ESTO A LO QUE ME REHUSO A LLAMAR AMOR.
Recuerdo la primera vez que hablé contigo, hubo algo en tu mirada, era algo profundo. Sentí una conexión desde el primer momento. Me creí capaz de leer tus pensamientos, creí ver tu interior, el fondo de tu alma. Vi a una hombre seguro de sí mismo, tierno a la vez, vi en tu pecho, en lo hondo de tu pecho la decepción del mundo exterior. Pude entender tus ganas de salir adelante, de luchar. Vi un espíritu fuerte, sentí a alguien noble, alguien que por alguna razón sabía que no me traicionaría. Un hombre que aunque trataba de hacerse el duro, era extremadamente sensible y tierno. Me sentí querida, realmente querida por primera vez en mi vida. Un día por una razón cualquiera, me entraron las dudas.. ¿Eso que vi fue cierto? ¿ O fue un invento mío? ¿Es él realmente esa persona? Desde ese día me atormentan las dudas y por alguna razón extraña no quiero creer en ti, quizás sea cobardía o tal vez es mi intuición de mujer. No sé la razón, pero te confieso; tengo miedo, miedo de realmente abrir mi corazón, tengo miedo cuando sueño contigo, me despierto asustada. Miedo cuando extraño tus besos en la madrugada y mi piel, busca tu piel entre mis sábanas. Tengo miedo porque estás lejos, porque el mundo no quiere que estemos juntos. Porque algo me dice que nunca podré estar contigo. Porque realmente no sé si quiero estar contigo. ¿Qué caso tiene esto? esto a lo que me rehusó a llamar amor. Luego siento algo que atraviesa mi razón y cuando te recuerdo se paralizan mis pensamientos y solo pienso en tu mirada, tu sonrisa, y lo único que quisiera es no quererte como te quiero. De pronto.. te olvido. Pero luego regresas a mi mente y te metes como un intruso en mi cabeza. Todo es silencio y me imagino que estoy contigo. El panorama es perfecto, la noche es muy obscura, sin embargo las estrellas son más que nunca. El clima fresco, un lobo aúlla a lo lejos, nuestros cuerpos, cerca, muy cerca. Nos llama la naturaleza. La luz de una fogata alumbra nuestros rostros, los grillos cantan, un único público: una casa de campaña. Las flores del campo se han puesto celosas porque no tienen quien las cubra del frío. Tu cuerpo hirviendo me da el calor que necesito. Sólo estamos tú y yo, alejados del mundo. Nadie nos juzga, sólo nos juzgamos uno al otro, pero somos mentirosos porque nos vemos con ojos de amor. Para ti soy la criatura más bella del lugar, más que las flores, más que la luna, la fogata o las estrellas. Para mí, eres más fuerte que un oso, más inteligente que un águila, me das más vida que el agua misma. Nos vemos mutuamente, se conectan nuestras almas, con un solo suspiro nos comprendemos. No necesitamos más. De repente despierto de esa ilusión, me entran las dudas de nuevo, el miedo se apodera de mí, la realidad se cuela entre mis huesos, la dura realidad esa que se mete con todas las personas, que no respeta a ninguna, esa terrible amiga que nos impide soñar, que corta nuestras alas y nos planta los pies en el suelo.. Entonces se desvanece mi sueño, se pierde como el mensaje dentro de una botella en el mar inmenso, y se va muy lejos, desaparece. No queda nada. Entonces
continúo por el recto camino, las normas, regreso a mi lugar en donde estaba. Porque la realidad es dura, pero es real. Me pongo intranquila pero sonrío cuando vuelvo a escuchar tu voz. Me tranquilizo y confío en Dios y le doy gracias por conocerte, aunque quizás mañana no vuelva a verte.