1:30pm
Y aquí estamos de nuevo, presentándoles otro ejercicio fotográfico, donde esta vez nos enfocamos nuevamente en una hora especifica. La publicación anterior (3:00 AM) fue en una hora donde el silencio predominaba, la cual se contradice con las 1:30 pm en que las actividades diarias se encuentran en pleno
desarrollo o incluso para algunos, el inicio del día. A continuación, presentamos el contexto en el que nos encontrábamos al momento que nuestras alarmas sonaron, avisándonos que era hora de fotografiar.
andrea herrera Despertar un lunes y no poder levantarse del frío, sentirse enferma después de un mini-gran temporal. Acudir al médico y salir con un papel de licencia. Entonces pasar unos días en cama para apalear los cambios de temperatura y no
exponerse a ellos, aconseja el médico. Son indudablemente mañanas, tardes y noches en pijama.
Carolina Panozo Nuestro reloj biológico nos incita a caminar más rápido para llegar a casa y alimentarnos, sin embargo ya sea por distancia, tiempo o cualquier otro motivo, no todos contamos con una mesa servida en nuestros hogares. Lo que nos lleva a consumir la variedad de menús que los diversos
locales, aquellos que dejan de lado la estética y formalidades de los servicios a la carta, ofreciéndonos coloridos sabores y platos para saciar el hambre de paso.
alejandra grandon De visita en una casa en medio del centro, recorro la azotea naturalmente encontrando motivos citadinos de poca quietud. Hacia dentro de la manzana aparece el patio de una casa antigua e imponente, ambos intactos por el
progreso, pero que hacia alrededor dejan ver atisbos de este. Me conmuevo con el silencio y belleza que guarda este lugar en medio del ruido y le tomo una fotografĂa.
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cesar guzman Llegaba recién a una casa, con la peor combinación de hambre y sueño...me relajo en el sillón y siento el poder del cansancio haciendo efecto en mi, ese cansancio que te hace ver personas de otro planeta...planeta... me llaman a almorzar...
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sebastian rivas Hace un rato me habló un cura, luego estuve con un grupo de bailarines japoneses en un show de talentos, y al fin me encuentro en los bosques canadienses, pero esta vez, el tema es la protección de los osos pardo en contra de los cazadores furtivos. Nos adentramos entre las pequeñas familias de estos animales, para colocarles collares rastreadores con colores llamativos y así distinguirlos de lejos.
Avisando a la comunidad por medio de carteles en los troncos y cercas, advertimos que estos animalitos marcados están contabilizados y protegidos… Creo que ya es hora de levantarme.
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