Legalización en Marruecos

¿Legalizará Marruecos? The Professor

Al norte de Marruecos, en la cordillera del Rif, generaciones de granjeros pobres y marginados se han defendido, luchado y pagado incontables años en prisión por cultivar cannabis para cubrir sus necesidades básicas, imposibles de cubrir de otra manera.

Necesidades como la educación, la sanidad o un hogar donde vivir. La industria nunca vendrá a estas montañas, no hay riqueza mineral para explotar y, en un mundo movido por el dinero, cultivar comida para el mercado no ofrece un beneficio suficiente como para mantener a una familia, por lo que el cultivo de cannabis ayuda en muchos aspectos. Su existencia económica y cultural depende de ello. Esto quiere decir que cada vez que se arresta a una persona o se requisa una granja es también su cultura y su economía quienes resultan arrestadas y requisadas. Nadie en Marruecos está contento con la actual dinámica entre ley y realidad. Pero, ¡los cambios están llegando! Las autoridades marroquíes han empezado oficialmente el proceso de legalización. Desde los campos del Rif hasta la cámara parlamentaria de Rabat, la legalización del cannabis se ha convertido en uno de los temas más polémicos en el país.

El actual foco de la política sobre el cannabis en Marruecos se encuentra en la investigación de los usos positivos de la planta y su cultivo, así como la forma de incorporar una industria legal del cannabis en la economía oficial del estado. Los principales impulsores de esta campaña vienen del Partido de la Autenticidad y la Modernidad (PAM). Este partido fue creado por el rey como parte de las reformas que siguieron a los recientes levantamientos ocurridos en el norte de África; el hecho de que sean ellos los que están pregonando la legalización muestra que incluso el rey es partidario de la causa.

La esperanza del PAM es que una industria cannábica legal y controlada por el estado legitimará los ingresos de los habitantes de la cordillera del Rif y “se convertirá en un importante (y legal) recurso económico para el país”. También legalizará la principal fuente marroquí de divisas extranjeras. Desde que el partido del rey introdujera el debate en el parlamento a mediados de 2013, un segundo y prominente partido ha redactado leyes diseñadas para regular la industria, por lo que, aunque todavía no se ha decidido nada definitivo, algún tipo de legalización parece que está al caer.

No hay que emocionarse demasiado todavía. Marruecos no es el próximo Uruguay; aunque el uso personal de cannabis no está específicamente prohibido, si el país legalizara explícitamente el uso recreativo estaría violando las convenciones internacionales que ha firmado, podría ser objeto de sanciones. Dada su religión nacional y su etnia es comprensible que tengan dudas antes de dar un paso de ese calibre. Han dejado su posición perfectamente clara, diciendo:

“No queremos legalizar la producción de drogas, sino buscar posibles usos médicos e industriales para esta planta, crear una economía alternativa en la región… Las políticas de seguridad no están resolviendo el problema porque es un asunto económico y social, por eso el PAM intenta encontrar una alternativa creíble.”

El cambio en las tendencias internacionales también está afectando al mundo cannábico marroquí en 2014. La popularidad y disponibilidad de drogas químicas sintéticas legales en el mundo occidental está teniendo un sorprendente impacto en el norte de África. Como resultado, la demanda europea de hachís marroquí han caído fuertemente en los últimos años, por lo que cada vez mayor cantidad se acaba yendo hacia Argelia, lo que esta cabreando al gobierno argelino que cada vez se opone más frontalmente a cualquier tipo de legalización que Marruecos pueda sugerir. Esto provoca un efecto en cadena que hace que los granjeros marroquíes vean reducidos sus beneficios, ya que el mercado argelino es considerablemente menos rentable que el europeo.

De todos modos, a pesar de la tendencia general en Europa, se han incautado cantidades récord de hachís marroquí en España, probablemente por los intento de algunos españoles empobrecidos de sacar algún dinero, con el que ir sobreviviendo en la depauperada economía. El gobierno español está constantemente discutiendo con los marroquíes por el cannabis: una reciente petición a las autoridades marroquíes para que hicieran más por controlar el suministro de hachís fue rápidamente respondida con un “¡vosotros sí deberíais hacer más para evitar que tantos de vuestros compatriotas vengan aquí a comprarlo!”

Teniendo en cuenta todo esto, no parece fácil ver las mejores cosechas de hachís del mundo legalizadas pronto, pero al menos dentro de poco la gente del Rif podría ganarse la vida legalmente con la planta de cannabis.

¿Cómo está afectando toda esta charla política a la vida en las colinas y en las calles del Rif?

La posesión de quince gramos o menos siempre ha sido vista como una falta muy leve por lo que tienes que ser muy estúpido para meterte en problemas por esa cantidad. Las personas antisociales o problemáticas pueden acabar arrestadas por pequeñas faltas relativas al cannabis, pero en realidad es algo que se usa más como una excusa para disciplinarlos por su comportamiento odioso, como amedrentar o timar a los turistas. Las operaciones a gran escala contra el cultivo, como las que tuvieron lugar en 2009, 2010 y 2011 han cesado completamente. La atmósfera actual es mucho más relajada de lo que era hace sólo un par de años.

“Pero hay gente preocupada, si se legaliza puede que no haya más hachís, incluso puede que cambien las plantas y nos hagan cultivar para la industria – ¿cuánto dinero obtendremos con eso? Pagarán poco y, si quieren que cultivemos plantas grandes, tendremos que gastar dinero en fertilizantes. Cultivar plantas medicinales podría ser bueno para esta tierra, sabemos hacerlo y tenemos las plantas, pero sería una locura cultivar aquí plantas gigantes de cannabis como tenéis en Europa. ¡Es un discurso de locos!

El reconocimiento político de la importancia social y económica que tiene aquí el cannabis es algo bueno. Aunque sea a largo plazo, como es el cambio en las leyes nacionales, ¿dará Marruecos el paso hacía la colonización por multinacionales y la erradicación del conocimiento y las variedades existentes, o intentara construir sobre el conocimiento, la experiencia y la riqueza genética que ya existe?