Biografia de San Felipe Neri

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BIOGRAFIA DE SAN FELIPE NERI SAN FELIPE NERI

Capitulo 1 MARCO HISTÓRICO Un sencillo recuerdo de la época en la cual vivió Felipe Neri, nos pondrá en ambiente para conocer mejorar su estatura moral, religiosa y humana. Nació en la bella ciudad de Florencia “la Atenas del Norte”. Abarca su existencia casi todo el siglo XVI. Su llegada a la vida coincidió con aquel soplo de luz y belleza que imprimió en todos los estamentos sociales y religiosos un nuevo conocimiento, una nueva idea, en el contexto de la cultural, de la moral y de la libertad de pensamiento. Algo así como el despertar de todos los valores intelectuales, de todas las fuerzas dormidas en el hombre, para renacer a la vida de la ciencia, y del arte y del progreso. ORIGEN: Los manuscritos griegos, el descubrimiento de América, el aumento de la riqueza por el comercio y los estudios de las lenguas antiguas, la imitación del arte que se lanzo enamorándose de la naturaleza, la fiebre del genio en la pasión del arte y la invención de la imprenta, hicieron del siglo XVI en milagro no repetido de erudición y ciencia; de esplendor y belleza. Este movimiento renacentista, se extendió rápidamente desde Florencia a toda Italia y al mundo occidental. FILOSOFIA: Aquella edad de oro, abandono el idealismo, el transcendentalismo medieval, en aras de la imitación de la naturaleza, el origen de la belleza ya no se encontraba en el conocimiento del ideal divino, sino en el conocimiento científico y en la autoridad clásica.

* Tomado del libro “Fuego, Amor, Vida”. De María Gemma Vega Abia, R.F.

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BIOGRAFIA DE SAN FELIPE NERI SAN FELIPE NERI Los intelectuales, habían descubierto en las artes clásicas, una impresionante e imprescindible fuente de modelos, los genios del arte, una inspiración seductora serena: la literatura, pintura arquitectura, escultura, música, poesía en manos de los artistas del renacimiento, no solo fueron imitadas, sino que convirtieron sus propias obras en paradigmas de un arte nuevo.

CONTRAVALORES: En este deslumbrante escenario, se escondían a la vez otros contravalores:  La infiltración paganizante  La ilimitada libertad de pensamiento.  El malestar íntimo y la discordia entre la vida religiosa de fe y el vivir pagano. Ya no partía de este despliegue maravilloso del conocimiento en armonía con la fe, y así, el hombre se consideraba ateo y pagano en filosofía y católico en religión, pagano en literatura y cristiano en pensamiento. CONSECUENCIAS: Los intelectuales se consideraban como dioses, y los políticos elevaban a rango de Ética del Estado, y de principios aceptables los mayores absurdos y los peores manejos de la corrupción. Al respecto afirma Marsilio Ficción: “El poderío humano es casi semejante a la naturaleza divina. Lo que Dios crea en el mundo por el pensamiento, el espíritu humano lo concibe por sí mismo en el acto intelectual”. A todo esto se une como consecuencia la corrupción de las costumbres y del alto clero: se agrava la situación con la herejía protestante que rompe con violencia la unidad de la fe. Este es el siglo XVI: esplendor, progreso, paganismo, luz y sombra. Este es el cuadro en el que apareció el prodigio de un hombre libre, frente a la libertad paganizante, columna de la iglesia en la restauración de la Fe: EL GRAN FELIPE NERI.

* Tomado del libro “Fuego, Amor, Vida”. De María Gemma Vega Abia, R.F.

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BIOGRAFIA DE SAN FELIPE NERI SAN FELIPE NERI FLORENCIA, CUNA DE FELIPE Fundada probablemente en el siglo II antes de Cristo, ha sido azotada por luchas e intrigas: ambición de poder. El gobierno estaba alternativamente en manos de familias aristocráticas. Entre las familias que gozaban de popularidad e influencia ante el pueble. Y sobresalían cada vez más, era la familia de los Medicis que ejercieron el poder, protegiendo y patrocinando el comercio, la industria, las artes y las ciencias.

