Escuela Somos Todos - Programa CEMUSACH 2016

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Programa de Gesti贸n Lista A: Escuela Somos Todos CEMUSACH 2016-2017


Hace algunos años, luego de una crisis institucional, la comunidad de la Escuela de Medicina decidió de forma casi unánime gobernarse a sí misma de forma triestamental para resolver sus problemas, no porque fuera algo bien visto desde el discurso, sino porque en el proceso descubrimos que era la forma más eficaz para encontrar soluciones y ejecutarlas. A pesar de los frutos del trabajo en conjunto de los tres estamentos, como por ejemplo la acreditación por 5 años o el posicionamiento dentro de ASOFAMECH, tenemos la impresión de que en el último tiempo la triestamentalidad se ha transformado en una suerte de sello de buenas prácticas, que es deseable pero innecesaria, mientras por otra parte los problemas de la comunidad se van acumulando y no tienen cabida en los espacios formales que nos hemos dado para resolver. Se nota una desconexión entre las inquietudes de esta comunidad y estos espacios: se nos ve nuevamente como consumidores pasivos, pese a lo demostrado en los últimos años con nuestra participación. Consecuencia de esto último también es que han surgido numerosas prácticas que como grupo consideramos promotoras de una actitud competitiva, siendo que históricamente lo que ha predominado ha sido una actitud colaborativa y de apoyo mutuo en las distintas etapas de la carrera. Estas prácticas se han visto reflejadas en las formas de evaluación de distintos ramos y en la elección de los campus clínicos, lo cual consideramos políticas discutibles respecto al perfil de egreso y a como deseamos formarnos. Frente a esto, este programa es sobre nuestra intención de practicar una conducta muy saludable: pertenecer a un espacio. Nosotros sentimos pertenencia con la Escuela y la Universidad. Esto no significa que sea solo nuestra y de otros no, sino que la habitamos y deseamos dejar tanto como nos ha sido dado, y que reconocemos las buenas intenciones que tienen otros actores con la Universidad, aunque tengamos opiniones distintas. Valoramos esa diferencia y estamos disponibles para dejar que nos afecte, y para producir debates y consensos. También somos capaces de reconocer a quienes buscan callar el diálogo y entienden esta pertenencia como propiedad: estos son nuestros adversarios. Nuestro programa habla de democracia, de vincular a los compañeros y los estamentos, de hacer extensión, y otros asuntos que nos parecen importantes para sentirnos partícipes y pertenecientes a la Escuela/Universidad. A esto lo llamamos praxis: actuar para hacer existir lo que queremos ser, actuar como quisiéramos que fueran las cosas. Que cada acto tenga su valor propio y también sea un medio para seguir avanzando. Es así que este programa y nuestro equipo de trabajo tienen orientaciones claras y bien conocidas por nuestros compañeros: hemos participado y queremos seguir contribuyendo en la construcción de una nueva educación superior pública, gratuita, democrática. Con esto nos referimos a que orientemos nuestras fuerzas hacia una institución que no deba financiarse mediante aranceles y becas (y con esto nos referimos al sistema mal nombrado como gratuidad) sino que reciba aportes basales que aseguren el desarrollo de un proyecto educativo que se atreva a dejarse gobernar por su comunidad completa, que rechace el subcontrato, que desarrolle políticas de género igualitarias y ofrezca sus conocimientos a las necesidades de su pueblo, entre otras cosas. Mucho de esto puede ser practicado de inmediato en la comunidad más cercana de la Escuela y la Facultad de Cs. Médicas. La invitación más fuerte es a construir el mundo del que nos sentimos portadores: en lo cotidiano, en el trato diario con los compañeros, en las políticas locales, al mismo tiempo que se plantean las demandas más estructurales.


Volviendo al inicio de esas palabras, queremos reconectar los problemas de la comunidad con las formas de gobernar la Escuela/Universidad. Entonces, nuestras propuestas buscan ampliar la democracia en la Escuela/Universidad al mismo tiempo que nos preocupamos por el buen vivir de nuestros compañeros. Para nosotros, estos dos asuntos son uno solo, gracias a la praxis. Pero de forma orientadora, podemos presentar nuestras propuestas en dos ejes: 1. Evaluar y regular la Escuela. •

