor (suprema) si se resiste la tentación de prensarlo y fumarlo enseguida, y se deja guardado durante un año. Así el hash madura del todo (siempre que se haya guardado en un sitio oscuro, seco y fresco) y la calidad alcanzará altas cimas. Esto ocurre, entre otras razones, porque los granitos de hojas verdes mueren al cabo de un tiempo, lo que incrementa tanto el sabor como la calidad del hashish. El hash que se compra en la mayoría de coffee-shops o a proveedores independientes, suele tener bastante tiempo para madurar convenientemente. Incluso el de contrabando, si va bien prensado.
Por supuesto, también se pueden usar los recortes de una cosecha de interior para hacer Nederhash. Suelen tener incluso más cantidad de cristales de THC que los recortes de exterior, por lo tanto no hace falta decir que se obtiene más polvo de hash. Los meses de invierno pueden ser de oro para un cultivador de interior: baja humedad del aire y bajas temperaturas exteriores (lo que permite colgar más lámparas que durante el verano). Puede ser que los cultivadores de interior tengan el suficiente trabajo con manicurar sus cosechas como para preocuparse de los recortes. Es una buena oportunidad para el cultivador de exterior, que no tendrá inconveniente en ayudar a un colega durante los ociosos meses de invierno, a
Una vez seco tu montón de recortes, corta en trocitos los cogollos más grandes, para que el Pollinator extraiga más fácilmente los cristales de THC.
El día antes de empezar a trabajar con la Pollinator, metemos las bolsas de recortes en la nevera.
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La María
Para asegurarse de no sacar las mismas bolsas, es mejor ponerles un número.
cambio de compartir el producto final.
Cuando hayas fabricado tu propio hash, te prometo que no querrás otro. No hay nada más hermoso que un bonito montón de polvo de hashish hecho por tus propias manos, y encima de una calidad superior.
Terminaré deseando a todos los lectores, cultivadores y otros interesados un buen Año Nuevo. Con toda probabilidad, volveré el año que viene con nuevos artículos desde las fronteras de mis prácticas de cultivo en Weckels World of Wonders.
Algunas variedades de hierba producen tal cantidad de cristales de THC que el polvo de hash ya está empezando a acumularse en la bolsa de recortes. Tras quitar el cierre y la trampilla de la caja, se pone en ella la bolsa de recortes.
Acontinuación volvemos a asegurar el cierre y a poner debajo de la caja la bandeja blanca. Ahora solo tenemos que cerrar el clip exterior y, ¡podemos empezar!
Después de un cuarto de hora de tenerla en marcha, abrimos el cierre y sacamos la bandeja con cuidado. Con la ayuda de una tarjeta de crédito rascamos el polvo de hashish fácilmente.
En esta foto se pueden ver diversos tipos de polvo de hash, cada tipo con sus propios color y sabor, y por lo tanto único. La segunda vez, dejamos funcionar la Pollinator durante media hora. Tenemos a la vista una gruesa capa de polvo de hash.
Una bonita colección de polvos de hash a lo largo de los años. Si se deja madurar, se obtiene un hash de calidad superior.
Escribe siempre el año de producción, la calidad y la variedad de marihuana que has usado en la etiqueta.
En esta foto se puede ver otra vez el polvo de hashish. Auténtico, 100% de pureza. Nederhash.
38underworld
La María
Una serie de entrevistas sobre el comercio del cannabis a la luz del crimen semi-organizado en Holanda. Se trata de obtener una visión realista de la gente del circuito ilegal, los que aseguran que siempre haya hash y maría en el mercado. Desde los peces gordos al pequeño camello. El reportero especial de Soft Secrets, Charlie Stone, trata de descubrir todas las facetas dentro del submundo. Por Charlie Stone
The dealer
André (no es su verdadero nombre),es de Amsterdam,y desde los años setenta se ha estado ganando no solo el pan,sino también el jamón,a base de traficar. Empezó con la "protección de gente",y pronto se metió en el mundo del hash, donde hizo un poco de todo hasta establecerse como camello independiente. Además del hash,estuvo traficando con coca antes de elegir definitivamente la maría,que empezó cultivando para consumo propio.André ha conocido todos los aspectos de este negocio,y,en esta entrevista,habla abiertamente con Soft Secrets sobre su vida.
P. André, ¿como llegaste a esta parte del mercado negro? R. Hace unos veinte años vivía en la misma casa que un tío que era camello. El tipo traficaba fuerte, con coca y hash, y yo solía ver la mercancía por toda la casa. Después de un tiempo empecé a transportar mierda para él. Un kilo aquí, dos allá, todo era muy fácil.
P. ¿Pasabas a otros camellos o al usuario final? R. Se podría decir que a camellos caseros. Pero el tipo para el que transportaba empezó a ponerse mucho y a perderse. Lento pero seguro, cada vez hacía más y más trabajitos para él. Su negocio se expandió y el mío con él. Después de un tiempo, me dije, hey esto es fantástico, y empecé a hacerlo por mi cuenta. Simplemente, cogí un paquete de veinticinco kilos, y empecé.
