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Diciembre 2016 Queridas amigas, Ya llegó Diciembre y todo el trajín de fin de año, los estudiantes finalizando sus cursos y rindiendo exámenes, las familias y las empresas preparando para el término del año y las fiestas; es tan fácil estar demasiado ocupados, son tantos los detalles y las cosas por preparar y hacer, que fácilmente podemos olvidar que es lo que realmente estamos celebrando. Desde niños hemos amado el periodo de la Navidad, la comida rica de la época, la expectativa por los regalos y el compartir con familia y amigos. Y muchas veces, incluso nosotros como cristianos nos dejamos arrastrar por esta vorágine, dejando de lado lo que es el verdadero mensaje de esta fecha: el amor de Dios demostrado en forma sublime en el nacimiento de Jesús.
Pensamientos: Jesús vino a pagar una deuda que no tenía, porque nosotros teníamos una deuda que no podíamos pagar . La Navidad comienza en el corazón de Dios y finaliza en el corazón de los hombres, y no es Navidad a menos que ocurra en cada uno de nuestros corazones. *************
¿Dónde está el Niño Jesús? Parece suceder más temprano cada año que las tiendas ponen decoraciones navideñas y los periódicos y noticieros anuncian el regalo perfecto. Los comerciales interrumpen los programas de televisión y la música navideña impregna el ambiente hasta el cansancio. Cuando vienes a darte cuenta tienes que asistir a banquetes, fiestas que no puedes perder, hay regalos que envolver, reuniones familiares que planificar, comidas que cocinar y una serie de otras actividades que hacen que la mayoría se olvide del verdadero significado de la Navidad. Una amiga cristiana, ya abuela, me contó una historia que da en el clavo con el asunto. Los padres de su nieto habían utilizado una sencilla escena de un pesebre para hablarle de María, José y el Niño Jesús. Ellos querían que él supiera que el Niño nacido en Belén era alguien especial. A medida que se acercaban los días festivos, el niño salió de compras con la madre y la abuela. Un vendedor le mostro una resplandeciente exhibición de viejitos pascueros, juguetes y decoraciones. El niño estaba fascinado, pero pronunció unas palabras que sobrepasaron por mucho su edad cuando subió la mirada y dijo: “Pero, ¿dónde está el Niño Jesús? Esta Navidad tengamos en cuenta primordialmente la razón de la celebración: el nacimiento del Hijo de Dios. Entonces, cuando la gente escuche nuestras palabras y observe nuestras actividades, no preguntarán:” ¿Dónde está el Niño Jesús?” *************
Rincón casero. Bolitas navideñas: Mezclar 150 ml de avena instantánea, 100 ml de azúcar, 100 ml de coco rallado, 2 cucharadas de mantequilla, 1 huevo grande, y 2 cucharadas de chocolate amargo hasta obtener una pasta ligera. Coloque en el refrigerador por más o menos una hora, luego retire del frio y forme bolitas de un tamaño parejo, las que deberá pasar por coco rallado para decorar. Luego regrese al refrigerador y sirva frías como dulces.
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Sonría:
Un médico le dice a su paciente - Las zanahorias son buenas para la vista. - Y eso, ¿Cómo lo sabe? - Muy sencillo, ¿Qué usted ha visto un conejo con anteojos?
Meditación:
La elección de la Navidad:
El brillo de las decoraciones resplandecientes, el sonido de gozosos villancicos de Navidad, los niños felices y los alegres deseos de una “Feliz Navidad” a veces dan la impresión de que todo el mundo está contento de que Jesús haya venido a nuestro planeta. Pero eso no es cierto hoy, y nunca lo fue. Las nuevas del nacimiento de Cristo evocaron una reacción mixta. Los magos le dieron la bienvenida y le adoraron con gozo (Mateo 2:10-11). Pero el rey Herodes se sintió perturbado cuando escuchó hablar de él, y trato de encontrar y matar al Niño Jesús (Mateo 2: 3, 4 y 16). Sin embargo, la mayoría de la gente no conocía la importancia de lo que había sucedido. Aquel que nació en Belén no era otro más que Dios encarnado. Incluso hoy, las multitudes, honran a Jesús y se regocijan en su salvación. Pero muchos otros lo aborrecen. Se quejan de los cánticos navideños que se escuchan en los centros comerciales y de la exhibición de nacimientos en lugares públicos. Otros son apáticos; se limitan a seguir la corriente a la celebración de la temporada. Tal vez canten villancicos de Navidad, pero nunca se preguntan quién es Jesús ni para que vino. No piensan en su necesidad de creer en Él y recibirlo como Salvador. ¿Estás tú entre los indiferentes? Ignorarlo a Él y sus afirmaciones es rechazarlo. La navidad exige una decisión acerca de Cristo. La elección es tuya. Para recordar:
Si tienes enemigos, reconcíliate con ellos: Navidad es paz Si en tu corazón tienes soberbia, sepúltala: Navidad es humildad Si tienes deudas, págalas antes que te lo gastes todo: Navidad es justicia Si tienes pecados, arrepiéntete y conviértete: Navidad es nacer al espíritu Si tienes pobres a tu lado, ayúdalos: Navidad es un don Si en tu mente tienes sombras, enciende un candelabro: Navidad es luz Si tienes errores, piensa y reflexiona: Navidad es verdad Si tienes tristezas y preocupaciones, alégrate: Navidad es gozo Y si sientes odio y resentimiento, arrepiéntete, perdona a todos y perdónate a Ti mismo, porque entonces ya Dios te ha perdonado: Navidad es amor (Anónimo)
Con afecto, M. Angelica Salvany Secretaria Corresponsal