Valparaiso Puente de Palabras

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ValparaĂ­so

Puente de Palabras 2013/2014


EQUIPO ISSN 0719-1766 versión en línea.

Comité editorial

Marcia Vera, Fernando Vergara, Bárbara Rivera

Dirección de arte / Diseño gráfico Martina Knittel / Paloma Pérez Corrector de prueba

Bárbara Rivera

Periodista

Alejandra Zamorano

Fotografías

Glen Elliott, estudiantes y archivo CIEE

Colaboran en este número

Melisa Herskowitz, Emma Rodvien, Karina Cardella, Alejandro Banda, Alejandra Zamorano.

Correo electrónico

puentedepalabrasciee@gmail.com Cada trabajo expresa la opinión de su autor y no necesaariamente expresa el pensamiento de CIEE Valparaíso.

Puente de Palabras Nº 2 2013-2014 ©

Council on International Educational Exchange CIEE Programas de Intercambio e Investigación Ltda.


CONTENIDOS 07

Palabras de Bienvenida Marcia Vera, Directora Residente CIEE Valparaíso

Odas elementales para la reconciliación de 0813 Neruda con el mundo Alejandro Banda, profesor curso Valparaíso: Historia, Cine y Literatura

Valparaíso, como siempre, se levanta Bárbara Rivera, profesora Tutorías de español

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Seminario Intercultural: Una oportunidad para profundizar en la experiencia de intercambio Marcia Vera, profesora Seminar on Living and Learning in Valparaiso

Desde el cultrún a gran escritora 2633 Melissa Herskowitz, University of Michigan Conmemorar el golpe de estado en Chile Fernando Vergara, profesor Chile: Historia contemporánea y geografía cultural

Manifestaciones creativas del movimiento estudiantil chileno

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Emma Rodvien, College of William and Mary, Karina Cardella, Indiana University Bloomington

“Me encontré con un Valparaíso exquisito en arte y un escenario social muy interesante” Alejandra Zamorano, Periodista

Sucesos CIEE 2013/2014 Fotografías: Glen Elliott, estudiantes y archivo CIEE

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EDITORIAL

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Marcia Vera Directora Residente CIEE Valparaíso Magíster en Estudios de Género y Cultura, Universidad de Chile

PALABRAS DE BIENVENIDA

Nos complace presentar el segundo núme- y la experiencia de conocer, semestre a semesro de la Revista PUENTE DE PALABRAS del tre, sus prácticas y formas de interacción con el Estado y la sociedad chilena. Además, conPrograma CIEE Valparaíso. siderando la práctica de los valores democrátiEsta revista es un proyecto colectivo que suma cos que rigen al país, hemos incluido la visión la creatividad y el estudio de nuestros estu- de dos estudiantes sobre las demandas de los diantes, profesores y equipo de colaboradores estudiantes ocurridas en 2011. durante el período 2013-2014. Desde sus orígenes, el propósito que inspira esta publicación Confiamos que esta publicación, a través de la ha sido acercar y reflexionar sobre la experien- propuesta artística y visual que la soporta, se cia de intercambio desde una perspectiva in- transformará en un vehículo que no sólo permitirá a algunos recordar lo que fue su expetercultural. riencia intercultural en Valparaíso, Viña del Por un lado, es un puente que nos permite co- Mar y otros lugares del país, sino también pomunicar aquello que CIEE Valparaíso realiza sibilitará observar el pasado y el presente de cada semestre académico en Chile. Por otro, nuestro país, su paisaje cultural y también su abre un espacio para discutir temas repre- geografía, sus formas narrativas y su relación sentativos que interesan a nuestra comunidad con el entorno, de la mano de los propios actoacadémica, a nuestros estudiantes y al público res del intercambio. hispanoparlante, en general. En esta nueva entrega nos interesa conmemorar dos acontecimientos: a) el LX aniversario de la Oda a Valparaíso de Pablo Neruda, himno privilegiado que escribió nuestro Nobel de Literatura, y b) el Golpe de Estado en Chile, a partir de las visitas que realizan los/as estudiantes de nuestros cursos al Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de Chile. Asimismo, el lector encontrará un escrito que reflexiona sobre uno de los pilares del Programa: la valoración de la nación-cultura mapuche

Finalmente, agradecemos la participación de los estudiantes de CIEE Valparaíso, pues sus aportes y experiencias perdurarán a través de sus escritos y también a cada uno de los miembros del comité editorial que aportaron a la redacción, selección y revisión de los textos, el diseño y las fotografías, para que este número traspase las fronteras y pueda ser compartido por quienes se vinculan al intercambio.


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Odas elementales para la reconciliación de Neruda con el mundo:

“Oda a Valparaíso”

el retrato del puerto chileno

Alejandro Banda Profesor curso Valparaíso: Historia, Cine y Literatura Magíster © en Literatura Chilena Universidad de Playa Ancha

Han pasado sesenta años desde la primera publicación de “Oda a Valparaíso”, incluido en el libro Odas elementales (1954), y perdura en ella un reconocimiento lírico hacia el puerto que albergó intensos momentos de la vida del poeta y del proyecto creativo que lo llevó a obtener en 1971 el Premio Nobel de Literatura.

12 de julio de 1954, el poeta chileno celebra cincuenta años de vida y recibe grandes homenajes en su país natal. Lo visitan poetas y escritores de todos los continentes y en distintas partes del orbe se leen y recitan sus poemas. Se efectúan publicaciones de Canto General (1950)1 en Europa; y se suman nuevas traducciones de sus poemas en Hungría, Polonia y Jerusalén. Por tanto, podemos referirnos a un poeta que a mediados del siglo XX ya es universal y que goza de respetable madurez poética. Hay también en él una madurez política, que se gesta con fuerza y singularidad dos décadas antes: Pablo Neruda es destituido de su cargo como cónsul en Madrid por adherir a la República Española durante la Guerra Civil de 1936. En 1945 Neruda es elegido Senador de la República de Chile, -recibe el Premio Nacional de Literatura; tres años después es desaforado, vive clandestinamente algunos meses en Valparaíso2; huye y cruza la cordillera de los Andes en 1949 y, posteriormente, vive tres años de exilio durante los cuales escribe Odas elementales.


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En base a estos antecedentes, este artículo pretende interpretar los hechos y los rasgos caracterizadores de “Oda a Valparaíso”, que lo constituyen un poema de reflexión y diálogo -y no de exaltación o desmedida alabanza-, formando parte de una oda mayor que pudo reconciliar al poeta con el mundo.

Latinoamérica ha sufrido constantemente los avatares de un régimen autoritario y, frente a esto, la producción cultural ha dado muestras de una férrea resistencia. La historia no es el registro de un proceso evolutivo o la simple ordenación de hechos –comprendida así hasta el siglo XIX-. Walter Benjamin lo expone con claridad en su Tesis sobre la filosofía de la historia (1940), cuando se refiere al cuadro titulado “Angel Novus” de Paul Klee y señala:

“(…) En él se muestra a un ángel que parece a punto de alejarse de algo que le tiene paralizado. Sus ojos miran fijamente, tiene la boca abierta y las alas extendidas; así es como uno se imagina al Ángel de la Historia. Su rostro está vuelto hacia el pasado. Donde nosotros percibimos una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única que amontona ruina sobre ruina y la arroja a sus pies”.

El párrafo concluye sosteniendo que el ángel quiere despertar a los muertos y componer lo despedazado, pero desde el Paraíso, un huracán impide que pueda mover o cerrar sus alas y este huracán es lo que llamamos progreso. Foucault coincide con esta idea cuando señala que la historia es intensamente política, discontinua y que incluso se halla en retroceso. En este sentido, en la historia es posible encontrar las marcas que han dejado las distintas formas de colonización y relaciones de poder -presentes en Latinoamérica- hasta la actualidad. Por ello, Neruda señala en su discurso del año 1962 en la Universidad de Chile que “(…) todo intento de exaltación nacional es un proceso de rebeldía anticolonial y tiene que disgustar a las capas que tenaz e inconscientemente preservan la dependencia histórica.”

Neruda pretende ser ese ángel que intenta revertir para bien la historia, es por esto que, luego de

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10 presenciar la destrucción de Madrid, la muerte de Lorca (Granada, 1936) y el encierro de Miguel Hernández durante la Guerra Civil española, junto con ser destituido de su cargo como cónsul por apoyar abiertamente a la causa republicana; intercede para trasladar en el vapor Winnipeg a más de 2 mil refugiados españoles desde el puerto francés de Pauillac hasta el puerto chileno de Valparaíso (1939). Años más tarde y ya elegido Senador por las provincias del Norte, es desaforado (1948) por defender a los trabajadores del carbón y denunciar los excesos y abusos de poder por parte de Gabriel González Videla, Presidente de la República, quien, a su vez, persigue a Neruda decretando la prohibición del Partido Comunista de Chile, por medio de la “Ley de Defensa Permanente de la Democracia”.

Posteriormente, el poeta vivirá de manera clandestina pasando por once casas distintas, según señala el escritor José Miguel Varas en la novela Neruda clandestino (2003). Y es en el puerto de Valparaíso, en la calle Cervantes del Cerro Lecheros, donde debe permanecer a la espera del momento oportuno para salir del país a través del mar. Pero este plan fracasa y debe trasladarse al sur para luego atravesar los Andes a caballo a través de los pasos cordilleranos donde casi pierde la vida. Logra exiliarse primero en Argentina, luego en México y posteriormente en países de Europa. Es en Italia donde escribe los primeros poemas de las Odas elementales en 19523, se trata de “El hombre invisible” y “Oda al hombre sencillo” los cuales desencadenarán en él, nuevamente, la tentación de escribir un poema mayor:

escribirá durante los años ‘60. En estas odas hay presencia de elementos cotidianos que son descritos a través de lo sensorial de la poesía, resaltando la esencia y el valor de las cosas que se vinculan con la vida, transmitiendo a quien lee el sentido amplio y profundo de la existencia.

(…) volvió a mí la tentación muy antigua de escribir un nuevo y extenso poema. Fue por una curiosa asociación de cosas. Hablo de las Odas elementales. Estas Odas, por una provocación exterior, se transformaron otra vez en ese elemento que yo ambicioné siempre: el de un poema de extensión y totalidad.4

Valparaíso/(…) no acabas/ de peinarte/ nunca/ tuviste/ tiempo de vestirte,/ siempre/ te sorprendió/ la vida,/ te despertó la muerte,/ en camisa, (…)

El poeta inicia con Odas elementales el denominado Ciclo Elemental (1952-1961), que reúne poemas sencillos y a la vez cósmicos, de singular estilo, escritos en verso libre, muy distintos5 a la construcción épica de Canto General y de los poemas que

Pablo Neruda reflexiona sobre Valparaíso en el primer libro de Odas elementales, el puerto de sus amores, donde vivió con intensidad parte de su juventud y luego, en la adultez, tuvo que enfrentar la persecución política. Es una oda de versos cortísimos6 que edifican las características significativas y los valores de la ciudad puerto, sintetizados en

los conceptos: aguerrido y solidario. En su composición el autor evita la intencionalidad celebrativa tradicional de las odas clásicas y agrega una nueva dimensión constitutiva a través de la incorporación del concepto elementales7, convirtiéndolas en odas fundamentales, esenciales y necesarias. Valparaíso le es necesario también. A veces está distante y puede imaginarlo, desde los puertos de Italia o desde la orilla de Isla Negra, como un lugar lejano y exótico. El primer libro de Odas (1954) mantiene las ideas artísticas y políticas modernas del s. XX, a diferencia del segundo y tercer libro de Odas en el que podemos percibir textos relativos al posmodernismo.

