BED BATH & BEYOND SE DECLARA OFICIALMENTE EN BANCARROTA

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Desde su fundación en la década de los 70, la gran tienda estadounidense «Bed Bath & Beyond», se posicionó como la más completa para la venta de artículos del hogar. Con más de 300 establecimientos en todo el país, disfrutó de una época de gloria, que lamentablemente está llegando a su fin. Desde hace varios años, la empresa manifestó que han presentado bajas en ventas, pérdidas y varios planes fallidos para implementar cambios radicales en su estructura comercial.

De hecho, en enero de 2023 emitieron un aviso de «negocio en marcha» pues no tenían el efectivo necesario para cubrir gastos después de una pésima temporada navideña.

Para finales de marzo, la compañía mostró una disminución en ventas de entre 40% y 50% por ciento en las tiendas abiertas. Ante esta situación, «Bed Bath & Beyond» expresó en una declaración ante la Comisión de Bolsa y Valores que planeaba vender 300 millones de dólares en acciones para evitar presentar la bancarrota.

A pesar de esta nueva propuesta para sobrevivir en el mercado, la cadena no logró reunir los fondos necesarios para mantenerse a flote.

Intentos En Vano

Este domingo la cadena de productos para el hogar pidió la protección por bancarrota, ante la Corte de Distrito de Nueva Jersey.

A través de un comunicado, «Bed Bath & Beyond» afirmó que la declaración fue hecha de forma totalmente voluntaria, con el objetivo de cerrar ordenadamente sus negocios.

Además, realizarán un proceso limitado de marketing para buscar interés en una o más ventas de algunos o todos sus activos disponibles.

La marca informó que sus comercios y sitios web continuarán abiertos. De igual forma, también atenderán a los clientes mientras “comienzan sus esfuerzos por efectuar el cierre de sus establecimientos minoristas”.

Además, afirmaron que se encargarán de cumplir todos los compromisos con sus empleados y socios.

Para ello garantizaron un estimado de aproximadamente 240 millones de dólares, con un financiamiento de Sixth Street Specialty Lending, Inc.

Dicha compañía se enfoca en el manejo de finanzas y cotización de acciones. De esta manera, esperan seguir operando durante todo el proceso de bancarrota.

EARWORM, EL SÍNDROME QUE VUELVE “ADICTIVAS” ALGUNAS CANCIONES

Según diferentes investigaciones, escuchar canciones, influye de una forma positiva en las personas. Entre los beneficios que aporta están, aliviar el estrés, mejorar el sueño y estimular las emociones y aptitudes del ser humano. Los expertos aseguran que la música resulta un buen ejercicio para el cerebro y aporta de la mejor manera para mantener su ideal funcionamiento. Oír una canción te hace sentir mejor y esto tiene una razón científica. Los estudios arrojan que las ondas sonoras viajan al cerebro, llegando a liberar dopamina. Existen muchas canciones que son “adictivas”, que no salen de nuestras cabezas. Cuando repetimos una melodía una y otra vez por varias semanas, da como resultado un síndrome denominado “earworm” también conocido como gusano musical.

¿Qué es earworm?

Este término fue dado en el año 1979, por un psiquiatra alemán llamado Cornelius Eckert. Para describir la manera de cómo una canción se mete en la cabeza y no olvida fácilmente, tal cual sucede con un gusano en la fruta. El síndrome se puede activar en las personas cuando las canciones son sencillas y del gusto musical de quien la oye.

Aunque no siempre es así, actualmente con la tecnología, cuando una canción se viraliza en las redes sociales, suele permanecer mucho tiempo en el cerebro, aun en contra de su voluntad.

También sucede cuando la música contiene un ritmo adictivo, que invita a bailar o cantar. Según un estudio realizado por la psicóloga musical, Freya Bailes, en el año 2015, el earwom es mas frecuente cuando las personas están aburridas o con tiempo libre.

También se puede caer en este síndrome al oír canciones que se tiene mucho tiempo sin escuchar, pero alguna imagen, sonido o vínculo externo la recuerda. Las canciones quedan en nuestro cerebro principalmente cuando contienen alguna melodía repetitiva. Esto suele ser aprovechado por músicos y productores discográficos, quienes componen estribillos que sean fáciles de grabar en la mente.