NÚMERO 529 - AÑO XIII
WWW.ACROPOLISVERACRUZ.COM
Sabina
LUNES 6 DE FEBRERO 2017
2
LU NES 6 FEBR ER O DE 2 0 1 7
PERIODISMO CON ÉTICA
Cultura
Paseo por la vida de
Joaquin
Sabina Agencias
J
director general Dr. Carlos García Méndez / director editorial Mtro. Oscar García Soberano jefe de información/redacción Nallely Martínez Reyes / diseño y formación Ricardo Abraham Trejo Hernández parte de redacción Briseida Montes, Joanna Nava, Lina Rodríguez, Ana Paula, Zeus Fabre corrección de estilo Ulises Monfil / reportera Berenice Arellano / colaboradores Naldy Rodríguez, Hilario Barcelata Chávez, Miguel A. Elorza-Vásquez, Hugo Jair Ortiz Landa, José Francisco Báez Corona
•FACEBOOK/ACRÓPOLIS•VERACRUZ•TWITTER/@SEMACRÓPOLIS •CANAL YOUTUBE/ACRÓPOLIS VERACRUZ•
consejo editorial
directorio
oaquín Sabina celebrará el 12 de febrero 68 años de vida. Joaquín Ramón Martínez Sabina nació en 1949 en Úbeda, España; donde estudió con las monjas Carmelitas y los sacerdotes Salesianos, en una época en la que escribía versos y leía a Fray Luis de León, Jorge Manrique y José Hierro mezclados con Proust, Joyce y Marcusse. Con un grupo de adolescentes que imitaban a Elvis, Chuck Berry y Little Richard, el joven Joaquín formó su primera banda llamada Merry Youngs. Más tarde, se graduó de la Universidad de Granada en Filología Románica y colaboró en la revista “Poesía 70”. Pronto sus inclinaciones políticas lo pusieron en aprietos cuando, tras poner una bomba molotov en la sucursal de un banco, huyó a Londres, Inglaterra, e inició su andadura de exiliado político, bajo el nombre de Mariano Zugasti. En este país comenzó a escribir sus primeras canciones, colaboró con el Club Antonio Machado, uno de los centros frecuentados por emigrantes y exiliados, y montó polémicas obras teatrales como “La excepción de la regla”, de Bertol Brecht y “El cepillo de dientes”, de Jorge Díaz. presidente Carlos García Méndez/ vicepresidente Estela García Herrera/ vocal Isabel Soberano de la Cruz/ director fundador Carlos García Herrera/ contralor Erik García Herrera
Correo electrónico/ semacropolis@gmail.com Página web/ www.acropolismultimedios.com TODAS LAS OPINIONES SON RESPONSABILIDAD DE QUIENES FIRMAN LOS ARTÍCULOS PUBLICADOS POR ESTA CASA EDITORIAL.
PERIODISMO CON ÉTICA
LUN ES 6 FEB RERO DE 2017
música danza teatro letras cine pintura En 1975 publicó el libreto de canciones “Memorias del exilio”, y comenzó a abrir conciertos para Paco Ibañez, Lluís Llach, Pi de la Serra y Elisa Serna, ante la colonia de exiliados ingleses, para más tarde producir la banda sonora de la serie “The last crusade”. Meses después editó “Inventario”, su primer LP, y en 1979 comenzó a cantar en el café “La Mandrágora”, junto a Javier Krahe y Alberto Pérez, lugar al que acudió Fernando García Tola y los invitó a su programa “Esta Noche”. Luego de trabajar varios años para la CBS, Sabina editó “Malas compañías” y “Juez y Parte”, también participó en las fiestas pro referéndum para la salida de la OTAN y estrenó “Si te he visto no me acuerdo”. Pronto consolidó su éxito con la venta de 400 mil copias de “Hotel, dulce hotel” e inició una gira por México, Argentina y Venezuela, para presentar “El hombre del traje gris”, que incluyó la banda sonora de la película “Sinatra”, de Francesc Betríu. Antes de presentar el álbum “Mentiras piadosas”, durante la Guerra del Golfo Pérsico, Sabina escribió, junto a otros artistas e intelectuales en el “Diario por la paz”; también participó en actos de protesta. En los 80´s produjo los álbumes “Física y Química”, “Sacrificio de Dama”, “Esta boca es mia” y “Yo, mi, me, contigo”, material que vendió 80 mil copias en su primera semana en el mercado, para más tarde realizar 30 conciertos en compañía de Los Rodríguez. Durante la gira “Sabina, viuda e hijos, en paños menores”, el español recuperó la tradición folk de los días de “La Mandrágora” y más tarde ganó el galardón al mejor autor pop rock en la primera edición de los Premios de la Música de España. En 1999 publicó “19 días y 500 noches”, disco del cual se vendieron más de medio millón de copias en España y que le hizo ganar cuatro de los Premios de la Música de la SGAE 2000, además del de “Ondas 2000” a la mejor canción. En 2002 aparecieron “Con buena letra”, recopilación de sus letras e ilustraciones y el disco “Dímelo en la calle”, considerado por la crítica como uno de los álbumes más importantes de ese año, y que se dio a conocer con el disco “69 punto G”. Con