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Vivir en un mundo difícil...............................................................................pág
Hola, ¡Dios les bendiga!
Quiero compartirles parte de mi testimonio y cómo Dios obró en mi vida.
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De niño vivía con mis abuelos y tíos, mi mamá no estaba conmigo y mi papá no lo conozco. Concurrí a la escuelita bíblica del Ejército de Salvación con otros niños del barrio Santa Rosa, en Santa Fe, donde vivía.
A los 11 años comencé a probar el cigarrillo, el alcohol y a robar. A los 15 años, después de que fallece mi abuelo, me metí con las armas, drogas, mujeres, boliches, llegué a fumar pasta base, jalé poxi ram (adhesivo epóxico) y nafta (combustible). A los 17 años tuve un enfrentamiento y recibí tres impactos de bala en una pierna, estuve un año y medio internado y en ese momento me acordé de Dios, fue allí donde le rogaba en mis oraciones que no me cortaran las piernas. Así fue, Dios escuchó mi clamor y salí de ese hospital caminando.
Al encontrarme afuera fue todo tan distinto, volví a recaer nuevamente en las drogas, delincuencia y demás.
A los 20 años fui por primera vez papá y al ver crecer a mi hijo, en mi corazón había un deseo que él no fuera como yo. Comencé nuevamente a buscar de Dios porque sabía que Él podría sacarme del pozo donde me encontraba.
No tenía una familia formada, pero Dios añadió a mi vida a Andrea, quien hoy es mi esposa, y quien fue un pilar fundamental para afirmarme a la búsqueda de Dios. Fueron momentos difíciles, entre abstinencia y recaídas, siempre me arrodillaba y pedía a Dios que tuviera el control de mi vida. Pude afirmarme en el Señor, pude ordenar mi vida, me casé, Dios me regaló una hermosa familia con tres hijos y hoy seguimos juntos sirviéndole en el cuerpo de Santa Fe donde nos congregamos. Soy Sargento del grupo Sembrando Esperanza, grupo contra el uso indebido de drogas y alcohol, también participo del grupo de alabanzas tocando el teclado.
Doy gracias a Dios por aquellos que guiaron mi vida y oraron por mí.
Hoy te animo, si estás pasando una situación con las adicciones, a que le entregues todo al Señor, te aferres a Él y creas en Él . Él puede sacarte del pozo donde te encuentras. Si lo hizo con mi vida, también lo puede hacer con la tuya.
Aférrate a esta promesa: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” Filipenses 4:13
¡Dios les bendiga!
Soldado Matías Candotti Cuerpo de Santa Fe, Argentina Territorio Sudamérica Este
Catherine Booth
Vivir en un mundo difícil
¿Por qué suceden acontecimientos y actividades terribles? ¿Por qué Dios no interviene para detenerlos o aliviarlos?
Los acontecimientos naturales, que las compañías de seguros describen como "un acto de Dios", no son nada de eso. Son el resultado de las leyes naturales del planeta en el que vivimos.
Cuando la gente vive en fallas naturales o junto a un océano propenso a los huracanes, debe estar preparadas para que ocurran catástrofes, por trágicas que sean.
A esta situación no contribuye el despilfarro con el que tratamos nuestro mundo. Con el crecimiento desenfrenado de la población, la explotación grosera de los recursos y nuestra interferencia con las leyes naturales, estamos alterando el clima de nuestro planeta y perjudicando el bienestar de toda la vida. Por ello, debemos tener en cuenta los defectos del ser humano, que los teólogos llaman pecado original. Aunque un niño nace con el potencial para el bien y el mal, lo que llega a ser suele estar condicionado por el modo en que se le educa y las influencias a las que está sometido a lo largo de su desarrollo.
El Evangelio de Juan afirma: "Este es el veredicto: la luz ha venido al mundo, pero la gente amó las tinieblas en lugar de la luz, porque sus obras eran malas"San Juan 3:19.
Como personas de fe, creemos que Dios vino al mundo, en Cristo, para revelar el modo en que quiere que viva la humanidad. Juan reconoce que tenemos un defecto básico en nuestra constitución que nos aleja de la luz de la bondad hacia una condición que nos predispone al egoísmo o a algo peor. Me parece interesante que en las películas de La Guerra de las Galaxias se hable de los lados luminoso y oscuro de "la Fuerza" que gobierna el universo en el que tiene lugar la batalla ficticia entre el bien y el mal.
