Comienzo del Conclave

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ÚLTIMA CONGREGACIÓN ANTES DEL CÓNCLAVE Los participantes en la décima congregación, la última que precede a este Cónclave, han sido 152. Durante la misma se han sorteado los tres nuevos miembros de la Congregación particular que ayuda al Camarlengo durante tres días y, por tanto desempeñará esa función también durante el Cónclave. Los nuevos miembros son los cardenales: Antonios Naguib (Orden de los Obispos); Marc Ouellet (Orden de los Presbiteros) y Francesco Monterisi (Orden de los Diáconos). Si el cónclave durase más de tres días habrá que sortear de nuevo tres nombres, ya que son cargos que caducan pasado ese tiempo. “Las intervenciones de esta mañana han sido 28 - ha informado en su briefing diario el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Padre Federico Lombardi S.I.- .Se llega así a un total de 161 intervenciones en el curso de las diez congregaciones. Es una amplia participación, aunque si algunos purpurados hubieran deseado hablar más o más tiempo, pero se ha decidido no hacer otra congregación por la tarde, en vista del traslado a Santa Marta y de la preparación del Cónclave”. Esta mañana se ha hablado, entre otras cosas del Instituto para las Obras Religiosas (IOR). “El cardenal Tarcisio Bertone en calidad de Presidente del Comité de Vigilancia del IOR ha expuesto a los presentes la naturaleza de ese organismo y el proceso de adecuación a las normas de transparencia que sigue. Se completa así la información sobre la situación económica de la Santa Sede. Naturalmente, se ha hablado mucho sobre el perfil del Santo Padre y las esperanzas puestas en su figura”. A continuación el Padre Lombardi ha facilitado algunas informaciones sobre el desarrollo de los próximos días. Son unas 90 las personas que esta tarde a las 17,30 en la Capilla Paolina, ante el cardenal Camarlengo prestan el juramento de los oficiales y encargados del servicio durante el Cónclave. (Facilitamos en un artículo aparte la lista de los participantes). La Misa “Pro eligendo Romano Pontífice” se celebrará mañana, martes 12 de marzo, a las 10,00 en la basílica de San Pedro. El libreto de la Misa se encuentra en el sito: www. vatican.va en la sección de Ceremonias litúrgicas. La liturgia será presidida por el cardenal Decano, Angelo Sodano, y concelebrada por todos los cardenales, incluidos los no electores. Durante el ofertorio se escuchará un motete de Palestrina. A partir de mañana el Centro Televisivo Vaticano tendrá una cámara fija en la chimenea de la Capilla Sixtina para ver la salida del humo blanco o negro. En los asientos de la Capilla Sixtina los cardenales electores tienen ya la Constitución Apostólica “Universi Dominici Gregis”, el Ordo rituum conclavis y el libro de la liturgia de las horas. El director de la Oficina de Prensa, ha resumido también los actos finales del Cónclave. “Si un cardenal consigue los dos tercios -la mayoría solicitada- el cardenal Decano de la asamblea, en este caso el cardenal Giovanni Battista Re, pregunta al elegido: “¿Aceptas tu elección canónica como Sumo Pontifice? Y una vez recibido el consentimiento le pregunta: “¿Con que nombre quieres ser llamado?”. Entonces el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias actuando como notario y teniendo como testigos a dos ceremonieros que serán llamados en aquel momento levanta acta de la aceptación del nuevo pontífice y del nombre que ha tomado. Se procede entonces a quemar las papeletas para la “fumata” blanca. Acto seguido el nuevo Papa se viste en la llamada “Estancia de la lágrimas”, quizás por la emoción del momento. Cuando vuelve se da lectura a un pasaje del Evangelio ligado al ministerio petrino, se reza brevemente y los cardenales desfilan, uno por uno, ante el nuevo pontífice felicitándole y prometiéndole obediencia. El Papa y los cardenales entonan juntos el Te Deum. “En este cónclave hay una novedad - ha señalado Lombardi- el Papa antes de salir al balcón para saludar a la multitud, pasa desde