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MARÍA EUGENIA ESTENSSORO «URUGUAY ES UN EXPERIMENTO EXITOSO»
La periodista y exsenadora argentina, María Eugenia Estenssoro, es la coautora -junto a su colega Silvia Naishtat- del libro Laboratorio Uruguay, una investigación periodística sobre la realidad uruguaya, la fortaleza de su democracia, el avanza de su ciencia y tecnología, y su potencial para convertirse en el primer país desarrollado de la región.
en 2017, las periodistas María Eugenia Estenssoro y Silvia Naishtat, ambas de extensa carrera en la vecina orilla, publicaban el libro Argentina innovadora, un llamado para que el país donde residen -aunque Estenssoro divide su tiempo entre Buenos Aires y La Paloma- diera un salto en su desarrollo.
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«Escribimos Argentina innovadora porque entendíamos que teníamos dos cosas importantes para que el país diera ese salto: un sector de emprendedores tecnológicos de muy alto nivel, que sobresalen en la región y el mundo; y un sistema científico de larga tradición», explicó Estenssoro en diálogo con The Select Experience
«Podíamos cambiar nuestro paradigma productivo».
Unos años después, la pandemia cambió ese contexto dramáticamente. Mientras Argentina vivía el encierro como medida de combate al Covid-19, Estenssoro y Naishtat veían que Uruguay atravesaba el flagelo de manera muy diferente.
Mientras Argentina demoraba la fabricación de los kits de testeo, en Uruguay «todo el mundo se estaba testeando». «Llamé a Gonzalo Moratorio para entrevistarlo y él me contó que se anticiparon al arribo del Covid-19, desarrollaron el test y, cuando fue a asumir Lacalle Pou, fueron contactados por el ministro de Salud entrante, Daniel Salinas, quien todavía no había asumido, buscando informarse y anotar recomendaciones», comentó Estenssoro. «Moratorio no lo conocía; es de un partido diferente y recibió muchas críticas de sus colegas por reunirse con Salinas, pero trabajaron perfectamente juntos. En este contexto se hizo el llamado para fabricar los tests. El ámbito científico, el político y el privado trabajaron todos juntos, sin mirar sectores o ideologías, las cosas que en mi país dividen».
El nuevo paradigma productivo
A partir de ese primer contacto, Estenssoro y Naishtat se adentraron en el presente uruguayo, encontrando un alto nivel científico y de emprendedores tecnológicos como para realizar una versión uruguaya de su libro pasado. Pero cuanto más ahondaron en su investigación, más grande se volvió el foco del libro.
¿Cuándo cambió el libro de un posible Uruguay innova a Laboratorio Uruguay? Una de las primeras personas que entrevisté fue Carlos Batthyány, director del Instituto Pasteur. Él me contó que estaban creando un fondo de inversión de capital de riesgo, público y privado, para convertir los hallazgos científicos en startups, [el Lab+ Venture Builder, lanzado junto a Ficus Capital]. Esta idea de mezclar la ciencia con la innovación tecnológica y los negocios era novedosa para el Pasteur y en Francia dudaban en que fuese a funcionar en América Latina. La respuesta de Batthyány fue: «Mi país tiene una democracia que califica como más estable y de mejor calidad que la francesa». Ahí se nos abrieron los ojos de que en Uruguay hay algo más que innovación; este es un experimento exitoso de democracia, de estabilidad macroeconómica, que veremos si puede dar un salto de su matriz productiva y convertirse, como lo hicieron Israel, Irlanda o Corea del Sur, en un país desarrollado.
Esos países son clave en su hipótesis. ¿Qué los hace un buen ejemplo para nuestros territorios? Es que son países que hace 30 o 40 años eran más pobres que Uruguay y Argentina, en algunos casos con menos recursos y en otros con menos talento, pero que siguieron el camino de la tecnología, aumentando su PIB y su riqueza rápidamente hasta ser países desarrollados. ¿Por qué en América Latina no hay ningún país desarrollado? No tenemos ningún impedimento.
¿Cuál es el cambio que nos debemos? Abrazar el paradigma de la economía del conocimiento; poner a la ciencia y la tecnología como la gran materia prima del desarrollo. Ese es el paradigma del siglo XXI, pero nuestros países no se han dado por enterados. Es un sector que nos resulta interesante, pero no es lo principal. Seguimos exportando materias primas, que tienen innovación en su proceso, pero que no tienen el valor agregado que tienen otros sectores. En los últimos 30 o 40 años ha habido un cambio enorme en el mundo; países subdesarrollados abrazaron el nuevo paradigma productivo, pero nosotros seguimos viendo alegremente cómo vamos.
¿Qué hace a Uruguay un candidato ideal en la región para realizar este salto? Uruguay es una democracia exitosa que va a cumplir cuarenta años. Una economía que crece hace 17 años seguidos a un 3,5%, y tienen un sistema científico y emprendedor con el que podrían, si toman esa estrategia en serio, convertirse en un país desarrollado. Esa fue nuestra hipótesis de trabajo.
La solidez de la democracia
Uno de los riesgos que enfrenta un libro como Laboratorio Uruguay es que se le atribuyan fines políticos, que sea un ataque oportunista hacia las cúpulas argentinas. Y si bien la comparación entre ambos países es inevitable -el libro siempre tiene presente el contexto regional-, la obra es de base una investigación: «Es un libro periodístico, con muchas entrevistas, que nos ha permitido entender el pasado y el presente de Uruguay en términos políticos, el porqué son un país tan razonable dentro de nuestro continente», afirmó su autora.
«El libro está escrito a dos orillas, para dos públicos», explicó Estenssoro. «Queríamos que fuera interesante para los argentinos que, pese a venir acá desde siempre, desconocen muchas cosas; pero también ha sido una sorpresa para los propios uruguayos, para empezar a mirarse de otra manera».