ORDENAMIENTOS Política Nacional de Adultos en el Movimiento Scout
Dirección de Gestión Institucional Dirección de Métodos Educativos Aprobada por la Dirección Ejecutiva Nacional en su sesión del 30 de octubre de 2012.
Adultos Scouts
Primera edición 2013
ORDENAMIENTOS Política Nacional de Adultos en el Movimiento Scout
Dirección de Gestión Institucional Dirección de Métodos Educativos Aprobada por la Dirección Ejecutiva Nacional en su sesión del 30 de octubre de 2012.
Adultos Scouts
Primera edición 2013
El libro Ordenamientos. Política nacional de adultos en el movimiento fue elaborado en la Asociación de Scouts de México, A. C. por las direcciones de Gestión Institucional y Métodos Educativos. Dirección Ana Lorena Gudiño Valdez Coordinación Ramón Vaca Labastida Otero Sergio Escamilla Canales Corrrección de estilo y edición Federico Garza González Arte y diseño Ángeles Eugenia López Herrera Diseño y formación Astrid Guagnelli Sagarmínaga
D.R. © 2013, Asociación de Scouts de México, A. C. Córdoba 57, Col. Roma, 06700 México, D. F. Tel./Fax 5208 7122, 551 4840 www.scouts.org.mx oficina.nacional@scouts.org.mx ISBN: en trámite Primera edición: abril de 2013.
Ninguna parte de esta publicación puede ser traducida ni adaptada a ningún idioma, como tampoco puede ser reproducida almacenada o transmitida en manera alguna ni por ningún medio, incluyendo las ilustraciones y el diseño de las cubiertas, sin permiso previo y por escrito de la Asociación de Scouts de México, A. C. que representa a los titulares de la propiedad intelectual.
ÍNDICE Mensajes 5 Presentación 8 Generalidades 10 Estructura de animación territorial 10 Planificación 11 Captación 13 Inducción 15 Formación 18 A. Formación básica 19 B. Formación posterior 25 Líneas de formación convergentes 26 Evaluación del desempeño 27 Vida scout 28 Estímulos 29 Ciclo de vida del adulto voluntario 30
Mensaje del director de Gestión Institucional Sin otra finalidad que la de asegurar el ciumplimiento de la misión del movimiento scout, es que nos hemos propuesto mejorar la calidad de nuestro servicio como adultos voluntarios. Este documento presenta las líneas en general que rigen los esfuerzos que todos nosotros como instrumentadores de la formación, y que debemos seguir. Pero esos esfuerzos solo podrán cristalizarse con la comprometida participación de adultos en un ambiente que permita el continuo desarrollo de nuevas formas de trabajar, cada vez mejores; siempre con un fin en común, que constituye la fuerza del voluntariado scout: los jóvenes. Siempre Listo para Servir Sergio Escamilla Canales Director de Gestión Institucional
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Mensaje del director de Métodos Educativos El movimiento cuenta con un motor imprescindible: el voluntariado. Aunque en un primer momento el escultismo era exclusivamente una actividad de jóvenes, hoy, gracias a los ejecutivos y voluntarios adultos en el mundo, se ha consolidado como una propuesta contundente de educación complementaria no formal. Inmerso en esta política encontrarán el “ciclo de vida” de los voluntarios y todas las etapas para identificarlos, ubicarlos, capacitarlos, acompañarlos, motivarlos y agradecerles su esfuerzo por pretender un mejor mundo para las generaciones futuras. Utilicen esta política como lineamiento general para sus vidas como voluntarios en la organización, sabiéndose responsables de sus resultados y beneficiarios de sus éxitos. Gracias por sus compromisos. Siempre Listo para Servir Ramón Vaca Labastida Otero Director de Métodos Educativos 9
Para lograr el cumplimiento de la misión del movimiento scout, cada asociación scout nacional debe contar con el liderazgo adulto que necesita para desarrollarse y funcionar efectivamente. Política mundial de recursos adultos, 1993.
PRESENTACIÓN
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Ser parte de una organización de educación no formal implica una constante actualización y un compromiso fuerte y real por parte de sus adultos; lo contrario no es concebible. La presente Política nacional de adultos en el movimiento scout (PNAMS) es el resultado de las inquietudes manifestadas en diversos foros, reuniones nacionales, sugerencias de grupos scouts, provincias, tutores, gestores, formadores y directores de formación, acerca de lo establecido en las políticas emitidas por la Oficina Mundial del Movimiento Scout y la Oficina Scout Interamericana. Esta política tiene carácter nacional y cuenta con la flexibilidad necesaria para adecuarse a las distintas regiones y entidades de nuestro país. Los propósitos a lograr son los mismos para cada adulto, es decir, el desarrollo de competencias para la vida (habilidades, destrezas, capacidades, potencialidades y valores), lo que incluye el exitoso desempeño en el cargo que se le ha conferido dentro del movimiento scout. La adaptación de esta política se hará en forma conjunta entre la Comisión Nacional de Formación (CNF), la Comisión Nacional para el Fortalecimiento del Voluntariado (CNFV) y las comisiones de provincia, estableciendo un balance entre la necesidad de estandarizarla, pero con la flexibilidad de adaptarla a las necesidades regionales y personales de los scouters y dirigentes.