la Capilla Sixtina a la Paolina para rezar sólo unos momentos ante el Santísimo Sacramento. Después del anuncio del protodiácono, como es habitual, se asoma al balcón y, junto con el saludo da la bendición “Urbi et Orbi”. Por cuanto respecta a la Misa de inauguración del pontificado, el Padre Lombardi ha explicado que no tiene necesariamente que celebrarse un domingo, sino cualquier día de la semana. Por último, ha aclarado que el Prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo Georg Gänswein, secretario del Papa emérito, estará presente en la ceremonia de inicio del cónclave, como prevé su


cargo. JURAMENTO OFICIALES Y ENCARGADOS SERVICIO DEL CONCLAVE La Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice ha comunicado que esta tarde a las 17,30 horas, en la Capilla Paolina del Palacio Apostólico, tendrá lugar el juramento de los oficiales y encargados del cónclave. Todos los que se ocuparán del próximo cónclave, tanto eclesiásticos como laicos, aprobados por el cardenal Camarlengo y por los tres cardenales ayudantes, según la norma de la constitución apostólica Universi Dominici Gregis n. 48, tendrán que prestar y suscribir el juramento prescrito. Sobre la base del n. 46 de la Universi Dominici Gregis, se encontrarán a las 17 en la Capilla Paolina. -el Secretario del colegio cardenalicio. -el Maestro de Celebraciones Litúrgicas del Pontífice. -los ceremonieros pontificios. -el eclesiástico elegido por el cardenal Decano para que lo ayude en su oficio. -los religiosos y religiosas encargados de la Sacristía Pontificia. -los religiosos de varias lenguas para las confesiones. -los médicos y enfermeros. -los encargados de los ascensores del Palacio Apostólico. -el personal encargado del comedor y la limpieza. -el personal de la Florería y de los Servicios técnicos (UDG num. 5 y 51). -los encargados del transporte de los electores desde la Domus Sanctae Marthae al Palacio Apostólico. -el Coronel y un Mayor del Cuerpo de la Guardia Suiza Pontificia encargados de la vigilancia alrededor de la Capilla Sixtina. -el Director de los Servicios de Seguridad y Protección Civil con algunos colaboradores. Todos, por lo tanto, después de ser instruidos sobre el significado del juramento, tendrán que pronunciar y suscribir personalmente la fórmula prevista ante el cardenal Tarcisio Bertone, Camarlengo de la Santa Iglesia Romana y en presencia de dos protonotarios apostólicos participantes. NORMAS Y RITOS QUE FIJAN EL DESARROLLO DEL CÓNCLAVE La "logística" de un Cónclave no está diseñada según pareceres particulares ni modas pasajeras sujetas a la improvisación. La tradición litúrgica -fijada tras la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II- señala con gran precisión las normas y ritos que deben seguirse. Estos están en el Libro de los Ritos del Cónclave. El primer aspecto que se subraya en este libro es la importancia que tiene el Cónclave, ya que supone la elección del Romano Pontífice. Después, centrándose en la Misa que antecede al ingreso en el Cónclave, se dedica todo un capítulo a exponer los ritos y rúbricas de esta celebración eucarística. En el capítulo II se exponen los momentos más significativos del acto solemne de entrada en el Cónclave con el juramento específico que realizan los cardenales. Cómo deben llevarse a cabo las votaciones y el escrutinio de los votos, también está sujeto a un orden que hay que observar con exactitud, así como los ritos que proceden y siguen, tanto el momento de la aceptación del elegido como Romano Pontífice como su proclamación. El libro de los Ritos del Cónclave concluye, en el capítulo V, con el solemne anuncio de la elección del Papa y su primera bendición "Urbi et Orbi". Siempre en conformidad con la Constitución Apostólica “Universi Dominici Gregis” (promulgada por Juan Pablo II), Benedicto XVI ha introducido algunas novedades con el fin de mejorar el desarrollo del Cónclave. Por ejemplo, en la misa “Para elegir al Romano Pontífice”, se prevé que participen todos los cardenales, no solo los electores.