En “Oda a Valparaíso” la actitud del hablante lírico es apostrófica-enunciativa, este le habla a un Valparaíso que posee características de puerto, marinero, barco y roca (estrella oscura). Ciertamente el puerto ha sido personificado: el puerto, cual ma-


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12 rinero en tierra –como se definía Neruda- es sorprendido por el terremoto constante de una ciudad construida sobre un cuerpo múltiple; los cerros son la cabeza; las casas y la ropa que cuelga sus cabellos de distintos colores; las avenidas son sus tatuajes, las veredas se mueven, el agua entra como un tsunami a los pies del incendio donde tiritan como ballenas las casas de los banqueros y donde caen como pájaros prisioneros las casas de los pobres sin la oportunidad de alcanzar el vuelo. Pero pronto Valparaíso se olvida de las lágrimas porque el habitante lo reconstruye como a un barco necesario, que parece indestructible como una roca (estrella oscura) donde golpean las olas, en este diálogo con las inclemencias de la naturaleza y de la historia.

Estrella/ oscura/ eres/ de lejos,/ en la altura de la costa/ resplandeces/ y pronto/ entregas/ tu escondido fuego. (“Oda a Valparaíso”, Neruda)

La experiencia de los desafueros y el exilio vivido por Neruda estuvieron lejos de fragmentar la subjetividad del autor, debido a que el poeta se expresó continuamente, y con relativa libertad, fuera de su país. Junto al incondicional apoyo de sus amigos, de su partido y del pueblo chileno, pudo encontrar en las Odas la forma de reconciliarse con los avatares del mundo, al expresarse con fuerza irreductible, libertad creativa y sobre todo paz -luego de intensas guerras mundiales-, abarcando de esta manera todos sus temas favoritos y experiencias trascendentes. Esa madurez poética y política le permitió acceder a la claridad necesaria para expresar su admiración por el puerto, sin necesidad de alabanza. En otras palabras, si Neruda fuera el Angel Novus que observa la historia de Valparaíso, no vería sólo ruinas sobre ruinas, vería ese puerto, que es marinero, barco y estrella oscura, volver a levantarse.

NOTAS AL PIE 1 Canto General es publicado por primera vez el año 1950, en México, donde Neruda se desempeñó como cónsul general de Chile (1940-1943). La edición original incluyó ilustraciones de los mexicanos Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, quienes firmaron junto al autor los primeros ejemplares. 2 Su amiga Sara Vial, poeta y periodista, afirma que vive oculto durante casi seis meses en el Cerro Lecheros de Valparaíso. Periodo durante el cual habría escrito parte de Canto General y respecto al puerto, en el capítulo “El Fugitivo”, señala: ¡Ventana de los cerros! Valparaíso, estaño frío,/ roto en un grito y otro de piedras populares!/ Mira conmigo desde mi escondite/ el puerto gris tachonado de barcas(Neruda 2001 334). 3 Como consecuencia de la postura política del autor, el gobierno italiano dispone que Pablo y Matilde salgan del país el 30 de junio de 1952 como plazo máximo. Por entonces escribe primero “El hombre invisible”, fechado el 24 de junio en Sant’Angelo, isla de Ischia. Luego escribe el poema “Hablando en la calle”, que posteriormente se titulará “Oda al hombre sencillo”, publicado el 16 de octubre de 1952, en El Nacional de Caracas, Venezuela.

4 “Cómo veo mi propia obra”. Conferencia de Pablo Neruda en Biblioteca Nacional de Chile, 1964. Introducida por el Director de la Biblioteca, Guillermo Feliú Cruz. 5 “La realidad de la situación imperante es modificada por la aparición de una obra realmente nueva” (Tadié, 1987 261). 6 “(…) Aquí termino, es esta/ oda,/ Valparaíso,/ tan pequeña/ como una camiseta/ desvalida,/ colgando/ en tus ventanas harapientas,/ meciéndose/ en el viento/ del océano.” Odas elementales (1954), “Oda a Valparaíso”, Pablo Neruda. 7 Respecto al concepto elementales, Hernán Loyola señala en la Notas a la edición de 1999 de Odas elementales: (…) fue también evidente que el título mismo del primer libro de la serie, Odas elementales, traía resonancias –y no solo formales- de los “Tres cantos materiales” de Residencia 2. Resonancias a mi entender inevitables en un poeta cuyo originario, natural y persistente “materialismo poético” juvenil se había reforzado con el “materialismo histórico”, de orientación marxista, que el movimiento comunista internacional reconocía como guía y motor de su praxis política y que también Neruda reconoció.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Neruda, P. (1985). Confieso que he vivido. Santiago de Chile: Seix-Barral. Neruda, P. (2001). Canto general. España: Planeta DeAgostini Neruda, P. (2003). Odas elementales. Buenos Aires: Sudamericana Neruda, P. (2003). Tercera residencia. Buenos Aires: Sudamericana. Tadié, J.Y. (1987). La critique littéraire aux XXe siècle. París: P. Belfond. Varas, J. M. (2003). Neruda clandestino. Santiago de Chile: Editorial Alfaguara.


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Valparaíso,

como siempre,

se levanta

16.40 hrs. Sábado 12 de abril del año 2014. Comienza un incendio forestal en el sector La Pólvora (camino que une la parte superior de gran parte de los cerros de Valparaíso). Fuertes vientos de más de 50 kilómetros por hora hicieron el fuego incontrolable, alcanzando las partes altas de 3 de los más de 40 cerros de Valparaíso.

18.00 hrs. 500 casas destruidas, más de 3.000 evacuados y 5 albergues habilitados. A todas las compañías de bomberos la región de Valparaíso, se les unen las de Santiago y el Maule (es importante recordar que los bomberos en Chile son voluntarios, es decir, no se les paga por su trabajo). 20:00 hrs. El cielo de Valparaíso no es negro, sino una mezcla entre rojo, naranjo y amarillo. Las llamas se alzan en una hilera que cruza la mayor parte de las cimas de los cerros de Valparaíso.

Bárbara Rivera Profesora Tutorías de español Licenciada en Lengua y Literatura Hispánica, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso


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10:00 hrs. Domingo 13 de abril. El incendio continúa, aunque ahora está controlado en ciertos sectores. La Presidenta Michelle Bachelet decretó estado de excepción constitucional en la zona y las Fuerzas Armadas ya se sumaron a los trabajos de apoyo. 16.00 hrs. Nuevamente, el fuerte viento, mantiene activo los focos de incendios forestales ahora en sector Pajonales, amenazando nuevos sectores habitados. 10.00 hrs. Lunes 14 de abril del año 2014. Finalmente, luego de 3 días, se extingue totalmente el fuego. La lucha contra el fuego no fue nada fácil. El viento, con ráfagas sur que llegaban hasta los 70 u 80 kilómetros por hora, no permitía el combate por aire en las primeras –y esenciales– horas. Además, la falta de planificación vial no posibilitaba el paso del carro de bomberos. Adolfo Olivares, voluntario de la Primera Compañía de Bomberos de Villa Alemana, también acudió al lugar del siniestro: “cuando el fuego ya se propagó al sector habitado se trató de detener la propagación, pero no sirvió de mucho, por la gran carga de combustible (las mismas casas) que existía en el sector (…) la gran problemática fue el acceso a los carros, se tuvo que hacer convoy, que es una técnica en que los carros se “forman” y uno a uno van entregando agua”. Sin embargo, esta no era toda la misión de estos voluntarios “además de tratar de controlar el fuego en ciertos sectores, bomberos también tuvo la misión de evacuar a las personas de sus casas”. En total fueron 10 los cerros afectados por el incendio: Mariposas, Monjas, La Cruz, El Litre, Las Cañas, Merced, La Virgen, Santa Elena, Ramaditas y Rocuant, lo que equivale a un 4% de la superficie total de Valparaíso. En pérdidas materiales, más de 69 mil millones de pesos, 2.900 viviendas destruidas, más de 12.500 personas damnificadas y 12 muertos. Lamentablemente, los damnificados fueron las personas con menos recursos, quienes autoconstruyeron sus viviendas con materiales altamente combustibles. Estos sectores han sido abandonados por la autoridad local a nivel de planificación urbana, por lo que son barrios con poca accesibilidad y, por lo tanto, nulas condiciones de seguridad. Si bien la postal es más bien triste, estos tiempos de catástrofe también mostraron el lado humano de todos quienes estaban en nuestro país. Desde un

primer momento, se evidenció la solidaridad que caracteriza al chileno: vecinos ayudando a vecinos a mojar sus casas, a salvar sus pertenencias, entre otras cosas. Pero esto no fue todo, ya que la ayuda no solo era local, sino que a partir del mismo domingo 13 y durante toda la semana siguiente cientos (sino miles) de personas subieron a los cerros a ayudar a los damnificados. Era fácil reconocer a quienes eran los voluntarios: ropa más menos vieja, pala al hombro y lentes de sol. Si se miraba a los cerros se creaba una hermosa imagen: hormigas de colores que contrastaba a lo gris de las cenizas que había dejado la tragedia. Esta era la dinámica para ayudar: no importa si no conocías a nadie, solo te ponías una pala al hombro, te juntabas con tus amigos y comenzabas a subir (normalmente a pie) alguno de los cerros afectados. Luego de, al menos 30 minutos, encontrabas un lugar afectado y preguntabas al dueño si podías ayudar en algo. La mayoría de ellos aceptaba tu ayuda y te daba instrucciones de qué hacer. Pasabas toda la jornada ahí, y no tenías hambre, ya que personas llegaban con almuerzos y bebidas para alimentar a los voluntarios y familias damnificadas. Luego bajabas del cerro, antes de que se oscureciera y llegabas a tu casa a descansar para el siguiente día. Esta no era la única forma de ayudar, cada uno aportaba como podía: se crearon refugios de animales, algunos clasificaron y distribuyeron la ayuda que llegó de todo Chile, otros prestaron sus vehículos para remover los escombros de los terrenos, otros llevaron almuerzos a los voluntarios, otros entretenían a los niños o iban a cuidar a los enfermos o adultos mayores en los albergues. También se crearon muchas campañas por medio de las redes sociales, tales como “Un niño, una mochila”, “Una familia, una cocina” y, como se estaba tan cerca de la Pascua de Resurrección, muchas campañas entregaron huevitos de chocolates a los niños afectados por el incendio. Familias anfitrionas, alumnos y miembros del staff de CIEE Spring 2014 también formaron parte de la gran cadena de ayuda que se generó en torno a esta tragedia. Haley Conger de Indiana University aprovechó su experiencia de trabajo con niños para hacer un voluntariado en el centro cultural Trafón que funcionaba como albergue y centro de acopio. “Mi trabajo fue ordenar el espacio, jugar con los niños, y ayudar a la gente que venía a jugar con ellos (…) Los niños eran súper tiernos y yo solamente quería

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crear un espacio sencillo para ellos, en el que no tuvieran que pensar en el incendio”.

forma tanto a la intimidad como a la cooperación comunitaria”.