Política nacional de adultos en el movimiento scout Dentro de la estructura de toda organización, se contempla un área encargada de dar sentido, sistematizar y desarrollar permanentemente el recurso humano que permitirá el alcance de la misión; en la Asociación de Scouts de México, A.C. (ASMAC) esta responsabilidad es compartida entre la CNFV, que pertenece a la Dirección de Gestión Institucional (DGI) y la CNF de la Dirección de Métodos Educativos (DME). Acorde a lo establecido en la Política mundial de recursos adultos, proclamada en 1990 y actualizada en varias ocasiones, la última en la resolución 11/11 de la Conferencia Scout Mundial, en la Política regional de recursos humanos y en el reglamento de la ASMAC, surge la necesidad de establecer un esquema que sea accesible a todas las personas y esté de acuerdo a nuestra sociedad actual. Un esquema que sea flexible, que se adapte a las necesidades personales de cada quien, estimulando que se compartan las experiencias entre los participantes y mejoren su desempeño. Este desempeño de los adultos voluntarios en el movimiento scout debe responder a necesidades detectadas y sus resultados impactar en la aplicación del Programa de jóvenes, es decir, desarrollar e incrementar la vida de grupo que se da en las diferentes secciones, con sus particulares características. Por lo tanto, la PNAMS tendrá como sustento: a) El Proyecto educativo de la ASMAC y por ende los Objetivos Educativos del Movimiento Scout; b) Los ordenamientos, particularmente la Política nacional de programa de jóvenes; c) La Política mundial de recursos adultos; y d) La Política regional de recursos humanos.
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Generalidades Estructura de animación territorial La animación territorial es el conjunto de acciones realizadas por las estructuras territoriales en forma permanente, sistemática y planificada, mediante las cuales se implementa, supervisa, evalúa e innova la puesta en práctica de las políticas nacionales. Para éste propósito se requiere de una intervención cercana, adecuada y oportuna realizada por el comité de grupo, la provincia y el nivel nacional, cada uno en el ámbito que les compete, buscando la mejora de la calidad del Programa de jóvenes. Se tiene como principal público objetivo al scouter ya que la animación territorial pretende apoyar a los encargados directos de la tarea educativa del movimiento scout con la estructura y recursos para su mejor ejercicio.
Planificación
Captación
Estímulos
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Adultos en el Movimiento Scout
Inducción
Vida Scout
Evaluación
Formación
Política nacional de adultos en el movimiento scout La gestión de los recurso humanos que instrumentan los objetivos y trabajan para el logro de la misión contempla siete grandes áreas, a saber: Estos componentes no están enunciados por su importancia en modo alguno, y tampoco de acuerdo a su aplicación cronológica, ya que todos tienen la misma importancia y su desarrollo es en forma simultanea e interdependiente, sobretodo en una organización compleja como la nuestra con décadas de trayectoria. Es importante considerar que la presente política estará sujeta a cambios y actualizaciones periódicamente, siempre en la búsqueda de su mejor adaptación a los contextos local, regional y nacional.
Planificación Dentro de toda organización la planificación de los recursos adultos lleva un proceso administrativo complejo. La ASMAC no es la excepción, considerando esta etapa de la PNAMS como fundamental para enriquecerse con los adultos que son parte de la membresía y los que están por integrarse, así como también optimizar el desempeño del adulto determinando las funciones que cada uno es capaz de desarrollar efectivamente, durante su ciclo de vida en el movimiento scout. Para cumplir la misión de la ASMAC hay que contar con suficientes dirigentes adultos. Para tener los adultos necesarios se requiere una visión clara de las condiciones actuales del grupo o territorio (localidad, provincia, nacional) y así emprender diversas y concretas acciones de captación. Dicha captación debe basarse en las necesidades de la asociación y en el perfil de ingreso que satisfaga las competencias iniciales requeridas para el cargo.
