Biografía Sandro Muñoz Álvarez es un prolífero y multifacético artista de Madrid que destacó en la música desde temprana edad. Estudió dos años de música en el Conservatorio Municipal de Leganés (Madrid) y seguidamente estudió guitarra clásica durante otros dos años más. Da sus primeros pasos sobre los escenarios a los 17 años, cuando junto con un grupo de amigos - con los que compartía un mutuo gusto por la banda del momento, Héroes del Silencio- forma su primera banda, Ya No Hay Sombras, con la que graba sus primeras demos y empieza a tocar en pequeñas salas. En la banda - compuesta por José Luis, José Luis Pigo al bajo e Iván Muñoz a la batería - llama la atención que Sandro no cante, él sólo escribe las canciones y toca la guitarra. Con el paso del tiempo, la grandísima influencia de la banda que les unió e influyó, Héroes del Silencio, se convierte en un problema para Sandro que ve a su propio grupo como una copia del grupo liderado por Enrique Bunbury y finalmente decide disolverla. Sandro quiere diferenciarse, quiere crear una música diferente a la que sonaba en las radios y a la que escuchaba. Comienza a conocer a otros músicos con los que comparte puntos de vista musicales, empieza a escuchar otro tipo de música y a componer de otro modo. En esta etapa da inicio a un desarrollo personal que lo lleva a renunciar definitivamente a sus antiguas influencias a fin de encontrar su propia voz. Tras esta fase de desarrollo, de investigación y de descubrimiento de su propio estilo, gana confianza y se sube a los escenarios con su guitarra a defender sus canciones.
Los comienzos de Sandro, como proyecto, se hallan fundamentalmente en una anécdota que le sucedió un día durante el verano del año‘98, cuando un amigo lo invitó a su cumpleaños, convenciéndole de que llevara su guitarra y tocara algunas de las canciones de su ex banda, Ya No Hay Sombras. Su mini concierto tuvo una muy buena acogida, y otro amigo le pidió que lo repitiera en su cumpleaños que se celebraba al mes siguiente, ese bolo también gusto mucho y sin buscarlo, Sandro se encontró de pronto cantando de cumpleaños en cumpleaños. Comenzó a comprarse mejores guitarras y a trabajar en un repertorio que le permitiera defender sus shows apoyándose en su voz y su guitarra. Movido por sus ganas de tocar en directo, decidió buscar un espacio de pequeño aforo donde debutó solo con su guitarra, una actuación que fue muy bien recibida y le abrió las puertas a otros escenarios, de renombre dentro del circuito de cantautores, como El rincón del Arte Nuevo, Libertad 8, Búho real, ente otros, en los cuales empezó a contar con un público fiel que comenzó a seguirlo y que poco a poco fue aumentando. También sus actuaciones despertaron el interés de muchos músicos que le propusieron compartir escenario.
En el año 2000, graba doce temas en los estudios City Rock Music con la intención de reflejar el nuevo carácter acústico de su música. El resultado es un Master basado en su voz, guitarras y una caja de ritmos. Frank Loviconni - gerente del estudio y del sello discográfico City Rock Music- ve las posibilidades reales de Sandro y encarga al productor Mark Janipka (Alejo Stivel) los arreglos y orquestaciones sobre la grabación de Sandro en el que finalmente se convertirá en su primer disco, Mientras Sigo Vivo (2001). El paso siguiente es buscar
músicos de confianza para formar su propia banda, contando en los primeros tiempos con Iñigo Uribe (EX- M-CLAN), Juan Carlos Cárdenas, Juan Antonio Martínez y Daniel García Isidro., todos ellos músicos de excelente renombre. Es en este año 2000 cuando también resulta ganador del I Certamen de Compositores de Villaverde Alto, y sus canciones empiezan a sonar en las emisoras de radio más importantes del país (Cadena 100, Top Radio, Cope, Onda Cero, Rne, y numerosas emisoras locales). La presentación del disco en Honky Tonk (Madrid), da pié a una gira por Salas de toda España, que culminan (apoyados por Cadena 100) con un histórico concierto en el Chesterfield Café de Madrid, con un lleno total. Además colabora y comparte escenario en numerosas ocasiones con artistas como Amaral, Ismael Serrano, Pablo Perea (La Trampa), Esmeralda Grao, Javier Urquijo (Los Secretos), Pablo Martín (Tercera República), Jaime Anglada, Mercedes Ferrer, etc. Sandro sigue componiendo, la banda coge cuerpo de ‘Sonido Sandro’ y en 2003, deciden emprender su propio futuro sin contar con las compañías discográficas. En los estudios Cinco Más Music graban el álbum Juntos en la Miseria (2004). Bajo la supervisión de Mavi Díaz (M-Clan) y el productor Ismael Guijarro (Marta Botía, Maná, Fábula, etc...) graban, mezclan y masterizan doce temas que pretenden plasmar el directo de la banda, sin superproducciones, ni excesivos arreglos. Tomas frescas, guitarras directas, ritmos penetrantes... y la voz de Sandro como nexo de unión de toda una música a corazón abierto. Destacan canciones como Sin amor en los bolsillos (primer corte) o Juntos en la miseria. Sin olvidar Por dentro, un verdadero himno para los seguidores de Sandro o el exquisito De repente. Tributo al rock&roll en Ilegales y culto a la elegancia musical en Espinas tiene el amor.