varios años de trayectoria a cuestas, la creatividad del cantautor le permitió editar “Diario de un Peatón”, álbum con un fondo tecno, cuya letra está basada en dos sonetos suyos, y que además incluyó “A vuelta de correo”, tema inédito, y una pista multimedia con el video de “69 punto G”. Se reeditó en 2003 “Malas Compañías”, “Ruleta Rusa” y el mítico “La Mandragora”, en el pack “Parece que fue ayer”, los primeros trabajos del músico español; después salió a la venta “Motivos de un sentimiento”, el disco del Himno del Centenario del Atlético de Madrid. El siguiente fue un año muy ocupado para el cantautor, pues participó como invitado en numerosas producciones, como “Qué grande es esto del amor!” del grupo Café Quijano, “Neruda en el corazón”, “Ciudad naufragio”, y en “…Y todo es vanidad”, homenaje a Javier Krahe, entre otras. También se estrenó como crítico en la columna semanal “Esta boca es mía”, para la revista “Interviú”, y en cine participó en la película “Isi & Disi”, dirigida por Chema de la Peña, con la canción “La Rubia de la Cuarta Fila” Ese mismo año, creó con unos socios el restaurante “La Cantina de la Mordida”, en Madrid, España, participó en el Festival Mexicano de la Palabra y editó otro material recopilatorio, “Todos hablan de ti”. Este 2017 Sabina romperá el silencio de varios años y lanzará un nuevo disco titulado “Lo niego todo”.
Hace tiempo…
Soneto de Joaquín Sabina publicado en el libro “Muy personal” Hace tiempo que no me hago caso, hace tiempo que olvido que atraso, que paso de mí. Hace tiempo que no pido nada, hace tiempo que la madrugada no da más de sí. Hace tiempo que mengua mi renta, que cuadran las cuentas de la soledad. Hace tiempo que no me hago trampas, hace tiempo que nieva, que escampa, que vuelve a nevar. Hace tiempo tiempo que el tiempo se esfuma, hace tiempo que nadie perfuma mi vieja canción. Hace tiempo que el sol tiene pecas, hace tiempo que las discotecas no tienen razón. Hace tiempo que no me acaloro, hace tiempo que el tiempo, que es oro no cura el dolor. Hace tiempo que todo es mentira, hace tiempo que el mundo no gira a mi alrededor. Hace tiempo que bajo la cuesta, que pierdo la apuesta contra el porvenir. Hace tiempo que sueño despierto, que se muere de sed un desierto delante de mí.
3
4
LU NES 6 FEBR ER O DE 2 0 1 7
PERIODISMO CON ÉTICA
Cultura
Joaquín Sabina
anuncia un nuevo disco y gira por España Agencias
J
oaquín Sabina vuelve a los escenarios con un nuevo disco. Tras siete años desde el lanzamiento de Vinagre y rosas, el cantautor presentará en marzo de 2017 Lo niego todo, su decimoctavo álbum de estudio, producido por Leiva. El primer single homónimo podrá ser escuchado a finales de enero. “Voy a juntarme con un jovenzuelo que me gusta mucho, a ver si renovamos un poco el aire”, ha dicho el jienense sobre las razones que le han llevado a trabajar con Leiva. El músico español, exintegrante de Pereza, trabajó con Sabina en Vinagre y rosas, donde le puso música a Tiramisú de limón. Leiva releva en los mandos a Pancho Varona y Antonio García de Diego, productores habituales del artista desde Física y química, según ha anunciado este martes Sony Music a través de un comunicado. El otro colaborador de Lo niego todo es Benjamín Prado, a quien Sabina conoció en los ochenta, en una época en la que el poeta era acompañante habitual de Rafael Alberti. Ambos poetas y rockeros, unieron sus fuerzas por primera vez en 1988, año en que compusieron el tema Cuando aprieta el frío, incluido en el álbum El hombre del traje gris. A partir de junio del próximo año y hasta octubre, el hijo predilecto de Andalucía visitará Madrid, Barcelona, Sevilla, Bilbao y Zaragoza, primeras ciudades de España donde hará parada para presentar sus nuevas canciones. Las entradas para los conciertos estarán disponibles a partir de este viernes 16 de diciembre en los sitios webs oficiales del intérprete. Cantautor y poeta, Sabina es una figura clave de la música española de las tres últimas décadas, en las que ha desarrollado una prolífica carrera que incluye trabajos tan memorables como 19 días y 500 noches, que alcanzó 17 discos de platino. En total ha publicado 17 álbumes de estudio, cinco en directo y tres recopilatorios, que suman unas ventas superiores a los 10 millones de discos. Ha compuesto para artistas como Ana Belén, Andrés Calamaro o Miguel Ríos, entre otros, y publicado varios libros de poemas así como algún recopilatorio de letras de sus canciones.
