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Testimonios - Aviva el Fuego 2022
Debo iniciar mi testimonio contándoles que me he sentido como en casa cuando arribé a la Escuela de Cadetes, dado el buen trato y la generosidad que tuvieron conmigo, y creo yo, en cierto punto fue inmerecido, pues recordaba que, a más de 1700 kilómetros, en mi casa, con mi familia, yo no era tan agradecido como lo era aquí. Me cuestionaba si yo honraba mi hogar con el mismo amor, obediencia y disciplina con la que actuaba en la Escuela de Cadetes, si daba lo mejor de mí para ellos. Así que, cuando llegó el día miércoles 7 de diciembre por la tarde, en la Concentración Masculina, mi corazón le cantó a Dios estos bellos estribillos: "Te daré lo mejor de mi vida, será mucho que una canción, mi obediencia es mi mayor adoración”. Efectivamente, fue y ha sido desde entonces más que una canción, mi compromiso ha sido renovado con Jehová para dar lo mejor de mi servicio a mi familia y a mishermanos.
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Cuando llegué a casa, me abracé a mis padres y di gracias a Dios de poder verlos una vez más, Dios había renovado mi vínculo que me une a ellos, un vínculo que clama por un hijo fiel y agradecido.