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ensayo que de su obra Hernández
no ha vuelto a reeditarse. Aquí hay un parque que emblematiza la estratificación social de la región. Solo es para criollos o españoles blancos y con dinero, a quienes la narradora ridiculiza.
Agrego que Luisa Josefina contribuye a la cartografía literaria mexicana al darle un nombre ficticio a Campeche. En 2014, el escritor Salvador López Espíndola publicó una novela breve, La virgen de Puerto Santo, que lleva la siguiente dedicatoria: “En homenaje a Luisa Josefina Hernández, que descubrió un lugar maravilloso llamado Puerto Santo”.
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Las fábulas cósmicas
El otro gran grupo novelístico juega con la Edad Media y se va situando en el espacio atemporal del mito. Para Prado y Becerra se trata de fábulas que se nutren de imágenes de la plástica medieval y de sueños colectivos. Algunas de las novelas aquí reunidas han sido vistas con frecuencia por la crítica como místicas o religiosas, y, por supuesto, muestran preocupaciones de esta índole. Pero en sentido estricto son fábulas cósmicas. La escritora decía que se interesó en estos temas a partir de sus estudios de iconografía. Aquí se ubicarían Apostasía (1978), Lostrovadores(1973), Apocalipsiscumfigurisy Roch(2008). Impregnado de referencias a diversas tradiciones religiosas, este grupo de novelas nos introduce en un universo bien distinto del contemporáneo. Sobre Apocalipsis cum figuris, la más importante de esta serie, Luz María Becerra describe el peregrinaje tematizado en la narración. Se trata de un periplo colectivo donde lo individual carece de importancia, tanto que los personajes carecen de nombre: los protagonistas son conocidos como la Peregrina y el Peregrino. Más que individuos, deambulan losfiguris, que son arquetipos y se mueven en un aparente desorden, creando la impresión de un cuadro abigarrado. Así desfilan cirqueros —entre ellos músicos, bailarinas, payasos, una payasa niña, Pierrot—, caminan caballeros, frailes, un monje, estatuas, hombres grises, algunos de los cuales llevan a sus monstruos; contemplamos a loros, leones, espantapájaros y un unicornio. Ocurren muchos avatares y acontecimientos inusitados, todos desbordantes de simbolismo, que adquieren carta de naturalización. Por ejemplo, la payasa se embaraza del unicornio y da a luz un pequeño unicornio, que paradójicamente simboliza el principio y el fin de un mundo nuevo. Este pequeño unicornio fue tomado por el cristianismo en la Edad Media como figura de Cristo, y más adelante el cordero inmolado.
Todo es posible, de acuerdo a la amplia concepción que la escritora tenía de lo real, aunque ella hablaba, más bien, de lo natural. Así, interrogada sobre acontecimientos novelísticos sobrenaturales, en una entrevista de 1976 concedida a Mlchèle Muncy, explica: “Yo creo que natural es casi todo, incluyendo cosas que no sean cotidianas pero que, porque ocurren de vez en cuando, no dejan de ser naturales. Entonces quizá yo pueda escribir, digamos, muchos milagros y demás asuntos de esos. Sin embargo, no creo que sean sobrenaturales, ya que pienso que el milagro es la clave de lo natural”.
Las últimas novelas publicadas
Después de un conjunto novelístico que se apropia de su momento histórico y de diversos tiempos míticos, en 2020 vieron la luz dos novelas con el sello del Fondo de Cultura Económica: Lasconfesiones, que lleva la leyenda final de haber sido terminada en 1992, y Comolosgorriones, concluida en 1994.
En las conversaciones con David Gaitán sobre las razones por las que había pospuesto tanto la publicación, explicó, con un dejo de ironía: “Tengo la malvada debilidad de escribir sobre gente que conozco, incluida mi familia, o sobre todo mi familia, pero no la más cercana, de tíos y primos en adelante. Termino los libros y luego resulta que no quiero mortificar a los aludidos... Es muy feo, creo yo, pero no puedo contenerme, se me vienen a la pluma”. Y continúa: “Ahora todo el mundo del que he escrito ha muerto, soy sobreviviente de mi generación. Así que me he lanzado a publicar con la mayor impunidad del mundo. Rasgo feísimo de carácter, queda admitido”. En Lasconfesiones, la anécdota no se centra tanto en personajes inspirados en su familia, aunque aparecen, sino en la compleja y enigmática relación de una joven, alterego de la escritora, con un dramaturgo en el que se transparenta a Jorge Ibargüengoitia. La dramaturga recrea su etapa de aprendizaje en la universidad y el estreno de sus primeras piezas. Es una novela en la que hay mucho por descubrir… como en toda la obra de Luisa Josefina Hernández. _
La autora de Los frutos caídos, entre otras piezas teatrales, murió el 16 de enero de 2023. La imagen es de la década de 1970.