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30 aniversario Sensi Seeds

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30 AÑOS DE HISTORIA-

DE UNA PASIÓN INCANSABLE A UNA VISIÓN INQUEBRANTABLE

Para celebrar su 30 aniversario, Sensi Seeds, la empresa de semillas que marca tendencia, publica una serie especial de artículos en su blog. En estas historias y a través de entrevistas con las figuras claves de esta empresa, Ben Dronkers y sus hijos Alan, Ravi y Gio, Sensi Seeds repasa tres décadas muy especiales.

El primer artículo de esta serie tomó la forma de homenaje al cannabis, el amor por una planta que constituye la base de Sensi Seeds y todas sus empresas vinculadas, como HempFlax y los Hash Marihuana & Hemp Museums de Ámsterdam y Barcelona. Pero ¿de dónde procede este amor? ¿Cómo se convirtió este amor en una pasión incansable por la planta de cannabis y en todo lo que representa Sensi Seeds?

Este artículo hace una reflexión sobre el camino que ha seguido Sensi Seeds y tiene en cuenta las medidas más importantes adoptadas para convertirse en una empresa de semillas de cannabis respetable. La historia comienza el siglo pasado, a mediados de los años sesenta, con un único protagonista: el fundador de Sensi Seeds, Ben Dronkers.

"LA LLAMABAN ESPINACAS"

A principios de la década de 1970, Ben abrió una tienda de ropa en Rotterdam donde vendía prendas hechas a mano. Unos años antes, a los diecisiete años, había fumado su primer porro. Pero no fue hasta que empezó a viajar con regularidad a Turquía, Afganistán y Pakistán para comprar prendas textiles cuando tomó conciencia de la versatilidad de la planta. Ben descubrió que ésta tenía mucho que ofrecer a pesar de descubría su belleza, sus características, su versatilidad y su fuerza.

No sólo su amor, fuertemente desarrollado por todas las cosas relacionadas con la planta de cannabis, y su espíritu emprendedor, sino también su sentido de la justicia y carácter rebelde le animaron a recoger el guante y luchar por el uso medicinal y recreativo del cannabis, por el regreso del cáñamo industrial y para contrarrestar toda la desinformación que estigmatiza en los medios de comunicación. En resumen, para luchar con el fin de devolver la planta a su lugar legítimo en la sociedad. Una batalla que comenzó con una pequeña semilla, ¡como ocurre con toda la vida que hay sobre la tierra!

estar prohibida y ser vilipendiada en todos los rincones del mundo.

Reunir semillas de cannabis del sudeste y del centro de Asia, y del subcontinente asiático, se convirtió en una de sus pasiones. Cuando volvió a casa, en los Países Bajos, empezó a cultivar estas semillas con el fin de obtener más información sobre el proceso de crecimiento de esta planta tan especial.

"Durante los dos o tres primeros años que cultivé marihuana en un invernadero, nadie quería comprarla. ¡Simplemente no lo entendían! Ni siquiera en Ámsterdam", contaba Ben en su reciente entrevista para el blog de Sensi Seeds. "La llamaban espinacas", refiriéndose al aspecto que solía tener la marihuana entonces, hierba tailandesa y africana de color marrón, prensada en placas y seca.

TODO EMPIEZA CON UNA PEQUEÑA SEMILLA

Gracias a los esfuerzos de Ben, enseguida creció la popularidad del cannabis en los Países Bajos. Sin embargo, a Ben le interesaba más recopilar diferentes variedades de cannabis. Asimismo, empezó a cruzar estas variedades con el fin de favorecer nuevas características. A medida que desarrollaba una relación sincera y profunda con la planta de cannabis,

30 AÑOS DE SENSI SEEDS

A medida que aumentaba su colección de variedades de semillas originales y de híbridos, y mediante el cultivo de variedades de cannabis, Ben reunió la munición para lo que terminaría siendo una batalla. Le arrestaron un par de veces por cultivo y posesión de cannabis. A finales de los años setenta, por suerte, a los que cometían un delito relacionado con el cannabis les soltaban al cabo de una semana en los Países Bajos, pero esas pocas veces en la cárcel le animaron a estudiar la ley a fondo. Ben descubrió que las semillas de cannabis no estaban incluidas en el marco de la prohibición del cannabis. Sólo se prohibía la planta, pero no las semillas. Como no era ilegal vender semillas, Ben llegó a la conclusión de que el proceso de producción tampoco debía ser ilegal. Creó su empresa de semillas después de que un abogado confirmase esta

idea y, en 1985, surgió el Sensi Seed Club, también conocido como Sensi Connoisseurs' Club.

No quedaba nada que pudiera evitar que Ben Dronkers convirtiera sus sueños en realidad. Se crearon instalaciones de producción para desarrollar, perfeccionar y estabilizar los nuevos híbridos. Uno de esos lugares era un centro de cultivo en Arnhem, al que las personas cercanas a Ben llamaron el 'Cannabis Castle'. Como esta profesionalización tuvo lugar en 1985, este es el año elegido para conmemorar ¡el nacimiento de Sensi Seeds!

TODO POR LA PLANTA

El Sensi Seeds Club abrió su primera tienda en Ámsterdam en 1986, que también vendía equipos de cultivo y libros sobre la cultura del cannabis. Ben se hizo cargo del Seed Bank en 1991 y las bibliotecas de genes se fusionaron para crear el Sensi Seeds Bank, tal y como lo conocemos a día de hoy.

Sensi Seeds fue la primera empresa de los Países Bajos, tal vez la primera

Una serie de catálogos de diferentes años (izq. a drcha.: 92-93, 94-95, 99-00, 02).

del mundo, en empezar a desarrollar nuevos híbridos utilizando una amplia colección de semillas de cannabis, y así siguió creciendo la biblioteca de genes de variedades originales y la creación de nuevos híbridos. En el espacio de diez años, la veintena de variedades que se ofrecían en el catálogo de Sensi Seed Bank había aumentado a casi cuarenta, e incluía variedades de fama mundial como Northern Lights #5 x Haze, Skunk #1, Big Bud, Super Skunk, Black Domina, Fruity Juice y la famosa Jack Herer.

Estas importantes variedades ayudaron a Sensi Seeds a convertirse en una de las compañías de semillas más grandes y más conocidas del mundo. La compañía permitió a la gente utilizar los mejores híbridos y genéticas originales de cannabis con fines de cultivo. "Todo empieza con una pequeña semilla", como bien dice Ben Dronkers. Sin embargo, las actividades de Ben van mucho más allá de lo que hemos descrito hasta ahora y se puede sentir la presencia de su pasión infatigable por la planta en todos sus proyectos.

Lo que una vez empezó con la gran pasión de una persona, se ha convertido en una fuente inagotable de inspiración durante los últimos 30 años y una visión, muy firme, que se manifiesta en todas las empresas que Ben Dronkers ha creado: con el fin de desarrollar, promover, proteger y cuidar a la planta de cannabis en todas sus formas y con el objetivo de preservar sus genotipos únicos para las generaciones futuras.

Sensi Seeds se siente increíblemente orgullosa y agradecida de que la empresa y todos los que persiguen el mismo objetivo hayan luchado durante 30 años para que se reconozca en todo el mundo la verdad sobre el cannabis y el cáñamo industrial. ¡A por los próximos 30!

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