Por su parte, el Gobierno también ha organizado la entrega de ayuda, aunque algunos criticaron la lentitud y poca coordinación en la reacción. Fue nombrado un delegado presidencial para la reconstrucción y se destinaron 495 millones de pesos para la misma. Las ayudas son de corto y largo plazo: viviendas de emergencia, subsidios de arriendo y acogida y, finalmente, viviendas definitivas.

Entonces, ¿cómo partimos de cero y hacemos las cosas bien? En el momento más inmediato, la reconstrucción se debe realizar en varios planos; en el urbano, esta “debe planificarse y hacerse de forma inteligente para dar una mejor calidad de vida a quienes volverán a vivir ahí y asegurarles de que no seguirán en el estado de vulnerabilidad que tenían hasta ahora” (Plataforma Urbana, 2014). Por otro lado, también debe hacerse a nivel comunitario, es decir, dar herramientas a las personas para volver a construir barrios e identidad. En un segundo momento y más a largo plazo, la autoridad debe aprender a mejorar sus programas de emergencia y también regular el asentamiento, que actualmente es altamente informal. Valparaíso es una ciudad que constantemente se construye y destruye y que sale adelante por la fuerza de sus mujeres y hombres; es hora, entonces, que la autoridad canalice esta motivación porteña.

Con respecto a las causas, a más de dos meses de incendio aún no se han aclarado. Se barajan 3 hipótesis que atribuyen el incendio a una falla eléctrica, sin embargo, la empresa Chilquinta, a partir de investigaciones, las ha descartado. El alcalde de la ciudad, Jorge Castro, no se aventura a hacer una hipótesis, sino que esperará los resultados de la investigación de la fiscalía. Aunque aún no se descarta intervención humana. Con respecto a las responsabilidades, Uriel Padilla, experto en urbanismo y profesor de la Universidad de Valparaíso, declara “acá la responsabilidad la tenemos todos, ciudadanía (…) empezando por el liderazgo de la autoridad comunal (…) [también] que las distintas instituciones no guarden en los cajones los estudios (…) aquí somos todos los actores responsables de esta nefasta situación que está ocurriendo” (Padilla, 2014). Otra visión más radical es la de Sebastián Gray, presidente del Colegio de Arquitectos de Chile, quien culpa directamente a la autoridad: “el municipio (…) porque por muchos años no previó ni tomó las acciones necesarias para prevenir y evitar la propagación de un incendio, y tampoco las condiciones para actuar de forma rápida cuando este ya está desatado” (Sepúlveda, 2014). Con respecto a las consecuencias del incendio, claramente son múltiples y van desde lo económico hasta lo psicológico. Las consecuencias económicas son evidentes: las familias perdieron todas sus posesiones familiares y quedaron sin un hogar. Las consecuencias psicológicas van más allá del impacto individual (estrés post traumático, depresión, entre otros síntomas), según Danilo Sanhueza y Gabril Abarca (2014), columnistas de Ciperchile: “lo que se pierde en la catástrofe es mucho más que los miles de hogares siniestrados; es la devastación de los soportes concretos que dan (o daban) lugar a formas de vida singulares, construidas por años sobre la base de múltiples lazos que dieron

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¡Fuerza Valpo! Ha sido el lema que está apoyando esta reconstrucción y es lo que se necesita para seguir adelante y para que Valparaíso se levante, como siempre lo ha hecho.

Referencias bibliográficas Padilla, U. (2014, 14 de abril). Entrevista CNN Chile. Disponible en http://www.cnnchile.com/noticia/2014/04/15/ uriel-padilla-se-refirio-a-informe-que-advertia-riesgo-de-incendio-en-valparaisoPlataforma Urbana (2014, 14 de abril). Incendio en ValLa catástrofe y las lecciones de la (des)planificación. Disponible en http://www.plataformaurbana.cl/ archive /2014/04/14/ incendio - en - valparaiso - la - catastro fe-y-las-lecciones-de-la-desplanificacion/ paraíso:

Sanhueza, D. & Abarca, G. (2014, 28 de abril). El incendio Valparaíso y la “salud mental”: qué se quema cuando se quema todo. Disponible en http://ciperchile.cl/2014/04/28/ el - incendio - en - valparaiso - y - la -%E2%80%9C salud - men tal%E2%80%9D-que-se-quema-cuando-se-quema-todo/ en

Sepúlveda, N. (2014, 14 de abril). Sebastián Gray, presidente Colegio de Arquitectos: “El incendio es resultado de una

del

completa irresponsabilidad que se ha ido acumulando con el paso de los años”.

Disponible

en http://www.elmostrador.cl/

pais/2014/04/14/el-incendio-es-resultado-de-una-completairresponsabilidad-que-se-ha-ido-acumulando-con-el-paso-delos-anos/


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20 21 Seminario Intercultural: Una oportunidad para profundizar en la experiencia de intercambio Este escrito tiene como primer objetivo describir la experiencia de algunos estudiantes del Programa de Intercambio de CIEE Valparaíso que han optado, no sólo por compartir un día con una familia mapuche campesina, sino vivir durante tres días en esta comunidad. La segunda intención es profundizar algunas perspectivas interculturales, para que futuros estudiantes y facilitadores culturales puedan beneficiarse de estas experiencias realizadas en el país anfitrión, que coinciden con los estudios que reconocen la importancia de la intervención como herramienta intercultural en el proceso de aprendizaje en el extranjero (Vande Berg, 2010).

Marcia Vera

Directora Residente CIEE Valparaíso Magíster en Estudios de Género y Cultura, Universidad de Chile


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El Seminario Intercultural es un curso electivo que se ofrece en el programa de CIEE Valparaíso desde el primer semestre 2011 (primavera). El diseño curricular del Seminario ha sido estudiado, revisado y adaptado, tomando en cuenta la retroalimentación de los profesores, alumnos y las puntuaciones del IDI1 o Intercultural Development Inventory (Vander Berg, Quinn & Menyhart, 2012). Las sesiones se desarrollan en forma secuencial, los contenidos se van adaptando de acuerdo a la contingencia de la cultura chilena, incorporando el estilo de aprendizaje de los participantes junto con el concepto de “around de Wheel”2 (David Kolb, 1984, en Vander Berg, 2009). Los estudiantes se benefician significativamente, ya que las actividades y el material estudiado permiten, a través de la lectura y el trabajo de campo, el desarrollo de la auto-comprensión cultural y un entendimiento del otro/a, en el cual la empatía es una de las herramientas claves que insta a construir ese puente intercultural entre estadounidenses y chilenos. Considerando lo anterior, el programa CIEE Valparaíso ofrece a sus estudiantes la oportunidad de convivir por un día con una comunidad mapuche en la comuna de Curarrehue3 ubicada a 152 kilómetros de la capital regional de Temuco. Este espacio de aprendizaje intercultural surge de la necesidad de incorporar, dentro del programa de estudio, la presencia actual de los pueblos originarios más representativos en Chile. En este caso, se opta por esta comunidad mapuche por los vínculos que la Dra. Haydee Ahumada Peña y la Directora Residente Mg. Marcia Vera Vassallo establecen con mujeres mapuches y no mapuches4 de esta localidad, que buscan traspasar sus saberes a las nuevas generaciones de su localidad y, a la vez, expandir fronteras con los/as jóvenes extranjeros/as. Michael Vander Berg (2010) ha demostrado que la exposición en el extranjero por sí sola no es una condición para que los estudiantes aprendan una nueva cultura ni tampoco desarrollen una comprensión intercultural. Estas investigaciones (Vander Berg,

Quinn & Menyhart, 2012) sugieren la necesidad de integrar estrategias interculturales que faciliten, involucren y expandan un aprendizaje experiencial durante la estadía en el país anfitrión. En este contexto, es necesaria la intervención, la cual se entiende como un proceso que promueve la interacción entre dos personas, grupos o comunidades que se lleva a cabo por profesores, mentores y/o facilitadores culturales que han sido entrenados en la enseñanza intercultural. La experiencia de trece años como Directora Residente del Programa, en conjunto con la participación y retroalimentación del equipo de profesores que enseñan en CIEE Valparaíso -Dra. Haydee Ahumada, Dr© Fernando Vergara y Mg© Alejandro Banda- ha demostrado que el estilo de enseñanza impartido en el programa CIEE Valparaíso se ha adecuado a las necesidades de los estudiantes estadounidenses, permitiendo un espacio hacia la reflexión y discusión socializada. Las evaluaciones de estos cursos avalan un resultado positivo por parte de los estudiantes y se deduce que el apoyo académico personalizado proporcionado por el equipo de profesores facilita la comprensión del contenido teórico, a través de estrategias metodológicas como lecturas de documentos, discusiones socializadas, salidas educativas en terreno, escritura creativa, trabajo de campo, entre otros ejercicios e indagaciones culturales. El contenido es desarrollado incorporando actividades experienciales como por ejemplo discusiones grupales, entrevistas a personajes relevantes de la contingencia chilena, encuentros con una escritora reconocida en el medio nacional literario, entre otros, que buscan mantener a los estudiantes interesados en explorar, investigar, profundizar y reflexionar en los temas sociales, históricos, culturales y literarios. El concepto de “aprendizaje como experiencia” planteado por Michael Vander Berg y sus colegas (2012) facilita el desarrollo intercultural, al ser acompañado de una profunda reflexión que involucra estrategias pedagógicas que son capaces de construir un significado en base a los valores estadounidenses y de la

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cultura local, permitiendo, de este modo, enfrentarse reflexivamente a las diferencias y a los elementos en común de cada cultura. El trabajo de campo que se desarrolla con aquellos/as estudiantes que asisten al Seminario y deciden compartir con una familia mapuche es una valiosa oportunidad donde se aplica un aprendizaje experiencial pues, aquellos/as jóvenes necesitan salir de su “zona de comodidad” para aplicar las dimensiones culturales como el individualismo versus el colectivismo, los diferentes estilos de comunicación, los conceptos de tiempo, entre otros elementos y variables. Específicamente en la experiencia en Curarrehue, en primer lugar, se plantean objetivos de aprendizaje con el propósito de preparar la visita en la comunidad. Cada estudiante selecciona sus objetivos personales, que están vinculados a los conceptos interculturales estudiados en las sesiones de las clases. Se contempla, asimismo, los potenciales desafíos y el tipo de apoyo que se puedan requerir. Los estudiantes que han escogido esta experiencia indican que desean conocer la cultura mapuche más profundamente, sus valores culturales y los conflictos con relación a la tierra. Sus percepciones se desarrollan tomando conciencia de la importancia de describir y comprender los valores de la cultura local, deconstruyendo estereotipos y respetando cada proceso de aprendizaje. Algunos aspectos interesantes que han sido discutidos son el nombre “mapuche” que significa “gente de la tierra”, pues para esta cultura primero es la tierra y luego la gente, demostrando el respeto ancestral por los recursos naturales, evitando la sobre explotación de éstos. Uno de los estudiantes describe lo siguiente con respecto a este concepto:

“Viajé a Curarrehue con un interés especial en acercarme al significado que tenía la tierra para mi familia mapuche. Para mí, la tierra es (o era) una manera de relajarse y una fuente de recursos para bienes. Pensé que para los Mapuches, era lo opuesto: que la tierra significaba una manera de ganarse la vida… Lo que encontré fue diferente:

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24 que la tierra funciona junto con las acciones de la gente para seguir en una relación sostenible.” (John, Spring 2014). Finalmente, la experiencia de aquellos estudiantes que han optado registrar el seminario es valiosa pues reciben herramientas interculturales que promueven el aprendizaje experiencial para desarrollar una comprensión intercultural. Analizar cada dimensión cultural, revisar cada estilo de aprendizaje desde la perspectiva “around de Wheel”, discutir sus experiencias personales semanalmente con un/a profesor/a y/o facilitador/a experto/a permite a los participantes construir significados con un sentido más reflexivo, en la que la teoría proporcionada es una herramienta de trabajo que apoya el proceso durante la estadía en el extranjero, ya que para lograr una interacción efectiva con la cultura visitante se necesita un apoyo constante de expertos, estudios efectivos que avalen el proceso y una constante apertura a la toma de conciencia de uno mismo y del otro.

