Conciencias Spanish Edut ion
Un círculo vicioso:
Los medios influyen en la política, la política a los medios Los medios en el mundo de hoy tienen un papel muy importante. En efecto una persona pasa en promedio más de 4 horas frente a su televisión. Según el psicólogo McGuire (1986) la función mayor de los medios es la de “Influenciar los cogniciones, actitudes o comportamientos del receptor en direcciones deliberadas”. Los medios tratan a menudo de influenciar las actitudes del receptor, millones de dólares están siendo gastados cada año para tratar de convencernos o de cambiar nuestras actitudes hacía los candidatos políticos. También lo que explica McGuire es el efecto de la “espiral del silencio”. Esto quiere decir, que los medios ofrecen la misma información a un gran número de personas con sus propias opiniones. Así, las personas escuchan una opinión y creen que todo el mundo intercambia esta idea. El efecto de la espiral del silencio es que para no estar fuera del círculo social o de la sociedad las personas tienden a escoger una opinión que todo el mundo piensa. Si la gente ve que los medios favorecen una opinión diferente de la suya, algunos no van a defender su idea, pues, es más fácil cambiarla a estar discutiendo con los demás. Mientras la información sea difundida más se manipula a las personas. Así, esta información u opinión puede homogeneizar nuestros comportamientos y unificar nuestras creencias sobre el mundo. Se puede uno dar cuenta de que la presentación de la misma información a un gran número de gente
tiene tendencia a crear un pensamiento común. En México se da éste caso, desde lo social, los aspectos culturales y en especial en la política. Todas las personas tendemos a tener una ideología en cuanto a la política, por ejemplo se sabe que una persona con ideas de “derecha” consultaría el periódico Reforma y una con ideas izquierdistas leería la Jornada. Es rara la vez en que un canal o programa de televisión llega a ser neutro y objetivo con la información. Los medios de comunicación tienen un gran poder en las decisiones que la gente pueda tomar. Un claro ejemplo podría ser en las elecciones, donde se hacen coberturas “masivas” los días antes, durante y después de las elecciones: “Con la propaganda y los anuncios comerciales que tienen gran poder de persuasión y convencimiento.” (Aceves,1993) De esta manera podemos observar como los medios influyen la política de un país y las decisiones políticas que tome la gente, pero de igual manera los políticos pueden influenciar a los medios a presentar la información que ellos deseen, quitando totalmente la neutralidad y la libertad de expresión de la que los medios tienen derecho. (…) Tomado de: https://mediosfera.wordpress.com/2009/08/26/un-ciruclo-vicio so-los-medios-influyen-en-la-politica-la-politica-a-los-medios/
Vot o Pop
:
La Vict oria de Fico
Los medios de comunicación desempeñan un papel fundamental en el funcionamiento del sistema democrático, especialmente durante la campaña electoral, proporcionando la información necesaria para que los ciudadanos ejerzan su derecho al voto de forma libre y racional. Algo que no escapa a los partidos políticos, que encuentran en los medios, sobre todo en la televisión, el cauce idóneo para hacer llegar a los ciudadanos su mensaje y dar a conocer a sus líderes. El Estado, en este punto, tiene que garantizar la igualdad de oportunidades de todas las formaciones que concurren a las elecciones, imponiendo la neutralidad y el respeto al pluralismo político en la información electoral. Un papel de los medios es informar a los ciudadanos sobre los partidos, sus programas y candidatos así como contribuir a la formación de opiniones informadas entre el electorado. Esta función puede incluir la difusión o transmisión de material informativo proporcionado por el organismo electoral; de manera complementaria o alternativa, los medios de comunicación pueden producir sus propios materiales informativos o educativos sobre las elecciones. El cometido general de la cobertura de los medios durante las campañas electorales es difundir información de manera justa y objetiva. Esto se puede lograr, por ejemplo, mediante medidas como una justa distribución de tiempos de transmisión entre todos los partidos y candidatos, acuerdos “voluntarios” para una cobertura noticiosa equitativa o debates entre los candidatos o líderes partidistas. En primer lugar, es crucial asegurar que cada partido o candidato independiente cuenta con acceso a los medios
de comunicación, sobre todo a la radio y la televisión, ya que la mayoría de los electores se informan sobre la política a través de estos medios. Eso significa que un medio no debe influir en la opinión pública otorgando tratamiento diferenciado a los distintos partidos y candidatos. Sin embargo, también es frecuente que el propio medio decida quién tiene acceso a los debates o programas de análisis. En algunos casos, los medios buscan la simpatía del partido en el gobierno, ayudándoles a manipular la información a su favor (sobre todo si los medios son de carácter público), esto para que les brinden cobertura o tratamiento favorables. Los intentos de manipulación pueden producirse mediante el diseño de los programas, los reportes o las noticias, los programas de análisis, e incluso en los programas no noticiosos, como los de entretenimiento. Se puede tratar de