Otra novedad es dónde debe llevarse a cabo el Rito del Ingreso en el Cónclave y del Juramento de los cardenales: la Capilla Paulina es el lugar concreto previsto para estos dos actos. La norma establece que, en esta ceremonia, el primer cardenal por orden y antigüedad - actualmente el cardenal Giovanni Battista Re-, preside el acto, que comienza haciendo la señal de la cruz y pronunciando las siguientes palabras: "El Señor, que guía nuestros corazones en el amor y la paciencia de Cristo, esté con todos vosotros". Tras esta breve oración, el cardenal Re invitará a todos los reunidos a comenzar la procesión hacia la Capilla Sixtina, lugar de reunión del Cónclave, con estas palabras: "Venerables hermanos: después de haber celebrado el divino misterio, entramos ahora en Cónclave para elegir al Romano Pontífice. Toda la Iglesia, unida a nosotros en oración, invoca constantemente la gracia del Espíritu Santo, para que sea elegido de entre nosotros un digno Pastor de toda la grey de Cristo. El Señor dirija nuestros pasos en la vía de la verdad, a fin de que, por la intercesión de la Beata Siempre Virgen María, de los Apóstoles Pedro y Pablo, y de todos los Santos hagamos siempre aquello que sea de su agrado”. Tras esta oración, los cardenales caminan en procesión hacia la Capilla Sixtina, procedidos por el ministro que lleva la Cruz, el coro y los ceremonieros, el secretario del Colegio de Cardenales y el eclesiástico que dirigirá la meditación a los cardenales electos. La comitiva la concluye un diácono, revestido con alba y estola, que lleva el libro de los evangelios, y el cardenal Re junto al maestro de ceremonias. Durante la procesión los cardenales cantan la Letanía de los Santos -oración que en las celebraciones de la liturgia latina tiene una destacada importancia y en la que se recuerdan a algunos santos de Oriente y de Occidente- , para concluir con el himno “Veni Creator Spiritus”, cuando los cardenales están ya reunidos en la Capilla Sixtina. En el cántico de la letanía de los Santos se han introducido nombres no citados habitualmente, pero que corresponden a la Iglesia universal, como los Patriarcas y Profetas Abraham, Moisés y Elías; San Marón del Líbano; San Frumencio, de Etiopía y Eritrea; Santa Nina de Georgia; San Gregorio el Iluminador, de Armenia; San Patricio de Irlanda, y otros santos que representan a diversos pueblos de la tierra como los mártires de Canadá, de Uganda, de Corea, de Oceanía; Santa Rosa de Lima, por América Latina, y algunos Papas entre los que se encuentra San Pío X . El solemne juramento de los cardenales, ya dentro de la Capilla Sixtina, sigue la fórmula establecida en la Constitución Apostólica “Universi Dominici Gregis”: cada uno de ellos, posando la mano sobre el evangelio, dice la formula prescrita. Cuando el último de los cardenales electores ha terminada de prestar juramento, el maestro de ceremonias dice la formula tradicional "Extra omnes" y aquellos que no participan en el Cónclave abandonan la Capilla Sixtina. Presente todavía el maestro de ceremonias, el cardenal Prosper Grech pronuncia la meditación a los cardenales electos que tiene que versar sobre el grave deber que tienen ante si de elegir al Papa, moviéndose con rectitud de intención, buscando solo cumplir la voluntad de Dios, y mirando únicamente al bien de toda la Iglesia. Tras esta exhortación, el cardenal Giovanni Battista Re propone al Colegio de los Electores que accedan a la primera elección del Cónclave. LOS CÓNCLAVES DE LOS ÚLTIMOS SIGLOS Publicamos a continuación una cronología, facilitada por Radio Vaticano, de los cónclaves de los últimos siglos con algunos hechos curiosos que tuvieron lugar durante su desarrollo. El cónclave más largo de la historia moderna fue en 1740 para la elección de Benedicto XIV ;duró del 18 de febrero al 17 de agosto, 181 días; los electores eran 51 y 4 murieron durante el cónclave. En 1758 el cónclave para la elección de Clemente XIII duró del 15 de mayo al 6 de julio (53 días). Entraron 45 cardenales electores, pero en la votación final estuvieron presentes solamente 44. La elección de Clemente XIV en el cónclave de 1769, duró 94 días, del 15 de febrero al 19 de mayo y los electores fueron 46.