Referencias Bibliográficas Hammer, M. R. (2009 ). The Intercultural Development Inventory: An approach for Assessing and Building Intercultural Competence. En Michael A. Moodian (Ed.), Contemporary Leadership and Intercultural Competence: Exploring the Cross-Cultural Dynamics within Organizations (pp. 203218). Thousand Oaks: Sage Publications http://dx.doi. org/10.4135/9781452274942. Vander Berg, M., Paige, M. & Hemming Lou, K. (2009). Student learning abroad. Paradigms and Assumptioms. Disponible en http://www.styluspub.com/resrcs/chapters/1579227147_1stChap.pdf Vander Berg, M. (2010) Intervening in student learning abroad: a research-based inquiry. Intercultural Education.20, Supplement 1, S15-S27. DOI:10.1080/14675980903370821 Vander Berg, M., Quinn, M. & Menyhart, C. (2012). An expeDevelopmental Teaching and Learning. The council on International Exchange‘s Seminar on Living and Learning abroad en Student Learning Abroad. In Michael Vande Berg, Michael Paige & Kris Hemming Lou (Eds.), Student Learning Abroad. What Our Students Are Learning, What They’re Not (pp.411-420). Steerling, Virginia: Stylus Publications. riment in


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Desde el cultrún a Gran escritora La vida de María Cecilia Nahuelquin ilustra otro relato del Chile reciente, ejemplo de las duras condiciones en que vive la mayor parte del pueblo mapuche: exiliado de su tierra, discriminado en la ciudad, y menospreciado en su propio país.

En los altos cerros de Playa Ancha en Valparaíso, entre bandas de drogadictos y perros callejeros, se encuentra una humilde casa. En lo alto de ésta, donde la ciudad se abanica a sus pies, entre pinturas de importantes figuras mapuches y un laberinto de cultrunes y tejidos, se sienta una gran chilena, María Cecilia Nahuelquin, conocida en su barrio como Tía Ceci. Nacida en 1973 de una madre mapuche y un padre “huinca sin consciencia,” esta mujer huilliche urbana, de ancestros chilotes, nos cuenta un nuevo relato sobre una parte de la sociedad y la historia chilena.


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María Cecilia Nahuelquin vivía una vida dura, en extrema pobreza, azotada por la discriminación. Creció en un ambiente empobrecido: hija de madre indígena, soltera, sin apoyo de la gente y con escasos recursos. “De niña no sentía que nada fuera complejo, por lo mismo que la vida que uno lleva, que es discriminada que uno cree que ya no es nada. No existes, no vales, eres un pájaro, no sirves para nada, y así crecí yo, con esa idea mental.” Pero agrega, “de chica yo tuve como un inclinación por la naturaleza. La luna, ¿oh qué es la luna? Los canastos, las plantas, los cardenales, la cebolla, las papas, una cosa diferente. Yo me fui tratando de identificar quien era yo. Porque me decían india, porque mi mamá era india, pero no quería ser india. Yo quería ser otra Ceci, no más. Pero no india. Porque a mi mamá yo la había visto que sufrió mucho entonces no quería.” Alejada de su cultura y su identidad, seguía escribiendo en su interior. Conoció a su esposo y se casó muy joven, a los14 años, abandonando la escolaridad en octavo básico. Con él tuvo dos hijas. En 1982 aceptó a Dios en su vida y entró en la iglesia evangélica y allí, “se abrió una ventana grande de expresión. Porque empecé a leer la biblia y tú ves que la biblia tiene una riqueza: los salmos, los poetas, tantas metáforas. Así que de allí me empecé a desarrollar, a escribir, a tocar la guitarra.” En 1991, al postular por una beca universitaria para sus hijas, conoció y se unió a una agrupación de mujeres indígenas. Inspirada, empezó a escribir lo que sentía: “y me llamó el cultrún. Y llamó y decía, ‘este eres tú Ceci.’ Y yo dije, ‘Soy yo, ¡me gusta, me gusta, me gusta!”. A pesar de su escasez de recursos escribió; “cuando yo quería dibujar y no tenía lápices de colores, no tenía hoja de block, no tenía nada. Tuve cuadernos de raya y de allí dibujaba. Yo soñaba, en sueños, que las paredes se abrían y salían pensiles, pintura, reglas, libros, todo lo que nunca tuve. Y los [poemas] escribí en una carpeta, por detrás.” Comenzó a bordar, a tejer, pintar, a estudiar Mapudungún y autogestionarse como mujer indígena. Pasó un tiempo, la invitaron a una ceremonia, se atrevió y su esposo la acompañó. Con nervios leyó en público su primer poema y todos aplaudieron. Con ánimo regresó a casa y escribió “María, mara, amarga”, sobre el dolor de su madre. Lo estrenó en el evento “El Día de la Mujer Indígena en Viña del Mar” en el año 1993. Cuando acabó, todos lloraban. “Y la ñañas todas llorando porque era la

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28 vida de ellas, era la misma historia de las ñañas mapuches, la misma historia de la empleada doméstica, de pasar necesidades, de que otros te cierran las puertas.” Luego comenzó a soñar que algún día tendría un libro, postuló a un proyecto, y en 2006, publicó su primer libro de poesía “El Hui: Cantos de Libertad de una Mujer Mapuche en Valparaíso.” María Cecilia Nahuelquin es, sin duda, una gran chilena. Su vida ilustra otro relato del Chile reciente, ejemplar de las duras condiciones en que vive la mayor parte del pueblo mapuche: exiliado de su tierra, discriminado en la ciudad, y menospreciado en su propio país. Aunque su trabajo enriquece nuestra visión del pueblo e historia mapuche, no sólo es una gran chilena por su poesía, su historia y vida en sí mismas nos enseñan que el pueblo mapuche sigue vivo y floreciente; sus tejidos tradicionales, su cultrún, su activismo y papel como dirigente, demuestran que el pueblo mapuche no sólo aún existe, sino que poco a poco se recupera. La historia del conflicto entre el Estado chileno y los mapuches está lleno de injusticia, y esta injusticia aparece en los llantos poéticos de la Tía Ceci, pero también contienen un relato del triunfo, de recuperación, y del espíritu guerrero que permite que las tradiciones y el pueblo mapuche sigan adelante y no se mueran. María Cecilia Nahuelquin, además de sus logros artísticos, lucha pacíficamente por su pueblo. En el ámbito político, en su papel como dirigente del PAIHUEL afirma que “en cuanto vive un mapuche, viven las tradiciones del pueblo, esté donde esté”. En el ámbito social, ella trabaja en colegios con niños, enseñando la cosmovisión e interculturalidad chilena a través de su arte y la música. María Cecilia Nahuelquin es una gran chilena que ha sido capaz de hacer a un lado el rencor y trabajar en pos de un futuro más justo y más rico para Chile y el pueblo mapuche. No sólo su poesía sino ella en sí misma es un testimonio que en todo Chile existe el pueblo mapuche y que los mapuches no sólo son parte de la historia, son parte del presente y parte del futuro chileno.

¿De dónde viene su éxito, según usted? “Viene de que lo que yo escribo, sale de lo que viví, lo que vivió mi mamá, mis abuelos, mis ancestros. Yo no estoy

ARCHIVO FOTOGRÁFICO MELISSA HERSKOWITZ

hablando de algo prestado, ni algo ajeno. Es algo que yo viví y yo siento. No es algo que adquirí con algún interés, he ganado mucho pero porque me he hecho una persona más valiente, de tener una identidad propia, no ser una copia, ser auténtica. Me ha resultado porque lo hago yo, y lo hago de corazón. A veces me dicen, es caro, allá lo venden más barato. Y les digo que si quieren comprarlo en otro lado que lo compren, pero este gorro lo hago yo, yo teñí la lana, yo la fui a buscar al sur, yo lo tejí con mis manos y mis palitos de madera. Lo teñí con laurel, con ruda, con cascara de cebolla. Es que lo hago yo y tiene mi etiqueta, y hago sólo uno. Uno no más. Eso te da otro. Y lo mismo con mis poemas, mis tejidos, mis aros, mis pinturas, mi bordado”. ¿Qué es lo más doloroso para usted? “Saber que nosotros somos juzgados como borrachos, brujos, flojos, alcohólicos. Ése es el pensamiento que tiene la gente. Cuando yo tenía ese cuadro que está allí (refiriéndose al de una guerrera mapuche) y lo llevé a una muestra, y lo puse como portada en un stand, y pasaban

los porteños en el Muelle Barón. Los porteños, como se puede decir, Valparaíso es la capital de la cultura, patrimonio de la humanidad, y la gente pasaba y miraba, y me acuerdo de una pareja que pasaba y el hombre le dijo, ‘mira, que allí está tu mamá jajaja.’ burlándose del cuadro. Y yo estaba allí vendiendo mi artesanía, y uno tiene que soportar eso. Porque se burlan, o sea que hablan en forma peyorativa porque creen que no somos nada. Así yo trato de demostrar lo otro, que yo valgo. Y que mis hermanos mapuches valen, que mi mamá vale”. ¿Qué significa para usted ser mapuche? “Identidad. Toda la gente quiere ser algo: los jóvenes quieren ser punks, pókemon, trash, reggatoneros, quieren ser rubios, tener ojos claros. Y yo no necesito hacer eso. Soy una mujer mapuche y punto”.