Florencia, la “Atenas del Norte”, es la ciudad más interesante de Italia y aun del mundo, después de Roma. Cuna de la civilización italiana, la primera que escribió en la lengua vulgar y la primera que comenzó el estudio de los idiomas y de las artes y ciencias antiguas. En su seno se han formado genios como Miguel Ángel, Dante, Galileo, Leonardo da Vinci, Donatello, Alberti, Bramante, Rafael. Con razón es llamada “la Bella”. Situada al pie de los Apeninos, rodeada de olivares, viñedos, huertos, blancas aldeas y placenteras quintas nos una perspectiva de extraordinaria belleza y de serenidad única Aquí nació Felipe, en la cuna de Ghioto y Donatello, Dante, Leonardo y Miguel Ángel, almas de artistas, Corazón de fuego. Aquí nació Felipe, aquí nació otro genio.

* Tomado del libro “Fuego, Amor, Vida”. De María Gemma Vega Abia, R.F.

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BIOGRAFIA DE SAN FELIPE NERI SAN FELIPE NERI Capitulo 2 INFANCIA DE FELIPE

En los primeros signos del amanecer del sábado 21 de Julio de 1515, en Florencia-Italia, en una modesta habitación, viene a la luz el segundo hijo de Francisco Neri y de Lucrecia Mosciano. Al día siguiente, 22 de julio fue llevado al bellísimo bautisterio de San Juan, para que naciera a la vida espiritual con el nombre de Felipe Rómulo, heredado de su abuelo Felipe y de su tío Rómulo. Felipe Neri tuvo dos hermanas, Catalina e Isabel, y su hermano Antonio que murió siendo muy niño. Su madre También murió muy pronto. La pérdida del amor de la madre fue dolorosa; sin embargo, resulto ser una buena y feliz coincidencia ya que la anciana madrastra de su padre, Alexandra di Michelle Lensi, que tenía un carácter muy alegre, tuvo un cariño especial para Felipe. El hijo de los Neri, era un chiquitín guapo, sano y vivaracho. Aquel niño fue creciendo y haciéndose cada vez hermosos por la transparencia de su alma, se descubre en el modales distinguidos, ingenio despierto, dones naturales que estaban acompañados por una esplendorosa luz de gracia que lo hacía amable, modesto, aseado en el vestir, siempre de alegría cristiana, sonriente, educado y simpático; de tal modo que se dejaba querer de sus hermanas, amigos y padres. Cuantos le conocían le amaban y expresaban sus sentimientos de admiración y cariño llamándolo FELIPITO EL BUEN (Pippo Buono) Desde niño comenzó a amar a Dios, se despierta en él la piedad y el espíritu de oración: y es Dios mismo quien produce en el ánimo de de Felipe aquel incendio de caridad. Va haciendo su existencia limpia, delicada y pronta a discernir en bien del mal, de sus faltas más pequeñas se duele amargamente. Sus padres quisieron hacer de él un buen cristiano: por ello Felipe inicia sus estudios en 1522. Estudia con agrado la gramática y la retorica, que le encaminaron por su inteligencia a la lectura de los mejores autores clásicos, cultivo con amor la poesía y las bellas artes. Felipe para su mejor educación se cerca a los Frailes Dominicos de San Marcos. Felipe decía: “todo lo bueno que tuve desde el principio de mi vida, lo debo a los padres de San Marcos”. Ellos forjaron en Felipito el amor a Dios con desprendimiento de cosas y personas

* Tomado del libro “Fuego, Amor, Vida”. De María Gemma Vega Abia, R.F.

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BIOGRAFIA DE SAN FELIPE NERI SAN FELIPE NERI que se lo impidiesen; y una profunda devoción a María Santísima; desde sus 11 años gustaba de las predicaciones que lo llevaban a un crecimiento espiritual.

