TRABAJO DE INFORMATICA
TEMA: ¿LAS DROGAS UN BIEN O UN MAL?
REALIZADO POR: PAUL ULLOA
UNIVERSIDAD CATOLICA DE CUENCA
FACULTAD DE ODONTOLOGIA
CICLO “I”
AÑO LECTIVO 2013
¿LAS DROGAS SON UN BIEN O UN MAL?
Las drogas se han utilizado y se utilizan con diferentes fines personales y sociales. Tomando como fuentes los conocimientos que nos aportan historiadores, antropólogos, mitólogos, etnólogos, sociólogos, arqueólogos o lingüistas, por citar algunos, podemos plantear que el uso de cada droga es indisociable de la propia cultura. Aunque determinados grupos y estados insisten en lo malas y peligrosas que son las drogas, la realidad, es bien otra. Las drogas han sido, son y, probablemente, serán un bien preciado en lo privado y en lo público, en el tiempo y en el espacio. Los vínculos entre las drogas como elemento constitutivo de múltiples culturas, mitos o religiones son una constante y una prueba históricas. Las artes, la música, la pintura, la literatura, la escultura, la ciencia o el psicoanálisis no son ajenos a los usos sociales o personales de las más variadas drogas y sus efectos. La imbricación de las drogas en los más sutiles y variados recovecos de La Cultura es una realidad, son hechos, son costumbres que no se pueden ignorar o negar.
Las drogas se han utilizado y se utilizan, según el momento y el lugar: · Para alterar la conciencia. · Como medio para obtener bienestar. Como forma de obtener placer, evasión o desinhibición; relajarse, excitarse, dormirse. ·Como medio para facilitar la expresividad artística o intelectual. · Para facilitar las actividades mágicas, místicas o religiosas (alteración de la conciencia, para comunicarse con dioses o espíritus, como símbolo divino...) · Como alimento. · Como forma de combatir la hambruna. · Como fármaco: remedio curativo o veneno mortal; según la dosis usada. · Como mercancía y como moneda: negocio. · Para facilitar el contacto y las relaciones sociales. · Para mitigar el hambre y la fatiga. · Para facilitar las relaciones sexuales. · Como forma de control social. · Como arma política y de guerra
Todos estos usos nos muestran la complejidad del fenómeno y la imposibilidad de poder explicar tal complejidad desde discursos simplistas y excluyentes, sesgados e interesados como lo son el éticojurídico, el médico-psiquiátrico o el de las ciencias de los hechos. Desde la educación social la adicción o la drogodependencia no son objetos de trabajo, educativo pertenecen a otras disciplinas. Como ya dijimos,
desde la educación social es pertinente trabajar sobre la responsabilidad personal y social en el uso negligente o diligente de drogas. Trabajar en la ética de una vida digna, de la vida como valor, de la estima, de la responsabilización y autonomía personal. Al hablar del uso de una droga tenemos que subrayar una diferenciación elemental en esta cuestión: el buen uso (uso razonable o diligente) y el mal uso (o uso negligente).
Buen uso o uso razonable. ¿Qué entendemos por un uso razonable? Un buen uso, un uso diligente. El uso que puede hacer una persona adulta con información veraz cuando asume sus responsabilidades. Entendemos que cualquier persona adulta está capacitada ética y civilmente para decidir que es lo mejor para ella, lo que más le conviene o no sin tutelas ni injerencias profesionales o estatales. Un uso razonable es un uso con conocimiento, bien informado. Es un uso del que no se desprende perjuicio para quien consume sino un beneficio. El uso razonable no busca los efectos perversos de un mal uso o uso negligente. Que una persona consuma vino no significa ni que quiera emborracharse ni que sea “alcohólica”.
Mal uso o uso negligente. ¿Qué entendemos por un uso negligente?: un mal uso. Aquel uso del que se desprende un peligro real para el bienestar del consumidor. Entendemos por uso negligente aquel que tiene efectos perjudiciales para el consumidor pero que no son deseados ni buscados por éste. Conviene señalar la diferencia entre un uso negligente y un uso suicida (en este caso lo que se persigue es poner fin a la vida). En el lenguaje cotidiano se suelen emplear las expresiones “uso responsable” y “uso irresponsable” pero no son apropiadas para tratarlo con cierto rigor. Cuando una persona adulta decide utilizar una droga puede hacerlo bien o mal, razonablemente o negligentemente, pero en ambos casos, hay responsabilidad personal. Sólo se puede plantear el caso de la irresponsabilidad en el ámbito de los menores de edad y de las personas incapacitadas judicialmente. También es habitual el uso de la expresión “uso indebido” con el cual se quiere significar un uso no profesional, es decir, que para los profesionales (médicos, farmacéuticos…) el “uso debido” es el que ellos realizan.
“Abuso de drogas” es otra expresión muy utilizada actualmente por los profesionales y por los mas media. La idea de abuso es, a todas luces, metafórica y poco rigurosa pues en principio el abuso se refiere a relaciones entre personas o animales, pero no respecto a las cosas.
BIBLIOGRAFIA:
http://cosas-de-educacion-social.blogspot.com/2006/10/los-usos-de-las-drogas-las-drogasse.html