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¿Qué significa para usted ser una poeta mapuche? “Más sentido aún porque es la expresión. Porque la poesía me permite expresar. Mi libro se llama “El Hui: Canto de Libertad de una Mujer Mapuche en Valparaíso.” Habla allí del Hui, un juego que hacía mi mamá. Ella a pies pelados, en el sur, en una isla, con los brazos abiertos debajo de la lluvia y daba vueltas con los brazos abiertos y se marea y caen al suelo. Pero para mi mamá era un juego de libertad. Hacía Hui se daba vueltas y se caía y quedaba cubierta en barro, era feliz. Estoy segura de que era su momento más libre de su niñez y de su vida, yo creo. El Hui. La poesía es mi hui, las lanas son mi hui, el tejer es mi hui, hacer artesanía es mi hui, plantar es mi hui. Me permite decir todo lo que no pude decir como niña, todo lo que muchos hermanos quieren decir y no pueden, en la ciudad, en lo rural, en todos lugares”. ¿Ha tenido un conflicto de identidad el ser mapuche y huinca? “Como ser mapuche en la ciudad, crecer y tener una identidad que tú no tuviste. O sea la tuviste, pero no la tuviste, que es raro de verdad. Porque uno siendo genéticamente indígena no tuvo ni una opción de vivir el tema indígena en la ciudad, porque en la ciudad se vive la discriminación. Entonces tú entras en ese círculo. Tienes que estar dentro de la discriminación y dentro de la discriminación no se vive la identidad. Y sin territorio menos. Sin recursos menos. Entonces es difícil que todo lo que te enseñan en historia cuando vas a la escuela no sea en forma peyorativa. ¿Quiénes son los malos en la historia? Los indios. No los otros. Hasta hoy en día, estamos en el año 2013 y hablamos del Conflicto Mapuche, pero el conflicto no es Mapuche, es Estado-Mapuche, Gobierno-Mapuche. Es difícil vivir indígena en la ciudad, para mi no ha sido fácil, pero se vive. Se vive con valentía”. ¿Cuál es su papel como dirigente en la comunidad urbana Mapuche en Valparaíso? “Comienza con un tema de participación con los hermanos y el deseo de organizarse y estar juntos. Nace por la inquietud de estar juntos. Nos gusta juntarnos, nos gustan las papas, el pebre, nos gusta danzar, nos gusta conversar, reírnos, tejer, escuchar cuentos mapuches, entonces hay una necesidad de reunirse. Y como no tenemos territorio y el Estado, para verificar que aún existen los mapuches

y que podemos optar a los recursos gubernamentales, el gobierno de Chile crea un instancia y un alero, y debajo este alero nace esta organización PAIHUEL (significando ‘cascada del cielo’ en Mapudungun). Nos juntamos muchas mujeres a nivel regional y se organizó un evento en El Congreso y fuimos, hicieron charlas y empezamos a identificarnos y salió humo, y allí nace la necesidad de juntarnos y el cuento del PAIHUEL. Juntamos nuestros dirigentes con dirigentes del Sur y creamos otro formato de organización mapuche. Empezamos a juntarnos y luchar para el tema indígena, en eventos, en congreso, en seminarios, y empezamos a trabajar con la gente. No estamos para la autoridad pero cuando pasan cosas importantes para nuestra comunidad nos juntamos, para apoyar y estar juntas”. ¿Cómo empezó su trabajo en las escuelas de Valparaíso y su papel en la educación? “Empezó con un club del barrio al que enseñé los números y varias otras cosas. Luego me llevaron a sus colegios por la poesía. Fui a los colegios como representante y para hacer folklore. Estuve más para hacer un trabajo social. A través de la poesía empecé ir a colegio a dar charlas y allí empecé con el tema de la cosmovisión. Hago charlas de cosmovisión y entro en el tema cultural. Leo poemas y enseño sobre la simbología mapuche, qué significa ser mapuche, porque nos llamamos así, cómo nos saludamos, porque, eso lo enseño a través de la música. Enseño los instrumentos, los números, y otras cosas importantes como los valores. Porque resulta que los chilenos no tienen valores en muchos de estas escuelas, especialmente el respeto. Respeto a la tierra, a los mayores, al mar, etc. Les cuento cuentos mapuches como lo de la Abuelita Juana, les enseño comer las verduras. Es bonito porque me estoy descubriendo para hacer más cosas, que puedo ser capaz. Yo pensé que no era capaz de muchas de las cosas que hago hoy y tengo la seguridad ahora y eso me lo ha dado el tema indígena. Me permite desarrollar metas que ni sabía que tenía, como el cuentacuentos. Atreverme a hacer el ridículo, para pararme delante de 60 niños. Atreverme a hacer cosas que nunca soñaba”. ¿Qué quiere usted que aprendan los extranjeros, los chilenos, y los mapuches de su poesía y vida? “Los extranjeros, que dentro de este territorio llamado

Chile hay un pueblo que es un pueblo con muchas aptitudes. Somos un pueblo con mucho NEWEN (fuerza). Y que somos como los salmones, que vamos contra la corriente. Y que en cierta manera, vamos para atrás, porque al final el mundo tiene que devolverse, no es malo devolverse. Como está en mucho la cadencia del agua, las bombas, como se muere la naturaleza, los seres humanos, vamos a volver atrás hasta que un día tendremos que ir al cerro para buscar agua. Quisiera que sepan que somos gente de esfuerzo y tenemos conocimiento que usamos para transmitir nuestra cultura. Cómo aprendemos a usar cosas de huinca, como el internet, también tienen que aprender de nosotros. Para los chilenos, ¿en palabras vulgares o cultas? Vulgares: Chúpate esa. Y en palabras cultas: Esto somos nosotros, ya te demuestro quiénes somos y cuánto valemos. Podemos llegar muy lejos cuando queremos. Eso, mostrar a los chilenos que somos un pueblo que puede llegar y no tenemos que avergonzarnos. Somos gente de lucha y de esfuerzo. Las mujeres mapuches si tienen que trabajar y lavar, no sé ‘po 20 platos, y es por su hijo, lo van a hacer, no es que estén cansadas que se les van a manchar las manos, lo van a hacer. Apechugo. Me gustaría darle una bofetada con mi poesía, con mi pintura, con mis tejidos, no lo puedo hacer con espada ni balines, lo hago con palabras. Y a los mapuches, que sigamos adelante, que está bien ser contestatario pero todo tiene un límite. A veces buscamos cosas donde no hay, tenemos una particularidad de querer en todo encontrar discriminación. A veces muchos se escudan en eso, no siempre es así. Que no entren en un vicio de discriminación para auto-convencerse de algo, es bueno tener identidad pero no hay que esconderlo debajo de eso. Y no juzgar tanto y esconder tanto. A veces los mapuches son muy celosos entre ellos y quieren tirar otros hacía abajo, hay que alegarse de eso para que al otro le vaya bien. Si uno sale adelante, dejar que salga, si es buen pintor, buen dirigente, hay que dejar que pinte. A los del sur que no discriminen a los que somos de la ciudad, igual tenemos cuento”. ¿Ve usted que la actitud hacía los Mapuches ha cambiado desde su niñez? “Sí. Ha cambiado desde que éramos niños, y en el caso de mi mamá más. Ahora el Mapuche tiene más conciencia, en algunos pedagogos, porque todo viene de allí. Si el profesor lo forma bien y se respeta, permite que los otros tengan consciencia, desde permitir a no juzgar. El bullying

al niño mapuche porque tiene los pelos pegados, porque es más negrito, porque tiene un apellido chistoso, existe menos ahora. Ahora los profesores han caído en más respeto y le están enseñando a los niños. Ahora vamos a los colegios y mostramos, cantamos y los niños no se ríen. Y uno como adulto lo demuestra a los niños. Y leo mis poemas a los niños y lloran. Toco el cultrún y lo hago como mapuches y grito, y grito fuerte, y antes alguien lo hacía y se burlaban, y ahora grito y no se burlan, se asustan, y escuchan. Con eso uno aporta a que no nos discriminen. Una cosa bien bonita que digo a personas que hacen trabajos, ‘destáquense porque siempre dijeron que las indígenas no llegábamos a ser nunca nada, y porque no le damos una bófeta en la cara educándonos. ¿Por qué no leemos más, en vez de sacar un 3 sacamos un 4, y por qué no un 7? Pues hazlo. Y eso hago cuando hago mis cosas”. ¿El futuro de su escritura? “Me estoy atreviendo a escribir cuentos de niños. Mi hija me va a ayudar para ilustrarlos, si Dios quiere. Y voy a contar cuentos y leer poesía a los jardines infantiles, a las bibliotecas, las universidades, los eventos culturales. Voy a trabajar en un cortometraje. Nunca he sido actriz, pero lo voy a hacer”.

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María, mara, amarga A mí madre María Bernardita Nahuelquín Tu rostro veía desde niña, Rigidez en tu ceño, Mara. Niñez golpeada, juventud probada, Vejez perd onada. En artesas con agua pasaron tus edades, Fregando tierra y sudor ajeno En casas de cortinas almidonadas, Para dar tus a semillas Sustento, abono, sin mezquindades Con lluvias tardías y tempranas. Sin padre tú, sin padre yo, Sin padre mis hermanas. Ausentes ellos, Nosotras presentes en rucas prestadas. Con sueños gratos en sábanas blancas, Lavadas e inmaculadas por ti, María Mara, Sábanas como nuestra leche sagrada, Calor de hogar, nuestro altar familiar, En la mesa circular que se balanceaba. No faltaba el pan, A tetera de aluminio, El lechero de metal. Largimas… Abandono… Carencias… Soledades… Dolores…

María, mara, amarga Tami ange pichi malen ngen pekefui Müchamuwunun mi femngechi lelilen, Mara Wülefkangen pichidomo, afkentu miaw ülchadomo Küme famngen kusheke Küchatuwe engu komew rupai mi tremün Ngüñküdümeken kakeche ñi tue ka ñi arof Elangeche kake füta ruka mew Eluafiel-am tami pü püñeñ Mongen, montuluwan, fei ñi rüküngenun Mawün mew tuntepu antügeafui rume Tami chawngenun, inche chawngelan Tañi lamngen chawngelai Mülelaingün fei Inchiñ müleiñ aretun ruka mew Küchalen ka ungañkülen Küme umawtuiñ lig safana mew Küchalen ka unganñkülen Eimi mi duam María Mara Iñ shakiñ lichi rekelei ti safana Ruka eñumtun Iñ rel kiñe adwen chingküd mesa mew mengüymengüy tukehu Chew ñi rumel mülekefun kofke Aluminio tetera Metal lichilwe Küllen… Kuñifall… Niewnum… Kisumülen… Kutrankawün…

Retazos, un temporal de tormentos. El silencio de Dios hoy grita a los vientos: Justicias para el pobre Que trabaja escalibado por un cobre Justicia para las mapuche migrantes; Madres desterradas con los sueños frustrados, Impotentes resquemores. Ahí están todavía. Se cumplirán, María, en los tiempos, Los profecías. Y hoy se extienden tus raíces, María ya no Mara, Tu labor, Tus enseñanzas Que nada se logra cómodamente Si no trabajas hasta el final del día. Se ensancha tu territorio en tu descendencia Lo sabrán muchas gentes Que haremos producir la tierra Como ayer lo hicieron Agustina Cuyul, mi bisabuela, La mamita Juana y tú, Tú, María, hoy ya no amarga.

Kiñe weda mongen Ngünechen ñi ñiküfkülen fachiantu kürüf mew Wirarkülei Kuñifall ñi norkunungeam Mew ngilla küdaw konkülelu Mapuche noradngeam; ñuke ñi wemünentungen Atalünke duam Newwen-ngewenun Petu mülekaingün feiti mew Ruf feleipai María, ti dungu Fantepan mew wif amui mi folilün María, dew Mara ngelayai Tami küdaw, tami kimeltun Re femngechi pürramungekelai Küdawnulmi kom antü Winümi tami pu che mew, tami mapu Kimpayai fentren che Fünmayelafiyiñ mapu Karupa antü reke Agustina, tañi kuku Juana Ka eimi María, fachiantu dew amarga ngewelai


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Conmemorar el Golpe de Estado en Chile A propósito de nuestras visitas al Museo de la Memoria y los Derechos Humanos

Quien quisiera responder a la pregunta de cómo se vivió ese martes de septiembre de 1973, dimensionar alguno de los alcances que tuvo para el país o, simplemente, recordar el acontecimiento dispone de una heterogeneidad de recursos a los cuales echar mano y conseguir sus respuestas. Se trata de testimonios, de fragmentos, de recuerdos en diverso formato y soporte material que, reunidos y confrontados, pudieran servir de guía para comenzar a construir un relato.