UNA HISTORIA DIVERTIDA PARA RECORDAR: “EL CABALLERO DESAFORTUNADO” El padre de Felipe, Francisco Neri, poseía en Castelfranco, una casita donde solía ir en verano con la familia a pasar las vacaciones. Allí Felipe podía pasear y divertirse a su antojo. Corría entre los campos, trepaba como mono sobre los arboles y terminaba la jornada cantando alegremente las canciones de su tierra. Como tenía la ilusión de aventuras y novedades, un buen día improviso ser caballero. En el gran patio junto a la casa, vio un gracioso burro y pensó que podría divertirse cabalgándolo, se le acerco, le acaricio las largas orejas peludas. Viendo que el animal era manso, de un salto se monto en el. Al animalillo se enojo y girando la cabeza a derecha a izquierda, mandaba patadas furiosas, corriendo por el patio: El pequeño caballero, que no se esperaba semejante aventura, se asusto y por el temor de caer se agarro con todas sus fuerzas al cuello del animal. Las cosas se ponían muy feas, de pronto el asno, en carrera desenfrenada se dirigió a la puerta que llevaba al sótano y cayo rodando al fondo de de la escalera. Felipito tuvo casi un presentimiento del peligro que estaba por correr, pero solo tuvo tiempo de gritar: ¡Jesús, María, ayudadme! Una de las hermanitas, que presenciaba la escena, llamo a gritos al padre, que habiendo acudido, vio con horror al fondo de la escalera, el burrito tirado en el suelo con el hocico sangrante; de Felipito solo se veía una mano. Con la ayuda de otras personas logro extraerlo de debajo del jumento. Estaba desmayado con un color cadavérico; tanto que la madre lo lloraba ya como muerto. Después de apresurados cuidados, poco a poco abrió los ojos y recobro el sentido. El médico, llamado en seguida, maravillado, no le encontró ninguna herida, ni una mínima raspadura. ¡Milagro, milagro! Gritaron todos los llenos de alegría al verlo sano y salvo. EL NOMBRE ESCRITO EN EL CIELO Un día su padre le mostraba el árbol genealógico de los Neri, en el cual estaban escritos los nombres de muchos personajes ilustres de su familia, con ascendientes de nobleza. El padre recordaba al jovencito como las antiguas glorias de su familia venían desde tres siglos atrás y, convencido de complacer a su hijo,

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BIOGRAFIA DE SAN FELIPE NERI SAN FELIPE NERI comenzó a narrarle las gestas gloriosas de los mas celebres miembros Francisco Neri narraba con un sentido de vivo orgullo, citando nombres notables en algún tiempo aun en Florencia; Él esperaba que Felipito, un día, imitando a sus antepasados, tratara de hacer más grande la suerte la familia, que por entonces estaba un tanto decaída: pero el jovencito, que sabia cuanta vanidad había en las palabras del padre, aburrido de aquellas narraciones, exclamo: ¡Háblame de otras cosas papá! Lo que tú me cuentas no me interesa. ¡Cómo! ¿No es quizá un honor para ti pertenecer a una familia tan ilustre? Felipito bueno, casi enojado por semejante pregunta, cogió el pergamino del árbol genealógico entre las manos y lo rasgo con gesto rápido, diciendo: ¡Mejor mil veces tener el propio nombre escrito en el cielo! ¡Una sola cosa deseo; estar inscrito en el libro de la Vida Eterna! Antiguos tiempos que grabó la historia, La noble estirpe de los Neri alcanza; Al joven dicen: Dejaras memoria En el árbol familiar; ¡Bella esperanza! Mas roto el árbol, con audaz euforia: Mi nombre, solo escriban en Gloria. Destrozó Felipe aquel pergamino, Que mostraba la alcurnia del linaje: No quiere en tierra ningún homenaje, Pues solo en el cielo esta su destino. Todos se asombran al oír menino Tales ideas, tan nuevo lenguaje, Al que acompaña expresivo coraje, Aspira y respira solo en divino. De la Toscana la gentil grandeza El apellido Neri es oriundo; Entonces se acaba para este mundo; Más de otra familia ahora empieza A ser entronque aun más fecundo, Dios le prepara más alta nobleza.

