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Fertilizantes

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Antes de nada hay que dejar una cosa clara, aunque los abonos son necesarios, de nada sirven si las plantas no los pueden absorber. Por tanto, el elemento clave para tener éxito en el cultivo es lograr que se desarrolle un sistema radicular fuerte y sano, ya que de las raíces depende la absorción de agua y nutrientes.

Frente a una planta que no crece o cuyos cogollos no engordan, muchos cultivadores optan por

aumentar la cantidad de abono que aplican en cada riego, o añaden un nuevo aditivo “estimulante” a la solución nutriente. Esta solución casi nunca funciona; por lo general el problema no viene por falta de nutrientes, sino por un sistema

radicular enfermo o débil que es incapaz de absorberlos. Si las raíces no están en buenas condiciones las plantas no pueden comer, no importa la cantidad, ni la calidad de la comida que les proporcionemos.

¿Cómo se consiguen unas raíces sanas? En primer lugar no hay que regar más de lo necesario. Además de agua y nutrientes las raíces necesitan aire. La tierra empapada contiene muy poco, pero cuando se seca aumenta la aireación.

Las raíces requieren pasar por periodos de cierta sequedad entre desarrollo de las plantas y evita la pudrición de las raíces. Antes de volver a regar conviene dejar que la tierra se seque casi del todo. Si las plantas son pequeñas, las macetas grandes y el tiempo no es demasiado caluroso, puede ser necesario dejar hasta diez días entre un riego y el siguiente. Si queremos regarlas más a menudo hay que usar macetas más pequeñas o regarlas con poca cantidad de agua. También se puede preparar una mezcla de tierra con mayor proporción de perlita o arlita, para favorecer el drenaje y reducir su capacidad de retención de agua.

LA NUTRICIÓN DE LAS FLORES

LOS FUNDAMENTOS DEL COGOLLO

Todos los cultivadores quieren lo mismo: cosechar muchos cogollos de calidad, grandes, densos, resinosos y potentes. ¿Cómo lograrlo? Los cogollos se producen durante la floración pero la estructura sobre la que crecen empieza a formarse mucho antes de que broten las primeras flores. José T. Gállego

Armario con madres preparadas para esquejar A principios de julio, estas plantas están en fase de prefloración.

Este arbusto se alargará y duplicará su tamaño en unas pocas semanas, al empezar a florecer. La aparición de los primeros racimos de flores señala la fase de floración prematura Delante floración temprana, ya no hace falta nitrógeno; detrás floración prematura, todavía necesitan nitrógeno

Las plantas llegan al momento en que más nutrientes necesitan durante la floración temprana.

CADA FABRICANTE DE ABONOS UTILIZA LAS PROPORCIONES DE NUTRIENTES QUE CONSIDERA ADECUADAS, PERO HAY GRANDES DIFERENCIAS ENTRE UNAS MARCAS Y OTRAS.

LOS NUTRIENTES

Las plantas necesitan catorce elementos minerales para crecer y desarrollarse. Tres de ellos, nitrógeno, fósforo y potasio, llamados nutrientes primarios, se requieren en cantidades grandes; de otros tres, magnesio, calcio y azufre, los nutrientes secundarios, consumen una cantidad media; y por no, cobre, cloro y cobalto), se necesitan cantidades muy pequeñas.

En líneas generales, las plantas necesitan nitrógeno para desarrollar hojas y ramas, así como para producir clorofila, el pigmento que les permite absorben la energía solar. El fósforo se emplea en las raíces y las flores, por lo que es especialmente importante durante las primeras semanas de crecimiento y durante la floración. El potasio es vital para el sistema respiratorio, la absorción de agua, el sistema inmunitario de las plantas y la formación de semillas. Los elementos secundarios y los microelementos tienen también numerosas funciones pero, como las cantidades requeridas son mucho menores, basta con usar un fertilizante que los contenga para evitar carencias.

No hay consenso claro sobre qué cantidad de cada nutriente necesitan las plantas de cannabis en cada momento de su desarrollo. Cada fabricante de abonos utiliza las proporciones de nutrientes que considera adecuadas, pero hay grandes diferencias entre unas marcas y otras, e incluso cos que se emplean durante toda la vida de la misma en la misma dosis, con la misma composición, las plantas reciben la misma sopa de nutrientes, desde que nacen hasta que son cosechadas. En el otro extremo encontramos los abonos en dos o tres partes que se mezclan en distintas existe una gran cantidad de suplementos y aditivos que se añaden a la solución nutriente base y que aportan vitaminas, hormonas, enzimas y otras sustancias estimuladoras del crecimiento y la floración.

El sistema de fertilización que cambia las proporciones entre nutrien planta, tiene sentido en un cultivo

en macetas, donde la cantidad de tierra es demasiado pequeña como para contener todos los nutrientes que la planta necesitará a lo largo de varios meses, sin embargo, cuando las plantas crecen en el suelo no tiene tanta importancia.

