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Semanario Comunión edición 1159
No. 1159 Año 23 | 10 de mayo de 2020
Felicidades mamás, felicidades María
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En tiempos de pandemia nos toca vivir también estas celebraciones que en nuestra cultura tiene gran arraigo, el mes de María y el día dedicado a las madres. Nos han pedido que no hagamos reuniones familiares este fin de semana, incluso los panteones permanecerán cerrados, pero el amor filial y la devoción a María siguen intactos, es más, deberán ser más fuertes porque encontrarán nuevas formas en la creatividad que el amor produce para manifestarse.
San Juan Bosco preguntaba al demonio ¿Quiénes son los que te derrotan? y el demonio, de mala gana contestó: “Me derrotan los que son devotos de la Virgen María”, y desapareció.
Mayo nos ofrece la oportunidad de crecer en nuestro conocimiento, amor y devoción por la Virgen Madre. Hagamos cada día un ramillete de diversas obras que ofrezcamos con humilde piedad a nuestra madre del cielo.
Algunas sugerencias de flores espirituales son: 1 Tener adornada una imagen de María en casa y arreglarla lo mejor que se pueda. 2 Saludarla afectuosamente al pasar delante de una Iglesia o imagen de María. 3 Pedirle la bendición al levantarse y al acostarse por la noche. 4 Al salir de casa, pedir a la Virgen bendiga sus pasos y acciones. 5 Inspirar la devoción de María a otros, sobre todo a los hijos y dependientes. 6 Decir con gran afecto el Ave María. 7 En los peligros y en las tentaciones, acogerse al manto de la Virgen, pidiendo su auxilio. 8 Llevar siempre algún escapulario de la Virgen. 9 Participar en las celebraciones de Misas en honor de María Santísima. 10 Visitar alguna iglesia o altar consagrado a María. 11 Dar limosna a los pobres en obsequio de esta Señora, encargándoles recen un Ave María. 12 Visitar y consolar algún enfermo por amor de María. 13 Socorrer a las ánimas del Purgatorio más devotas de María. 14 Llevar alguna medalla de la Virgen, y, apretándola de cuando en cuando al corazón, decirle: “Yo te lo entrego para siempre, ¡oh Madre mía! 15 Compadecerse de los dolores de la Virgen y rezar en su honor siete Ave Marías. 16 Tener los sentidos, principalmente la vista, recogidos en honor de la Virgen. 17 Rezar el Ángelus. 18 Ejercitarse por su amor en algún oficio bajo y humilde. 19 Ofrecer de cuando en cuando las penas y trabajos a María. 20 Imitar las virtudes de la Virgen, pensando: ¿Qué haría María puesta en las circunstancias en que yo me encuentro? 21 Ofrecer el corazón a la Virgen. 22 Trabajar en la conversión de algún pecador. 23 Refrenar la lengua en honor de María. 24 El principal y más agradable obsequio a María es perseverar en su devoción, cualquiera que se tenga. 25 Los sábados y en las festividades de María, ayunar o hacer alguna mortificación en honor suyo.
Sin podernos reunir por las medidas necesarias ante la pandemia, felicitamos a las mamás deseándoles que sigan siendo antena de gracia para su familia, al mismo tiempo que celebramos a María desde el espacio personal con un ramillete de flores espirituales.