Acrópolis
Inventario (1978) Malas compañías (1980) La Mandrágora (1981) Ruleta Rusa (1984) Juez y Parte (1985) Joaquín Sabina y Viceversa (1986) Hombre del Traje Gris (1988) Mentiras Piadosas (1990) Física y Química (1992) Esta boca es mía (1994) Yo, mi, me, contigo (1996) Enemigos Intimos (1998) 19 días y 500 noches (1999) Nos sobran los motivos (2000) Dímelo en la calle (2002) Diario de un peatón (2003) Alivio de luto (2005) Vinagre y Rosas (2009) Lo niego todo (2017)
Discografía de Joaquín Sabina
PERIODISMO CON ÉTICA
LUN ES 6 FEB RERO DE 2017
música danza teatro letras cine pintura Las diez mejores colaboraciones de Agencias
1) Noche de Bodas- Joaquin Sabina y Chavela Vargas 2) A la sombra de un león - Joaquín Sabina y Ana Belén 3) Y sin embargo - Joaquín Sabina y Olga Román 4) La canción más hermosa del mundo Joaquín Sabina y Pablo Milanés 5) 19 días y 500 noches - Joaquín Sabina y Estopa 6) Calle melancolía - Joaquín Sabina y Serrat 7) Llueve sobre mojado - Joaquín Sabina y Fito Páez 8) Princesa - Joaquín Sabina y Alejandro Sanz 9) Todavía una canción de amor Joaquín Sabina y Calamaro 10) Azul Sabina - Joaquín Sabina y Juanes
5
Joaquín sabina
6
LU NES 6 FEBR ER O DE 2 0 1 7
PERIODISMO CON ÉTICA
Cultura
Centenario de nuestra Constitución
Agencias
E
l 5 de febrero del presente se cumplen 100 años de la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en Querétaro. En ella se encuentran plasmadas las leyes que guían la vida política de nuestra nación. Se localizan los derechos y las obligaciones que tenemos los mexicanos. Están presentes las garantías individuales y sociales que nos protegen de la injusticia y nos dan derechos y libertades que tenemos que hacer valer. En nuestra Constitución, como afirmó el patriota Morelos, están presentes los “sentimientos de la nación”. Nadie puede violarlas. Uno de los artículos más importantes y significativos de la Constitución es el relativo a la educación, del cual platicaremos hoy, estimados lectores. Para ser aprobado el artículo tercero Constitucional tuvieron que darse en el pleno del Congreso interesantes debates. Los congresistas discutieron para lograr que sus ideas en torno al tipo de mexicano que requiere la patria y el paradigma educativo que se necesita para lograrlo quedaran plasmadas en ese artículo. Estaban presentes dos visiones de la realidad sobre el tema. Una era la del proyecto enviado por Venustiano Carranza y apoyado por un sector de los diputados, muy parecida al contenido de la Constitución de 1857 y otra de vanguardia, que se inclinó por las tesis sobre laicismo, propuesta por los diputados masones liberales representados por el veracruzano Heriberto Jara y Francisco J. Mújica. El debate fue largo y fueron profundas las tesis y antítesis expuestas. Se fundamentaron en principios pedagógicos, jurídicos, políticos e históricos. Los Carrancistas deseaban que todo siguiera igual a lo estipulado en la Constitución de 1857, pero los liberales con ideas de avanzada proponían alejar al clero católico y político de la educación; peleaban porque en las escuelas se eliminaran los prejuicios religiosos; pretendían que la escuela mexicana fuera científica y liberal, que en sus aulas se combatiera la ignorancia, así como todas las formas de dependencia; y algo muy importante: que se sustituyera de una vez por todas la escuela confesional, por una educación laica, gratuita y obligatoria. Al final prevalecieron las tesis de los liberales y se impusieron en una votación histórica, por abrumadora mayoría. Para recordar esa brillante página de la historia de México, a continuación reproduzco el texto del Artículo tercero constitucional, aprobado hace cien años: “Habrá libertad de enseñanza, pero será laica la que se dé en los establecimientos oficiales de educación, lo mismo que la enseñanza elemental y superior que se impartan en los establecimientos particulares. Ninguna corporación religiosa, ministro de algún culto o personal perteneciente a alguna asociación semejante podrá establecer o dirigir escuelas de instrucción primaria ni impartir enseñanza personal en ningún colegio. Las escuelas primarias particulares sólo podrán establecerse sujetándose a la vigilancia del Gobierno. La enseñanza primaria será obligatoria para todos los mexicanos y en los establecimientos oficiales será impartida gratuitamente”. La interpretación avanzada sobre el término laicismo y sus implicaciones fue de gran trascendencia para los mexicanos. Lograron esos diputados liberales hacer realidad la libertad de enseñanza, la obligatoriedad de todo mexicano de asistir a la escuela y la gratuidad de la educación que imparta el Estado, separando al clero político-religioso de la posibilidad de impartir educación pública. Después de cien años de ese sobresaliente acontecimiento, podemos repetir con el mismo entusiasmo, lo que los Congresistas liberales y público asistente gritaron y aplaudieron jubilosos: ¡Viva la revolución! ¡Viva México! ¡La patria se ha salvado!