Al fin y al cabo, en la naturaleza las plantas se desarrollan perfectamente sin que nadie las abone, van absorbiendo del suelo los distintos do. El mejor sistema de fertilización para las plantas que crecen en el suelo es abonar el suelo con productos orgánicos durante el invierno, mucho antes de sembrar.

Se puede emplear estiércol, compost, humus de lombriz, guano, cenizas, etc... Estos materiales se irán descomponiendo y liberando

sus nutrientes progresivamente, sin riesgo de quemar las raíces. Durante la temporada de cultivo sólo será necesario regar las plantas con agua y, como mucho, esparcer algo de abono orgánico sobre la tierra al principio de la floración, para añadir un aporte extra de nutrientes cuando más se necesitan.

y, salvo que estas sean enormes, requiere la aplicación frecuente de un abono líquido disuelto en el agua de riego. Si tenemos en cuenta que

hay ejemplos de buenas cosechas realizadas con todas las principales marcas de abonos, sólo podemos

llegar a una conclusión: la proporción entre los distintos nutrientes aplicada en cada fase del desarrollo de las plantas tiene una importancia relativa. Dicho de otra forma: se pueden lograr buenas cosechas con casi cualquier abono de cannabicultura, siempre que se emplee correctamente. Antes de que los fabricantes de abonos y aditivos se me echen al cuello, aumentar la producción y la calidad de los cogollos, pero sólo si los elementos básicos del cultivo ya son correctos. De nada sirven los aditivos si el sistema de raíces está enfermo o poco desarrollado, no hay suplemento de floración que logre grandes cogollos si la planta recibe pocas horas de luz o si se riegan las plantas con agua demasiado salina. Primero hay que suplir las necesidades básicas, y con eso las plantas ya darán una buena cosecha. Sólo después tiene sentido añadir nuevos aditivos o ajustar la proporción de nutrientes para mejorar la cosecha.

En la fase cumbre consumen mucho fósforo y potasio, pero una gran parte la obtienen de sus reservas

TRUCOS PARA ABONAR SIN RIESGO

La experiencia de veinte años me ha enseñado que el éxito de un cultivo de cannabis depende mucho más del medioambiente en que viven las plantas, que de los nutrientes que contenga el abono. Esto no quiere decir que no sean necesarios el nitrógeno o el fósforo, pero de nada sirven estos nutrientes si las raíces viven en un entorno permanentemente encharcado, el pH del agua no es adecuado o las macetas se cuecen recalentadas por el sol. Abona dos veces por semana, con una dosis suave de un fertilizante completo con NPK y microelementos, desde que las plantas son jóvenes. Usa agua poco salina pero, si no es posible, riega al menos con agua muy abundante y hasta que salga por los agujeros de drenaje, esto evitará en parte la acumulación de sales en la tierra. Ajusta siempre el pH después de añadir todos los abonos y aditivos. El pH de la tierra y del agua de riego no debe ser nunca menor de 5,5, ni mayor de 7, pues ciertos nutrientes se bloquean y las raíces se debilitan. No conviene regar con agua que tenga muchas sales disueltas, pues tienden a acumularse en el sustrato y acaban afectando a la absorción de los nutrientes. Por lo general, cualquier agua con un EC mayor de 1 mS no sirve para cultivar, aunque lo ideal es que no supere 0,5 mS. Si disponemos de agua

demasiado salina, se puede reducir la salinidad mezclándola con agua de lluvia o de ósmosis. Las plantas pueden almacenar nutrientes para emplearlos más adelante, lo hacen sobre todo Las puntas de algunos estigmas empiezan durante la fase de crecimiento y el a marchitarse, hora de dejar de abonar y principio de la floración. Gracias a regar sólo con agua para ir limpiando las estas reservas de nutrientes pueden sales acumuladas. disponer, en el momento que lo necesitan, de una cantidad de alimento mayor de la que su sistema radicular es capaz de absorber. Por ejemplo, en el momento cumbre de la floración, la producción de flores y resina es tan grande que la planta tiene que dedicar casi toda su energía a esta tarea, el sistema radicular no puede trabajar al máximo de su capacidad, por lo que emplea sus reservas nutritivas para completar sus necesidades.

EL ÉXITO DE UN CULTIVO DE CANNABIS DEPENDE MUCHO MÁS DEL MEDIOAMBIENTE EN QUE VIVEN LAS PLANTAS QUE DE LOS NUTRIENTES QUE CONTENGA EL ABONO.

Final de la fase cumbre, lista para la cosecha

SUPLEMENTOS Y ADITIVOS

La gran oferta de productos para el cultivo que no son estrictamente abonos se puede dividir en tres grandes grupos:

Microorganismos beneficiosos:

micorrizas, bacterias y lactobacillus. Mantienen un ecosistema equilibrado y sano en las raíces, estimulan el sistema inmunitario de las plantas. Se deben emplear especialmente en la fase de crecimiento, para que estén bien establecidos cuando llegue la floración.