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BIOGRAFIA DE SAN FELIPE NERI SAN FELIPE NERI Capitulo 3 JUVENTUD DIVINO TESORO

La familia de Felipe, ya cansada de la estrechez económica pensaba como proveer a su porvenir. La ocasión se presentó propicia, la oferta lisonjera de un primo hermano de su padre, Rómulo Neri, que se había trasladado a vivir desde hacía tiempos al Reino de Nápoles, parecía adivinar los deseos de sus padres. El tío rico mercader y sin descendientes, vivía en San Germán junto a Monsecassino, donde había acumulado cierto capital. Conociendo las penosas condiciones financieras de su primo hermano Francisco, le hizo ver su deseo de tener con él a Felipe para iniciarlo en el comercio y hacerlo un día heredero de todo su dinero. El padre, que ponía en su hijo las más bellas esperanzas para el porvenir, no lo pensó dos veces y así Felipe se dispuso para la dolorosa separación. ADIOS, FLORENCIA ADIOS. Despidiéndose de los buenos frailes de San Marcos, se separó de sus amados compañeros de la adolescencia, y una mañana dejaba todo triste, la costa de San Jorge, para dirigirse a San Germán, entre las más tiernas caricias de sus padres y las lágrimas de sus queridas hermanas, la sensibilidad exquisita de su corazón hace que podamos imaginarnos lo duro de esta separación. Era el último adiós que Felipe daba a la dulce ciudad natal, en la cual habían transcurrido los primeros dieciocho años de su vida. Felipe abandona Florencia a los 18 años y sale a San Germán a finales de 1532; abandona con tristeza su tierra querida, pues llamado por Dios, nunca volvió a ver su tierra natal.

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BIOGRAFIA DE SAN FELIPE NERI SAN FELIPE NERI Felipe recorre 520 kilómetros de camino para llegar a San Germán. Viaja a caballo en pequeñas jornadas, llevando únicamente lo estrictamente necesario. El pueblo de San Germán está a la falta de Montesassino y al frente de una llanura regada por un riachuelo que la fecunda y la hace fértil un pueblo de gran pujanza en el comercio, gracias a la industria: San Germán, que está casi a medio camino entre Roma y Nápoles, era un sitio clave para el tráfico comercial. En San Germán el tío lo acogió con gran alegría, tratándolo como a un hijo y rodeándolo de todo tipo de atenciones. Su primer cuidado fue el de adiestrar a su sobrino en el comercio; lo colocó en el mostrador de ventas y lo llevaba al mercado los escudos comenzaron a llenar sus manos. El rápido ingenio del joven y su gracia gentil, habían conquistado de inmediato el corazón del tío. Dos años permaneció con él pero Felipe se dio cuenta de que no estaba llamado para este género de vida. Le aburría el mostrador y aquella vida dedicada tan sólo a los negocios. El tío que le tenía gran estimación, le repetía: “Oye Felipe, me da la impresión que no estás demasiado a gusto con este negocio ¡Con el tiempo te acostumbrarás y serás más hábil que yo!”. Pero Felipe sentía una voz en el fondo de su corazón generoso que lo llamaba al apostolado: Su corazón anhelaba otro tipo de riqueza, la del espíritu, de la gracia Divina. En aquellos momentos de grandes riquezas, se encierra un gran misterio divino, pues son también los momentos de las grandes resoluciones. A Felipe siempre le llamó la atención y le produjo mucha alegría el contemplar sobre el monte, la abadía de

