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Sumak Kawsay

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Desde Rectoría

Desde Rectoría

Escribo la noche en que quizá en Italia lleguemos a 150 mil casos de coronavirus y pasemos los 19 mil muertos. Es Pascua. No sabemos cuándo terminará la contingencia. Vienen a mi mente 9 religiosas que murieron en una sola comunidad, hermanas de una de mis compañeras de estudio; y el párroco donde sirvo en Navidad y Pascua, que recién fue dado de alta del hospital. Cada número tiene un rostro, un nombre, una familia.

Cuando me invitaron a escribir sobre “la Amazonia y el coronavirus”, me hice muchas preguntas sobre cómo abordar ambos temas juntos, de si era posible y cuánto poco podría decir de valioso en pocas líneas. Así que decidí hacerles una introducción, un breve mapa para hacer juntos una lectura de ambos acontecimientos: uno eclesial que nos llevó al documento «Querida Amazonia» y otro, la pandemia por «SARS-CoV-2», un acontecimiento disruptivo que podría cambiar la historia de su generación, o no. Cada uno deberá leer ambos acontecimientos desde su propia vida y, como nos dice san Ignacio, tratando de “buscar y hallar a Dios en todas las cosas”.

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Querida Amazonía

«Querida Amazonia» no es sólo un documento. Es ante todo un acontecimiento eclesial que tiene como marco, el pontificado de Papa Francisco y los otros documentos y acontecimientos que han sucedido en estos años; desde el 2017, cuando convocó al Sinodo con el objetivo de “individuar nuevos caminos para la evangelización de aquella porción del Pueblo de Dios, en especial de los indígenas” (Angelus, 15.10.17), se fueron realizando otros muchos pequeños eventos que desembocaron en el documento, no sin tensiones ni diferencias, en las que muchos, agentes de pastoral y medios de comunicación, se concentraron y distrajeron.

Entre las cosas más valiosas de esta experiencia fue descubrir y poner en práctica un proceso sinodal que implicara a todos. Después de la publicación del Instrumenum Laboris en Roma, una gran parte del trabajo lo hizo la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) en muchos pequeños lugares: parroquias, centros de misión, asambleas regionales extendidas por las 7 Conferencias Episcopales que abarcan el Amazonia. Casi 300 eventos (asambleas territoriales, foros temáticos, seminarios, etc) donde participaron casi 87 000 personas fueron la fuente del Documento preparatorio hecho por expertos (4 de Roma, 4 del Amazonas) que al final, ya en el 2019, dividió el documento Pre-sinodal en 3 partes: La voz del Amazonas, Ecología Integral: el grito de la tierra y de los pobres, Iglesia profética: retos y esperanzas.

Todo este camino, desde Manaos a Roma, pasando por Estados Unidos , tuvo en el corazón dos grandes cuestiones: la misión de la Iglesia y la Ecología integral a la luz de Laudato si con un enfoque pastoral e incidencia socio-política. Este largo camino nos llevó a re-descubrir la unidad en una gran diversidad eclesial y a re-comprender cómo el destino de una pequeña región del planeta, es el destino ecológico de todo el planeta. Un mensaje resumido en cuatro sueños (social, cultural, ecológico y eclesial) que podrán leer en el documento final.

El documento desde el inicio pone rostro a sus convicciones (ver No. 15), pero que no se puede leer sin Evangelii Gaudium, Laudato Si’, Christus vivit e incluso Episcopalis Communio; desde todos ellos se da sentido a este Sínodo, pero también a otros eventos por ahora pospuestos, como: Economy of Francesco y el Global Compact on Education.

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SARSCoV-2

El tema de la pandemia no va a terminar pronto, la crisis sanitaria puede volverse una crisis social (pensemos en temas como el empleo, la educación, la salud mental, el bienestar, la cohesión social entre políticos, empresarios, académicos; el autoritarismo político o la desigualdad en el acceso al sistema médico) y México está en múltiples posiciones según se le mire, a veces con ventaja, a veces con desventaja.