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En la malla de competencias de la ASMAC se enlistan las requeridas para el buen desenvolvimiento del adulto en el cargo a desempeñar, así como las funciones. Esto es esencial para evaluar. Esta lista será comparada con la actual situación de los recursos adultos (activos, vacantes, traslados, renuncias), tomando en consideración el crecimiento de la asociación y las necesidades de adultos a corto, mediano y largo plazos. Para poder habilitar al adulto que aporta un tiempo limitado para el voluntariado se pueden ofrecer participaciones temporales en actividades especificas. Cada consejo de nivel determinará su requerimiento de scouters a corto, mediano y largo plazos, considerando las expectativas de crecimiento. Así, se determinará la necesidad de recursos adultos específicos, en diferentes tiempos. Es importante que el proceso de captación de adultos considere las funciones que el futuro scouter o dirigente desempeñará, así como los perfiles para reclutar y seleccionar a los adultos que se necesitan. Los pasos a seguir en esta etapa son: • Identificar los cargos faltantes a cubrir • Revisar de tareas que corresponden a dichos cargos • Determinar el número de adultos a reclutar tomando en cuenta los perfiles de acuerdo al cargo que desempeñarán.
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Una vez identificadas las necesidades de la dirigencia adulta con la mayor precisión posible, es necesario organizar, ejecutar y revisar las actividades de captación correspondiente a los niveles apropiados. En general, estas actividades debieran realizarse en forma permanente como parte de la gestión habitual de cada uno de los niveles de la asociación, y no como campañas de captación de carácter excepcional. Reconociendo que la misión del movimiento scout
Política nacional de adultos en el movimiento scout consagra el desarrollo de la juventud, es fundamental que la dirigencia adulta contemple decididamente la inclusión de jóvenes adultos en los cargos de responsabilidad, tal y como lo señala la Política nacional de programa de jóvenes. El movimiento scout es un organización incluyente por lo que las estrategias de reclutamiento tienen que tomar en cuenta la diversidad de los adultos que pueden integrarse para contribuir al cumplimiento de la misión. Sin embrago se deben plantear objetivos específicos para responder, tanto a las necesidades de la asociación como a las expectativas y el interés de los adultos. El proceso de reclutamiento de adultos es garantizar que sólo los adultos adecuados para apoyar en la formación de niños y jóvenes sean los que son seleccionados.
Captación La captación proporciona tanto requisitos como directrices para el ingreso de adultos dentro del movimiento scout; en donde hombres y mujeres compartirán un espacio de responsabilidad dentro de la estructura de la organización; se desarrollarán en el cargo con apego a la ley y a la promesa scout, hacia el cumplimiento de la misión. La captación debe considerar dos momentos: a) Reclutamiento. Se refiere a un proceso sistemático de búsqueda de dirigentes adultos para cubrir necesidades detectadas. b) Selección. Después de evaluar al adulto que se integra a la asociación mediante un proceso estructurado y guiado, se determina si el perfil del adulto voluntario es acorde al cargo que va a desempeñar,
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o si se le darán o no, alternativas de participación dentro del movimiento. Así, la captación debe ser el resultado del proceso de acciones planeadas, sostenidas y sistemáticas. Una vez evaluadas cuidadosamente las necesidades de dirigentes adultos, a partir de la estructura, la membresía actual y el crecimiento previsible, se pueden emprender activamente acciones de captación. Ésta es responsabilidad del consejo al que se reportará el cargo requerido, aunque podrá ser asistido por otras instancias. El proceso de captación, al ser permanente y fundamentado en los requerimientos detectados en el grupo, localidad o provincia, permitirán que se reclute a los adultos necesarios, y así evitar la integración sin análisis previo, con el riesgo de incorporar adultos inadecuados a los cargos. La promoción y difusión se realizará en grupos sociales cercanos a las actividades habituales del grupo, localidad o provincia. En ese proceso se proporcionará la información mínima necesaria para involucrar al adulto. En esta etapa, se deben realizar las siguientes acciones:
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• Identificar los grupos sociales que pudieran proveer los recursos adultos que se necesitan • Promover el movimiento en los grupos seleccionados • Ejecutar acciones individuales de captación de acuerdo al perfil. La selección del adulto como parte de la etapa de captación debe considerar que el dirigente adulto tendrá bajo su responsabilidad muchachos en período de formación y desarrollo. Esta captación y selección del adulto más adecuado al cargo no es un evento superficial o sen-
Política nacional de adultos en el movimiento scout cillo. Si bien los jóvenes adultos que egresan de la rama mayor poseen experiencia vivida en el Programa de jóvenes pudiesen ser considerados como los mejores candidatos para responsabilizarse de una sección, aun así deben ser seleccionados de acuerdo al perfil del adulto requerido.
