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5 uN CINE, MuChOS CINES

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Un cine, MuChOS CINES

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Cuando empezamos a estudiar cine, a comienzos de 1975, lo primero que nos enseñaron fue que esta “industria” o este “arte” tenía tres patas: producción, distribución y exhibición. En todo el tiempo transcurrido el mundo ha cambiado mucho pero no tanto en este esquema de contar historias.

Ahora son las Plataformas las que producen sus propios “contenidos”, ya no es cine o televisión o series, aunque los formatos poco han cambiado. Seguimos haciendo documentales, ficción, animación, arte y géneros más mundanos, esos que atraen la atención de los usuarios de nuevas redes del entretenimiento.

Tanto es así que hasta Uruguay ingenió una nueva modalidad de fomento del “audiovisual”, creando un fondo para que las Plataformas vengan a generar sus contenidos en nuestro país, produciendo así fuentes de trabajo y ganancias interesantes por el retorno de esa inversión. Los fondos PUA revolucionaron la producción local y provocaron algunos cambios en los esquemas del audiovisual con series de Netflix, Amazon y otras que realmente vinieron a filmar aquí.

Recuerdo los encuentros que tratamos de organizar hace unos años para la “formación de públicos”, dónde lógicamente no participaron los representantes de la televisión uruguaya, viendo cómo hacíamos para que el cine uruguayo o la producción audiovisual (nunca llegamos a hablar de industria) tuviera un público importante. La idea siempre fue que todo ese público que tiene Hollywood, en nuestro país y no sólo, también viera cine uruguayo.

De todas maneras tenemos una producción independiente, en todo el mundo, que sustenta esa otra producción “comercial”, la que alimenta la famosa industria del entretenimiento, cuyas cifras de dinero no entrarían en esta modesta crónica. La prueba está en que nuestra convocatoria tuvo una respuesta de 639 documentales de unos 40 países, una cifra que se viene repitiendo, con y sin pandemia.

Por otro lado tenemos una cantidad de salas, en todo el país, que buscan cine para programar y les resulta difícil conseguir esas películas. No hay un esquema que esté funcionando y deben caer en recetas comerciales, no siempre las más indicadas. Son salas grandes o pequeñas, dentro de centros culturales o los viejos cines que resisten el paso del tiempo, todos los que pudimos contactar, desde nuestro muy reducido equipo de Atlantidoc, nos abrieron sus puertas de inmediato.

Y no es casual que tengamos nuestra sala principal en los cines Alfabeta, más allá de la amistad que tenemos desde los tiempos en que estábamos en Cinemateca, la articulación con salas de calidad, con un público afín a conocer lo que hoy se está produciendo en todas partes, con una visión amplia y que tiene en cuenta al espectador, resulta la más beneficiosa para todos.

Ojalá que el 2023 nos encuentre con mejores recursos para cumplir con nuestras tareas, esas de cuidar la producción, la difusión de nuestros contenidos y un público que nos está esperando en cada rincón del país. Somos muchas voluntades, sólo hay que juntarlas.

¡¡Feliz 16 Atlantidoc!!

Ricardo Casas Director del ATLANTIDOC

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