Fernando Vergara

Profesor Curso Chile: Historia contemporánea CIEE Valparaíso


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en diferentes momentos de la dictadura militar”. Este es el sentido ‘oficial’ que se propuso la muestra. Ciertamente, la selección y el orden que han hecho María Eugenia Lorenzini (curadora) y su equipo pudieran orientar nuestra comprensión y construcción hacia aspectos no siempre puestos de relieve: las personas y no las personalidades, la situación callejera, los allanamientos. Sin embargo, también existe otra posibilidad: que el sentido oficial no coincida con la interpretación que hace el visitante. La Sala 11 de Septiembre tiene un especial interés: Más aún, puede que las fotografías contenidas en esta una proyección permanente del Palacio La Moneda en exposición tengan diversos usos y nuevos sentidos. la actualidad, en ‘tiempo real’, se opone radicalmente a la violencia que exhiben las imágenes y fotografías A pesar de que se trata de una selección de fotografías, del bombardeo al edificio en aquél entonces. Si a a pesar que es una compilación incompleta y que, esta oposición añadimos los periódicos de la época, en definitiva, estamos ante fragmentos arbitrarios la cronología de lo acontecido desde las 6 am hasta de una realidad que resulta mucho más compleja, a las 18:00 hrs., las últimas palabras del Presidente pesar de ello, la parcialidad de origen tiene el mérito Salvador Allende o el audio de las conversaciones que, si se reúne y contrasta con otros fragmentos, la radiales entre el personal del ejército y la fuerza construcción que resulta, se enriquece. Como señala aérea, lo que tenemos es un espacio que invita al uno de los fotógrafos que participa de la exposición: visitante tomar contacto con dramáticas imágenes y sonidos de aquél día. “la imagen es un soporte de la memoria, que no da cuenta completa de lo que sucedió en esa época, ¿Qué resulta de este juego de imágenes, documentos pero es importante porque la imagen es muy impactante, y símbolos? Las posibilidades de interpretación son por sus códigos visuales, múltiples y dependerán del grado de reflexividad, los por el gesto, por la humanidad que implica pre-juicios y la intención del visitante. Personalmente, todos esos personajes que ahí se exponen; fijo la mirada más en el poder incontrarrestable que es una lectura directa, sin intermediarios”1. disponían las Fuerzas Armadas para derrocar al gobierno de turno y tomar el control del país que en Otra oportunidad que dispone el interesado en el la idea de un Chile sumido en una profunda crisis: la Golpe de Estado en Chile es el sitio web del Museo de la Memoria. Frecuentemente, este sitio agrega visión de un combate entre chilenos se impone. “nuevos” fragmentos accesibles a los usuarios. De Por otro lado, siempre es posible interactuar con esta manera, la memoria colectiva sobre esta época una de las exposiciones temporales/permanentes del se nutre de nuevos testimonios. Un ejemplo: Museo. Una de ellas, titulada Fragmentos/Memorias/ ¿Te acuerdas que casi nadie hablaba ahí? Imágenes. A 40 años del Golpe reunió el trabajo –Nadie. de algunos “fotógrafos profesionales, reporteros Estaba como todo el mundo silencioso, gráficos y aficionados que actuaron especialmente atónitos, excepto por un instante […] en el registro del contexto represivo y también de poco después de sacar esa foto se me acerca un tipo las acciones de defensa de los derechos humanos y la y en voz alta me dice: libertad de expresión”. “¡Saque fotos! Para que vean lo que han hecho estos salvajes”2. Como el propio museo subrayó, el propósito de realizar esta retrospectiva fotográfica fue “dar cuenta del protagonismo que tuvieron personas anónimas

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36 El museo como soporte y constructor de la memoria Un punto de partida puede ser la visita al Museo de la Memoria y los Derechos Humanos (MMDH) en Santiago de Chile y, a partir de los recursos que forman sus colecciones, orientar la reflexión. Uno de los ejercicios que realizamos con los estudiantes de la clase de Historia Contemporánea de Chile del Programa CIEE es precisamente este.

Estas palabras forman parte de un diálogo entre un fotógrafo (Marcelo Montecino) y una joven fotografiada (Ruth Sierra) al momento de comentar una imagen de septiembre de 1973. La foto es parte de una serie de microprogramas audiovisuales del MMDH, los cuales presentan el testimonio de visitantes que se han re-encontrado (reconocido) en algún ‘soporte’ de las exhibiciones temporales o permanentes. Lo que estos microprogramas de la serie “Encuentro” ofrecen al usuario web y que está disponible en sitios como YouTube3 es una abundante colección de testimonios, los que son posibles de confrontar con otros y, de este modo, orientar o enriquecer la propia construcción del relato.

letras, nacionales y extranjeras, han sido generosas en transmitir experiencias de oficiales, militantes de partido, profesionales, artistas, víctimas y victimarios, etc. Las memorias son formas narrativas, igualmente fragmentarias y parciales, pero que, en su conjunto, permiten reconstruir aspectos del proceso y del episodio, desde la experiencia y posición que ocupan los protagonistas en el espacio social.

Las memorias privadas: insumo para la historia Siguiendo con las opciones disponibles para comprender esta fecha, sin intermediarios (como sucede en el caso de la fotografía), es considerar las memorias privadas. Es abundante la cantidad de nuevos relatos que se han escrito durante estos 40 años. Las

“El día diez, en la mañana, llamé a los Comandantes de División y les dije: Miren, caballeros, mañana nos tomamos ese edificio, y les mostré La Moneda. Nada de preguntarles, están de acuerdo conmigo o no están de acuerdo conmigo. Yo di las órdenes y nada más. En esta forma: ¡Usted, primera división! ¡Usted, segunda división! ¡Usted, agrupación tal! ¡Usted, con los

Interesante es el cruce de vivencias que puede llegar a resultar. Un testimonio útil a las generaciones actuales es el del propio Augusto Pinochet. Entrevistado por dos periodistas4 sobre el Golpe relata lo siguiente:


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tanques! -Es que los tanques no funcionan ¡Los hace funcionar! Soluciónelo con líquido de máquinas de coser y con ello llene los resortes de recuperar, llene con gasolina los estanques, aceite los cañones. Así funcionamos. Así lo hicimos […] Y gracias a Dios se produjo algo que salvó la situación con el Ministro de Defensa. ¿Saben ustedes quién la salvó? Es al señor Carlos Altamirano a quien hay que darle las gracias, pues un discurso suyo en Valparaíso precipitó el momento. Después del discurso me dije: Aquí no queda otro camino que estar alistado. Me dio una excelente excusa: este señor estaba arengando a la gente para que se sublevara y si salía la poblada a la calle había que estar preparado y atento. Yo voy a armar a mi gente, le dije al Ministro, y así justifiqué la entrega de armamento y munición […] Esa noche estuve en vela. Sonó el teléfono, lo levanté y lo descolgué. Yo estaba en mi casa, solo. El auto que pasaba todos los días, de amanecida, no pasó. De las acciones de ese día me acuerdo cuando estábamos desarrollando el combate; cuando una unidad estaba detenida ¿Por qué no avanzan? -Porque estamos bajo el fuego. Apoye con los tanques […] Enseguida –continúa evocando- el señor Allende me ofrecía que nos reuniéramos aquí. Y yo le dije: ¡Por ningún motivo nos reunimos en La Moneda! […] (¿No cree que usted, como militar, pudo haber controlado la situación de modo que hubiera sido menos sangriento?) -Ah -suspira otra vez-. Yo las quisiera ver a ustedes combatiendo. A ver si se puede evitar que el combate no sea cruento. ¿Por qué creen que se bombardeó La Moneda? Porque aquí se estaban anidando los tipos del GAP [Grupo de Amigos del Presidente]. Cuando entraba un soldado le dispararon. Al general Palacios le hirieron la mano. Estaban tomando posición para crear un Alcázar aquí. Por eso se lanzó un bombardeo. ¡Una bomba y se acabó el problema!”. En la otra vereda, otro escrito, otra memoria, otra versión privada de lo sucedido. Se trata del testimo-

nio de personas y no personalidades, que igualmente contribuyen a recrear el día del golpe, pero a una escala distinta. He seleccionado los recuerdos de Joan Jara, la esposa de un importante músico chileno (Víctor Jara): El relato es más íntimo, doméstico si se quiere, muy emotivo5 “Despierto temprano, como siempre. Víctor sigue durmiendo, de modo que me Ievanto en silencio y llamo a Manuela, que tiene que llegar temprano a la escuela. Bajo a poner la tetera al fuego […] Todo es normal, dentro de la anomalía en que vivimos. Es una mañana fría, melancólica, nublada. Manuela y yo y salimos para la escuela [...] En la cola del pan y en el quiosco la gente decía que se estaba tramando algo. El Liceo Manuel de Salas está lleno de alumnos. Aquí no hay indicios de huelga. Solo un mínimo porcentaje de familias no es partidaria de la Unidad Popular. En el camino de vuelta enciendo la radio del coche y me entero de que Valparaíso ha sido acordonado y está teniendo efecto un movimiento de tropas desacostumbrado […] Los sindicatos convocan a todos los trabajadores a reunirse en los lugares de trabajo porque se trata de una emergencia, una alerta roja. Aquella mañana Víctor debía cantar en la Universidad Técnica, en la inauguración de una exposición sobre los horrores de la guerra civil y el fascismo, donde hablaría Allende [...] En el trayecto de regreso oímos a Allende por la radio. Aunque la recepción era mala, fue tranquilizador oír su voz desde el Palacio de La Moneda, aunque sonó casi, como un discurso de despedida. Encontré a Víctor en el estudio, escuchando la radio, y juntos oímos la confusión que se produjo cuando casi todas las emisoras de la Unidad Popular dejaron de emitir a medida que sus instalaciones eran bombardeadas o tomadas por los militares. La música marcial reemplazó la voz de Allende [...] Poco después suena el teléfono. Corro a contestar y oigo la voz de Víctor: ¿Como estás, mamita? No he podido llamarte antes. Estoy aquí, en la Universidad

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40 Técnica. ¿Sabes lo que pasa, verdad? Le hable de los bombarderos en picada, pero le dije que todas estábamos bien. -¿Cuándo volverás? -Te llamare más tarde; ahora necesitan el teléfono. Chao. No hay nada que hacer, salvo escuchar la radio, los bandos militares entre una marcha y otra […] Oímos la noticia de que el Palacio de La Moneda ha sido bombardeado e incendiado. Nos preguntamos si Allende habrá sobrevivido. No hay ningún comunicado al respecto. Se ha impuesto el toque de queda. Tenemos que suponer que todos los teléfonos están intervenidos, pero Víctor vuelve a llamar alrededor de las cuatro y media. -Tengo que quedarme aquí. Será difícil que vuelva por el toque de queda. A primera hora de la mañana, en cuanto lo levanten, vuelvo a la casa. Mamita, te quiero. -Yo también te quiero, pero me atraganto mientras lo digo, y él ya ha cortado la comunicación”. Palabras finales ¿Qué hacer para conmemorar? El cuadragésimo aniversario del Golpe fue una ocasión propicia para conmemorar, en su doble sentido: traer al presente imágenes del pasado y, al mismo tiempo, construir o asignar un sentido para el futuro.