En lo más profundo de la psique humana hay un defecto en nuestra constitución que necesita ser reconocido y rectificado.
Jesús le dice a Nicodemo "Nadie puede ver el Reino de Dios si no nace de nuevo" (Juan 3:3). Cuando un confundido Nicodemo pregunta qué significa esto, Jesús responde:
"Nadie puede entrar en el Reino de Dios si no nace del agua y del Espíritu" (Juan 3:5). Así, la venida de Jesús es para rectificar las imperfecciones que heredamos de nuestros padres - los pecados de los padres visitados en sus hijos e hijas.
El potencial del mal tiene que ser subyugado por el bien, de ahí la necesidad de nacer de nuevo para ejercer el control de nuestros instintos naturales. Esto también puede enseñarse como código moral, que es la forma en que la mayoría de las personas seculares se controlan a sí mismas, pero con diferentes grados de éxito.
Los cristianos, los nacidos de nuevo, tienen la ventaja de que Dios les ha impartido un recurso espiritual que hace que este control sea mucho mejor. La mejor exposición de lo que se puede conseguir con esto se encuentra en la primera carta de Pablo a la iglesia de Corinto, donde afirma que el amor es la fuerza motriz y la base del comportamiento cristiano, y sin él los demás adornos de la religión son ineficaces.
Pablo resume las cualidades de una vida así: "El amor es paciente, el amor es bondadoso. No tiene envidia, no se jacta, no es orgulloso. No deshonra a los demás, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda registro de los agravios. El amor no se deleita en el mal, sino que se alegra con la verdad. Siempre protege, siempre confía, siempre espera, siempre persevera. El amor nunca falla" (1 Corintios 13:4-8).
Esto es el corazón de la vida cristiana. Pero vivir según este ideal no es nuestra forma natural de vivir. Lo he intentado y tengo que admitir que he fracasado. En los más de 50 años que llevo como seguidor de Cristo en un mundo secular y científico, no he conocido a nadie que haya vivido plenamente según esas cualidades.
Citando las palabras de Arch R. Wiggins:
Aunque al declarar a Cristo al pecador, pueda superar a todos los hombres, si el amor apasionado no sella el mensaje, no soy más que bronce que suena" (Salvation Army Song Book 683).
Afortunadamente, ese amor está disponible para nosotros a través de la presencia del Espíritu Santo prometido por Jesús.
Soldado Jeff Morton Cuerpo de Bath, Inglaterra Territorio del Reino Unido de Inglaterra
El General William Booth se entregó de lleno por la causa de la gente menos favorecidos, es por tal motivo que él mismo lideró acciones concretas: 1. LAS CAJAS DE FÓSFOROS Y LOS SALARIOS JUSTOS
Entre otras iniciativas, el Ejército de Salvación creó una fábrica de fósforos en el área de Londres. Las cajas llevaban el siguiente eslogan “Luces en la Inglaterra más oscura, seguridad contra incendios, salarios justos por trabajo justo”. No nos debe sorprender la última frase. Esa fábrica pagaba 4 peniques por docena mientras las grandes compañías solo pagaban 2.5 peniques. Booth y su Ejército de Salvación predicaban con el ejemplo.
2. LA MÁXIMA AMBICIÓN: NO SER CONOCIDO SINO DAR A CONOCER
En su ancianidad William Booth se reunió con Eduardo VII, el rey de Inglaterra, quien elogió al Ejército de Salvación y su obra. La respuesta fue contundente:
– “Majestad, hay hombres que ambicionan oro, otros desean convertirse en grandes artistas de la música o del canto, otros ambicionan la fama y el poder político, pero desde que yo conocí a Cristo como Salvador de los pecadores, mi ambición fue darle a conocer a las almas”.
3. UNA SOLA PALABRA
Se cuenta que en ocasión de una tremenda helada próxima a la Navidad, el Ejército de Salvación había utilizado todos sus recursos en servir a los más pobres. El General Booth quería enviar un mensaje de motivación a sus soldados. Apareció un ricachón que le ofreció pagar un telegrama masivo, pero con una condición: el mensaje solo podía contener una palabra. Booth pensó un instante, tomó un papel, escribió algo y se lo entregó al donante que, tras leerlo, emitió el cheque para el telegrama. La nota de Booth decía simplemente: “otros” .
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