Al sentir-pensar todas estas cosas, quisiera hacerles tres invitaciones, con la intención de que las tengan presentes en su caminar como personas ciudadanos-de-un-mundo-que-sufre y como miembros de una Iglesia que quiere caminar de un modo específico:

1. “Vivir bien” como nos enseñan el Evangelio y los pueblos amazónicos que tienen una visión integral del ser humano, del ecosistema, de la vida. Cuídense integralmente, sean santos y sanos, pongan su mirada en el seguimiento de Cristo, pero también en su madurez personal, en su lugar en el mundo y en el diálogo con la sociedad. Sean creyentes con una espiritualidad de ojos abiertos; dense cuenta que algo social puede volverse físico, emocional o viceversa. Todo cuenta, nos afecta o beneficia, y en esa cadena, es importante vivir bien, para servir mejor.

2. Vamos a cuidar de la tierra y cuidar de los pobres. Puesto que “todo está conectado” (LS 16) como lo ponen en evidencia la pandemia y la destrucción extractivista del Amazonas; estos son tiempos en los que hay que tener una mirada holística; una mirada con ecología integral del mundo y del ser humano que nos lleve no sólo a la defensa sino la promoción de los pueblos y el respeto a la casa común. Hay una crisis socio-ambiental que no hemos querido voltear a ver que siempre termina por afectar a la tierra y a los más pobres: incendios en el Amazonas, en California o Australia. Pero también nuestra organización económica, nuestro consumo, la vigilancia tecnológica, los sistemas políticos, que provocan desequilibrio socio-ambiental a cambio de un cierto equilibrio económico que es injusto y que al final hace a Dios invisible

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para muchos. En cuanto creyentes nos toca profundizar mucho más la «ecoteología» y el aporte eclesial que podemos dar al entero sistema social: la promoción de la solidaridad y el bien común, de la cultura del encuentro y de la cultura de paz y la “amistad social” como la llama nuestro obispo.

3. Vamos a planear caminando. Certezas no tenemos ahora, estamos explorando terrenos desconocidos como Iglesia y como sociedad; ni los jefes políticos saben cuáles decisiones tomar, ni los pastores saben cómo abrazar estas nuevas circunstancias. Tanto «Querida Amazonia» como la pandemia, nos invitan a encontrar y abrir nuevos caminos a la evangelización. Necesitamos que sean caminos que se caractericen por ser contextuales (en territorio y tiempo) y sinodales (valorando especialmente la inclusión de todos en los procesos), en los que escuchar a todos sea un paradigma pastoral y nos guíen a una Iglesia menos clericalista y más ministerial. Es un tiempo de crisis pero es también una gran oportunidad; ojalá tengamos los ojos abiertos para lograr la conversión pastoral (Evangelii Gaudium), ecológica (Laudato Si’) y cultural (Querida Amazonia) a la que nos invitan los signos de los tiempos de hoy. Vamos a caminar juntos (Episcopalis Communio) con la Iglesia y otras iglesias, con el mundo y como hermanos. El título del artículo se los dejo de tarea, no está difícil encontrarlo en la web.

Pbro. Rodolfo A. García Martínez Colegio Mexicano en Roma

SEMINARIO MENOR Prolongación Corregidora #700 Nte. San Pedro, Garza García. Tel. (81) 1160-1313 CURSO INTRODUCTORIO Tel. (826) 268-5820 SEMINARIO MAYOR Tel. (81) 1161-5757

"El Señor nos interpela y en medio de nuestra tormenta, nos invita a despertar y a activar esa solidaridad y esperanza capaz de dar solidez, contención y sentido a estas horas donde todo parece naufragar. El Señor se despierta para despertar y avivar nuestra fe pascual.”

Papa Francisco Bendición Urbi et Orbe.

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