Músico y arreglista
trompetista
Los secretos de la música le fueron revelados a Francisco Jiménez Hernández, desde muy pequeño, a partir de aquel otoño del 42 cuando su padre don Agustín decidió comprarle una trompeta y enseñarle sus primeras notas. Paquito apenas cumplía ocho años, provenía de una familia armónica en la que el abuelo tocaba el corno francés, su padre la trompeta y su mamá era cantante; los dos primeros eran parte de la Banda Municipal de Tampico — él lo sería después—, aquella que fue fundada un 22 noviembre del año de 1894¹ .
“Ahora te voy a mostrar cuales son estas notas”, le diría don Agustín Jiménez Rivas, al ponerlo a ensayar en casa una y otra vez; Paquito —el mosquito², como le decían—, supo entonces, que aquello era lo suyo, lo que le gustaba hacer por lo que no ponía objeción alguna en acompañar a su papá por delante, todas las mañanas a los ensayos de la banda; por el contrario, disfrutaba como nadie de aquella experiencia. Su madre Francisca Hernández Arévalo, era cantante y también fue pieza fundamental en su formación.
Francisco Jiménez, había nacido un 5 de octubre de 1934, apenas a un año de ponerse en funcionamiento el Palacio Municipal de Tampico, en septiembre de 1933; aquel que soportara los embates del ciclón de aquel año y que tiempo después alojara a la banda municipal.
“Él inicia su instrucción musical en casa, bajo la estricta dirección de Agustín Jiménez, mi abuelo; él es quien se encarga de enseñarle primeramente el solfeo y, después de que ya estaba más o menos manejado el solfeo, mi padre empieza con la práctica de la trompeta; es básicamente donde se enfoca, aunque mi padre tocaba otros instrumentos”, nos comparte Gerardo Jiménez, uno de los hijos del primer matrimonio del conocido músico tampiqueño.
Aunque su instrucción fue en casa —nos revela Gerardo—, su abuelo era muy estricto no sólo con su padre, si no con otros dos de sus tíos, que también habían tomado la decisión de aprender música; Epifanio uno de los mayores en el trombón y Genaro Jiménez, el menor, en el saxofón.
El pequeño Paco de 14 años tomaba su trompeta y se ponía a practicar todos los días con la Virgen de la Macarena, entre otras melodías nada sencillas, atrás de donde ensayaba la banda y en una de estas ocasiones Samuel Pegueros, entonces director de la Banda Municipal, lo escuchó.
“De inicio pensó que el maestro Pegueros le habló para llamarle la atención, lo que lo puso nervioso; pero no fue así, al contrario, le dijo: ¡Mosquito, no me diga que usted toca! —y a continuación le pidió tocar tal y cual melodía, y una vez que lo escuchó, lo apoyó—, desde ahora lo voy a dar de alta como parte de la banda³, porque
Esta noticia le dio mucho gusto a su madre pues a esa edad su pequeño hijo ya iba a ganar ya que vivían en una condición económica precaria con siete hijos, tres mujeres: María, Tila y Malena; y cuatro varones: Nicolás, Epifanio, él y Genaro, el benjamín. Todos sus hermanos estuvieron influidos por la música e incluso en la actualidad Malena, una de sus hermanas, formó parte de la Orquesta Sinfónica de la UAT para luego pasar a la de Aguascalientes, donde su hija actualmente es concertino.
Estudió la primaria en la Escuela Primaria “Manuel Ignacio Altamirano”; la Secundaria Instituto Cultural Cervantes de Tampico y la Preparatoria Abierta en la Ciudad de México. Sus primeras lecciones musicales las recibió, además de sus padres, en la Academia Municipal de Tampico y después con los maestros Guadalupe Saldívar y José Lacarriere. Viajó a la Ciudad de México para ingresar a la Escuela Libre de Música, tomando clases particulares con el maestro Venus Rey, Chico O’farrill, Cuco Valtierra entre otros.
Uno de sus grandes aciertos fue el tomar clases en Berklee College of Music una universidad de música privada de Boston, Massachusetts, por correspondencia, donde amplió sus conocimientos musicales.
Fundó la Escuela Libre de Música “Profesor Paco Jiménez”, teniendo a alumnos como Víctor García (La Academia).
Dirigió la orquesta de Pedro Beltrán Ruiz, tocó para Pérez Prado, Luis Alcaraz y Mario Ruiz Armengol; con este gran pianista y compositor mexicano realizó arreglos y trabajó en importantes obras de teatro como “El fantasma de la ópera”, “Mame”,
“Cantando bajo la lluvia” y “Mi bella dama”, entre otras producciones. Participó con la Banda Sinfónica de la Secretaría de Marina en 1978, para ir a un Concurso Mundial de Bandas Militares en Sarajevo, Yugoslavia, obteniendo el primer lugar. Fue arreglista de la Orquesta Tampico y fundó su propia orquesta, que el público bautizó como La Tremenda de Paco Jiménez; fue trompetista de la Orquesta Sinfónica de la UAT y fundador de la Facultad de Música y Artes de la misma institución, además de llegar a ser primera trompeta de la Orquesta Sinfónica de Puebla.
A sus ochenta y ocho años, don Paco Jiménez llevaba su cuaderno pautado a todos lados y con gran interés se sentaba al piano, produciendo jingles de su inspiración, hasta su partida el pasado 7 enero de 2023.
Este es un humilde tributo a su larga carrera dentro de la música en el puerto.
Agradecemos las fotografías e información a la familia, en especial a su esposa Ramona Ledesma de Jiménez, a su hija Patricia Jiménez y a su hijo Gerardo Jiménez.
¹. Aunque se sabe, por una parte y según queda establecido en el Álbum Centenario de Tampico (1823- 1923) que Porfirio Díaz, pide a Lino Rivas (amigo personal) maestro Oaxaqueño la conformación de la banda municipal, allá por el año de 1894. Existe otra fecha 1899, que refieren documentos oficiales. Josué Iván Picazo Baños, Encargado del despacho de la Crónica Municipal.
Gaceta/ Puente Cultural, Edición 0010 / año 1/ Tampico, Tamaulipas/ noviembre de 2022/ 128 Aniversario de la Banda Municipal.
². A don Agustín Jiménez Rivas le decían “El mosco”, por lo que, de cariño, al pequeño Paco Jiménez, le llamaban “El mosquito”.
³. En Tampico ingresó a la Banda Municipal a la edad de 14 años, un 15 de junio el año de 1948.