difundir propaganda bajo el disfraz de información pública objetiva por parte del gobierno. Los riesgos del mal uso por parte del gobierno para fines de campaña se pueden limitar si se adoptan leyes para regular el papel de los medios durante los periodos de campaña electoral. Pasadas estas últimas elecciones para alcaldía, gobernación, concejo y asamblea, un sabor a novedad y a victoria de la independencia se sintió en las papilas de mucho inconformista, sobre todo por el triunfo de Federico Gutiérrez para la administración de Medellín en los próximos cuatro años. Su candidatura, estratégicamente, optó por hacerse contar mediante firmas, a pesar de poder haber tenido el aval de varios partidos tradicionales e incluso el del emergente Centro Democrático donde apenas hace un año militaba y apoyaba la candidatura presidencial de Oscar Iván Zuluaga. No obstante, cual mismo comodín
dicotómico (fajardista) de satanizar los partidos y auto-consagrarse como la única opción transparente, Federico, con su movimiento Creemos, ganó las pasadas elecciones y será para bien o para mal el próximo alcalde de Medellín. ¿En verdad ganó el voto de opinión, el voto independiente y pragmático? Como alega Milan Kundera, y para explicar el fenómeno de Gutiérrez, nuestra actual sociedad gira en torno a lo que el autor denomina Imagología. El culto a la apariencia, a la forma por encima del sustancial fondo. Según él, a diferencia de siglos pasados donde el mundo lo decidían las más eruditas mentes, el siglo XX (y el XXI que auguró) posicionan a la imagen antes de la ideología. Así pues, aunque muchos sigan creyendo que ganó el civismo y la van guardia, ganaron exactamente los mismos de siempre en estos comicios. El tipo simplemente se supo vender de manera que se viese solo, cuando una horda de empresarios, medios y sindicatos, apoyaron su campaña pop. El más contundente ejemplo del masivo respaldo fue por parte de uno de los más conservadores legitimadores de la región. Nada más y nada menos que el periódico El Colombiano cuya editorial del pasado 23 de octubre afirmó sin la menor sutileza que Federico Gutiérrez era la opción más viable para tomar las riendas de la ciudad. De esta misma forma, con silenciosos pero gigantescos aliados, llegó a la gente a través, hay que aceptarlo, de una interesante publicidad. En el anuncio propagandístico adjuntado arriba, vemos que Federico, como lo hizo en toda su campaña, quiso persuadir al público joven. Junto a su grupo de diseño y publicidad se encargó de hacer una campaña muy al estilo Pop Art con colores fuertes que de inmediato evocan al trabajo hecho por Andy Warhol con la imagen de Marilyn Monroe. Y no es para nada gratuito este enfoque pop. El arte de donde se desprendió el diseño de su publicidad, cuyo nombre lo indica, es absolutamente Popular y amigable con los ojos interesados de una masa
superficial e inmediatista. Si vamos a hablar de vanguardia en la ideología, pues mencionemos los eternamente quemados del Polo, a Héctor Hoyos y a Olmedo López, aspirantes a la alcaldía y a la gobernación respectivamente. O mejor, al tipo de sombrero y bastón que quería ser gobernador y que nadie le sabe el nombre. Pero ¿Creemos? Ideológicamente habitan en las mismas trincheras del Uribismo y a la vez estudian en la misma escuelita de Fajardo. Claro, ya que la gente está cansada de lo tradicional, lo que importa es venderles lo mismo con empaque nuevo. Finalmente, aunque en la linda e idílica teoría, la comunicación deba velar por la genuina democracia y su pertinente aplicación, es al parecer innato al hombre, no solo el deseo de persuadir a través del aspecto y una insípida primera lectura, sino además, la incluso más innata debilidad ante una despampanante promesa por encima de pragmáticas propuestas. Sin querer tomar ninguna específica posición, concluimos en que las pasadas elecciones no variaron demasiado a las pasadas y a las que les precedieron. Es cierto que en una primera instancia ese “Vamos en barra” haya calado de forma visceral en el electorado. Es cierto que la interacción directa con la gente, la buena utilización de plataformas virtuales y el repartir volantes largas jornadas influyeron en la victoria. Pero es más cierto que detrás de todo ello, tras ese minimalismo y tintes artesanales, había muchos intereses y maquinaria tan inmensa como la uribista, santista, fajardista, liberalista, y tantas otras corrientes. La victoria la determinó, aunque el mismo Federico no tomara rienda directa, el nocivo ruido de la propaganda negra, el der-
roche descomunal de publicidad y el masivo traslado a última hora de simpatizantes de otras campañas. El medio es sin duda una circense plaza donde más que la idea, importa la imagen. En conclusión éste candidato se fue por tendencias y colores llamativos, atrajo al público joven con buenas propuestas y campañas bien pensadas pero nadie se atrevió a pensar si todo eso que prometió y propuso será cumplido, al fin y al cabo es un político más. Por eso, usted, persona que está leyendo esto, no se deje llevar por campañas bien hechas y analice que tan viables es lo que proponen, política es política y la corrupción no dejará de existir. Vale aclarar que este trabajo no es contra del Alcalde Federico Gutierrez, simplemente es un claro ejemplo de la influencia en las masas.
Conciencias Valent ina Arnedo
Andrés Rest repo
Sebast ián Jiménez