Montecasino, de los monjes Benedictinos. En el encontraba fuerzas, ya que estaba pasando la etapa más dura de su vida y en aquel monasterio se sentía la presencia de Dios. Felipe estaba pasando por la crisis de su juventud, donde los anhelos siempre están presentes en el pensamiento y la inconformidad se hace palpable. Estaba en la lucha de su vida corriente y su consagración a Dios: Por ello necesitaba de la oración y de los consejos del Señor, los cuales los buscaba elevando los ojos al cielo. Felipe subía muchas veces a Montecasino, buscando allí la soledad, el recogimiento y el espectáculo de las

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BIOGRAFIA DE SAN FELIPE NERI SAN FELIPE NERI maravillas de la creación. Además empezó a admirar la vida religiosa de aquellos monjes, tan concentrados en el conocimiento de Dios. Le llamaba la atención la intimidad con Dios, la oración y las salmodias que resaltaban en el claustro de su aire de Santidad. Frecuentaba la “Montaña cortada”, aquella de la cual una antigua tradición, expresa que aquella montaña después de un temblor de tierra a la hora de la muerte de Cristo, se desgarró, se abrió en medio de ella una gran grieta, en la cual se incrustó una gran roca que se precipitó desde lo alto. Hacia la mitad del siglo XV se erigió una pequeña capilla en forma circular dedicada a Cristo crucificado. En aquella soledad espera tomar una resolución firme y segura que había de fijar toda su existencia. Un día allí orando, al fin, se sintió tan iluminado interiormente y tan conmovido que resolvió irrevocablemente darse todo y por todo a Dios. Felipe le comunica a su tío la decisión, y se mantuvo firme a pesar de su lucha por hacerlo desistir de tal pensamiento; Felipe renuncia a todo, incluso a dar continuidad a la generación de los Neri, para entregarse a Dios. Felipe marcharía a Roma, aunque no tuviese dinero, ni relación con gente importante que lo ayudara. Por ello se abandonó en las manos de Dios. A los 20 años hizo el propósito de sr pobre toda su vida, acogiendo con amor la pobreza y renunciando a tan tentadora riqueza de su tío. Felipe no volvió la mirada atrás, ni dirigió sus pasos a la casa paterna, ni a la casa natal que tanto amaba. Partió a Roma para sacrificarlo todo en aras de la pobreza evangélica, para aceptar y amar a Dios con toda su desnudez y sin alivio de ninguna especie. La pobreza elegida por Felipe, hizo a su corazón verdaderamente libre.

EL COMERCIANTE DE SAN GERMÁN Admira el tío las hermosas prendas Del santo joven, a quien todo fía, Joyas, dineros y miles de ofrendas, Que a su tiempo herede; pero él decía: “Aspiro al Cielo por opuestas sendas, La pobreza y amor son mis haciendas” Recorre el camino; ya en San Germán Admira el tío su grande prudencia, Piedad, don de gentes, inteligencia; Dios se lo envía, riquezas vendrán.

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BIOGRAFIA DE SAN FELIPE NERI SAN FELIPE NERI Si tocan, él canta al Divino Pan. En ventas y compras hay diligencia, Por su trabajo no hay exigencia, Corre contento el pan que le dan. Desea Felipe gran mercatura; Como discípulo de Cristo fino No es la herencia de oro y ventura. Allá en lo alto su arduo destino: De ir a Roma: cual prenda seguirá Allí encontrara tesoro divino.

