Libros Una mirada sobre América Latina lejos del prestigio social del pesimismo Daniel Rodríguez Suárez* Universidad Autónoma de Madrid MARTINEZ LILLO, Pedro A.- ESTEFANÍA, Joaquín (Coords): América Latina: un nuevo contrato social, Madrid, Marcial Pons, 2016, 346 págs.
Esta obra coral, dirigida por Pedro Martínez Lillo y Joaquín Estefanía, directores de la Cátedra de Estudios Iberoamericanos Jesús de Polanco de la Universidad Autónoma de Madrid, aborda un análisis minucioso de lo acontecido en América Latina en las últimas décadas y de sus posibles consecuencias y proyecciones en el futuro inmediato. En la presentación del libro, que lleva la firma de estos dos conocidos analistas de la cotidianidad americana y de su historia más reciente, Martínez Lillo y Estefanía, haciendo de la síntesis expositiva un logro, establecen, en pocas líneas, las coordenadas para guiarnos a través de la obra y nos sitúan ante el que consideran el objetivo prioritario para los próximos años en América Latina: la proyección de un nuevo contrato social que consolide los logros habidos en la primera década del presente siglo y que deseche los dogmas bajo los que se rigió la última década del siglo pasado. Pocos estudiosos del ámbito americano consiguen en tan corto espacio dotarnos de las herramientas heurísticas necesarias para afrontar la lectura de una obra tan completa y a la vez tan ambiciosa sobre la América Latina de los últimos cuarenta años. Por lo demás, este trabajo nos coloca ante la mejor tradición, pues converge con lo más celebrado sobre la reflexión y análisis de América Latina de un periodo
*Programa de Doctorado en Historia Contemporánea, Universidad Autónoma de Madrid.
reciente, pero, al mismo tiempo, se separa de ella sin contradicción aparente, pues esquiva lo que han sido vicios recurrentes, casi endémicos, en los estudios que sobre esta área cultural y geográfica se han realizado. Entre ellos, el contumaz pesimismo, reacio al ostracismo y dispuesto a dejar su impronta en la mayoría de las obras que abordan la realidad latinoamericana. En el análisis sobre América Latina, el pesimismo, la visión desencantada de lo habido y lo vivido, ha sido casi una constante. Una visión desesperanzada que la obra de Martínez Lillo y Estefanía ha conseguido sortear. Aquí reside uno de sus mayores logros. Así pues, tomando en consideración esta doble vertiente de continuismo y ruptura, ambos autores, a través de la presentación de la obra y de los artículos que llevan su firma, nos colocan ante lo mejor de la tradición de los estudios latinoamericanos, pues muchas de sus reflexiones nos evocan lo apuntado en el pasado por Carlos Fuentes, Octavio Paz o Enrique Dussel entre otros. Y lo hacen porque son capaces, como otros lo hicieron antes, de establecer una adecuada relación entre la teoría y la realidad al desprenderse de colonialismos ideológicos. El sujeto real, el latinoamericano, se coloca en el centro del debate frente al sujeto político, aquel del que nos habla la teoría y que con renuente insistencia tiende a encarcelar al verdadero objeto de reflexión, al protagonista del cambio y la trasformación, que no es otro que el latinoamericano y el espacio en el que habita. En los estudios sobre América Latina, con harta frecuencia, se tienden a desechar todos aquellos aspectos de la realidad que no se ajustan al modelo, la realidad se fuerza para que encaje en la teoría económica, social, jurídica o política al uso. Sin embargo, en esta obra, cuando hay contradicción entre el modelo y la realidad, se apuesta por penalizar al modelo y conceder protagonismo a la realidad, algo que supone un anclaje sólido al locus humano y físico objeto de análisis y que denota, a la vez, la honestidad de este estudio y la verdad que porta. Ahora bien, a pesar de esta continuidad con lo mejor de la historia que ha presidido la reflexión sobre el ámbito iberoamericano, esta obra se separa también de la tradición, pues no hace de la desilusión y el pesimismo materia de escrutinio permanente. De Bolívar a Carlos Fuentes esta fue una senda
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largamente transitada; la laceración en carne propia, de la que han hecho los iberoamericanos en los estudios sobre su presente, sobre su historia y sobre su porvenir todo un arte, es arrinconada en la obra tutelada por Martínez Lillo y Estefanía al espacio que le corresponde y le es propio: el de las debilidades del desarrollo latinoamericano y el de las deficiencias que demandan solución. Se rompe así con la tradición, pues se huye de la utopía que conduce al desencanto y se desecha el acostumbrado canto a la construcción poética de frustraciones atávicas. Y es que, muy al contrario, en los trabajos de estos dos autores, y en los del resto de especialistas y académicos que les acompañan en este