Inducción La ASMAC proporciona al adulto nuevo dentro del movimiento scout, así como al adulto voluntario en un nuevo cargo, un periodo de integración y adaptación donde comprenderá las responsabilidades relacionadas con su función y sus necesidades de formación para la misma. El adulto voluntario reclutado en el movimiento deberá recibir una buena orientación técnica para comprender el desempeño de sus funciones, así como estar en constante formación y capacitación para ayudar a los jóvenes a alcanzar su máximo potencial. Una vez seleccionado el adulto voluntario participará en el proceso de inducción, que tiene como propósito que el dirigente se integre al movimiento scout, que conozca las bases del escultismo y lo que este puede ofrecer a un adulto que se incorpora a él; que establezca un acuerdo y compromiso mutuo con el grupo scout, con la localidad o la provincia, según corresponda. El proceso permite mostrar el compromiso e involucramiento de la estructura para facilitar la formación del adulto al proveerle desde esta etapa un asesor personal de formación (APF), y empezar con su desempeño, previo nombramiento. Este proceso tiene dos partes: un componente informativo, y otro de apoyo a la tarea. El componente informativo se podrá desarrollar como módulo de formación inicial, por medio de la lec-
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tura individual del material correspondientes, o bien, accediendo a dicha información a través de recursos informáticos. Es responsabilidad del consejo y/o comité de nivel conducir el proceso de inducción del dirigente adulto recién incorporado. La experiencia inicial permitirá una vivencia de las actividades que realiza el muchacho en una sección (la que haya seleccionado). La experiencia inicial incluirá la observación del trabajo de la sección y la reflexión de lo que aporta el movimiento scout al individuo. El contenido del mismo estará definido en la guía correspondiente. Podrá utilizarse este proceso como una herramienta de captación, invitando a padres de familia, adultos jóvenes, ministros religiosos o maestros para dar a conocer el movimiento y así invitarlos a formar parte de él. El componente informativo, tendrá como propósito proporcionar a los participantes los aspectos básicos necesarios para comprender el funcionamiento del Programa de jóvenes, la estructura y evolución histórica del escultismo, la estructura de la ASMAC y sus funciones. Durante esta etapa es recomendable que el adulto participe cercanamente con otros adultos que recién se incorporan a la ASMAC, con el fin de que tengan una vivencia inicial de las actividades que el movimiento scout ofrece a los niños y jóvenes. Se recomienda un pasadía o un campamento. El proceso de integración para el adulto que desee comprometerse concluirá con el otorgamiento del cargo. La orientación (inducción) estará destinada esencialmente a proporcionar los conocimientos indispensables que le servirán como base para su desempeño en el cargo, ejemplificados a través de vivencias propias de la vida de grupo. Este proceso estará a cargo del consejo de nivel quién, con el apoyo del nivel superior, podrá organizar,
Política nacional de adultos en el movimiento scout de acuerdo a necesidades específicas, las experiencias iniciales de inducción y formación. La duración del módulo informativo de la inducción estará determinado por las actividades que fueron seleccionadas para este proceso, privilegiando las actividades al aire libre y de vida de grupo en apego a la guía correspondiente. Acuerdo de voluntariado. Una vez que el adulto es reclutado y comprende las funciones de su cargo, es necesario establecer la negociación y la celebración de un acuerdo en donde se establezcan los límites relacionados con el compromiso de su voluntariado y las expectativas de su cargo, así como las obligaciones de apoyo por parte de la asociación, en el nivel que se requiera. Una vez definida la función asignada al adulto, la aceptación del mismo, y con la información mínima proporcionada por el proceso de inducción, el scouter o dirigente y el consejo de nivel determinarán los compromisos recíprocos acordados por ambas partes. Es necesario, también, especificar la duración del cargo, las condiciones y restricciones para su posible duración, y los compromisos que cada parte establece, incluyendo el apoyo institucional hacia el scouter o dirigente. Esta etapa concluirá con el nombramiento del scouter o dirigente. Es recomendable que el compromiso se realice en períodos de tres años, con revisiones anuales y renovable por un período más. Existe flexibilidad en cuanto a los puntos que se deben establecer en el acuerdo y compromiso mutuo, aunque se recomiendan frases prácticas y concretas para establecer un compromiso claro y medible, con plazos establecidos e indicadores de revisión, lo que permitirá establecer una base para futuras revisiones de desempeño. El nombramiento se realizará de acuerdo a los ordenamientos vigentes. El nombramiento consta de un
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acuerdo por el consejo y debe aparecer en la credencial scout, representado en el uniforme por los símbolos autorizados en los ordenamientos: insignias de liderazgo, cordón de mando (en su caso) e insignia de la misión. Durante la celebración del nombramiento, el scouter o dirigente que no ha sido scout con anterioridad, realizará su compromiso scout y recibirá la Flor de lis. Una vez nombrado el dirigente e integrado a sus funciones, el jefe de grupo o líder del consejo de nivel (o subjefe o sublíder) propondrá al scouter o dirigente una lista de APF para que seleccione uno. Esta acción estará coordinada con la Comisión de Recursos Humanos de Provincia, quién es la responsable de acompañar a los scouters o dirigentes durante el siguiente proceso dentro de la gestión de adultos voluntarios.