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BIOGRAFIA DE SAN FELIPE NERI SAN FELIPE NERI Capitulo 4 FELIPE NERI EN ROMA: “LA CIUDAD ETERNA” Alrededor de 1534 abandonó san Germano, al pariente, al negocio, y se encamino a Roma. ¿ y por qué no regresa a Florencia, a su patria?. Una vez más todas las conjeturas se proponen; pero propiamente el veinteañero Felipe se ha sentido atraído por el sugerente modo de aquel mundo sagrado, fabuloso, que el solo nombre de Roma evocaba. Un motivo espiritual, místico, debió guiarlo por caminos, ahora confusos y misteriosos. Esto es: motivado por el Espíritu Roma era la patria del espíritu, la ciudad de los mártires. Cuando Felipe llegó a roma, había mucha hambre, miseria y ruinas a causa del saqueo realizado en 1527 por el rey Carlos V; por ello sufrió enseguida las consecuencias de la pobreza y de la elección que había tomado en Gaeta, junto a san Germán. Ha elegido a Dios como el tesoro de su vida, ha puesto su confianza en él y sabe que no lo defraudara. Vive en total abandono en la providencia divina. Felipe vivió en Roma, pobre, sin lugar donde cobijarse, desconocido de todos, andaba errante de modo que parecía un vagabundo: Como un exiliado lejos de su patria, no encontraba ocupación, por eso estaba obligado a mendigar el pan y a pesar las noches sobre las gradas de las iglesias. Un día se encontró con Galeotto Caccia, un florentino generoso, que lo acogió en su casa. Además del alojamiento, Caccia le asigno una medida de trigo equivalente a varios quintales, en compensación por el trabajo que Felipe le prestaría como Tutor de sus hijos Miguel e Hipólito, quienes se hicieron de inmediato amigos inseparables de Felipe. Atraídos por su gran dulzura y bondad compartían con él sus juegos infantiles, escuchaban sus consejos y recomendaciones y lo seguían en sus paseos. Los educo en el bien y la virtud. Bajo su guía, los dos jovencitos crecieron << en sabiduría y gracia delante de Dios y de los hombres>> “Eran estas las primicias del apostolado de Felipe en medio de la juventud”.

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BIOGRAFIA DE SAN FELIPE NERI SAN FELIPE NERI APOSTOLADO SEGLAR DE FELIPE En 1538, Felipe resolvió salir de su vida solitaria y dar sin ostentación los primeros pasos de su vida laical, a sus 23 años de edad. “Amor ardiente en Cristo y en Cristo a todos los hombres” fue la fuerza que movió a Felipe a visitar los hospitales, venciendo su repudio a la enfermedad. Desde entonces ayuda en todo momento a los enfermos, arreglando las camas, barriendo, limpiando la ropa, dándoles de comer, llevándoles pequeños detalles y sobre todo amor. Además los consuela hablándoles de Dios y su Reino. Felipe además recibe el don de apreciar el evangelio, y visita tiendas, calles, plazas, escuelas, conversando sobre la fe, la iglesia, la virtud y el amor a Dios, y en torno a él, se reúne mucha gente que admira su forma sentida de hablar, pues con su sencillez les llega al corazón. Desde hacia tiempo Felipe frecuentaba los hospitales y su nombre está en la matricula de los hermanos de una confraternidad de Santa María de la purificación. Para la asistencia de los enfermos en el hospital de San Jacobo de los incurables. No tiene todavía plan de trabajo preciso. Lo que se advierte en aquellos años es un creciente sentimiento religioso un apasionado interés por las cosas del espíritu. Se detiene con frecuencia bajo los pórticos de las iglesias para meditar y leer libros a la luz de la luna. Su devoción particular es la Visita de las Siete Iglesias, antigua forma de piedad popular, que el reinicia y comienza a practicar solo. Vestía como ermitaño, se dice cuando siguiendo esta devoción, descubrió las lejanas y abandonadas catacumbas: las de San Sebastián, las únicas entonces accesibles. Las visitas con frecuencia, se entretienen por largo tiempo en la plegaria, la meditación, y parece que paso también algunas noches, en el calor del verano. Aquel sitio misterioso solitario le evocaba una historia fascinante: la vida de las primeras generaciones cristianas, la heroica profesión de fe, el profundo modo de pensar de los mártires; la roma sagrada de Pedro y Pablo, empurpurada con la sangre cristiana. Un motivo, como se verá, que siempre vivió en él y lo inspiro. EL PENTECOSTÉS DE FELIPE A Felipe le atraía siempre la soledad de las catacumbas, lugar donde los primeros cristianos hacían su culto. Tenían sus sepulcros y veneraban sus mártires. Cada día al anochecer con un libro y un pedazo de pan iba a