Centenario Macario Schettino
E
ste domingo se celebra el centenario de la Constitución. Como usted recuerda, se promulgó el 5 de febrero de 1917 para coincidir con la publicada 60 años antes, la Constitución del 57. Sin embargo, la que ahora se celebra es muy diferente de la creada por el liberalismo del siglo XIX. La Constitución de 1917 es resultado de la Revolución, de forma que tiene que incorporar los intereses de grupos que no existían 60 años antes (como los obreros) o que no tuvieron voz entonces (como los campesinos). Aunque Venustiano Carranza, presidente en 1917, no quería modificar mucho la Constitución vigente, no tuvo control del Constituyente, que fue manejado por los seguidores de Obregón. Ya antes Obregón había operado buena parte de las negociaciones políticas, que permitieron dar respaldo popular al Ejército Constitucionalista (que se llamaba así porque buscaba restaurar la Constitución del 57, que era el objetivo de Carranza). En diciembre de 1914, Obregón había logrado publicar las adiciones al Plan de Guadalupe, para obtener apoyo de los obreros, y en enero de 1915 la Ley Agraria, que buscaba lo mismo entre los campesinos. Ese mismo año se creó una ley laboral en Veracruz, controlada por los carrancistas, que acabará siendo el eje del artículo 123 de la nueva Constitución. Los obregonistas, le decía, tomaron control del Constituyente, y la presidencia de la Comisión de Constitución recayó en Francisco J. Múgica, que creo que debería ser reconocido como el gran ideólogo del régimen de la Revolución. No sólo logró producir la “primera Constitución social del siglo XX”, sino que fue mentor de Lázaro Cárdenas, que sería quien haría cumplir buena parte de esa Constitución por primera vez.
La Constitución de 1917 es antiliberal. Múgica era un marxista convencido (había sido seminarista, así que se le daban las religiones), y estaba decidido a acabar con la influencia de la Iglesia, así como a darle poder a obreros y campesinos. El artículo 3, el de la educación, lo gana él casi solo; el artículo del trabajo, que era el 5 en la Constitución del 57, fue retirado para ser redactado aparte, y regresó muy tarde, de forma que adquirió su nuevo número: 123. El artículo referente a la propiedad de la tierra acaba siendo una mescolanza de las tradiciones medievales y colectivistas, como la propiedad de la tierra (que corresponde original y originariamente a la nación) o formas como el ejido, herencia de los pueblos españoles, que tenían tierras comunes a la salida, y por eso su nombre (exitus). Pasamos de una Constitución liberal, la de 1857, breve y práctica (que no se usó), a una antiliberal, barroca e ineficiente (que tampoco se usó). Eso forma parte de una tradición nacional, que consiste en hacer una Constitución para enumerar anhelos, pero dentro de estructuras de poder que no tienen interés en aplicar la ley, sino sólo en su beneficio. Así fue también con la de 1917, que en realidad se ha aplicado francamente desde 1997, cuando la estructura de poder se derrumbó, y la Corte pudo independizarse (aunque desde 1994 había avanzado en ello), lo mismo que el Congreso. En el ánimo de llenar de sueños el documento, creo que hemos logrado hacer a la Constitución casi inoperante, pero sobre esa base estamos funcionando. No estoy seguro que podamos mejorarla, porque estamos en tiempos de dispersión política e ideológica (en todo el mundo). Y para mamotretos como el de la Ciudad de México, mejor ni moverle. Tal vez un largo proceso de limpia fuese útil, y en 2117 alguien pueda celebrar de verdad.