Referencias Bibliográficas 1. Rodrigo Casanova, fotógrafo. Publicado el 21 de enero de 2013. Capturado en mayo de 2014 de http://www.youtube.com/ watch?feature=player_embedded&v=oT7t1lyrsZE#!

A nivel individual, creo que vale la pena considerar esta ‘doble’ posibilidad. Pienso también en que es una oportunidad para nutrir nuestra propia memoria de nuevos y más abundantes testimonios. Ya sea la imagen en movimiento puesta en un documental, ya sea echando mano a la fotografía sin intermediarios. Así como la fotografía es la mirada subjetiva de un fotógrafo, también las memorias son narrativas escritas de un testigo, valiosas por los recuerdos contenidos que, pudieran o no, ser compartidos y asimilados por el lector o espectador. A nivel colectivo, como sociedad chilena que debe constantemente hacerse cargo de su pasado, aspiro a este ejercicio. Como señalara un historiador hace algún tiempo, anhelo que pudiera politizarse esta efeméride. Politizar no significa “entregar una presa

2. Capturado en mayo de 2014 de http://www.museodelamemoria.cl/colecciones/serie-encuentros/ 3. El

año

2011,

la

Biblioteca

del

Congreso Nacional

reali-

zó una serie de entrevistas a protagonistas y miembros de la clase política.

Ver, por ejemplo, el relato de la experiencia de Mireya Baltra en https://www.youtube.com/watch?v=i54t2vCbIK4 o del ex canciller Enrique Silva Cimma en https://www.youtube.com/watch?v=GXWmFIPIZVU . la diputada

4. Correa, Raquel; Subercaseaux, Elizabeth (1985) Ego Sum Pinochet, Zig-Zag, Santiago, pp. 92-106.

en disputa a una manada de militantes ávidos”, sino más bien “replantear las fronteras de lo imaginable como sociedad, reformular los parámetros de lo posible”6.

5. Jara, Joan (1993) Víctor Jara: un canto inconcluso, Alborada, Santiago, pp. 245-257. 6. Vicuña, Manuel (2010) El año del bicentenario, Columna de opinión en Diario La Tercera, 3 de enero.


ENSAYO

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Las manifestaciones creativas del movimiento estudiantil chileno Chile es un país que, actualmente, enfrenta diversos y múltiples problemas sociales. Su heterogeneidad social impulsa los retos del país y, simultáneamente, inspira el desarrollo de manifestaciones populares diversas -complejas y matizadas- para enfrentarlos. Durante el módulo introductorio, nos llamó la atención cómo la incorporación de manifestaciones creativas y pacíficas en el movimiento del 2011- besatón, maratón de banderas y presentación del baile Thriller- muestra una nueva cara de la manifestación social en Chile.

Emma Rodvien, College of William and Mary; Karina Cardella, Indiana University Bloomington


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fuente: http://www.lostiempos.com/diario/actualidad/internacional/20110829/sin-fecha-ni-hora-reunion-de-sebastian-pinera-conlos_139630_286274.html

En este ensayo, proponemos que estas técnicas reflejan una nueva dirección del movimiento estudiantil y, más activamente, abren la participación a toda la sociedad chilena, estableciendo el movimiento como una lucha nacional, no solo una lucha de jóvenes. El movimiento estudiantil chileno de los últimos años nació luego de un largo proceso de descontento con el sistema nacional de educación. Durante el régimen de Pinochet, el sistema de educación en Chile se transformó en un experimento neoliberal, estimulado por la privatización de escuelas y universidades públicas. Según Cristian Cabalín, profesor de la Universidad de Chile, el modelo neoliberal de educación implementado por Pinochet permitía que “education [era] commodified, whereby parents were held responsible for their children’s education, while the State played a subsidiary role” (Cabalin, 2012). Como resultado, la educación dejó de ser un derecho universal y se convirtió en un bien de consumo, excluyendo ciertos sectores de la población de una educación secundaria y universitaria de buena calidad. La gente que podía pagar por la educación privada la recibía, mientras que la gente

que no tenía el dinero suficiente o era excluida de la educación privada o debía endeudarse para poder acceder a esta. Como resultado de este proceso, la educación privada chilena aumentaba en calidad, mientras la educación pública fue empeorando. Frente esta comodificación de la educación chilena, se originaron movimientos sociales como la Revolución Pingüina del 2006 (estudiantes secundarios) y el movimiento estudiantil universitario de 2011 (Cabalín, 2012), los cuales tenían como propósito restablecer una educación pública de buena calidad y protegerla como derecho civil. De acuerdo con Camila Vallejo, ex líder estudiantil, el movimiento del 2011 exigía que el sistema educativo chileno no siguiera fomentando el lucro, el autofinanciamiento de las instituciones y el “endeudamiento de los estudiantes de miles de familias que ven esperanza en el poder ingresar a la educación” (Jordan, Llona & Osorio, 2011). De esta manera, las manifestaciones estudiantiles del 2011 “shook the elitist Chilean democracy, characterized by low social participation and the exclusion of citizens from the political system” (Cabalín, 2012, p. 219) e intentaron mejorar el sistema de educa-

ción nacional precisamente para combatir “the exclusion of citizens from the policitcal system.” Este contexto de inclusión y participación activa en la esfera política será la base de nuestro análisis de las nuevas técnicas de manifestación utilizadas en el movimiento estudiantil del 2011. El día 6 de julio 2011, 4.000 estudiantes participaron en una besatón en la Plaza de Armas en Santiago, Chile. Se besaron por 1.800 segundos, una cifra que representa los $1.800 millones de pesos adicionales que se necesitaban para asegurar el financiamiento de la educación universitaria pública (Cruz Pizzaro, 2011). Al principio, la besatón parecía una forma inútil -por lo menos, irrelevante- de protestar, sin embargo, el país se dio cuenta de su valor: cambiar el enfoque al amor. El legado conflictivo de las manifestaciones en Chile (basado en la represión de la dictadura de Augusto Pinochet) hacía que los ciudadanos asociaran protesta a violencia. Por eso, en la besatón, en vez de intercambiar golpes, los manifestantes intercambiaron besos; no llevaron afiches con slogans de los partidos políticos, sino mensajes de amor. Un afiche proclamaba “El amor es más fuerte que la violencia, por eso me manifiesto con conciencia”, mientras otro decía “Educar es un acto de amor, y base por un país mejor”. En un momento en que las manifestaciones más visibles del mundo (Egipto, Siria, etc.) estaban marcadas por choques violentos entre manifestantes y policía, la besatón chilena- y su característica íntima, amorosa y pacífica- cambió el ritmo de

manifestar, valorando la creatividad y amor sobre el conflicto. Además de la besatón, el movimiento estudiantil desarrolló otra estrategia creativa para exigir una reforma educacional: el maratón de banderas. En esta actividad, los participantes corrieron 1.800 vueltas alrededor del Palacio de la Moneda en Santiago (cifra que, nuevamente, representa los $1.800 millones necesarios para financiar la educación universitaria pública). Durante cada segundo de estas 1.800 horas, siempre había alguien corriendo con la bandera y otras personas esperando continuar el maratón; además, habían varias personas en el camino que distribuyeron comida, bebidas, ropa de ejercicio a los corredores, formando una especie de “grupo de apoyo”. La lógica de esta manifestación fue sencilla, pero metafóricamente bella: si el movimiento estudiantil tenía la fuerza y el aguante para correr 1.800 horas, el gobierno debería tener la misma fuerza para establecer un sistema educativo universitario gratis y equitativo. Otro aspecto interesante de esta protesta es la participación de los ciudadanos que no son estudiantes. Aunque la mayoría de los corredores lo eran, quienes contribuyeron con comida, bebidas y apoyo en el camino vinieron de todas partes de Chile y tenían diversas profesiones (Los Andes, 2011). La participación en el maratón -sea de forma activa o moral- estaba abierta a cualquier persona interesada en el movimiento; aún más, la manera pacífica de la protesta permitió que los participantes no se


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pusieran en riesgo de una confrontación violenta (con policía) ni encarcelamiento. De esta manera, la maratón abrió la participación en el movimiento estudiantil a gente diversa. La tercera manifestación innovadora empleada por el movimiento estudiantil universitario fue el baile coordinado “Thriller.” A fines de junio del 2011, cientos de estudiantes se juntaron en Santiago para bailar a la canción de Michael Jackson. Superficialmente, esta actividad parece un poco al azar: ¿qué tiene que ver Michael Jackson con la reforma del sistema educativo universitario? Sin embargo, con más análisis, surge una lógica estratégica tras el gran baile. Los estudiantes bailaron justo en frente al Palacio de la Moneda en Santiago (Cruz Pizzaro, 2011), el más grande símbolo del gobierno nacional. La elección de esta ubicación mostró un deseo de hacerse escuchar, o mejor dicho, hacerse visible al país y al gobierno. A diferencia de los medios tradicionales de manifestación, que causan atención por el shock, el baile Thriller cautivó a la nación por otra cosa: generar alegría compartida. Sonriendo, cantando y bailando, los manifestantes crearon in-

terés general en la reforma universitaria, ya que mostraron el movimiento como algo interactivo, compartido y alegre. Por medio del baile -una acción popular y accesible- los estudiantes permitieron que cada chileno pudiera relacionarse con la manifestación, dándole un espíritu universal. Este espíritu de universalidad se fue intensificando en los años subsiguientes, ya que las manifestaciones activas del 2011 se convirtieron en cambios institucionales y políticos. Desde el 2011, los cuatro líderes estudiantiles del movimiento fueron elegidos como diputados del Congreso Nacional. Las demandas de los estudiantes ganaron tanto apoyo popular que Michelle Bachelet las convirtió en la plataforma central de su campaña presidencial del 2013. El primer proyecto presidencial de Bachelet después de ganar la elección fue legislar una reforma tributaria para aumentar los ingresos fiscales del gobierno con la meta de reinvertir este dinero en el sistema educativo público nacional. En su discurso del 21 de mayo del 2014, Bachelet declaró “[Debemos] tener un sistema educativo que entregue conocimientos, valores, y que a la vez sea el

http://vozciudadanachile.cl/ex-dirigentes-estudiantiles-de-las-marchas-al-congreso/

motor de un país más creativo,” reconociendo a nivel oficial la importancia de la creatividad en ambos la reforma educativa y el desarrollo del país.

