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BICHERO LA DOCUSERIE URUGUAYA QUE HACE HISTORIA

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El contenido audiovisual para personas con trastorno del espectro autista, Bichero, se estrenó en abril de 2023 en la pantalla de NatGeo. La docuserie uruguaya, producida por Fusión, está conducida por Antonio Ripoll, egresado de guardaparques y diagnosticado con Asperger desde los cuatro años.

afines de 2019, Antonio Ripoll decidió compartir su historia. Diagnosticado con Asperger desde los cuatro años, Antonio sintió que ese momento, a sus 20 años de edad y con dos títulos bajo el brazo -el de Guardaparques y el de técnico en Conservación de los Recursos Naturales, obtenidos en la UTU de Arrayanes-, podía, por esa ocasión, correr el foco de la fauna autóctona, protagonista hasta allí de todas sus publicaciones, hacia sí mismo.

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«Fue un video que edité para mi página de fotografía, en la cual, por primera vez, me atreví a abrirme y compartir mi historia», recordó en diálogo con The Select Experience. Sus redes, con la firma UrugWild, tenían un pequeño, pero fiel grupo de seguidores, por los que Antonio tiene un aprecio especial. Fue a ellos a quien dedicó ese video. Sin embargo, el alcance fue mucho mayor.

El video llevó a una nota en El Observador, firmada por Stephanie Galliazzi y publicada en febrero de 2020, la que le brindó aún mayor exposición y, lo más importante, atrajo la atención del director y productor Pablo Banchero.

«En esa nota Antonio contaba su historia y decía que los animales le habían salvado la vida, luego de una infancia víctima de bullying y donde no conectaba con el resto de los niños», comentó Banchero. «Leí que su sueño era ser conductor de documentales de fauna, que era lo que había visto desde chico y de lo que se había enamorado. Le compartí el artículo a mi socio, Nicolás Kronfeld, para ver si podíamos cumplirle el sueño».

Motivados por la historia de vida de Antonio, Banchero y Kronfeld se informaron sobre los trastornos del espectro autista (TEA).

«Consultamos con especialistas y nos dijeron que si hacíamos una serie como siempre, muchas de las personas dentro del espectro no iban a poder verla sin sufrir algún tipo de inconveniente», explicó el director. «Así comenzó un proceso de investigación de dos años para poder filmar la serie, no solo con Antonio como protagonista, sino para que fuese apta para la mayor cantidad de personas dentro del espectro».

Un manual para el contenido TEA

El primer paso de Banchero y Kronfeld fue fundar la productora Fusión. Desde el primer día, Fusión entendió que la tarea de generar un contenido inclusivo requería una remodelación de los métodos de producción a los que estaban acostumbrados. Para esto se embarcaron en la inédita tarea de generar una guía orientativa para el contenido audiovisual inclusivo enfocado en las personas con TEA. Con este fin crearon un equipo multidisciplinario integrado por la licenciada en Psicomotricidad y maestra Sofía Morel; la psicopedagoga Lucía Acle; la fonoaudióloga Inés Podestá; el psicólogo Esteban Sosa y la psicomotricista Alexis Olesker. También participaron la psiquiatra infantil Cecilia Amigo, y la psicóloga y fonoaudióloga Victoria Bonino. «Terminamos desarrollando una guía orientativa que se puede dividir en dos aspectos: los técnicos y los artísticos», explicó Banchero.

Los aspectos técnicos refieren a elementos como la edición, la iluminación o el vestuario, y se enfocan, entre otras cosas, en la cantidad de estímulos que pueden aparecer en pantalla al mismo tiempo.

«A Antonio nunca lo vas a ver con una remera con una imagen estridente, porque a veces la atención de las personas dentro del espectro puede ir hacia esa imagen y no a lo que él está diciendo», ejemplificó el director.

Dentro de los aspectos artísticos, el guión es clave: «La línea de tiempo no se rompe», subrayó Banchero, en otro ejemplo. «Nunca va para adelante y para atrás». También se cuidó el uso del lenguaje de Antonio como conductor, limitando las metáforas e ironías, y asegurándose que los estímulos visuales y auditivos estuvieran en concordancia.

Para Antonio, ávido consumidor de documentales tradicionales, las metáforas no presentaban un desafío, por el contrario, eliminarlas de su narración fue un trabajo que debió realizar junto al equipo.

«Yo venía casi demasiado preparado para narrar; era a lo que jugaba de niño, cuando me duchaba o lavaba los platos, en lugar de cantar, lo que hacía era imaginarme escenarios silvestres y narrarlos en voz alta», señaló Ripoll. «Lo practicaba de manera autodidacta, casi que a diario, mirando algunas de las mejores series y films documentales que se hayan hecho hasta el momento».

«Poco sorprendente debería ser el hecho de que durante el rodaje de Bichero me tuve que suprimir, con ayuda de mis hermanos, de Inés [Podestá] y Sofía [Morel], que viajaban junto a nosotros, y de Nicolás y Pablo», apuntó.

La mayoría de los espectadores no detectarán diferencias con otras docuseries: «Son recursos que utilizamos en el mundo audiovisual que aquí están adaptados; el televidente no ve nada distinto en el capítulo, más allá de los pictogramas, unos pequeños dibujos que aparecen en el rincón inferior derecho del cuadro y que apoyan, en ciertos momentos, lo que se está diciendo», detalló Banchero.

La guía resultó clave para orientar al equipo de producción, que cuenta con Lucila Bortagaray y Agustín Villarreal, a quienes se sumó el biólogo y realizador audiovisual Guillermo Kloetzer.

«Guillermo es el único del equipo que contaba con antecedentes de rodaje de fauna», comentó Ripoll con admiración. «Es un temerario que se compromete a conseguir tomas jugosas. En uno de los episodios estaba colgando fuera de la embarcación con dos personas sosteniéndolo para que no se cayera. Está despegado».

La primera parte del sueño

El capítulo piloto se filmó en 2021 y, producto del aprendizaje y la adaptación a la guía, tuvo múltiples revisiones antes de salir al mercado a buscar una potencial ventana. En agosto de 2022 se cerró un acuerdo con Disney, propietaria de NatGeo. «Ellos estaban buscando algún material que hablara de inclusión y esto cuadró justo», señaló Banchero. «Cerramos el acuerdo en agosto y queríamos estrenar el 2 de abril de 2023, el Día Mundial de Concientización sobre el Autismo».

Pese a contar con tan poco tiempo de producción, que solo permitió un promedio de tres días de rodaje por locación, el equipo logró generar la primera temporada de Bichero con episodios grabados en Argentina, Costa Rica y Uruguay.

La primera temporada abrió con un episodio dedicado a las tortugas marinas, filmado en Costa Rica, y constó, en total, de ocho entregas, más dos capítulos especiales: uno dedicado a Antonio y otro a la producción especial del contenido.

La recepción ha sido fantástica. «El impacto ha sido enorme», compartió Banchero. «No tenemos acceso a cifras de audiencia, pero la devolución orgánica es impresionante. Tanto en las redes de Antonio como en las de la serie».

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