PERIODISMO CON ÉTICA
LUN ES 6 FEB RERO DE 2017
música danza teatro letras cine pintura
7
Orquestas sinfónicas y fotografías históricas por el centenario de la Constitución
Agencias
C
on la exposición de fotografías históricas titulada Venustiano Carranza y la Constitución de 1917, el Museo Regional Potosino se une a las muy diversas actividades que se llevan a cabo para conmemorar el Centenario de la Carta Magna, entre las que también pueden mencionarse el concierto de apertura de temporada de la Orquesta Sinfónica Nacional. La muestra fotográfica es un relato cronológico de los sucesos previos a la promulgación de la Carta Magna, en el cual pueden apreciarse imágenes de los protagonistas del Congreso Constituyente, así como varios documentos, entre ellos un facsímil de la Constitución. Organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la exhibición contará también con una conferencia a cargo del historiador y jurista Adán Nieto, catedrático de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, que versará sobre la figura de Carranza y su papel en este momento determinante de la historia de México. A través de un comunicado del INAH, el arquitecto Luis Pedro Gutiérrez Cantú, director del Museo Regional Potosino, explica que la exposición está integrada por alrededor de 50 fotografías “Son imágenes poco conocidas de personajes en los que se apoyó Carranza, como Félix Palavicini, político y periodista tabasqueño, quien difundió una serie de textos en 1915 en una publicación llamada El Pueblo, donde se advierte cómo va preparando gradualmente el camino para proponer un nuevo congreso constituyente. Asimismo, se presentará una edición facsimilar de la Constitución de 1917”. La exposición estará abierta hasta el próximo mes de junio y posteriormente tendrá un itinerario por cuatro regiones de la entidad: Altiplano, y zonas Centro y Media, además de la Huasteca. Con invitados de lujo Bajo la dirección de su titular, Enrique Bátiz Campbell, la Orquesta Sinfónica del Estado de México, inicia su Temporada 135. Déjate encantar por la música, acompañada de los solistas “invitados de lujo”, María Yavroumi, pianista libia, y el guitarrista mexicano Alfonso Moreno. El concierto, en el cual se interpretará Rapsodia en azul, del compositor estadunidense George Gershwin, y Fantasía de un gentil hombre, del español Joaquín Rodrigo, tendrá dos presentaciones. La primera el viernes 3, a las 20:00 horas, en la Sala Felipe Villa-
nueva, y el domingo 5 de febrero, aniversario de la Constitución, en Cuautitlán. Ambas funciones cerrarán con Sinfonía No. 1 en Sol Menor, Op. 13, del compositor ruso Piotr Ilych Tchaikovsky. Discípula de Dimitri Toufexis, y egresada de la Universidad de Macedonia en Tesalónica, Yavroumi nació en Trípoli. Obtuvo el grado de maestría en Música, en la Universidad Nova de Lisboa, y en el Colegio Real de Música de Londres, con el profesor John Blakely. En tanto, Alfonso Moreno es considerado uno de los más grandes intérpretes de guitarra clásica. Según información del Patronato de la OSEM, a través de una gran variedad de matices, timbres y colores, logra crear la sensación de estar escuchando una verdadera orquesta. Con más de 3 mil conciertos en su haber, por Europa, América y Asia, es fundador de la Orquesta de Guitarras de Xalapa, de la cual es director titular, y del Cuarteto Latinoamericano de Guitarras. La temporada 135 de la OSEM se realizará del 3 de febrero al 9 de abril, en diversos escenarios del Estado de México. La Sala Felipe Villanueva, donde será el concierto inaugural, se localiza en avenida José María Morelos y Pavón s/n, Barrio de La Merced, en Toluca. Del mero nacionalismo Por su parte, la Orquesta Sinfónica Nacional dedicará el concierto inaugural de su temporada 2017 al Centenario, con música de las primeras décadas del siglo XX mexicano. Se centrará fundamentalmente en composiciones de Silvestre Revueltas y Carlos Chávez, fundador de la agrupación. Su titular actual, Carlos Miguel Prieto, detalló mediante un comunicado del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) el programa: Obertura republicana (que lleva por subtítulo Chapultepec) de Chávez, y está integrada por la versión del autor de tres piezas populares: La marcha de Zacatecas, el vals Club Verde y La Adelita. Enseguida vendrá La coronela de Revueltas que, de acuerdo con Prieto, es una gran obra sinfónica del México posrevolucionario y la última pieza escrita por el autor, nacido el último día del siglo XIX, y no se sabe a ciencia cierta si fue terminada por él o alguien más la completó, ya que la partitura original se perdió. Como telón de fondo de la interpretación se proyectarán algunos grabados de José Guadalupe Posada. El programa se complementa con el Concierto para violín, de Edward Elgar, que a decir de Prieto marcará un contraste con las anteriores, pero emocionará por igual a los asistentes. Habrá dos conciertos el viernes 3, a las 20:00 horas, y el domingo 5, a las 12:15 en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, en avenida Juárez y Eje Central Lázaro Cárdenas, Centro Histórico.