Actualmente, las manifestaciones estudiantiles se retomaron en varias ciudades de Chile, incluyendo Santiago y Valparaíso. El estado actual del movimiento se marca por la institucionalización de las demandas estudiantiles, y sigue el mismo espíritu de inclusión, creatividad y democracia de las manifestaciones de 2011. Los ex líderes estudiantiles-diputados han estado incluidos en el Congreso nacional; la reforma tributaria ha propuesto maneras creativas de aumentar fondos para una reforma educativa; y la re-elección popular, democrática de Bachelet -quien prometió la reforma educativa- muestra una nueva dedicación electoral al movimiento. El movimiento estudiantil chileno sigue valorando la creatividad y la participación de actores diversos en la transformación del sistema educativo hasta el día de hoy. Creemos que el movimiento estudiantil es interesante, ya que somos de un país donde conseguir cambio social a través de la manifestación se considera, por general, violento y causante de daño a la sociedad. Se puede ver esto en el artículo de The New York Times titulado “With kiss-ins and dances, young Chileans push for reform”. Aunque el título del artículo habla de la besatón y el baile de “Thriller,” se enfoca más en las huelgas de hambre y el número de personas detenidas en las manifestaciones; es decir, oculta el lado creativo-pacífico de protesta estudiantil. Esto refleja la tendencia de los Estados Unidos de ver a las manifestaciones populares como algo violento, que inspira descontento y requiere poco ingenio, poca pasión. Sin embargo, en nuestra estadía en Chile, hemos aprendido lo contrario: que existen nuevas maneras creativas y pacíficas de manifestar, abiertas a toda a la sociedad que atraen atención pública a la causa de reforma educativa. En nuestra experiencia en los EEUU, los estudiantes no participan en los movimientos estudiantiles por razones difíciles de definir. Nos cuesta mucho identificar -y explicar- esta aversión norteamericana a manifestarse, pero nos impresiona el rol de apatía colectiva en este fenómeno. Muchos cuestionan la utilidad de manifestar, cuestión que no

se resuelve fácilmente. Sin embargo, el movimiento estudiantil chileno ofrece una perspectiva inspiradora con respeto a esto. Aquí en Chile, las maneras creativas de manifestar -llenas de democracia y alegría- crearon un espacio público para lograr iniciar una reforma social, independientemente de la utilidad percibida de ellas. En 2011, en pleno medio del movimiento estudiantil, un 90% de la ciudadanía chilena creyó que “la juventud era un actor protagónico en la construcción del futuro de la sociedad” (Jordan, Llona & Osorio, 2011); además, el 89.9% creyó que “la juventud debe abrirse más espacios de participación para poder generar transformaciones sociales” (Jordan, Llona & Osorio, 2011). El movimiento estudiantil chileno -desde sus inicios en 2006 hasta el día de hoy- encarna este pensamiento, mostrando que los jóvenes de un país tienen la responsabilidad de responder a las exigencias de su comunidad con creatividad, paz y esperanza. Estamos muy contentas de estar viviendo en un país que fomenta este pensamiento y apoya a los ciudadanos que producen transformaciones sociales positivas.

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Referencias Bibliográficas: Barrionuevo, A. (2011, 8 de agosto). With kissins and dances, young Chileans push for reform. Disponible en: http ://www. elmostrador.cl/media/2011/08/With-Kiss-Ins-and-DancesYoung-Chileans-Push-for-Reform.pdf. Cabalín, C. (2012). Neoliberal Education and Student Movements in Chile: Inequalities and malaise. Policy Futures in Education, 10(2), 219-228. Disponible en: http ://www. academia.edu/1836169/Neoliberal_education_and_student _movement s_in_Chile_Inequalities_and_malaise. Cruz Pizzaro, A. (2011). Formas novedosas de manifestación estudiantil 2011. El descanso en lo profundo. Disponible en :http ://arielcruzpizarro.blogspot.com/2011/07/formas-novedosas-de-manifestacion.html Los Andes (2011, 8 de mayo). Creatividad para exigir una educación gratuita en Chile. Disponible en: //www.losandes.com. ar/notas/2011/7/14/creatividad-para-exigir-educacion-gratuita-chile-580724.asp Jordán, V., Llona, F. & Osorio, M. J. (Directores). (2011). Mi Derecho [cortometraje].


ENTREVISTA

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Joel Rice, estudiante de intercambio :

“Me encontré con un Valparaíso exquisito en arte y un escenario social muy interesante”

Por Alejandra Zamorano F. Periodista CIEE Valparaíso

Archivo fotografico Joel Rice

Desde que pisó tierras chilenas estaba sorprendido con la calidez de las personas, así como el inglés que se encuentra en cada esquina o publicidad en los medios de comunicación. Con sólo 27 años, este estudiante de Portland State University, estuvo 10 meses en Valparaíso y aquí nos cuenta su historia.

Estudiante de lenguaje y Educación Física en Portland State University, Joel Rice, es un joven norteamericano que decidió ingresar al programa CIEE Valparaíso para conocer nuevos horizontes y profundizar sus estudios de español. A través de la web, y de la información que le entregaron otros amigos que ya habían participado del programa aquí en Chile “que era bueno y bien recomendado” fue que Joel decidió postular “han sido 10 meses fuera de mi país y solo…definitivamente ha sido el viaje más largo de mi vida”, declaró.


ENTREVISTA

50 51 Una de las gratas sorpresas que se encontró cuando pisó suelo chileno, fue la cantidad de inglés “obviamente no sólo hablan en inglés, pero encontrar en la televisión, la radio, en la calle…fue un choque bueno, porque en verdad pensé que debía necesitar sólo de mi español para poder sobrevivir, cosa que no sucedió”, afirmó. Eso sí, el encanto de la ciudad de Valparaíso que se basa en los contrastes, los olores de las calles que muchas veces se mezclan entre los aromas maravillosos y los no tanto, fueron uno de los recuerdos de Joel al momento de conversar sobre Valparaíso. ¿El por qué venir a esta ciudad? Joel la graficó como “una ciudad exquisita en arte y con un escenario social muy interesante, con gente de distintas perspectivas políticas… ese tema me interesa mucho y quería conocer un ambiente así”. Por lo mismo cuando se habla del conflicto estudiantil, unos de los tópicos que más se escucha y respira en nuestra idiosincrasia nacional, para Joel, fue un momento en el cual pudo profundizar más sobre las demandas de los estudiantes secundarios y universitarios de nuestro país. Nos comentó que fue más bien “conversar con mucha gente que estaba involucrada en el tema, me acerqué a ellos para informarme más que nada, pero no me afectó tanto en cuanto a experiencia o a mis clases habituales”. En su paso tanto por los cursos que imparte CIEE Valparaíso como de los ramos dictados por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Joel nos contó que no tienen la misma organización que en su propia universidad, ya que aquí se manejan las cosas con otros tiempos. Otro aspecto importante para Joel fue lo cómodo que se sintió con todos quienes conforman los equipos de trabajo “me sentí súper bienvenido, lo que es muy importante para cualquier persona que no está en su país y eso se agradece mucho”, afirmó. En el caso del curso de Geografía e Historia, impartido por el profesor de CIEE Valparaíso, Fernando Vergara, se encontró con que debía leer y estudiar mucho, ya que

tiene una gran exigencia en cuanto a contenidos, con temas muy profundos sobre la historia chilena. Por su parte, el otro curso dictado por el profesor Alejandro Banda llamado Cine y Valparaíso, consideró que calzaba perfecto dentro de su malla curricular, lo que lo motivaba cada día más a seguir interiorizándose en cada una de las temáticas tratadas. “La gente es increíble y el paisaje es lo máximo” Joel Rice no sólo vino a estudiar a Chile, sino que también quiso conocer las tierras del cóndor y el huemul, aquellas que son azotadas de vez en cuando por un temblor, aquellas tierras que por sus bellos paisajes lo habían encantado desde hace un tiempo, eso sumado a que quería profundizar sus estudios en español. Por eso Chile fue un buen destino. “¿Los temblores? Obvio me asusté, pero no me han afectado, está temblando y listo… Yo también vine a Chile por sus paisajes, porque lo encuentro increíble, la gente es increíble y el paisaje es lo máximo…lejos el mejor lugar que he visto Puerto Montt, el Cajón del Maipo (porque me gusta eso de acampar), la Pampilla en Coquimbo, por mencionar algunos sitios”, afirmó. Pero la residencia de Joel, también fue algo totalmente novedoso, ya que el sistema de CIEE Valparaíso es que los estudiantes compartan su estancia con familias de la zona. “Ha sido una buena relación, pero es raro porque en EUA, vivo sólo con un compañero de casa con el que ya llevaba siete años compartiendo un lugar, haciendo mis cosas… aquí en Chile, igual hago las cosas de la casa, como una forma de colaborar en el ritmo de la casa, porque mi mamá anfitriona trabaja, y aunque ella me diga que no lo haga, yo igual lo quiero hacer porque así me siento que soy parte de la familia y me siento más cómodo”, contó Joel. Por otra parte Joel Rice también tuvo la experiencia de realizar trabajo voluntario, el cual consiguió a través de las redes de amigos que se hizo durante su


ENTREVISTA

52 53 estadía de un poco más de 10 meses en Valparaíso. Entre las actividades que desarrolló estuvo el hacer deporte durante los recesos que tenían los niños de un colegio de Recreo, aunque lo que más lo motivó fue reconstruir un teatro de un centro cultural del sector Chorrillos de la ciudad de Viña del Mar “fue una oportunidad más social, ya que nos reuníamos con un grupo de personas los fines de semana, como aquí en Chile uno viene como estudiante, uno no puede trabajar, entonces me gustaba hacer los trabajos voluntarios, porque me sentía vivo, y así ocupaba mi tiempo libre”. Pero no solamente ayudó en obras sociales, sino que además pudo practicar su dibujo, leer los cinco primero libros de Harry Potter en español (no los había leído tampoco en inglés), escalar y hacer prácticas de deportes al aire libre que definitivamente son su pasión.

sería para formar una familia o trabajar en nuestro país. También aprovechamos de consultarle sobre qué le diría a los futuros estudiantes de CIEE Valparaíso y su respuesta fue la siguiente: “Valparaíso y Viña del Mar tienen todo para ofrecer, como en muchas ciudades también tienen los mundos subterráneos, con temas de interés, como en mi caso que participaba del grupo de escalada donde encontré otra forma de meterme en la cultura. Me ayudó mucho el no sentirme como turista, las ciudades entregan mucho... En Valparaíso, la gente progresa, hay de todo, la diversidad que existe es tan grande que es lo que más me hizo atractivo esta ciudad… el todo”, nos confesó.

Actualmente Joel Rice se encuentra en su país, terminando sus estudios para luego emprender nuevos desafíos. Cuando le consultamos con respecto a que si volvería a Chile, su respuesta fue que incluso

ARCHIVO FOTOGRÁFICO JOEL RICE


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EstadĂ­a con familia mapuche en Curarrehue Voluntariado en el Refugio de Cristo

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Visita al Museo de la Memoria y de los DDHH Visita a La Sebastiana

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Visita a Museo a Cielo Abierto

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SUCESOS 2013/2014

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SUCESOS 2013/2014

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Visita a Casablanca

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Juego tradicional Mapuche: PalĂ­n. Encuentro con Comunidad Mapuche en Curarrehue Visita a Isla Negra

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Cueca Baile tradicional de Chile

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Visita a Museo de Bellas Artes

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Charla Incendios en Valparaíso, vulnerabilidad y precareidad urbana, a cargo de la Dra. Marcela Soto, UTFSM

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Excursión: Parque Nacional La Campana (Reserva de La Biósfera) Recorrido por las calles de Valparaíso Excursión: Visita a Quinta de los Nuñez

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SUCESOS 2013/2014

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