Newsletter
Nos acercamos a Ud. con esta propuesta de newsletter, con la finalidad de compartir una visión salvacionista en los diferentes aspectos de la vida. En el mes del Fundador, y afrontando esta pandemia, compartimos algunas posturas frente a :
MI RELACIÓN CON DIOS
En este tiempo de pandemia, nuestras vidas han sido trastornadas,y por ende, nuestras relacion personales también. Las cuarentenas que nos mantienen encerrados, han generado mayor tiempo para compartir con las personas que convivimos. Mi hija me comentaba de manera risueña, que mi nieto, un adolescente, empezó a descubrir que tenía padres. El tener más tiempo para estar juntos, puede resultar formidable o incómodo. En esta circunstancia, uno se topa con la realidad del tiempo que ha invertido en el compartir, conversar y escuchar del otro. De la misma manera, nuestra relación con Dios hoy tiene otro tiempo, otra intimidad. El movimiento y el ruido que genera la actividad de las iglesias, disminuyo. Ahora en el silencio de nuestra casa , comenzamos a descubrir el tiempo que realmente hemos invertido en nuestra relación con Dios. La calidad de nuestra vida de oración, la búsqueda profunda de su verdad a través de su Palabra, estas comienzan a cobrar otro sentido. El Salvacionistas conoce la importancia de la vida en relación con Dios, algunos aprendizajes podemos encontrarlos en nuestra Canción 296: “La Comunión con Cristo” + Mitiga penas y da consolación +De gozo llena el alma, quitando el temor + Da vigor al cansado y valor. + Viste de poder, dando fuerzas en la prueba + Nos llena de fervor. + Afirma nuestros pies e inspira nuestra fe. Cómo Salvacionistas, entendemos nuestro llamado a vivir en comunión con nuestro Dios. “Dios los eligió a ustedes para que compartan todo con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor, y él siempre cumple su palabra” (1Corintios 1:9 TLA) Cuatro recomendaciones para tener relación intima con Dios: o Ora a Dios con un corazón honesto y déjate conmover por el Espíritu Santo. o Escudriña la Palabra de Dios preguntándote que quiere mostrarte el Señor para tu vida. o Pon en práctica la palabra de Dios en tu vida cotidiana. o Acude ante Dios y reflexiona cada día sobre ti mismo, mantén una relación con Dios.
Que este tiempo tan especial de pandemia, no sea un tiempo incomodo de comunión con Dios, sino todo lo contrario, un tiempo de profundizar mi relación con mi Señor. Dios le bendiga, con toda bendición de lo alto. Tte. Coronel Raúl Bernao.
LA CRISIS LABORAL El mundo laboral no volverá a ser el mismo; según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) esta pandemia ha borrado globalmente, 195 millones de puestos laborales a tiempo completo El confinamiento detuvo la economía de la humanidad y ahora, la crisis obliga conocer cómo reinventarse para generar ingresos, post #Covid19. En un escenario bastante incierto, busquemos como hijos amados de Dios las promesas de Isaías 41:10 "No temas, porque yo estoy contigo; no te desanimes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, sí, te ayudaré, te sostendré con mi diestra justa". Dios nos muestra oportunidades de negocios que están generando ingresos viables, como productos de primera necesidad, el rubro de la salud y ropa sanitaria. Podemos generar nuestros propios empleos, vendiendo productos hechos en casa o servicios por redes sociales; y es que, la flexibilidad se hace necesaria en el mercado laboral para reducir la temporalidad, en estos tiempos. Hagámonos cargo con responsabilidad de nuestra economía. En países con políticas tan frágiles, debemos reconocer las oportunidades que se presenten, confiados en que "El Señor mismo va delante de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No tengas miedo; no te desanimes". (Deuteronomio 31: 8) Los salvacionistas debemos transitar por la vida haciendo realidad las promesas del Señor para cada día, como lo dice (Juan 14:27) "La paz te dejo; mi paz te doy. No te doy como da el mundo. No dejes que tus corazones se turben y no tengas miedo". El teletrabajo y la digitalización genera evidentes mejoras de productividad, pero deben ser regularlos por ley; ya que será un engranaje importante para la activación económica. Así que, a tomar en cuenta ese rubro. Emprendamos, impulsemos y salgamos adelante con las herramientas que Dios nos da porque sus promesas son verdaderas. Dios jamás ha desamparado a sus hijos: "Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan". (Salmos 37:25) Los gobiernos deben informar cuáles serán los nuevos empleos; mas, si esperamos ello, tal vez la economía se retraerá más. Mejor confiemos en nuestro Dios quien nunca nos ha fallado: "Porque Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino de poder y de amor y de una mente sana". (2 Timoteo 1: 7) Soldada Carolina Cortez L.
MIS RELACIONES FAMILIARES El COVID-19 ha marcado la vida de muchas personas en el mundo,pero la afección más notable, es la forma en que tratamos a nuestros familiares mientras convivimos juntos. Aunque, para muchos es una utopía, el poder pasar tiempo con los seres que más ama, para otras se ha convertido en una situación caótica; este aislamiento ha generado en las personas, el demostrar completamente su personalidad. Este cambio de panorama ha provocado la ruptura de la relación familiar entre grandes y pequeños. Pero, ¿Cómo debe actuar un salvacionista ante está situación? La Palabra de Dios nos dice en 1 de Corintios 1:10 “Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros, divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer”. La familia es nuestro primer ministerio, por lo tanto, ellos escuchan y observan, el comportamiento que demostramos en el hogar, el cual debe reflejar a Dios en todo momento (ser verdaderamente un hijo de Dios); está oportunidad de convivir con nuestros familiares nos da una posibilidad muy alta, que conozcan de Dios a través de nuestra vida. Por lo que nosotros debemos reflejar “amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza” (Gálatas 5: 22-23). Cuando tenemos una relación personal con Dios, es fácil reflejar su amor hacia los demás. Recuerde “el que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor” (1 Juan 4:8); el amor no solamente es dar obsequios o caricias, sino, el preocuparse y clamar a Dios por el alma de cada miembro de nuestra familia. Velar por que conozca de Dios y su maravilloso plan para cada una de sus vidas. “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor” (1 de Corintios 13: 4-5) Los planes y pensamientos de Dios son distintos a los nuestros, Isaías 55:8 nos dice “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos”; Como salvacionistas, nuestra misión es ganar almas para Cristo. Hágalo a través de su vida y primero a su familia. La responsabilidad es grande; pero cuan más, el galardón que nos espera en el Reino Celestial. Soldada Noemí Cueva.
Es nuestra oración, que estos artículos sean de bendición en su camino y le animamos a compartir este newsletter con otras personas. Dios les bendiga.