EJERCITO DE SALVACION Territorio Oeste de Sudamérica Avda. España 46 – Teléfono 26957005 – Santiago de Chile (Circulo de la Amistad –www.ejercitodesalvacion.cl)
Marzo 2015 Queridas amigas, En Marzo en nuestra parte del mundo las cosas empiezan a volver a la ‘normalidad’. Los niños y jóvenes vuelven a sus colegios o universidades, en las oficinas, fábricas, tiendas regresan los que han estado de vacaciones y las actividades vuelven a la acostumbrada rutina. Se notan los cambios, pero me parece que donde más se notan es en las escuelas y centros de enseñanza. Sin duda la enseñanza tiene una suprema importancia. Cuánto y qué aprenden los niños y los jóvenes va a determinar en parte cómo será su vida. Qué suerte tiene un niño cuando le toca un maestro dedicado y bueno. Han pasado muchos años, pero recuerdo con cariño y gratitud a varias maestras que tuve cuando niña. La famosa poetiza chilena Gabriela Mistral, que ganó el Premio Nobel de Literatura en el año 1919, escribió la siguiente oración: “Señor, tú que enseñaste, perdona que yo enseñe y que lleve el nombre de maestra que tú llevaste en la tierra. Dame el amor único de mi escuela, que nada sea capaz de robarle mi ternura en todos los instantes. Permite que alcance a hacer de una de mis niñas mi verso perfecto y que deje en ella clavada mi más penetrante melodía, para cuando mis labios no canten más. Aligérame la mano en el castigo y suavízamela más en la caricia. Que reprenda con dolor, para saber que he corregido amando.” ¡Hermosa oración! Ojalá todos los maestros tengan esos sentimientos. Y ojalá que todos nuestros niños y jóvenes recuerden que el poder estudiar es un regalo del Señor. El hombre siembra un pensamiento y cosecha una acción. Siembra una acción y cosecha un hábito. Siembra un hábito y cosecha un carácter. Siembra un carácter y cosecha un destino. ***** Algo para recordar: El error de la juventud es creer que la inteligencia es substituto de experiencia. El error de los ancianos es creer que la experiencia es substituto de la inteligencia
***** De paso. Un turista fue a la ciudad de El Cairo en Egipto con el propósito de visitar a un famoso sabio. Se sorprendió cuando descubrió que el sabio vivía en una habitación muy humilde, llena de libros, con una cama, una mesa y un banco como único mobiliario. “¿Dónde están sus muebles?” le preguntó al sabio. Y el sabio le dijo: “¿Y dónde están sus muebles?” El turista, sorprendido, dijo: “Pero yo estoy aquí solamente de paso”, y el sabio dijo: “¡Qué coincidencia… yo también!”
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Importancia de las palabras. En nuestra época el uso de palabras soeces se ha generalizado en forma descontrolada. Cuando decidimos esforzarnos para tener cuidado de nuestra manera de vivir, tenemos que buscar la manera de honrar a Dios con nuestras palabras también. Proverbios 10:19 nos advierte: “El que mucho habla, mucho yerra; el que es sabio refrena su lengua. También en Proverbios 21: 33 leemos: “El que refrena su boca y su lengua se libra de muchas angustias.” Es muy importante, además, usar palabras bondadosas, positivas, aun cuando estemos tratando temas difíciles. “La respuesta amable calma el enojo, pero la agresiva echa leña al fuego”. Proverbios 15: 1 y 2 dice: “La lengua de los sabios destila conocimiento, la boca de los necios escupe necedades.” Haremos bien en seguir la exhortación del apóstol Pablo a los Efesios: “Eviten toda conversación obscena; por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan” (Efesios 4:29). Lo que decimos y cómo lo decimos revela quién somos. El apóstol Santiago escribió: “Si alguno se cree religioso pero no le pone freno a su lengua, se engaña a sí mismo y su religión no sirve para nada (Santiago 1:26).
Rincón casero. Tarta de manzana Express. Mezclar 1 taza de leche, 1 taza de harina, ½ taza de azúcar, 2 huevos batidos. Poner en fuente para horno. Agregar 2 manzanas cortadas en cubitos. Cubrir con tiras de hojaldre (masa para empanadas) y poner encima otra manzana cortada en láminas delgadas. Se lleva a horno caliente hasta que el hojaldre se dore. *****
Sonría: Uno le pregunta a otro: “¿Qué estudió tu papá?” El otro responde: “Mi papá hizo la escuela primaria y la secundaria” El primero pregunta ¿Y la universidad? Y el niño responde: “No… para eso contrataron a otro albañil”
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Meditación – Sabiduría Salomón le pidió al Señor: “Yo te ruego que le des a tu siervo discernimiento para gobernar a tu pueblo y para distinguir entre el bien y el mal” (1 Reyes 3: 9). Salomón era un joven, pero que tenía la responsabilidad de gobernar a uno de los reinos más prósperos de Israel. Cuyos dominios se extendían desde el río Éufrates al borde de Egipto. Él sabía que necesitaría ayuda, así que, cuando Dios le preguntó qué podía hacer por él, no pidió salud ni riqueza. Pidió ser sabio. Esta petición agradó al Señor. Dios le dijo a Salomón: “Como has pedido esto, y no larga vida ni riquezas para ti, ni has pedido la muerte de tus enemigos, sino discernimiento para administrar justicia, voy a concederte lo que has pedido. Te daré un corazón sabio y prudente, como nadie antes de ti lo ha tenido ni lo tendrá después.” (vs. 11 y 12). La palabra significa sabiduría. Los hombres y las mujeres que son sabios escuchan a Dios mediante su Palabra. Leen otros libros, por supuesto, pero los juzgan todos por la Palabra de Dios. No hay mayor sabiduría. Si usted desea sabiduría, pídasela a Dios. El apóstol Santiago escribió: “Si a alguno de ustedes les falta sabiduría, pídasela a Dios y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie.” (Santiago 1: 5). Dios abre la puerta de su sabiduría a los que abren sus Biblias.
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Qué aprenden los niños Si los niños viven siendo criticados, aprenden a condenar. Si viven en la hostilidad, aprenden a pelear. Si viven con tolerancia, aprenden a ser pacientes. Si viven motivados, aprenden a confiar en sí mismos. Si viven siendo elogiados, aprenden a apreciar. Si viven con igualdad, aprenden a ser justos. Si viven con aprobación, aprenden a valorarse. Si viven con aceptación y amistad, aprenden a encontrar amor en el mundo. Si viven con honestidad y equidad, aprenden el significado de la verdad y la justicia. Si viven en un ambiente sereno, aprenden a tener paz espiritual. Oración Señor, dame una sabiduría de mente y un espíritu en armonía con tu voluntad. Para que yo pueda adquirir una más clara comprensión de las maneras en que tú obras. Al trabajar en tu viña, que yo pueda aprender más y más de ti cada día, y Que pueda servirte mejor, con más fuerza, más amor y con justicia. Te agradezco, Padre, porque puedo disfrutar de todo lo hermoso que has creado Y por el inmenso amor que me impartes cada día. Amén.
Que el Señor las bendiga.
Con afecto,
Mary Salvany Secretaria Corresponsal