P. ¿Era todo hash, o también maría? R. Sólo hash. Podía ser libanés, negro, marroquí,... ahora no es lo mismo.
P. ¿Cuánto te llevabas porayudara tu compañero de piso? R. Al principio, me llevaba unos 45 euros por kilo entregado. Aveces, llevaba 5 o 6 kilos en un día, y eso era dinero de verdad para un chaval de dieciséis años. Cuando tenía dieciocho, me sacaba unos trescientos, además de hacer otros trabajitos como poner firmes a los que no pagaban.
P. ¿Porqué decidiste establecerte por tu cuenta? R. Porque el tipo se estaba metiendo demasiada coca, dejaba muchas cosas, y yo acabé haciendo demasiadas cosas para él. Para entonces, yo había aprendido mucho, y tenía algunos contactos buenos, y desde ahí no era más que dar un pequeño paso. Pero yo cometí también el mismo error con la coca, y me pasaba todo el día de fiesta. Los primeros años se jodieron por eso.
P. ¿Como te hiciste con tanta coca? R. El tío tenía demasiada. Me dio una parte para que intentara venderla, y me ganara mucho dinero. Si comprabas hierba por valor de cinco mil, la podías vender como mucho por mil más, y tenías suerte si te llevabas trescientos de beneficio, pero si hacías lo mismo con coca, los beneficios podían alcanzar dos o tres mil. Por supuesto, cortándola y vendiéndola en pequeñas cantidades. Con la hierba, tenías que vender cien veces la misma cantidad para obtener un beneficio parecido. Estaba acostumbrado a correr riesgos, así que no tuve muchos problemas.
P. ¿Con qué tipo de gente tratabas? R. Nunca me metí en el mundo del famoseo, así que no he conocido gente popular. Normalmente trataba con gente corriente. Nunca he traficado con gente de esa que sale en las páginas de escándalos. Sólo con gente que nunca aparecía en ese tipo de historias.
P. ¿Qué porcentaje de hash y cuál de coca movías? R. Como al 50-50. Para mí no había mucha diferencia en que un cliente me pidiera cincuenta kilos de hash o cincuenta de coca. Después, cuando mis circunstancias personales empezaron a cambiar, me metí más en la maría. Luego, siguió un periodo de ocho años en los cuales todo me fue realmente bien. Más tarde, empezaron a pasarme muchas cosas raras, interceptaron cargamentos y detuvieron a gente.
P. ¿Cómo te camuflabas legalmente, porejemplo, con el fisco? R. Sencillamente, me compré un trabajo falso. Eso significa que pagabas a tu contratador por darte un trabajo, aparte de darle una gratificación de unos trescientos. Un sueldo legal de unos mil quinientos cuesta bastante, pero por lo menos quedas totalmente a cubierto de puertas afuera. Hay que asegurarse de tener un acuerdo claro con tu "jefe" para el caso de que la policía o cualquier otro funcionario investigue, debe saber si tu estás"enfermo" o "de vacaciones".
P. ¿Era el submundo de la droga más duro que ahora? R. Antes era mucho más fácil. Aunque había bastantes palos. Ahora los navajazos son excesivos, si creemos a los yugoslavos. Antes eran los italianos los que probaban suerte.
P. ¿Alguna vez te ha pasado a tí? R. Claro, un par de veces. En general, a pequeña escala. Una vez iba con un tipo a entregar un paquete de hash. Él salió del coche para llamar al timbre de la puerta. Yo no conocía mucho al tipo, así que llevaba conmigo una pistola, por si acaso. Me senté en el coche a esperar, mientras él desaparecía por la puerta. Después, no pasó nada. Empecé a ponerme nervioso y fui a ver qué le había pasado. Estaba bastante colocado, así que di una patada a la puerta mientras balanceaba mi pistola. Entré y me encontré en una habitación llena de gente extraña y atontada. Subí corriendo las escaleras, convencido de que debía de estar en alguna parte de la casa. En el ático descubrí una pequeñísima escalera que daba al ático vecino. Por ahí es por donde había escapado. También tuve unos clientes en Inglaterra que estaban pensando en dar un respiro al negocio, y que decidieron darme el palo en su último encargo. Les envié 100 kilos y ellos reclamaron que la mercancía no había llegado nunca, aunque no podían informar a la policía para probarlo. Me han timado de esa forma un par de veces.
P. ¿Hay mucha diferencia entre traficarcon coca o con hash? R. Sí, es otro mundo. Hay que ser duro para estar en el negocio de la coca. Por ejemplo, si desaparece el producto, alguien puede salir tiroteado. Aveces la gente se va de vacaciones y no vuelve nunca, ese tipo de cosas. Los palos se hacen más desagradables. Un conocido mío, propietario de un coffee-shop, fue asaltado en su casa hace poco. Lo metieron en la bañera, mientras empujaban a su hijo a la nevera. Balanceaban una sierra sobre su cabeza mientras le hundían repetidas veces la cabeza en el agua. Por 25 mil. Yo pensé que si podían hacer eso por semejante cantidad, ¿qué no me harían a mí si supieran lo que tengo? Entonces decidí darle un descanso al negocio de la coca.