Formación Es un proceso permanente y continuo que mediante un sistema personalizado y flexible ofrece a cada dirigente la oportunidad de:
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• Recibir información general sobre el movimiento y específica sobre la tarea o función. • Aprender y desarrollar las competencias necesarias para el desempeño exitoso en la tarea o función. • Crecer y desarrollarse como persona. Esta contempla dos etapas: “Formación básica” y “Formación posterior”; ambas tienen dos líneas claras a seguir: a) El Programa de jóvenes cuenta con cuatro líneas de formación:
Política nacional de adultos en el movimiento scout • Manada de lobatos • Tropa scout • Comunidad de caminantes • Clan rover b) La Gestión institucional cuenta con dos líneas de formación: • Operación • Soporte administrativo El scouter o dirigente que haya realizado su curso de “Formación básica” y su evaluación sobre el mismo haya sido exitosa se le otorgará un certificado de Insignia de madera en esa misma línea. El scouter o dirigente que quiera especializarse sobre su misma línea de “Formación básica” y que cumpla con el perfil podrá continuar con la “Formación posterior” en esa misma línea. En caso de querer seguir alguna otra línea de formación el scouter o dirigente tomará un curso propedéutico en esta nueva línea, para adquirir las competencias necesarias para su desarrollo.
A. Formación básica El dirigente que ha concluido el proceso de inducción, y que ha seleccionado a su APF inicia la “Formación básica”. En el movimiento scout, el sistema de formación de los recursos adultos se fundamenta en tres conceptos que agrupan y resumen todas sus características: • La enseñanza es personalizada • El sistema es modular • El aprendizaje es continuo.
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La enseñanza es personalizada. El centro de interés dentro de la estrategia de recursos adultos es el scouter o dirigente y no el sistema. El scouter o dirigente en formación es reconocido como una persona con carac terísticas particulares, donde se conjugan diferentes aspiraciones, intereses, necesidades, capacidades y limitaciones. El objetivo consiste en reducir la brecha entre el perfil inicial de quien ingresa al movimiento scout y el perfil que éste debe reunir para cumplir su función. Es necesario conocer las competencias de cada persona, para así satisfacer sus necesidades de formación para el buen desempeño del cargo. La individualización de la formación debe reflejarse en un instrumento práctico y tangible, por lo que resulta indispensable un Plan Personal de Formación (PPF) que ordene y ayude a supervisar las acciones de enseñanza que ofrece el sistema y las metas de aprendizaje con las que se compromete el participante. El equipo de formación de la provincia y el APF diseñarán la oferta de capacitación que el adulto requiere, seleccionando la estrategia que se adapte a las necesidades personales. Es en los módulos obligatorios en donde el adulto podrá interactuar con voluntarios que cuentan con necesidades e intereses semejantes, recibiendo también la información básica requerida. Es necesario considerar el contexto social y cultural en que el adulto formado se desenvuelve. Las necesidades e intereses personales del adulto en formación se organizarán en el PPF, cuya característica de individualidad permite que las necesidades de formación de un adulto, estén consideradas, identificando conocimientos previos, permeando una flexibilidad centrada en el proceso de aprender a aprender, donde es necesario incluir la capacitación y formación que se puede adquirir aún fuera del
Política nacional de adultos en el movimiento scout movimiento scout: cursos, diplomados, capacitación empresarial, entre otros. En este sentido, el autoaprendizaje pasa a ser un recurso relevante que debe reconocerse. Es de suma importancia la homologación y validación de las competencias (conocimientos, habilidades, valores y actitudes), que haya adquirido dentro o fuera del movimiento scout antes de su ingreso al sistema de formación; lo cual representa la aceptación y valoración de la persona. Para aplicar un sistema de enseñanza personalizada es necesario utilizar los medios que flexibilicen los procesos sin reducir la calidad de los resultados. Esta necesidad abre paso al carácter modular de la formación. El esquema de “Formación básica” no es suficiente para desarrollar en los dirigentes scouts las competencias que requieren para cumplir con las responsabilidades de su cargo. El sistema modular de formación busca desarrollar las competencias que cada dirigente necesita, según su perfil personal, para desempeñar el cargo o función al que se ha comprometido. Se le ofrecen una serie de actividades de capacitación dirigidas a compartir conocimientos, proponer