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Prevención Sobre el Abuso en la Iglesia
El abuso es un tema muy difícil de tocar en las iglesias aunque es necesario hablar del mismo. Nadie quiere tener una experiencia como esta en su congregación y algunos prefieren ignorar el tema. Según la ONC, 1 de cada 5 menores sufre abuso antes de cumplir los 17 años. Por este motivo y más, es de suma importancia que las iglesias conozcan del tema y busquen herramientas para prevenir que esto ocurra. Lamentablemente las congregaciones no están exentas de esta maldad. El educarnos sobre el tema del abuso nos ayudará a que la iglesia sea un lugar más seguro.
La iglesia es un lugar donde las personas pueden encontrar sanidad y restauración a través de la palabra de Dios. Desafortunadamente, puede suceder lo contrario siendo algunas iglesias una fuente de dolor y abuso, especialmente, para los niños. Es muy difícil decir, exactamente, qué tan común es el abuso a los vulnerables niños, dentro de las iglesias en Estados Unidos.
Según algunos estudios de la infancia el 26% de los niños experimentan abuso verbal o emocional, el 15% experimenta abuso físico y el 12% experimenta abuso sexual. Otros estudios sugieren que las tasas, en realidad, son aún más altas y que muchos otros niños también son vulnerables.
La diferencia de poder que existe en las iglesias puede usarse para maltratar a las personas de todos los géneros, orígenes y edades. La iglesia deben tener cuidado de no ignorar esta realidad pero, desafortunadamente, no hemos estado preparados para responder de una manera que honre a Dios y se centre en los afectados. A veces hemos aplicado mal la verdad de las escrituras para justificar el abuso y en otras ocasiones nos hemos escondido de la verdad o nos hemos puesto del lado de los abusadores. A veces, incluso, se ha dañado a las víctimas utilizando el poder para convertir la verdad en un arma. Esto no refleja el Corazón de Dios ni el corazón de la mayoría de las personas en la iglesia.
La Licenciada Liz Bruno de Peredo compartió en un taller con nuestras iglesias algunas pautas que pueden ayudar a poner límites necesarios para prevenir el abuso en nuestras iglesias:
Preparar Gente Responsable
Es importante educar a los cuidadores, para detectar comportamientos inadecuados o fuera de lo normal.
Buscar cuidadores aptos
Para los que cuidan niños frecuentemente, es importante verificar las referencias mientras sea posible, investigar cualquier tipo de antecedentes o referencias de la persona, crear un proceso de selección para conocer más al candidato.
Contar con más de una persona para el cuidado de niños
Además de estar capacitados para el cuidado de niños, es vital que ninguno de ellos se quede solo a cargo de un solo niño, para evitar malos entendidos o un posible abuso (Esto no solo por el bien de los niños si no también de la institución y de las personas que cuidan a los niños).
Tener los límites claros
Enseñar que no se debe tener contacto físico con los niños, hablarles con respeto y que sepan cómo guiar a los niños en las actividades y comportamientos, etc.
Mantenerse informado y Preparado
Deben estar conscientes de cómo ocurre el abuso y quién tiende a perpetrar el abuso.
Una persona responsable
La iglesia puede designar una persona responsable de establecer e implementar medidas de seguridad. Esta persona puede ser un empleado o un voluntario. La mayoría de las iglesias tienen una persona, un ministro o líder de la iglesia, que toma esta responsabilidad con seriedad.
Establecer Pol Ticas De Seguridad Infantil
Es bueno tener un reglamento escrito con instrucciones específicas para el cuidado de niños y que tengan claro el cómo proceder en caso de que se presente un abuso. Incluso es importante que ese documento se revise y actualice cada cierto tiempo.
Tenga un plan claro e inmediato en caso de abuso
Aunque las medidas anteriores deberían reducir, en gran medida, aún puede suceder. Entonces, además de dar consejos sobre cómo proteger a los niños, los líderes de la iglesia o los grupos de protección infantil también deben tener un plan para responder a la violencia antes de que suceda. Por ejemplo, si ocurre un incidente en una iglesia la misma debe tener las debidas instrucciones para realizar las investigaciones internas y externas sobre como ocurrió el abuso.
Educarnos en cuanto al tema del abuso ayuda a que la congregación sea un lugar más seguro no solamente para los niños asistentes, sino para los líderes en general. No se trata de crear miedos o sospechas si no de poner límites, de crear un ambiente seguro y confiable en la iglesia. ■
Nuestra Convención de Iglesias Bautistas de Sur de Virginia (SBCV) ha creado el departamento “CARING WELL” para tratar este tema del abuso, para prevenirlo y para ayudar a las víctimas de abuso en las iglesias a sanar. Para más información acerca de este tema puede visitar el siguiente enlace: sbcv.org/caringwell