Estimados padres y madres: Me llamo Mª Carmen, soy la profesora de Religión Católica del IES “Sierra Mágina” de Huelma. Desde hace diecinueve cursos que estoy colaborando con ustedes en la educación en nuestra fe católica de sus hijos-as. A muchos de ustedes ya les conozco por haberles dado clase a varios de sus hijos e hijas durante este período de tiempo. Y a los que aún no conozca me gustaría decirles que estoy a su disposición para cuando quieran hablar conmigo, si así lo desean. Con muchos conservo y mantengo fuertes lazos de amistad, pues lo que realmente nos va uniendo es nuestro Amor a Cristo y a su Iglesia. Como cada curso escolar, han de decidir lo mejor para la educación de sus hijos. Por lo que es mi deseo compartir con ustedes algunos aspectos sobre cómo contribuye la asignatura de Religión Católica al desarrollo integral de la persona; y animarles a ejercer su derecho como padres para que sus hijos sean educados conforme a sus convicciones. Derecho de los padres y de los hijos, que está recogido en la Constitución española, artículo 27.3 y reconocido en las leyes de desarrollo y en los tratados internacionales ratificados por España. Si realmente nos hemos encontrado con el Señor en nuestras vidas, nos llena el corazón de alegría y da sentido pleno a cada circunstancia que vamos viviendo, no podemos privar a nuestros niños y jóvenes de este gran tesoro, el mejor tesoro, que les hará plenamente felices. A continuación recojo un extracto de lo que nuestro Papa Francisco piensa y ha expresado sobre la escuela: La escuela es el complemento de la familia (2014-05-10) ...Es fundamental precisamente en la edad del crecimiento, como un complemento a la familia...es importante que colaboren, en el respeto recíproco. Esto hace pensar en un proverbio africano que dice: “Para educar a un hijo se necesita a todo un pueblo”. Para educar a un muchacho se necesita mucha gente: familia, escuela, maestros, todos, todos, personal asistente, profesores, ¡todos! ...Amo la escuela porque nos educa a lo verdadero, al bien y a lo bello. Las tres cosas van juntas, ¿eh? La educación no puede ser neutra. O es positiva o es negativa; o nos enriquece o nos empobrece; o hace crecer a la persona o la deprime, incluso puede corromperla. La misión de la escuela es desarrollar el sentido de lo verdadero, el sentido del bien y el sentido de lo bello. Y esto ocurre a través de un camino rico, hecho por tantos “ingredientes”. ¡Es por esto del por qué existen tantas disciplinas! Porque el desarrollo es fruto de diversos elementos que actúan juntos y estimulan a la inteligencia, a la consciencia, a la afectividad, al cuerpo, etcétera.. ¡La verdadera educación nos hace amar la vida y nos abre a la plenitud de la vida! Y finalmente quisiera decir que en la escuela no solamente aprendemos conocimientos, contenidos, sino que aprendemos costumbres y también valores. Juntos. Se educa para conocer tantas cosas, o sea tantos contenidos importantes, para tener ciertas costumbres también para asumir los valores. Y esto es muy importante. Les deseo a todos ustedes, padres de familia, maestros, personas que trabajan en la escuela, estudiantes, les deseo un hermoso camino en la escuela, un camino que haga crecer, que haga crecer las tres lenguas, que una persona madura debe saber hablar: la lengua de la mente,la lengua del corazón y la lengua de las manos. Pero con armonía, o sea pensar aquello que tú sientes y aquello que tú haces; sentir bien aquello que tú piensas y aquello que haces; y hacer bien aquello que tú piensas y aquello que tú sientes. ¡Las tres lenguas, en armonia y juntas! En ese sentido la Enseñanza Religiosa Escolar favorece el desarrollo de todas las capacidades de la persona posibilitando una formación plena que se concreta así: Aporta un conocimiento profundo acerca del amor de Dios Padre, llevado a su máxima realización en la muerte y resurrección de su Hijo Jesucristo y en el Espíritu Santo que lo derrama sobre nosotros para fortalecernos en nuestra vida de fe, posibilitando el perdón, el amor, la entrega… Responde a las grandes preguntas que nos hacemos sobre la existencia, y aporta razones para amar, creer y esperar, encontrando el sentido de la vida. Ayuda a conocer y comprender el valor e influencia del cristianismo en la Cultura Europea, pues está en la base y raíz de lo que somos, sentimos y vivimos. Esta enseñanza se lleva a cabo en relación con los demás saberes que se transmiten en la escuela, integrándola de forma armónica. Sin duda, contribuye al desarrollo de la personalidad y a la formación de buenos ciudadanos, orientando la conducta humana hacia el bien y la virtud. Por último, les expreso el agradecimiento, en nombre nuestra Iglesia Católica, quien me envía a llevar a cabo esta misión, y en el mío propio, por habernos confiado la apasionante pero, al mismo tiempo, ardua tarea de educar en la fe a las generaciones más jóvenes, en cuyas manos estará el futuro de la sociedad. Reciban un cordial saludo.
Fdo.: Mª del Carmen Ropa González. Profesora de Religión Católica. Huelma, 2 de junio de 2014.