CARTA PARA LOS NIÑOS Y NIÑAS DE 5 AÑOS DE CORTE DE PELEAS. ¡UN SALUDO, BOB ESPONJA!
Hola amigos, hace ya unos cuentos meses que el cangrejo Alejo y yo somos muy buenos amigos. Nos conocimos en Ayamonte, provincia de Huelva, en Andalucía, donde fuimos a una fiesta que
se
celebraba
en
el
Puente
Internacional
sobre
el
río
Guadiana. Estábamos invitados toooodos los animales acuáticos de la zona, tanto los que vivíamos en el mar como los que vivían en los ríos. ¡Qué cantidad de animales: peces, estrellas de mar, cangrejos de mar y de río, caballitos de mar, algas, pulpos, calamares, tortugas, etc. La fiesta fue organizada por un Señor que se llamaba………. Mmmmmm…………….................. es que es un nombre un poco raro, ah sí!, se llamaba Jacques Cousteau, le encantaba el fondo del mar y sobre todo cuidarlo y protegerlo de la contaminación, de ahí que nos conociese a todos los animales allí presentes. Aquella fiesta fue inolvidable y conocí a un montón de amigos, entre ellos el cangrejo Alejo de la ribera de Entrín. Mirad, os voy a enseñar una foto del puente de Ayamonte, donde celebramos aquella fiesta:
FIESTA DE LOS ANIMALES ACUÁTICOS
Jacques Cousteau
La verdad que lo pasamos súper bien, estuvimos bailando durante horas, fue inolvidable. Al día siguiente, el cangrejo Alejo volvía hacia Corte de Peleas, pero antes me dijo que le gustaría que yo visitase su pueblo, conociese su ribera, la feria, etc. Le dije que yo estaría encantado,
pero que debía enseñarme el camino a Corte de Peleas porque yo sólo no sabría llegar, así que me hizo el siguiente mapa: PUEBLO DEL CANGREJO ALEJO
FIESTA DE LOS ANIMALES ACUÁTICOS Pasado un tiempo recibí un mensaje en una botella, era de Alejo invitándome a la Feria de la Cruz de Corte de Peleas, que es en el mes de mayo, así que me puse rumbo a su pueblo por el río Guadiana, realizando parte del camino por otro País llamado Portugal y hablaban súper raro. Pasé por lugares preciosos como: El embalse de Alqueva que era un embalse enoooooooorme, había agua por todos sitios y era dulce, así que tuve la oportunidad
de
montar
en
barca
y
conocer
a
otros
animales acuáticos que no suelen vivir conmigo en el mar,
conocí a peces con nombres muy extraños: black-bass, lucio, barbo, boga, etc. ¿Qué no os lo creéis? Mirad, si hasta una grulla que pasaba por allí me hizo una foto.
Una vez que pasé Alqueva, entré en España, llegando a una ciudad muy grande y preciosa llamada Badajoz, situada justo al lado de la frontera con Portugal. Sin embargo, en Badajoz ya hablaban como nosotros, en castellano, así que ya sí podía entender lo que hablaban los pacenses. Una vez allí pude contemplar varios puentes, sin embargo uno de ellos me llamó más la atención puesto que era distinto al de la fiesta de Ayamonte, era bastante más antiguo, se llamaba “Puente de palmas”, construido hace muchos muchos años.
Al lado del puente pude ver una puerta un tanto extraña, así que pregunté y me dijeron que se llamaba “Puerta Palma”, que antiguamente era una puerta de la muralla que rodeaba Badajoz.
Continuando con mi camino, y un poco más adelante, me encontré
con
la
muralla,
que
decidí
visitar
porque
era
preciosaaaaaa. Un señor que pasaba por allí, me contó, que esa gran muralla pertenecía a la Alcazaba y que se construyó hace muchísimos años para proteger a la ciudad de Badajoz de posibles enemigos que vinieran a atacar. Era enorme y dentro había palacios, torres, iglesias, jardines y hasta un museo. ¡Todo precioso!