En pocos días y con el Master en la mano, Kainos-Producciones (La Guardia, Ramoncín, Dorian Gray…) propone la publicación del disco, un disco lleno de ambientes y climas que traducen un solo idioma: el idioma del corazón. La gira promocional de ese disco les lleva durante dos años por numerosas salas de conciertos de toda España. Con un directo demoledor en formato eléctrico y con una evolución clara hacia el rock&roll, hace olvidar al antiguo Sandro que cuatro años atrás había publicado aquel primer disco con aires de melancólico cantautor. La importancia de Sandro como artista crece y sus apariciones en los medios de comunicación son cada vez más frecuentes, la televisión acude varias veces a sus shows en directo para hacer breves reseñas de los conciertos en los informativos (Telemadrid, Radiotelevisión Española, etc.). El proyecto de Sandro se rebautiza como Sandropop durante las grabaciones del siguiente disco, Sindicato de Canciones. El nombre tiene su origen en los paréntesis que muchos locales en los que Sandro actuaba usaban para definir el estilo del artista, para diferenciarle de los demás cantautores del circuito, siempre aparecía anunciado como Sandro (pop). La anécdota ‘Sandropop’ comenzó a extenderse, en el móvil de los amigos, en el manager, en otras salas… tomó tanta amplitud que la web oficial del artista terminó llamándose así. La Editorial Universal se interesa por las primeras demos del disco y firma un contrato con Sandro como compositor por encargo, llamando la atención de artistas como Marta Sánchez o Sergio Dalma. Mientras está trabajando en su tercer disco, Sandro participa como actor en una serie policíaca de televisión, Suárez y Mariscal, aunque tiene claro que sus dotes como actor no son su sueño y considera sus incursiones televisivas como una mera anécdota. Sindicato de Canciones (2007), es el trabajo discográfico que lo consagra definitivamente en su carrera y por el que recibe el premio al mejor álbum Pop Rock 2007 por la revista lh Magazine. Un disco producido por Pachi Delgado (Los Enemigos, Deluxe, Josele Santiago, Alis, Beth…), que consigue darle una profundidad al sonido de Sandro situando las guitarras en primer plano y dotando a Sandropop de una personalidad propia dentro
del panorama Pop Español, dando una vuelta de tuerca más, llegando un paso más allá. Más agua que en el mar, primer corte y videoclip del álbum, nos habla de una relación que está muriendo, resume en tres minutos la esencia de la música y del universo propio del autor. El segundo single, No engañes a los Ángeles, que habla de una apasionada suplica en una relación tormentosa, se sitúa como el mejor videoclip del proyecto, con una estética muy trabajada que gana muchos reconocimientos. Las actuaciones con Sindicato de Canciones suben de nivel, y Sandropop comienza a participar en festivales de importancia y comparte escenario con artistas como Coti, Albertucho, etc. De nuevo la gira promocional se alarga otros dos años, actuando en salas de mayor aforo y de nuevo por todo el país. Sandropop es invitado a participar en muchos proyectos, entre los que destaca su colaboración en Voces de la Ciudad, un proyecto que unió a un grupo de compositores, que crean sus propios temas, que no son los cantautores tradicionales, sino que son artistas rockeros capaces de defender sus canciones tanto con una banda, como solos con una guitarra acústica. Voces de Ciudad estaba compuesto por artistas de renombre dentro de la música de nuestro país, como Javier Urquijo, Pablo Perea (La Trampa), José Bulevar, Rafa Martín e Irene Vera. Sandropop, también participa en el disco homenaje a Enrique Bunbury, Pequeño gran hombre, con una versión exquisita del tema Infinito, y en el también disco tributo a Mikel Erentxun con el tema Cartas de Amor.
Actualmente cuando se cumplen diez años del comienzo del proyecto, Sandropop se encuentra presentando su más reciente trabajo, Principiante Veterano (2010), que ha sido producido por Paul Castejón y grabado a principios de este año, en los Estudios Rock,n,Pop y Sinesthesia Estudios, junto a la editorial Universal Music Publishing. Sandro además, gracias a la experiencia adquirida en los estudios de grabación durante todos estos años, se ha animado a co-producir su nuevo álbum junto a Paul Castejón. Un nuevo trabajo discográfico en el cual ha contado con la participación de su actual banda, compuesta por: José David Fernández Leal a la guitarra; Pablo Ruiz al bajo; Alejandro Riquelme a la batería y Pedro Ivett a los teclados. Principiante Veterano, contiene una diversidad de climas y colores que hacen de la escucha algo parecido a un viaje, un viaje de imaginación y ambientes que pasan del frío al calor, del fervor de la ciudad a la hipnosis de los años 70’s. Títulos como Herederos de Adán o La rutina del odio ponen al descubierto el lado más rockero del cantante, mientras que otros como All right Baby o Como un animal nos llevan a su lado más sensual. Todo ello sin olvidar las píldoras poéticas de las exquisitas Kilómetros de blues o Siempre hay alguien.
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El sonido de Sandro tiene sello de denominación de origen, una vez que se le escucha ya no se le puede olvidar. Su estilo es inconfundible y en él recoge la influencia de lo mejor de la música española de los últimos años. Sandro demuestra que tiene una gran capacidad de aprendizaje, que detrás de cada nota hay un largo proceso al que no se llega por casualidad sino que se logra a través del talento, la constancia y el trabajo. Y es que posiblemente esa sea su fórmula mágica: una enorme fe en sus posibilidades, un trabajo constante y un talento natural para convertir sus sentimientos en música.
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