libro, se apuesta por un estudio diacrónico, detallado y apegado al terreno del discurso y al obrar propio de América Latina, como muestra con rotundidad el trabajo de Martínez Lillo y Pablo Rubio para esta obra. Se apuesta por un estudio contextualizado, minucioso y crítico con lo que ha acontecido en los últimos años, pero también propositivo con lo que ha de proyectarse para los venideros. Algo que se expone con meridiana claridad en el trabajo realizado para este estudio por la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan. Ningún aspecto seminal de la realidad latinoamericana parece quedar desasistido en este libro. Las singularidades y particularidades nacionales; el mal llamado problema cubano; las organizaciones regionales, su devenir y su génesis; las materias primas, el auge y caída de sus exportaciones; la entropía social y económica; los atributos de la verdadera ciudadanía, su compromiso con la democracia y los condicionantes del progreso, apuntando a sus aspectos inmanentes, propios de la historia latinoamericana y a aquellos otros contingentes, sujetos a lo que se realice en los próximos años; todos estos temas están presentes en la obra y son tratados con solvencia. Y aquí, reputados especialistas de estos ámbitos de estudio, como Mariana S. Leone, Fernando Gualdoni, Alfonso Zaldívar y el propio Joaquín Estefanía, colocan negro sobre blanco un análisis detallado de las heridas que han quedado por suturar en los últimos años, un estudio sobre la génesis de la realidad presente y un ejercicio asertivo en el que se proponen recetas y posibles soluciones para el porvenir y explicaciones sobre todo lo acontecido. Todos estos aspectos, recurrentes en muchos de los estudios que han sido en el pensar y proponer sobre el ámbito latinoamericano, son tratados en este libro desde una estética que deviene ética, pues el compromiso con el análisis del presente y del pasado no esquiva los aspectos jurídicos de las reparaciones debidas que han de acompañar y han acompañado a los desmanes habidos y a algunos desafueros cometidos en el pasado más reciente. Siguiendo el
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aforismo que asevera que detrás de toda estética se esconde una antigua ética, la estética que acompaña a toda esta obra se inclina hacia un compromiso ético evidente, explícito y presente en todos los trabajos y especialmente en aquellos que abordan los derechos humanos, el Principio de Jurisdicción Universal y la criminalidad económica internacional. Unas reflexiones que han contado con la factura de Pilar Bernald Esteban y Mónica Sánchez Girao, alumnas del Máster en gobernanza y derechos humanos de la UAM, y de la catedrática de Derecho penal Silvina Bacigalupo. Este libro, pertrechado de un anexo documental bien definido, se separa pues del prestigio social del pesimismo, tal y como señalan Martínez Lillo y Estefanía, y acomete un análisis que, partiendo del presente, interpreta el pasado y se proyecta hacia el futuro a través del rescate de todo lo valioso que ha habido en los últimos años. Huye de cualquier dogmatismo; rechaza explicaciones que remitan a una sola causa para adentrarse en la complejidad; desecha las explicaciones deterministas o teleológicas en el desarrollo histórico más reciente del espacio latinoamericano; presenta un desacostumbrado equilibrio entre el análisis cualitativo y cuantitativo y esquiva, de forma inteligente, los debates estériles entre la responsabilidad del poder político y el contexto infraestructural, social y económico en el que ha tenido que desarrollarse la reciente historia de América Latina. Así pues, ni la superestructura se queda en el altillo del olvido, dándole al discurso político y la acción gubernamental, jurídica y cultural la importancia que merece en la construcción de la realidad y responsabilizándola por ello, ni la infraestructura presenta la imposibilidad de ser influida por el aparato ideológico cultural, desechando así las groseras visiones que se apuntalan desde un prisma estrictamente materialista. Mandatarios y responsables políticos, en la lucha por la hegemonía, y factores puramente infraestructurales, entendidos desde la óptica marxista, comparten protagonismo en la construcción de una realidad que es entendida desde la lógica del proceso y que es observada sin dramatismos ni hipotecas. Por todo ello, la obra que aquí se reseña constituye una garantía para el lector que desee captar de forma general la complejidad, la génesis y los retos del desarrollo de América Latina. Un área geográfica y cultural presente en nuestra cotidianidad y de la que resulta, por tanto, perentorio contar con elementos de evaluación solventes como los que se exponen en este libro coordinado y organizado por el profesor Martínez Lillo y el periodista y economista Joaquín Estefanía.