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BIOGRAFIA DE SAN FELIPE NERI SAN FELIPE NERI las catacumbas y allí pasaba ocho o diez horas leyendo y meditando. Era el fin de la primavera de año de 1544, en plena fiesta de Pentecostés, Felipe había descendido a las Catacumbas de San Sebastián, para orar sobre aquellas misteriosas bellezas, desconocidas a los ojos profanos del mundo. En medio de la oscuridad y silencio, el se sentía arder de amor a Dios y meditaba en el admirable prodigio de Pentecostés. De pronto su corazón fue invadido de gran alegría y una luz vivísima ilumino su persona. En Santo alzó su mirada y vio descender de lo alto un globo de fuego que posándose en su boca le penetra después en el pecho e inflamándole el corazón de amor y arqueándole dos costillas. Una viva palpitación de amor se extendía en aquel momento dentro de él, inundando su alma de tanta suavidad que, delirante por la alegría, exclamó: “Basta, Señor, Basta, no mas, no más” El espíritu Santo había descendido hasta el corazón de Felipe dilatándolo milagrosamente. El beso ardiente del paráclito con la gran alma de Felipe, era como sello de su santidad. RECIBE EL ESPÍRITU SANTO

Un globo celestial invade el pecho: El amor esencial en él se hospeda, ensancha el seno para Dios estrecho y anegado en dulzuras su alma queda. Las Catacumbas son jueces del hecho, lugar de oración, florido lecho. El amor a las almas empujaba, Orando y aprendiendo eminencias humanas artes y divinas ciencias, pues con ellas su fin se completaba. Nunca se le olvido lo que estudiaba, resuelve mil dudas y contingencias en su oración no encuentra resistencias, muchas horas en ella se empleaba. ¡Catacumbas sagradas! Sois dichosas, pues fuisteis testimonio fehaciente de aquellas maravillas tan valiosas, que hizo el Amor cual globo refulgente, rotas dos costillas, en el pecho de Felipe Neri, insuficiente.

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BIOGRAFIA DE SAN FELIPE NERI SAN FELIPE NERI Capitulo 5 FELIPE NERI SACERDOTE DE LA HUMANIDAD Desde el mismo instante del Bautismo, cada uno de nosotros se convierten en: Sacerdotes, Profeta y Rey. De tal modo que si hablamos de Usted que lee este plegable o de cualquier persona que lee este plegable o de cualquier persona bautizada, tendríamos que hablar de un sacerdocio común, es decir que todos estamos en plena disponibilidad de santificarnos y de lleva a muchos a la santificación. Así pues en el folleto anterior, veíamos como Felipe Neri decidió que no era necesario ser sacerdote para hacer el bien, nos dio un ejemplo enorme de cómo se puede hacer todo el bien a través de la condición específica de vida de cada persona, es decir, ser bueno y más que eso, ser santo, desde mi trabajo, desde mi hogar, desde mi colegio, desde mis amistades, etc. En esta nueva entrega del plegable, conoceremos la vida de San Felipe Neri como sacerdote. ORDENADO SACERDOTE: Perdido en el amor divino y encontrado en el amor al prójimo.. Felipe ¿seguirá en el apostolado seglar? Sin inquietud veía el presente y miraba con serenidad el futuro, pero alguien que conocía su conciencia le desvela un horizonte quizá más identificante con el Amor: el Sacerdocio. Sabía muy bien Persiano Rosa, su confesor, que Felipe solo deseaba ser pobre entre los pobres, confundirse entre sus hermanos y hacer el bien en silencio, pero le habla hasta que Felipe, optando en libertad, es “atrapado por el sígueme de los apóstoles”.