conductas y practicar destrezas que son luego apoyadas y supervisadas a lo largo de su desempeño mediante el proceso de acompañamiento y seguimiento (Seminario regional de recursos adultos, 2003). La necesidad de estandarización de competencias básicas para el ejercicio de su cargo, motiva el diseño de módulos obligatorios, los cuales requerirán del diseño de oportunidades de formación con base en los requerimientos específicos de los recursos adultos de su sección, grupo, localidad o provincia. Los módulos obligatorios se definirán, de acuerdo de las necesidades de la asociación, en el Esquema de formación básica. El sistema modular privilegiará la adaptabilidad del sistema al participante como persona protagonista de
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la formación; lo anterior permite trabajar en función de aquello que el dirigente necesita para su desempeño. El aprendizaje es continuo. El proceso de formación no puede marcar un límite o un final. No concluye con la formación básica. El PPF es el documento que contribuye a identificar las oportunidades de formación. La actitud de aprendizaje continuo implica la capacidad de aprender a aprender, capacidad que exige reaprender y desaprender para volver a aprender y aprehender. Todo ello dentro de un sistema de aprendizaje por competencias. La conducción de la formación básica y posterior está a cargo del Equipo Nacional de Formación, coordinado por el comisionado nacional de formación; los directores de formación quienes lo auxilian directamente; los comisionados de recursos humanos de provincia quienes son responsables de adaptar la formación a las características de los recursos adultos; el Equipo de Formación de Provincia, integrado por los formadores, y los APF (de programa y de gestión institucional) quienes contribuyen a la formación del scouter o dirigente. La línea Programa de jóvenes estará dirigida a todos aquellos adultos, llamados scouters, cuyo cargo implica trabajar directamente con los muchachos, e incluye también a otros responsables de la conducción del programa en los diferentes niveles de la estructura. Las especializaciones son: manada de lobatos, tropa scout, comunidad de caminantes y clan rover. Los módulos requeridos para el desarrollo de las competencias necesarias para el desempeño del cargo deberán: a. Utilizar el aprendizaje por la acción y el Método scout. b. Tener una gran presencia de vida al aire libre.
Política nacional de adultos en el movimiento scout c. Contar con contenidos enfocados a capacitar a los dirigentes en el manejo de actividades y los procesos educativos con niños y jóvenes. d. Reproducir, en lo posible, la vida de grupo de la sección, usando el pequeño grupo correspondiente. La evaluación del aprendizaje, en todas las especializaciones de esta línea de formación, se basará en el resultado que el dirigente demuestre haber logrado en términos del cambio en la conducta de los jóvenes según sus objetivos educativos, en el incremento de los muchachos de su sección, y en la proyección de las actividades de la sección en su medio social inmediato. La línea Gestión institucional comprender el proceso de formación de dirigentes que ejercen cargos en la estructura institucional en sus diversos niveles. Las especializaciones son: 1. Operación, es decir, jefes y subjefes de grupo, comisionados y subcomisionados de provincia o nacionales. 2. Soporte administrativo, tesoreros, secretarios, vocales. La línea estará centrada en formar dirigentes de grupo y provincia idóneos de manera tal que animen el Programa de jóvenes y contribuyan al funcionamiento de los diferentes niveles. La evaluación del aprendizaje en esta línea de formación, se basa en la animación territorial respectiva y en la consecución de las metas de crecimiento y mejora de la calidad del Programa de Jóvenes de su ámbito de competencia, de acuerdo a su cargo. La evaluación del aprendizaje de los dirigentes que se desempeñan en formación se realizará en función de la
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eficacia del acompañamiento, o en la obtención de las competencias básicas del dirigente formado. La formación básica se concentrará en la adquisición y desarrollo de competencias que se necesitan para un ejercicio estandarizado del cargo. De ahí que el aprendizaje se base en las acciones que el dirigente realiza, lo que es una aplicación más del principio de aprendizaje por la acción que el mismo Método scout postula. La fuerza de esta etapa radica en el eje o APF-PPF–Acompañamiento. El Acompañamiento es la asesoría directa, seguimiento educativo directo y personal durante un periodo determinado. El acompañamiento del APF, buscará ser garante de que el proceso de aprendizaje se cumpla de la manera más provechosa posible. Es por esto