8
LU NES 6 FEBR ER O DE 2 0 1 7
PERIODISMO CON ÉTICA
Cultura
Género Periodístico: Crónica
Un fin de semana con Pablo Escobar Primera parte
Juan José Hoyos
En la mítica hacienda Nápoles, propiedad de Pablo Escobar, se definieron los destinos de muchas personas, y hasta se trazaron planes para cambiar algunas costumbres nacionales. En esta crónica, hasta ahora inédita, Hoyos relata mucho más que un encuentro de buenos amigos
LUN ES 6 FEB RERO DE 2017
PERIODISMO CON ÉTICA
música danza teatro letras cine pintura
E
ra un sábado de enero de 1983 y hacía calor. En el aire se sentía la humedad de la brisa que venía del río Magdalena. Alrededor de la casa, situada en el centro de la hacienda, había muchos árboles cuyas hojas de color verde oscuro se movían con el viento. De pronto, cuando la luz del sol empezó a desvanecerse, centenares de aves blancas comenzaron a llegar volando por el cielo azul, y caminando por la tierra oscura, y una tras otra, se fueron posando sobre las ramas de los árboles como obedeciendo a un designio desconocido. En cosa de unos minutos, los árboles estaban atestados de aves de plumas blancas. Por momentos, parecían copos de nieve que habían caído del cielo de forma inverosímil y repentina en aquel paisaje del trópico. Sentado en una mesa, junto a la piscina, mirando el espectáculo de las aves que se recogían a dormir en los árboles, estaba el dueño de la casa y de la hacienda, Pablo Escobar Gaviria, un hombre del que los colombianos jamás habían oído hablar antes de las elecciones de 1982, cuando la aparición de su nombre en las listas de aspirantes al Congreso por el Partido Liberal desató una dura controversia en las filas del Nuevo Liberalismo, movimiento dirigido entonces por Luis Carlos Galán Sarmiento. —A usted le puede parecer muy fácil —dijo Pablo Escobar, contemplando las aves posadas en silencio sobre las ramas de los árboles. Luego agregó mirando el paisaje, como si fuera el mismo dios—: No se imagina lo verraco que fue subir esos animales todos los días hasta los árboles para que se acostumbraran a dormir así. Necesité más de cien trabajadores para hacer eso... Nos demoramos varias semanas. Pablo Escobar vestía una camisa deportiva muy fina, pero de fabricación nacional según dijo con orgullo mostrando la marquilla. Estaba un poco pasado de kilos pero todavía conservaba su silueta de hombre joven, de pelo negro y manos grandes con las que había manejado docenas de autos cuando junto con su primo, Gustavo Gaviria, competía en las carreras del autódromo de Tocancipá y de la Plaza Mayorista de Medellín. —Todo el mundo piensa que uso camisas de seda extranjeras y zapatos italianos, pero yo sólo me visto con ropa colombiana —dijo mostrando la marca de los zapatos. Se tomó un trago de soda para la sed porque la tarde seguía muy calurosa y luego agregó: —Yo no sé qué es lo que tiene la gente conmigo. Esta semana me dijeron que había salido en una revista gringa... Creo que, si no me equivoco, dizque era la revista People... o Forbes. Decían que yo era uno de los diez multimillonarios más ricos del mundo. Les ofrecí a todos mis trabajadores y también a mis amigos diez Continúa en la página 10
PUBLICIDAD
9
10 FEBR ER O DE 2 0 1 7 LU NES 6
Cultura millones de pesos por esa revista y ya han pasado dos semanas y hasta ahora nadie me la ha traído... La gente habla mucha mierda. Pablo Escobar hablaba con seguridad, pero sin arrogancia. La misma seguridad con la que en compañía de su primo se montó en una motocicleta y se fue a comprar tierras por la carretera entre Medellín y Puerto Triunfo, cuando aún estaba en construcción la autopista MedellínBogotá. Después de comprar la enorme propiedad, situada entre Doradal y Puerto Triunfo, casi a orillas del río Magdalena, empezó a plantar en sus tierras centenares de árboles, construyó decenas de lagos y pobló el valle del río con miles de conejos comprados en las llanuras de Córdoba y traídos hasta la hacienda en helicópteros. Los campesinos, aterrados, dejaron durante un tiempo de venderle tantos conejos porque a un viejo se le ocurrió poner a correr el rumor de que unos médicos antioqueños habían descubierto que la sangre de estos animales curaba el cáncer. Escobar mandó a un piloto por el viejo y lo trajo hasta la hacienda para mostrarle lo que hacía con los animales: soltarlos para que crecieran en libertad. Ahora había conejos