Felipe no había pensado en ser sacerdote e inclusive, mas tarde llegaría a decir que lo fue por obediencia a su confesor; ahora bien, si hablamos de las condiciones espirituales, aquellas le sobraban, si hablamos de las intelectuales, tendríamos que decir que sabia latín, había estudiado filosofía y teología, de hecho estaba mucho mejor preparado que la mayoría de sacerdotes de la época, lastimosamente por esta época, para ser sacerdote tan solo se tenía que tener un “obispo sobornable” al cual entregarle una propina conveniente. Pero Felipe era un hombre santo que no buscaba enriquecerse a costa de de los fieles y de hecho cuando fue ordenado y pudo vivir en San Jerónimo, no hay ninguna plaza vacante, ósea, ningún puesto con sueldo, esto hace de san Felipe un hombre libre dispuesto a vivir de la mando de la Providencia divina. Fue hasta la edad de 36 años cuando Felipe se ordeno sacerdote el 23 de Mayo 1551 en la Iglesia de Santo

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BIOGRAFIA DE SAN FELIPE NERI SAN FELIPE NERI Tomas in parione, luego de mucha oración, reflexión y consejo de su director espiritual Persiano Rosa. ¿Qué difícil penetrar en su interior aquel 23 de mayo de 1551, si el corazón abierto den Montecassino y dilatado en Pentecostés no podría sostener el arrebato del amor divino...¿ cómo podría soportar la quemadura del amor Consagrado? JÓVENES PENITENTES: Sus primeros penitentes fueron algunos de los antiguos compañeros de la Cofradía de la Trinidad, con sus esposas y sus familias. Pero muy pronto llegan a Felipe jóvenes estudiantes y aprendices de diversas artes y oficios, o que trabajan con sus familias. Sastres, zapateros, albañiles, obreros, empleados de todos los niveles y funcionarios de la ciudad, todos jóvenes cuyas edades no pasaban en su gran mayoría de los veinte. Estos jóvenes, disponían a pesar de su trabajo de mucho tiempo libre, así que Felipe después de haberlos confesado, los formaba en grupo y los llevaba a visitar a los enfermos en los hospitales, llevándoles comida, atendiendo a sus necesidades y entregándoles por medio Evangelio la palabra de Dios. Además los llevaba a visitar Iglesias y Basílicas en peregrinación, siempre con un sano humor, con la alegría que le caracterizaba y con la categórica afirmación que siempre les hacia: “! Sean buenos, si pueden!” Esto era la mejor expresión de confianza que se depositaba en los jóvenes, pues en verdad ellos si pueden ser mejores, ser santos y ser valiosos para el mundo entero. SACERDOTE Sacerdote, no manos abiertas, Con lumbre en los ojos Y en los labios Palabras que queman…! Sacerdote, sin barcas ni redes, solitario en el mar y en la arena, Sediento de amores, Hambriento de entrega, El pecho arqueado

Guardando el secreto que enciente su hoy Te llaman los hombres: La roma que quiere vestirse de estrellas,

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BIOGRAFIA DE SAN FELIPE NERI SAN FELIPE NERI La iglesia que arrastra su manto de pena… El joven y el niño, el pobre y el rico, Imán de oro y llama Que enciende en la noche, Comparsas de estrellas colgadas del alba. …tú, sigues rezando, viviendo tu Misa: Exprimiendo racimos de amores, Apretando manojos de espigas… Vidente prendido en la luz de lo eterno: Tocas el Misterio Del Dios hecho carne Besas el milagro del Dios hecho harina! Quien a ti se acerca ¡no puede marcharse! Tu espacio se extiende, tu amor se dilata, A todos acoges, a todos abrazas, Tu cuarto es Iglesia, tertulia, Palabra…! Quien a ti se acerca ¡no puede marcharse! Prendido en tus redes, olvida su barca!

* Tomado del libro “Fuego, Amor, Vida”. De María Gemma Vega Abia, R.F.

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