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4° DOMINGO ORDINARIO

Mt 5,1-12

29 de enero de 2023 CICLO A

“Bienaventurados” o “dichosos”, es una fórmula de felicitación que se emplea desde el Antiguo Testamento a propósito de piedad, de sabiduría o de prosperidad, especialmente en el libro de los salmos y en la literatura sapiencial. También aparece con frecuencia en otros libros del Nuevo Testamento, especialmente en el libro del Apocalipsis.

Jesús recuerda, en el espíritu de los profetas, que también los pobres participan de estas “bendiciones”: las tres primeras bienaventuranzas declaran que aquellos hombres considerados ordinariamente como desgraciados y malditos son felices, ya que son aptos para recibir la bendición del Reino. Las bienaventuranzas siguientes se refieren a la actitud moral del hombre.

La diferencia entre “pobres” como dice san Lucas y “pobres de espíritu” como escribe san Mateo no es sustancial; frecuentemente se ha llegado a pensar que san Mateo se refiere a aquellos que aún siendo ricos están espiritualmente despegados de sus riquezas. En los dos casos designa la clase de pobres, que constituían la mayoría de la población en el mundo greco-romano. “Pobres de espíritu” habla de la condición humilde más que de la carencia de riquezas; su pobreza les impide tener la arrogancia y la seguridad en sí mismos como lo hacen los ricos.

Los que lloran, son los que carecen de la alegría mundana; más probablemente hace alusión a los que lloran los males del pueblo de Israel por culpa de los pecados que ha cometido. Los mansos son los humildes incapaces de agresividad. Los que tienen hambre y sed de justicia son aquellos que llevan buenas relaciones con Dios, que se logran mediante la sumisión a su voluntad. Los misericordiosos son quienes viven las obras de misericordia más destacadas en san Mateo, la limosna y el perdón. Lo pureza de corazón se contrapone a la pureza ritual externa de los levitas, la pureza de corazón se manifiesta principalmente a través del lenguaje, que delata los pensamientos y deseos de las personas. Los pacíficos son quienes aplacan todo tipo de discordia o pelea. La persecución por la justicia es la que se sufre para mantener las buenas relaciones con Dios acatando su voluntad.

MEDITACIÓN DEL TEXTO

(Cada uno comparte su reflexión)

San Mateo alienta a su comunidad que vive en medio de la persecución, para animarlos en medio de su adversidad. Son dichosos los cristianos si su aflicción y su pobreza los lleva a construir el reino de Dios, reino de amor, de justicia, de paz, de libertad y de verdad.

Las bienaventuranzas son la carta magna del Reino, la ley del Espíritu que Jesús quiere grabar en los corazones de todos sus discípulos. Quienes son ciudadanos de su reino las observan y viviéndolas dan testimonio de esa pertenencia. Los criterios con los cuales Dios juzga y obra son exactamente lo opuesto a los nuestros. El reino de Dios y el reino de los hombres se oponen como dos modos contrarios de valorar y de vivir.

El sermón de la montaña es para las primeras comunidades una catequesis bautismal, es una regla de vida. No es una nueva ley, más difícil que la antigua, es el corazón nuevo prometido por los profetas. Lo que

Jesús afirma aquí es lo que Él vive. Sus palabras no son ley, sino evangelio, es lo sublime que nos ofrece al hacerse hermano nuestro. Pero sin el don del Espíritu las bienaventuranzas son una mera ideología. Jesús nos enseña el modo de ser hijos del mismo Dios y hermanos todos.

Las cuatro primeras bienaventuranzas son una declaración de la felicidad que poseen aquellos que se abren a la acción de Dios en una actitud de acogida sincera, los pobres que han puesto su confianza sólo en él esperando la manifestación del reino. Son los humildes, los que ahora están tristesylosquedeseanardientemente hacer la voluntad de Dios. Las cuatro siguientes están más orientadas hacia el comportamiento cristiano, se proponen actitudes: ser misericordiosos, tener un corazón limpio, es decir, a vivir y actuar sin ninguna hipocresía ni engaño. Los discípulos deben trabaja para construir la paz, siendo instrumentos de reconciliación entre los hermanos y con todos los hombres. Finalmente se exhorta a vivir firmes en la persecución sostenidos por la certeza de que el fruto de dicha perseverancia será el reinado de Dios.

Aprendamos a vivir como Jesús y no como el mundo nos enseña, vivamos el mandamiento del amor y seremos plenos, no dejemos que el egoísmo nos esclavice. Luchemos por construir el reino de Jesús, en la vida de cada uno y en la familia, en la escuela y en el trabajo. Así seremos ciudadanos del Reino de Jesús y entonces seremos bienaventurados.

Compromiso Personal Y Comunitario

Mirar las dificultades de nuestro tiempo desde la fe con ojos de esperanza transformadora y no desde el pesimismo estéril.

Trabajar desde nuestro compromiso cristiano por transformar las situaciones de injusticia comenzando por nuestra familia.

Unir esfuerzos con mis familiares, vecinos o hermanos de comunidad para trabajar por algún bien que sea urgente.

Conocer la doctrina social que nos propone la Iglesia.

Colaborar con los hermanos que trabajan en la pastoral social en la promoción y la asistencia a los hermanos más necesitados.. TERMINAR ORANDO

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