P. ¿Dejaste entonces de vendercoca? R. No, primero monté un negocio legal. Tiendas de ropa, empresas de catering, ese tipo de cosas. También hice inversiones. Estas empresas no eran tapaderas, sino negocios reales. Además de eso, seguí vendiendo, pero más bien como un hobby. Conservé a dos o tres clientes de coca moderados, y dejé que otro, a quien no importara acabar a balazos, suministrara a los demás clientes. Esta persona actuaba como una especie de amortiguador entre los clientes y yo.
P. ¿Porqué necesitabas eso? R. Aun amigo mío lo descuartizaron, otro buen amigo se suicidó, algunas personas que conozco fueron arrestados, y después murió alguien más. Todo eso me hizo parar y pensar en lo que me traía entre manos. Por eso contraté a otro. Me liberaba las manos y me permitía tomar cierta distancia con la coca. Se podría decir que me jubilé anticipadamente del negocio de la coca.
P. ¿Notaste un aumento en la demanda de pastillas? R. Sí, clientes de Inglaterra que solo pillaban hash, de pronto me preguntaban si podía conseguirles 10 o 20 mil pastillas. Lo hice una vez, porque el transporte es muy fácil de arreglar. Más tarde empezaron a pedir menos hash, así que decidí dejar las pastillas, no me gusta ver como se relega una sustancia en beneficio de otra, sobre todo si no tengo un control total sobre esa otra. Con las pastillas era muy difícil averiguar la calidad. Tenías que saber lo que hacías, era otro mundo muy distinto. ¡No se le pide a un zapatero que repare un agujero en el tejado! Hay gente que piensa que todo se puede comprar y esperan que tú sepas si es de buena calidad. Pero yo podía ser un desastre y comprar 100.000 pastillas chungas. Hay que tener mucho cuidado. Yo soy demasiado prudente para un mercado tan descontrolado.
P. ¿Así que seguiste, pero solo con hash? R. Seguí con el hash durante unos años hasta que los precios fluctuaron y se hizo demasiado difícil cambiar dinero en el banco. Ese tipo de problemas. Estaba a punto de dejarlo, cuando "Nederwiet", una maría para cultivo casero de Holanda, apareció.
P. ¿Eso era nuevo para tí? R. Tenía un amigo en América que tenía cultivos de interior en California, él me dio la idea. También me envió lámparas y mis primeras semillas. Al principio, no esperaba ganar dinero con ello. Creía que había que dejarlo para más adelante. Después me ganó el entusiasmo, y decidí dedicarle toda mi atención.
P. ¿Cómo te fue? R. Dando muchos palos de ciego, estaba bastante confuso porque había muchos factores, en rápida sucesión. Había aprendido sobre cultivo a base de prueba/error. Me llevó seis meses tener mi propio cuarto de cultivo y ponerlo en marcha. Tenía mil plantas, de modo que me sentía afortunado, pero no es así de fácil. Se trata de un trabajo intensivo. Entras en contacto directo con la naturaleza, y ya no puedes seguir vacilando. Me di cuenta de que sería mejor tener diez habitaciones con 250 plantas cada una, que tener una sola habitación más grande. Se gana más así. También se ahorra en mano de obra, porque se necesita un equipo menor de recogedores. Si el ciclo de las plantas dura diez semanas, se puede retrasar el inicio de cada uno en una semana, de modo que siempre haya una cosecha en una habitación.
P. ¿Lo hacías todo solo o tenías gente ayudándote? R. Yo soy un vago, así que siempre trabajo con gente. De todas formas, no podría hacerlo todo solo. Por ejemplo, para cien plantas, se necesitan como mínimo 500 kilos de tierra, y si quieres unas plantas sanas y felices tienes que aumentar hasta 800. Luego hay que meter toda esta tierra en las macetas. Yeso después de haber montado el cuarto. Primero hay que instalar lámparas, filtros de aire, etc. Hay mucho que organizar. Necesitas nociones de electricidad, sistemas de riego, etc. Además, yo tenía mi negocio legal, que también necesitaba mi atención. Yeso sin mencionar mi vida privada. No, con una habitación pequeña de cultivo, uno solo se puede bastar. Con diez, ni hablar.
P. Si se estropeaba un cuarto ¿afectaba eso a los demás? R. No, soy muy cuidadoso, trabajaba con diferente gente en cada uno. También tengo varios cuartos de reserva, por si necesito continuar en otra parte. Una vez perdí un cuarto en una redada, pero en general he tenido bastante suerte. Los distintos tipos con que trabajo no saben nada unos de otros. Los únicos que están