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Magnum
from 2015 05 ES
by SoftSecrets
MAGNUM, CRÓNICA DE CULTIVO
Charles Campbell
Variedad: Magnum Sustrato: mezcla de coco y perlita Iluminación: cultivo de exterior Nutrientes: Bio Bizz Fish Mix, ceniza de madera durante la floración Producción: 64 g.
Planté una semilla de una variedad de Buddha Seeds llamada Magnun, una variedad automática de alta producción que estaba impaciente por cultivar.
Germiné la semilla directamente en un jiffy, sembrándola con el lado correcto hacia arriba, luego regué y la dejé en un lugar que tiene una temperatura cálida durante todo el día. Tras unos días la cáscara se había abierto y había nacido un brote verde que estaba asomando a la superficie. Con una mezcla de coco viejo y perlita llené una maceta de 15 litros. Coloqué el jiffy en la maceta y regué a fondo, hasta que la maceta pesaba bastante. Para asegurarme de que el joven brote no se secara ni fuera atacado por plagas coloqué una taza de plástico de medio litro sobre la planta. Esto permitiría mantenerlo caliente y húmedo, al mismo tiempo que bien protegido. La pequeña plántula creció fuerte, el delgado tallo era de un color rojo oscuro. La maceta se colocó en un lugar con unas catorce horas diarias de sol. Esta variedad creció rápido y con un montón de pequeñas ramas laterales. A menudo, me siento defraudado con muchas autoflorecientes cuando no brotan ramas laterales. Esto era un buen rasgo, por el momento estaba contento. En cuanto a los nutrientes, utilicé sólo Bio Bizz Fish Mix ya que prefiero usar abonos de una sola parte si es posible. Este abono es una potente mezcla de pescado y melazas. A la planta le encantó y el sustrato, gracias al calor, permaneció templado y húmedo, perfecto, como una esponja.
Magnum, variedad autofloreciente
Pasadas tres semanas la planta tenía unos 23 centímetros de altura y era fuerte y ancha. Doblé y até la punta de la planta para estimular a las ramas laterales a crecer con fuerza. A los 30 días de vida las plantas tenían muchas preflores y numerosos puntos de crecimiento floral, sobre todo en las ramas bajas y laterales. Parecía que la variedad iba a ser una buena productora. El olor era fuerte. Como de Afghani#1 pero con un matiz cítrico de lima que llama la atención. A juzgar por el olor, parecía que los cogollos sería fantásticos. Empecé a alimentar en abundancia y las hojas se pusieron de color verde oscuro y muy puntiagudas. La planta estaba llena de venas de color rojo y comía como una loca, llevaba cinco semanas. Aunque no estaría lista hasta los 70 días, tras 42 días ya se veía que esta variedad iba a ser buena. Me gustaba la altura porque aunque sólo era de 38 centímetros tenía muchos tallos principales que formaban un pequeño y frondoso arbusto. Añadí ceniza de madera al sustrato y continué abonando con Bio Bizz Fish Mix. La ceniza me gusta porque básicamente sólo tengo que salir al jardín y buscar madera de árboles que pueda quemar. Lo mejor de quemar madera es que puedes encontrar los materiales gratis y puedes decidir que proporción entre ceniza y carbón biológico quieres usar. Yo quemo suficiente madera como para llenar una palangana mitad ceniza mitad carbón y la mezclo con coco. Luego pongo en la maceta una capa de 2-3 cm de grosor de esta mezcla. Siempre me parece que utilizar ceniza ayuda a conseguir cogollos de sabor suave... y los microbios del sustrato obtienen mucho carbono del que alimentarse. Regaba la planta cuatro veces por semanas, tres veces con fertilizante y una con agua destilada. Entre el calor y el crecimiento, usaba cinco litros cada vez, con 10 ml de Fish Mix. A cuatro semanas de la cosecha los cogollos y las nuevas hojas iban muy bien. El olor era realmente potente, casi a lima agria pero también con fuerte aroma a afgana. La producción de tricomas era impresionante,
se formaban muchos nuevos cogollos y brotaban muchas hojas. El color de la planta empezó a oscurecerse y volverse púrpura. Comparándola con otras automáticas que tengo, esta variedad iba a dar el triple de producción. Creo que en el futuro voy a cultivar muchas más de estas. La ceniza realmente ayudó a que la floración se disparase y tras ocho semanas los cogollos se hinchaban y oscurecían. El olor resultaba intrigante, estaba impaciente por probarla. La ramificación lateral era muy buena, se formaron montones de cogollos en todas las partes de la planta. Bastaba con agitarla un poco desde la base para que empezase a apestar, algo me decía que la cosecha ya no estaba lejos. En las dos últimas semanas regué el sustrato sólo con agua, cinco litros cada vez. Algunas hojas viejas amarilleaban pero el crecimiento nuevo tenía una pinta maravillosa. Me gustaría tener muchas como esta para poder hacer aceite. Los tricomas son gruesos y parecen granos de azúcar, además de tener un fuerte olor a terpeno de lima. Tras los primeros siete días de lavado, muchas más hojas amarillearon pero los cogollos ya eran gruesos y densos. Había colores púrpuras y plateados junto al verde oscuro. Los estigmas, todos de color marrón dorado y rojo. La regué por ultima vez con diez litros de agua destilada, sólo tenía que esperar a que las raíces y la planta se secaran para que intentarán extraer los últimos nutrientes disponibles, además así la cosecha y el secado es algo más rápido. Tras 68 días coseché la variedad. En la parte baja había montones de cogollos densos, además de colar grandes en la parte alta. La manicura fue sencilla y conservé todas las hojas resinadas para aprovecharlas más adelante. Los cogollos se secaron sobre una red. El olor era muy intenso en el secadero. Limón agrio pero fuerte. El primer canuto estaba muy sabroso, tenía un profundo olor a lima. Junto a la ceniza se fue formando un buen anillo de aceite. El efecto es fuerte. El tipo de colocón en el que se te olvida de que estabas hablando a mitad de conversación. Me da mucha hambre y sed al cabo de un rato. Me parece una variedad perfecta para alguien a quien le guste el efecto típico de índica. Pese la cosecha y, quitando algún cogollito que fume mientras se secaba, la producción final fue de 64 gramos de cogollos secos. Recomendaría esta variedad a cualquiera, merece la pena la espera.