Una
vez
que
hice
una
paradita
en
Badajoz,
decidí
continuar el curso del río Guadiana y llegué a una hermosa ciudad llamada Mérida, que es la capital de Extremadura. Me contaron que era una ciudad en la que hacía
muchísimos
años
vivían
los
romanos,
ellos
la
llamaron Emérita Augusta, y construyeron allí sus casas, teatros,
monumentos
muy
importantes,
etc.
Y
efectivamente, lo primero que pude ver eran unos puentes parecidos a los de Badajoz, ¡que coincidencia! y uno de ellos era romano.
Sin embargo, pude ver una cosa muy curiosa que me llamó la
atención, ya
no
era
un
puente,
eran
como
pequeños
puentecitos pero todos muy juntitos haciendo arcos, ¿Qué será eso? ¿Para qué servirá?, me pregunté. Indagando, indagando pude averiguar que se trataba del Acueducto de los Milagros, que servía a los romanos para llevar el agua de un sitio a otro.
¡Esta ciudad debe ser muy interesante!, así que decidí salir del río. Me habían contado que por esta ciudad había un teatro que también era de los romanos, ¡qué casualidad!, todas las cosas que hicieron estos señores. Así que me puse a buscarlo y en un momento llegué al Teatro romano, ¡qué preciosidad!, el escenario era enorme, con muchísimas columnas y estatuas.
Allí, estos
señores, hacían obras de teatro y hoy en día se sigue utilizando también para representar obras de teatro, hacer conciertos de música, etc.
Después de cantar durante un rato, decidí visitar, muy cerca de allí, el Anfiteatro romano. En este lugar, los romanos se divertían
ofreciendo
distintos
espectáculos:
combates
entre
gladiadores, combates entre gladiadores y fieras y combates entre fieras.
Pasado un buen rato luchando contra los leones, quise conocer el Templo de Diana, pues me habían hablado de él y aún no lo conocía. Cuando me puse en marcha para buscar el Templo, y después de recorrer parte de la ciudad, pasé por un arco muy curioso, llamado Arco de Trajano, que no se sabe muy bien si era una puerta de entrada a la ciudad o un arco que separaba dos calle principales de la misma.
Pasando el arco y muy cerquita de allí, por fin encontré el Templo de Diana, me recordaba un poco a las columnas del teatro romano. Se piensa que era un templo dedicado al culto y es la única construcción religiosa que se conserva en su sitio en Mérida. ¡Me enamoró!.
¡Anda!, que llevaba toooooodo el día en Mérida y no me había dado cuenta ni de la hora que era, se estaba haciendo de noche, así que decidí volver a visitar la ciudad en otra ocasión, quizás con el cangrejo Alejo, y ya que había dejado el río Guadiana me puse rumbo hacia Almendralejo. Llegué a Almendralejo de noche, así que decidí descansar y al día siguiente, antes de partir hacia Corte de Peleas para reunirme con el cangrejo Alejo, visitaría alguna Bodega en la
“Ciudad
internacional
del
vino”.
A
la
mañana
siguiente, cuando desperté y me asomé por la ventana pude contemplar un paisaje precioso, viñedos por todos sitios.
Fui a una de las muchas Bodegas que se encuentran en esta ciudad. Allí me enseñaron cómo elaboran el vino, atended que os lo explico: - Primero se recoge la uva en el campo y se lleva a la bodega.
- Una vez en la bodega, se “tritura” la uva y se lleva a unos depósitos
donde
tiene
que
estar
un
tiempo
hasta
su
fermentación.
- Posteriormente el vino se traslada a las barricas, que son unos barriles grandes de madera y dependiendo del tipo de vino que se quiera hacer, permanecerá más o menos tiempo dentro de la barrica. Allí me senté en una de ellas, antes de ir a la sala donde embotellan el vino, ¡estaba agotado!.
- Por último me enseñaron cómo se embotella y etiqueta el vino.
- Finalmente
está
supermercados.
listo
para
venderlo
y
llevarlo
a
los
Después de aprender mucho sobre el mundo del vino, ya era hora de salir hacia Corte de Peleas y encontrarme con mi amigo el cangrejo Alejo. Así que, después de este largo trayecto desde Ayamonte, llegué a Corte de Peleas y allí me estaba esperando Alejo, que nos fuimos toooooodo el fin de semana a celebrar la feria de la Cruz de Corte de Peleas.