que el APF avalará que el adulto reúna las condiciones para ser certificado. En el mismo sentido, el adulto será avalado por su Consejo de Grupo, a través del jefe de grupo (o uno de sus subjefes). Ambos realizarán el acompañamiento en la tarea y la evaluación del desempeño. La formación básica se conformará de módulos y las competencias estarán definidas en la Guía para la implementación de los módulos de formación básica. La duración de esta etapa estará determinada por la adquisición de las competencias requeridas para el cargo y no por un plazo específico. Al concluir la práctica supervisada de formación básica, y habiendo evidenciado el adulto que pone en práctica las competencias adquiridas, y elaborado su PPF, se otorga la certificación formal, especificando la línea de formación recibida cuya vigencia es de tres años a partir de la fecha de expedición. En el caso de que la formación básica haya sido tomada en las líneas de Programa de jóvenes o Gestión
Política nacional de adultos en el movimiento scout institucional, el adulto evaluado exitosamente y certificado recibirá además la Insignia de madera, la pañoleta de Gilwell (que lo hace mimbro del grupo 1 de Gilwell) y el documento correspondiente que lo avala. Los “maderos” se portarán de manera permanente con la pañoleta que el adulto utiliza en lo cotidiano, son los símbolos tradicionales de la formación de adultos. Al término del plazo del certificado, el adulto podrá re-certificarse demostrando desempeño eficiente en su cargo, y que se ha mantenido actualizado. El adulto certificado en una línea de formación que cambie de cargo, deberá de certificarse nuevamente para adquirir las competencias necesarias a la nueva función que desempeñará. Si este adulto renueva su acuerdo y compromiso, seguirá formándose con un nuevo PPF.
B. Formación posterior Con base en una perspectiva personalizada, es decir, de mayores competencias en el cargo, se han establecido tres momentos referenciales en el proceso de formación: a. Periodo de inducción, centrado en la producción y coordinación de las condiciones de arranque del dirigente en el sistema. b. Etapa de formación básica, a lo largo de la cual todos los esfuerzos se concentran en las competencias básicas que resultan necesarias para el desempeño exitoso del cargo. c. Etapa de formación posterior, en la que no hay límites para el grado de perfeccionamiento que puede alcanzar el dirigente con relación a la tarea desempeñada.
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Los propósitos de esta formación son: a. Profundizar y valorar la filosofía y las bases del proyecto educativo de la asociación en el contexto de la realidad nacional. b. Unificar criterios de los directores sobre cómo formar en competencias privilegiando los elementos del Método scout y la estructura de la sección. c. Unificar criterios acerca de la mejor forma de fomentar valores. d. Desarrollar competencias en cuanto a la planeación, ejecución y revisión de esquemas de formación en cualquier nivel de la estructura. e. Proporcionar a los participantes las herramientas necesarias para el mejor desempeño de los equipos de formación.
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Líneas convergentes de formación Una vez que el adulto voluntario se ha formado en cualquiera de las dos líneas (Programa de jóvenes o Gestión institucional) puede acceder a su preparación y certificación como formador-tutor debiendo mantenerse en la misma línea; si desea posteriormente complementar su formación y/o en caso de querer acceder a una preparación y formación como director de formación, será indispensable certificarse como formador en la línea complementaria. Solo una vez que el adulto voluntario esté certificado como formador-tutor tanto en la línea de Programa de jóvenes como en la de Gestión institucional, podrá acceder a formarse y certificarse como director de formación (véase esquema anexo del Ciclo de vida del adulto voluntario). Competen al director de formación las siguientes actividades:
Política nacional de adultos en el movimiento scout • Difunde y aplica correctamente la Política nacional de recursos adultos y la Política nacional de programa de jóvenes. • Brinda a la provincia con la que trabaje el apoyo necesario a quien lo requiera en cuanto a formación se refiere. • Coordina equipos de formación de acuerdo a las necesidades de la provincia y nacional. • Coordina los trabajos relativos a la formación básica en una provincia o nacional, previa solicitud y nombramiento. • Detecta necesidades de formación en su ámbito de acción. • Diseña estrategias de formación en su ámbito de acción. • Asigna tareas a los integrantes de su equipo de formación. Proporciona acompañamiento, seguimiento y evaluación a los adultos en formación y a los formadores.