hasta en Puerto Boyacá, al otro lado del Magdalena. Igual que con los conejos, Pablo Escobar consiguió un ejército de trabajadores para plantar palmas y árboles exóticos por el borde de todas las carreteras de la hacienda. Las carreteras daban vueltas, e iban y venían de un lugar a otro de forma caprichosa porque ya Escobar tenía en mente la construcción de un gran zoológico con animales traídos de todo el mundo. Él mismo, durante muchos meses, dirigió la tarea de poblar su tierra con canguros de Australia, dromedarios del Sahara, elefantes de la India, jirafas e hipopótamos del África, búfalos de las praderas de Estados Unidos, vacas de las tierras altas de Escocia y llamas y vicuñas del Perú. Los animales alcanzaron a ser más de 200. Cuando el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) se los decomisaba, por no tener licencia sanitaria, Escobar enviaba un amigo a los remates. Allí los compraba de nuevo y los llevaba de regreso a la finca en menos de una semana. Durante varios años, Pablo Escobar dirigió personalmente las tareas de domesticar todas las aves, obligándolas con sus trabajadores a treparse a los árboles por las tardes cuando caía el sol. Cosas parecidas hizo con los demás animales, tratando de cambiar la naturaleza y hasta sus hábitos. Por ejemplo, a un canguro le enseñó a jugar fútbol y mandó a traer desde Miami, en un avión, a un delfín solitario envuelto en bolsas plásticas llenas de agua y amarrado con sábanas para evitar que se hiciera daño tratando de soltarse. Luego, lo liberó en un lago de una hacienda situada entre Nápoles y el Río Claro. En esa época, Pablo Escobar era representante a la Cámara y había sido elegido para ese cargo en las listas del Movimiento de Renovación Liberal que lideraba el senador Alberto Santofimio Botero, seguidor a su vez del candidato presidencial del Partido Liberal, Alfonso López Michelsen. La justicia sólo había proferido contra él una vieja orden de captura que reposaba sin ningún efecto jurídico en un oscuro juzgado de Itagüí. Por todo esto era fácil obtener una entrevista con él. Escobar se codeaba de tú a tú con todos los políticos de entonces y hasta había sido invitado a España por el presidente electo de ese país, Felipe González. En ese viaje lo acompañaron varios parlamentarios colombianos de los dos partidos. La policía española recibió informaciones de infiltrados en el mundo de la droga según las cuales el principal capo del narcotráfico colombiano se hallaba hospedado en un hotel de Madrid. Por este motivo, fuerzas especiales allanaron el edificio y detuvieron por un rato a varios asustados congresistas del Partido Conservador, que se habían acostado temprano. Los senadores, ya vestidos de pijamas, fueron requisados minuciosamente junto con sus equipajes. Mientras tanto Pablo Escobar tomaba champaña con varios amigos y periodistas colombianos en la suite presidencial adonde los había invitado Felipe González. La entrevista con Pablo Escobar la ordenó Enrique Santos Calderón, columnista del periódico El Tiempo y en esa época director de la edición dominical. La conseguí con la ayuda de un locutor de radio de Medellín
PERIODISMO CON ÉTICA
PERIODISMO CON ÉTICA
LUN ES 6 FEB RERO DE 2017
11
música danza teatro letras cine pintura
que tenía un programa muy popular y que había empezado a trabajar con Escobar como jefe de prensa. El locutor organizó un almuerzo en el hotel Amarú, que entonces era propiedad del primo de Escobar, Gustavo Gaviria. Durante el almuerzo, Pablo Escobar dio unas breves declaraciones desmintiendo al candidato del Nuevo Liberalismo, Luis Carlos Galán, quien lo había expulsado públicamente de las filas del Nuevo Liberalismo durante una manifestación en el Parque de Berrío. En su discurso, Galán acusó públicamente a Escobar de tener nexos con el narcotráfico. Todo esto lo refutó Pablo Escobar ante los periodistas. Luego anunció su candidatura a la Cámara de Representantes por las listas del Movimiento de Renovación Liberal que dirigía el parlamentario Jairo Ortega Ramírez, uno de los lugartenientes más respetados de Santofimio en Antioquia y de López Michelsen en el país. Escobar resultó electo después de una singular campaña en la que sembró árboles por todos los barrios populares de Medellín y construyó e iluminó decenas de canchas polideportivas en los barrios pobres. Además, prometió públicamente a la gente que vivía en los tugurios del basurero de Moravia construir más de 200 casas para que en el futuro pudieran tener una vivienda digna. Después del almuerzo, Pablo Escobar me hizo saber a través de su jefe de prensa, Alfonso Gómez Barrios, que me esperaba en la hacienda Nápoles, en Puerto Triunfo, durante el próximo fin de semana. Los guardaespaldas de Escobar me llamaron al día siguiente y me propusieron encontrarnos en la población de San Luis, adonde yo tenía que viajar para acompañar al entonces gobernador de Antioquia, Nicanor Restrepo San-