Proponemos un proceso de diagnóstico de la Escuela para conocer de manera pública cuales son los problemas que los estudiantes identificamos en lo académico y lo administrativo, similar al llevado a cabo el año 2012. Esto mediante la creación de comisiones por nivel que evalúen cada ramo en términos de docencia, infraestructura y evaluación. • Fomentar la asamblea de curso para estimular una cultura del diálogo en el estamento estudiantil, y para identificar grupos de acción por nivel. Con la designación de delegados por parte de cada curso que informen sobre los temas discutidos en las asambleas • Revincular estamentos: la reunión periódica con miembros de la comunidad para conocer las inquietudes de otros estamentos y generar fuerza política. Reconocemos la fuerza que tiene la instancia de asamblea triestamental, por lo que planteamos una periodicidad en su realización. • Idealmente culminar en un proceso de revisión general de la Escuela, que revise mallas curriculares, organigrama, etc. Además, contemplar mecanismos alternativos a la votación restringida para la elección de la Dirección de Escuela. • Pretendemos que la comunidad de la Escuela de Medicina tome un rol activo durante el proceso de plebiscito que esperamos se realice durante este año, fruto de la extensa movilización en la USACH que vivimos durante el año 2015, considerando que planteamos la democratización como una herramienta de gran valor al momento de solucionar los problemas que nos afectan como escuela y como universidad. 2. El Buen Vivir estudiantil. •

Rechazar las prácticas competitivas académicas, promover las conductas de colaboración, la revisión de la malla curricular, resolver la sobrecarga horaria. Medidas que pueden tomarse mediante el fortalecimiento y democratización de las instancias de revisión de programas y docencia, como son el comité curricular y la OFEM. Levantar una política de evaluación docente vinculante local. Esta ha sido una demanda histórica de parte de los estudiantes de la carrera, ya que como sabemos existen diversos ramos y docentes que no cumplen su rol de manera adecuada, tanto en términos de trato con el estudiante, como el método de enseñanza y los contenidos pasados, y siguen posicionados sin que la escuela tenga una retroalimentación ordenada y vinculante. Al mismo tiempo existen profesores cuyo desempeño sobresale y no es posible ofrecerles ningún reconocimiento, la evaluación docente vinculante podría ser una fuente de insumos para una promoción en su rango académico. Participación en la elaboración del Reglamento de Internado para velar por las necesidades y capacidades de los internos, considerando máximo de horas trabajadas y compensaciones al trabajo no remunerado. Planteamos la posibilidad de poner en discusión la rebaja del arancel de los internos.


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Vinculación con las FENATS de los campus clínicos para acordar convenios de alimentación para internos. En tanto nos reconocemos y nos reconocen como fuerza laboral, se ve como posible establecer una alianza con las FENATS de cada hospital. Apoyo concreto a deportistas mediante una coordinación de las ramas deportivas de la carrera, con proyectos de financiamiento desde Decanato y autogestionados. El CEM puede generar recursos para el arriendo de equipamiento o de lugares para que las distintas ramas deportivas puedan entrenar más fácilmente. Apoyo concreto a estudiantes con inquietudes académicas para la creación de manuales o apuntes, lo cual puede relacionarse con la autogestión financiera. Se buscaría también la revisión del material por parte de docentes con intereses afines. Creación de una base de datos virtual con material académico y página web del CEM. Proponemos la realización de un catastro por niveles sobre los documentos y materiales de estudio disponibles para subirlos a una base de datos virtual y que sea de libre acceso a los estudiantes. Formación de un grupo de trabajo para la discusión de temas de contingencia nacional, mediante realización de foros y cuadernos de síntesis de estos. Conocemos el interés de nuestros compañeros por diversas áreas, por lo que proponemos la creación de grupos donde estas áreas puedan ser trabajadas, y así emitir documentos que sirvan para la formación integral del estudiante de Medicina, promoviendo un espíritu crítico y participativo propio de nuestra Universidad. Levantar trabajos voluntarios regulares del estudiantado de Medicina. Haciéndonos parte de la historia de nuestra Universidad, buscaremos establecer acuerdos con organizaciones externas a la universidad para ofrecer un cuerpo de estudiantes voluntarios para distintas tareas, y así fortalecer el vínculo de la Escuela de Medicina USACH con la comunidad que la rodea, al mismo tiempo que nos formamos como médicos con un enfoque social desde los primeros años de la carrera. Fomentar la visión de médico integral mediante la promoción de medicinas complementarias, ya sea mediante talleres o como ramos dentro de la malla curricular. Mantener y fortalecer las medidas de identificación con la Universidad. Durante los últimos años, las directivas anteriores han promovido la identificación y el sentido de pertenencia con la USACH mediante actividades de bienvenida y de divulgación histórica, lo cual pretendemos continuar. Actualización del Estatuto del Centro de Estudiantes, poniendo en práctica el interés que tenemos por profundizar la democracia y perfeccionar la organización en el nivel más cercano: nuestra propia comunidad estudiantil.



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