Evaluación del desempeño Como en toda organización, la evaluación del desempeño de los recursos adultos es importante para el crecimiento y mejora de la misma. En la ASMAC se realizará una evaluación periódica de cada uno de los scouters y dirigentes con registro vigente, en donde la voz de los jóvenes scouts tenga relevancia para que el adulto voluntario permanezca en el cargo o en su defecto se integre e alguna otra área en la cual se desarrolle con mayor eficacia. Existe una gran movilidad y flexibilidad del adulto voluntario dentro del movimiento scout, pudiendo cambiar
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las áreas de desarrollo y desenvolverse en otros cargos que le interesen o que la misma asociación demande. La revisión de tareas es un elemento que arroja mucha información en la gestión de las actividades de la asociación, proporcionando una oportunidad para evaluar en qué medida los objetivos se están cumpliendo y si se requieren ajustes, así como también juega un papel importante en la retroalimentación del adulto.
Vida Scout
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En este componente se incrementará el apoyo en la tarea al scouter o dirigente, como proceso personal y continuo a partir de las evaluación realizada, lo que presenta cuatro alternativas para el adulto: Renovación del cargo. Dentro del ciclo de vida del adulto en el cargo, la revisión de su desempeño es un elemento que da pauta para hacer ajustes o movimientos del adulto en el escultismo y encontrar una opción que corresponda más estrechamente con los deseos e intereses del consejo de nivel en cuanto a su cumplimiento en la aplicación del Programa de jóvenes y la asociación como conjunto. Reubicación. Partiendo de la base de que un adulto no necesariamente puede ofrecer el mismo nivel de desempeño a lo largo del tiempo, ya sea por capacidades o por intereses. Es importante considerar que un cambio de rol pudiera, en el mejor de los casos, significar una revitalización del trabajo del adulto y consecuentemente un mejor desempeño al reubicarse. Retiro. Por una variedad de circunstancias y factores, el adulto puede llegar al punto en el que no satisfaga las necesidades de la organización y/o las suyas propias, lo que llevará eventualmente al retiro. Es de esperarse que un adulto que llega a esta etapa es, muy probable-
Política nacional de adultos en el movimiento scout mente, alguien que ya a ha transitado por una cantidad de cargos, niveles y hasta localidades y que ha aportado al movimiento considerable tiempo, conocimientos y experiencias; y que ha logrado también un desarrollo personal satisfactorio dentro de la organización. Retención. En la medida en que la ASMAC demuestre su sentido de compromiso con el adulto scout y promueva un ambiente de confianza y cooperación, se logrará la permanecía del adulto voluntario dentro del movimiento. Es importante resaltar que resultará menos costoso para la asociación en términos de tiempo, de recursos y de otros adultos el mantener al dirigente activo que si se recluta a alguien de nuevo ingreso. Es por lo anterior que la vida scout del adulto voluntario, entendida esta como una trayectoria dentro del movimiento, como un conjunto de misiones específicas (una por cada cargo desempeñado) es considerado importante para obtener del dirigente y ofrecerle la mejor experiencia de vida al participar del escultismo.
Estímulos Dada la naturaleza de nuestra organización, los estímulos pueden presentarse en una variedad de formas, algunas de las cuales pueden ser: • Medallas, insignias y reconocimientos • Promoción para ocupar un cargo de mayor responsabilidad • Becas para participación en eventos, locales, provinciales o nacionales. Aunque la mayor recompensa a la que como adultos se puede aspirar no es otra que la satisfacción de
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haber contribuido al logro de la misión del movimiento scout, los estímulos simbolizan el agradecimiento de la asociación hacia el adulto que ha dedicado tiempo y experiencia a la formación de niños y jóvenes, directa o indirectamente; y lo motivan a continuar aportando.
Ciclo de vida del adulto voluntario Existen numerosas circunstancias a partir de las cuales un adulto se convierte en voluntario dentro del movimiento scout. En todos los casos y una vez completado el proceso de captación, se deberá integrar a la formación básica; con las recomendaciones que puedan darse en el momento de la captación (véase esquema anexo del Ciclo de vida del adulto voluntario).
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Política nacional de adultos en el movimiento scout
1. Diagnóstico y planeación. Detención de necesidades de grupo, provincia o nacional y establecer lineamientos para la captación.
2. Captación. 2.1 Reclutamiento 2.2 Selección acorde a perfiles
3.2 Nombramiento en el cargo
3.3 Elección del Asesor Personal de Formación 4.1 Formación Básica Programa de jóvenes Gestión Institucional
ML
TS
CC
CR
Desempeño en el cargo
3.1 Acuerdo y compromiso mutuo Apoyo a la tarea
Esquema pnams
3. Inducción
Gestión Institucional
Fin de Formación Básica/PPF / IM Certificación
5. Evaluación al desempeño / recompensa Ratificación
Reubicación
Retiro
4.2 Formación posterior actualización
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4.3 Formación especializada Formador tutor en programa de jóvenes
Formador tutor en gestión institucional CNFV
Dirección de formación
CNF CNO