tamaría, a la inauguración de la escuela Juan José Hoyos, que lleva ese nombre en memoria de mi abuelo, un maestro de escuela del oriente de Antioquia. —¿Cómo hago para encontrarlos si yo no los conozco? —les pregunté a los guardaespaldas de Escobar. —Tranquilo que nosotros lo encontramos a usted... Yo, por supuesto, no estaba tranquilo. Había tenido noticias sobre la amabilidad con que Escobar atendía a los periodistas, pero también sabía que todos sus empleados temblaban de miedo cuando él les daba una orden. Llegué a San Luis poco después del mediodía del sábado. Mientras el gobernador pronunciaba su discurso inaugurando la escuela me di cuenta, muy asustado, de que mi hijo Juan Sebastián, de apenas dos años de edad, había desaparecido. Abandoné el acto y en uno de los corredores de la escuela encontré a un hombre moreno y de apariencia dura cargando a mi hijo. El hombre me miró con una sonrisa. Tenía cara de asesino. Nadie tuvo que explicarme que era uno de los guardaespaldas de Pablo Escobar. De inmediato fui a buscar a Martha, mi esposa, y le dije que ya habían llegado por nosotros. En menos de un minuto abordamos mi carro, un pequeño Fiat 147 que los hombres de Escobar miraron con desprecio. Ellos subieron a una camioneta Toyota de cuatro puertas, con excepción del hombre con la cara de asesino. Él nos dijo que quería acompañarnos en mi carro para que no nos fuéramos a embolatar. Cuando encendí el motor del auto y vi por el espejo retrovisor la camioneta Toyota con esos tres hombres, todos armados, me di cuenta de que estaba temblando. El hombre con cara de asesino trató de serenarme. —Tranquilo, hermano, que usted va con gente bien... En seguida abrió un morral que llevaba sobre sus piernas y sacó un teléfono satelital... ¡Un teléfono satelital en esos tiempos en los que en Colombia ni siquiera se conocían los teléfonos celulares! —Aló, patrón. Aquí vamos con el hombre. Todo ok. Estamos llegando en media hora. Cuando cruzamos el alto de La Josefina y empezamos a descender hacia el valle del Río Claro me fui tranquilizando poco a poco viendo por el espejo retrovisor cómo mi hijo jugaba con su madre. Sin embargo, para controlar mejor los nervios le propuse al hombre de la cara de asesino que paráramos en algún lado y nos tomáramos una copa de aguardiente. —Hágale usted tranquilo, hermano, que yo no puedo. Si le huelo a aguardiente al patrón, me manda a matar. Nos detuvimos un par de minutos en una fonda junto al Río Claro. Yo bajé solo del carro y me tomé dos tragos. Martha, Juan Sebastián y el guardaespaldas me esperaron sin decir ni una palabra. Lo mismo hicieron los guardaespaldas que venían detrás, en la camioneta Toyota. Llegamos a la hacienda Nápoles cuando ya iban a ser las cuatro de la tarde. La primera cosa que me impresionó fue la avioneta que estaba empotrada en un muro de concreto, en lo alto de la entrada. La gente, que siempre habla, decía que ésa era la avioneta del primer kilo de cocaína que Escobar había logrado meter a los Estados Unidos. Después me impresionaron los árboles alineados en perfecto orden a lado y lado de una carretera pavimentada y sin un solo hueco. Empezamos a ver los hipopótamos, los elefantes, los canguros y los caballos que corrían libres por el campo verde. Mi hijo le dio de comer a una jirafa a través de la ventanilla del auto, con la ayuda del guardaespaldas. A medida que nos adentrábamos en la hacienda íbamos cruzando puertas custodiadas por guardianes. En cada puerta, el guardaespaldas mostraba una tarjeta escrita de su puño y letra por el patrón. Con la tarjeta, las puertas se abrían de inmediato como obedeciendo a un conjuro mágico. Junto a una de las últimas había un carro viejo montado en un pedestal. Era un Ford o un Dodge de los años treinta y estaba completamente perforado por las balas.