El Papa Pío VI fue elegido en un cónclave que se desarrolló del 5 de octubre de 1774 al 15 de febrero de 1775 (133 días). Los cardenales electores eran 44, pero dos de ellos murieron durante el cónclave. La elección de Pío VII tuvo lugar en Venecia ya que Roma estaba ocupada por las tropas napoleónicas. El cónclave duró del 1 de diciembre de 1799 al 14 de marzo de 1800 (105 días). Fue el último cónclave fuera de Roma y en el participaron 34 electores. En 1823 el papa León XII fue elegido después de 27 días ( 2 de septiembre- 28 de septiembre) y los cardenales electores fueron 49. En 1829 el cónclave para la elección de Pío VIII duró 36 días, del 24 de febrero al 31 de marzo y participaron en él 50 electores. Gregorio XVI fue el último cardenal no obispo elegido Papa. El cónclave para su elección duró 51 días, desde el 14 de diciembre de 1830 al 2 de febrero de 1831 (51 días) y los cardenales electores fueron 45. Los cónclaves “cortos” empiezan en 1846 con la elección del beato Pío IX. 50 electores lo eligen Papa en un cónclave que dura 3 días, del 14 al 16 de junio. En 1878 sube al solio pontificio León XIII después de un cónclave que dura 3 días, del 18 al 20 de febrero y en el que participan 61 electores. El cardenal John McCloskey, arzobispo de Nueva York, primer cardenal no europeo que tendría que haber participado en un cónclave llega demasiado tarde a Roma para hacerlo. En 1903 es elegido papa San Pío X. Durante el cónclave que lo elige se ejerce por última vez el llamado “Ius Exclusivæ” (el derecho de exclusión del que gozaban diversos monarcas católicos de Europa para vetar a un candidato al papado). En esa ocasión fue el emperador Francisco José I de Austria que ejerció el veto sobre el cardenal italiano Mariano Rampolla. El cónclave duró 5 días del 31 de julio al 4 de agosto. Participaron 64 electores y hubo 7 escrutinios Después de su elección San Pío X abolió el derecho de veto. En 1914 el cónclave que elige a Benedicto XV dura 4 días, del 31 de agosto al 3 de septiembre. Los electores son 57 y los escrutinios 10. Se quedan fueran de las puertas de la Sixtina dos cardenales estadounidenses y un canadiense por haber llegado tarde. Sin embargo, por primera vez participa un cardenal de América Latina. En 1922 durante el cónclave que elige a Pío XI vuelven a quedarse fuera 2 estadounidenses y 1 canadiense. Se instituye entonces la regla que establece que desde el inicio de la Sede Vacante los cardenales tendrán un plazo de 15 días para llegar a Roma. Los electores esta vez son 53. El cónclave dura 5 días, del 2 al 6 de febrero y los escrutinios son7. En el cónclave que elige a Pío XII en 1939, participa el primer patriarca de rito oriental. El cónclave, el más corto, dura dos días; del 1 al 2 de marzo. Los electores son 62 y los escrutinios 3. El beato Juan XXIII es elegido en 1958. Por primera vez participan en el cónclave cardenales chinos, indios y africanos. Los electores son 51. El cónclave dura 4 días, del 25 al 28 de octubre y los escrutinios son 11. En 1963 un cónclave que dura 3 días, del 19 al 21 de junio y en el que participan 80 electores elige como papa a Pablo VI después de 6 escrutinios. En 1978 el cónclave que elige a Juan Pablo I es el primero donde no participan los cardenales que hayan cumplido ochenta años. El cónclave dura 2 días, del 25 al 26 de agosto, los escrutinios 4 y los electores 111. En el segundo cónclave celebrado ese año, del 14 al 16 de octubre, ( 3 días) 111 electores eligen al beato Juan Pablo II después de ocho escrutinios. En 2005 Benedicto XVI es elegido papa en el cuarto escrutinio de un cónclave que dura 2 días, del 18 al 19 de abril y que cuenta con el mayor número de cardenales electores de la historia: 115. El cónclave que se abre mañana, 12 de marzo, será el primero desde 1829 que se celebra en tiempo de Cuaresma.


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