Nutrientes complejos:

aminoácidos y carbohidratos. Son materiales orgánicos que las plantas pueden absorber directamente en lugar de tenerlos que fabricar. Permiten acelerar un poco el metabolismo, resultan especialmente plantas están en las fases temprana y cumbre de la flora-

ción. Estimulan el desarrollo de los microorganismos del suelo.

Estimuladores y catalizadores:

enzimas y hormonas. Las enzimas ayudan a la descomposición de la materia orgánica muerta, liberando nutrientes y estimulando el crecimiento. Se pueden aplicar durante todo el cultivo, incluso durante las cha, cuando ya se ha dejado de abonar. Las fitohormonas pueden acelerar o potenciar el crecimiento o la floración. Por ejemplo, el triacontanol es un compuesto que se extrae como un regulador del crecimiento que potencia la actividad fotosintética de las plantas. Se incluye en la formulación de algunos productos para engordar los cogollos junto con altas dosis de fósforo y potasio.

La nutrición en cada fase de la floración

La floración del cannabis es un pro-

Las hojas bajas se aclaran de color conforme la planta traslada las reservas de nutrientes que contienen.

LA ACUMULACIÓN DE NUTRIENTES DE RESERVA ES MUY IMPORTANTE EN LA FASE PREVIA A LA FLORACIÓN.

ceso largo que dura de dos a tres meses en la mayoría de las variedades, aunque puede oscilar entre un mínimo de cinco o seis semanas en las genéticas autoflorecientes más rápidas y un máximo de hasta cuatro o cinco meses en Sativas ecuatoriales. Las plantas empiezan a prepararse para florecer tan pronto como alcanzan la edad adulta. En muchas variedades el primer síntoma es la aparición de las preflores, las primeras flores que brotan en la planta, suelen salir en la mitad superior del tallo central, justo donde nacen las ramas. A partir de este momento podríamos decir que las plantas han entrado en la fase de prefloración. Esta fase acontece antes de que el fotoperiodo fuerce a las plantas a florecer, se alarga durante las semanas que queden, hasta que la duración de las noches desencadene la auténtica floración. En estas semanas las plantas crecen bastante y desarrollan una gran estructura de ramas secundarias. La fertilización en este momento debe ser muy completa e intensa. Las plantas requieren abundantes nutrientes, especialmente nitrógeno, fósforo y potasio. La acumulación de nutrientes de reserva es muy importante en la fase previa a la floración, contribuye a lograr una buena y abundante floración.

El fotoperiodo indica en qué momento las plantas entran en la fase de floración prematura. Ahora sí han comenzado a florecer realmente, pero en lugar de llenarse de cogollos las veremos crecer y estirarse como si no hubiera un mañana. Algunas plantas pueden llegar a doblar e, incluso, triplicar su tamaño durante la floración. Las flores comienzan a aparecer en las puntas de las ramas. La distancia internudos es muy grande, los pequeños ramilletes de flores aparecen desperdigados por las ramas. Hay que

mantener un fuerte aporte de los tres nutrientes primarios, ya que el sistema de raíces está en su mejor momento, es capaz de absorber y almacenar grandes cantidades. En la siguiente fase, llamada de floración temprana, el crecimiento se detiene mientras que la producción de flores aumenta considerablemente. Conforme los ramilletes de flores crecen empiezan a aromáticos. Las plantas reducen su consumo de nitrógeno y aumenta el de fósforo y potasio. Es vital mantener también un buen aporte de nutrientes secundarios y microelementos, ya que una carencia ahora podría reducir considerablemente la calidad de la cosecha.

La fase cumbre de la floración es la más importante para el cultivador, pues en ella engordan los cogollos y se produce la tan anhelada resina. En mi opinión es más importante cuidar y abonar bien durante la empieza se podría decir que “ya está todo el pescado vendido”. En otras palabras, poco puede hacer el cultivador durante la fase cumbre para lograr una buena cosecha. Ya no es hora de luchar contra las plagas, ni tampoco sirve de mucho abonar, ya que las plantas dedican ahora toda su energía a la producción de flores y resina, las raíces ya no trabajan al cien por cien de su capacidad. Aunque todavía absorben nutrientes, dependen bastante de los que han ido acumulando en sus tejidos. Vemos que las hojas más grandes amarillean y se caen, conforme los nutrientes que contienen son transportados a los cogollos. Teniendo en cuenta que, cosecha, conviene dejar de abonar para mejorar el sabor final de los cogollos, en realidad sólo se aplica fertilizante durante dos o tres semanas de la fase cumbre.

La cosecha de las plantas suelen realizarse al final de la fase cumbre, antes de que comience la fase de floración tardía o, como muy tarde, al principio de esta. En plantas pierden vitalidad, dejan de fabricar flores y resina y empiezan a marchitarse. Si las flores han sido polinizadas, en esta fase las semillas acaban de madurar, pero si las planta es sinsemilla, simplemente envejece y muere. Si no se cosecha, los cannabinoides degeneran y los cogollos se secan o se enmohecen.

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